En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Espacio realizado con la colaboración del |
La desafección de la ciudadanía con respecto a la utilidad de la política y la movilización social como herramientas de mejora de sus condiciones de vida es cada vez mayor entre la población española. El informe Análisis y perspectivas 2017, publicado recientemente por la Fundación FOESSA, constata la creciente desconfianza social en los mecanismos e instrumentos públicos de intervención para la resolución de los problemas de exclusión social que sufren los ciudadanos en nuestro país. Este escepticismo sobre el papel del sector público en materia social, así como el gradual distanciamiento de la ciudadanía con respecto a los instrumentos de movilización, se presenta de forma especialmente relevante en los sectores sociales más vulnerables y golpeados por la crisis económica.
Según los datos del informe promovido por Cáritas, un 75,6 % de los encuestados percibe el voto como inútil, mientras que un 56,1% manifiesta que la asociación no sirve de nada y casi dos tercios afirma no encontrar ninguna utilidad a la movilización social. Entre estos datos destaca por tanto la mala valoración del voto con respecto a los otros dos ítems propuestos, constatándose sin embargo un significativo aumento de la percepción positiva del voto entre aquellos sectores sociales que afirman haber notado ya los efectos de la recuperación económica, así como entre las personas con estudios superiores. En ambos casos, la valoración positiva de la intervención en la vida pública a través del voto presenta un aumento de hasta 8 puntos con respecto a la percepción de la población media en este aspecto.
Según los datos del informe promovido por Cáritas, un 75,6 % de los encuestados percibe el voto como inútil, mientras que un 56,1% manifiesta que la asociación no sirve de nada
Esta valoración negativa del papel de la política en España contrasta con los porcentajes de participación de las dos últimas elecciones generales de diciembre de 2015 y junio de 2016 – con datos del 69,6 % y el 66,4% respectivamente-, en la media de participación histórica, pese a que los datos del barómetro del CIS de abril de este mismo año indican que casi 7 de cada 10 ciudadanos (un 69%) consideran que la situación política en España es “mala o muy mala”, y casi un tercio (32,9%) declaran no sentir simpatía por ninguna de las opciones electorales mayoritarias actualmente. Estas valoraciones reflejan un relevante distanciamiento de la población con respecto a la clase política que no parece haber sido paliado por la irrupción de los nuevos partidos en el mapa electoral español.
En referencia a los datos presentados por el informe en cuanto a asociación y movilización, se muestra una cierta mejora en la valoración de estos ítems que sin embargo continúa reflejando una situación de pasividad social significativa. En este sentido, los datos de valoración positiva en cuanto a asociación y movilización alcanzan el 38,8% y el 35,4% respectivamente, porcentajes que han de ser matizados teniendo en cuenta que la participación de la ciudadanía a través de esta clase de instrumentos en términos efectivos suele ser siempre inferior. La participación real en asociaciones y movimientos social desciende por tanto hasta el 29,2% y el 22,9% respectivamente según datos del propio Informe FOESSA en su versión de 2014.
En estos aspectos encontramos de nuevo importantes variaciones en los datos atendiendo a parámetros relacionados con la edad, el nivel de estudios o la posición económica de los sujetos encuestados. De esta forma, la valoración positiva acerca de la utilidad de las asociaciones se sitúa en valores del 44,7% entre los jóvenes, el 49,1% entre las personas que han percibido los efectos de la recuperación económica y el 46,5% y 55,5% entre quienes cuentan con estudios medios y superiores respectivamente. En cuanto a la valoración de la movilización social, el informe refleja de nuevo un incremento de los valores de percepción de utilidad entre las personas con estudios medios (43%) y superiores (48%), así como entre aquellas que manifiestan haber superado la crisis económica (45,65%).
Del informe se puede concluir que aquellos grupos sociales que han sufrido un mayor impacto de la crisis económica son precisamente los que muestran una menor confianza en que las herramientas de incidencia política y social sean capaces de ejercer como resorte del cambio necesario para la mejora de sus condiciones de vida. Además, el estudio hace asimismo hincapié en la preeminencia del núcleo familiar como la institución que genera mayor seguridad entre los ciudadanos a la hora de encontrar un apoyo directo e inmediato para la resolución de sus problemas. Y destaca el aumento de la confianza de la ciudadanía en la respuesta de las organizaciones sociales ante situaciones de gravedad, en detrimento de los servicios públicos sociales, los cuales perciben como menos flexibles a la hora de afrontar situaciones de necesidad debido al lastre que supone la excesiva burocratización de los mismos.
------------------
Espacio de información realizado con la colaboración del Observatorio Social de “la Caixa”.