Confluencias
Zaragoza en Común: una malla de 41 redes sociales
El sociólogo Jaime Minguijón disecciona en su tesis doctoral cómo miembros de mareas, partidos, sindicatos, grupos ecologistas y asociaciones vecinales interactuaron para crear ZeC
Eduardo Bayona Zaragoza , 19/07/2017
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A la política española le cuesta asimilar las novedades, y más cuando estas llevan velocidades de vértigo y se revelan capaces de poner patas arriba el panorama social e institucional en apenas, según el caso, cuatro años, dos o solo uno, caso del 15-M, las mareas y las candidaturas municipalistas de confluencia. El sociólogo zaragozano Jaime Minguijón ha aportado luz a estas últimas con su tesis doctoral La génesis de Ganemos Zaragoza: un estudio desde la Sociología Relacional, en la que concluye que “lo realmente esencial en este proceso, lo que se encuentra ‘detrás’ (y, muchas veces oculto) son las relaciones sociales que alimentan las redes sociales”. No las de internet y la telefonía, sino las 41 mallas institucionales e informales que se fueron entretejiendo a base de la implicación de sus miembros hasta dar lugar a la lista que, desde junio de 2015, gobierna en minoría el ayuntamiento de la capital aragonesa con Pedro Santisteve a la cabeza.
“Es muy difícil determinar cuándo nace Ganemos Zaragoza (GZ). Sí hubo un momento en el que se comenzó a manifestar, que fue en la primera asamblea abierta, el 18 de agosto de 2014”, explica Minguijón, para quien “la clave está en cómo se fue incorporando al proceso la gente”. Lo hizo a través de dos vías cuya influencia cambió en el año escaso que duró el proceso: el 60% del núcleo inicial llegó desde redes organizadas como partidos, sindicatos y movimientos sociales y vecinales –“conocieron el proceso a través de ellas y no se habrían incorporado sin ellas”--, cuyo peso cayó al 15% frente a las relaciones personales en la fase de desborde.
Minguijón, que basa su estudio --dirigido por el decano del Colegio de Sociólogos y Politólogos de Aragón, David Pac-- en la llamada Sociología Relacional, ha centrado su trabajo en las relaciones entre quienes alumbraron ZeC –los 554 miembros de la llamada Lista Municipalismo-- y en “la dinámica entre lo instituido y lo instituyente”. “Cuando surge algo nuevo en la realidad social nos sorprendemos –explica--, pero todo viene de algún sitio: se producen unos mecanismos que favorecen que una serie de redes preexistentes, formales o informales, movimentales o de otro tipo, interaccionen y se articulen de una forma diferente a como lo hacían hasta ese momento para hacer posible la creación de ese nuevo movimiento”.
Lo realmente esencial en este proceso, lo que se encuentra ‘detrás’, y a veces oculto, son las relaciones sociales que alimentan las redes sociales
Lo instituido en Zaragoza era desde mayo de 2011 un ayuntamiento en el que 140.994 papeletas permitieron a PSOE --86.395, diez concejales--, Chunta Aragonesista --29.402, tres-- e IU --25.197, tres-- sumar los 16 votos con los que Juan Alberto Belloch gobernó en minoría, con el apoyo de las otras dos formaciones, frente a los 15 del PP, que había sumado 131.350 sufragios. Lo instituyente generó cuatro años después un vuelco en el que, con apenas 5.600 votantes más que en 2011, ZeC --80.040 votos-- se hizo con la alcaldía al sumar sus nueve concejales el apoyo de los seis del PSOE --60.746-- y los dos de Cha --22.076--: 162.862 frente a los 127.600 que sumaban PP --87.554, diez ediles-- y C’s --40.046, cuatro--. Había pasado el 15-M, habían llegado las mareas y la combinación de ambos con otras organizaciones tradicionaleshabía dado lugar a un nuevo sujeto político que, en menos de un año, se hizo con el gobierno de la ciudad.
Cuatro iniciativas aisladas y el contagio de Barcelona
El proceso había comenzado un año antes, en el verano de 2014, y se dividió en cuatro fases que la tesis denomina intermediación, acoplamiento, desborde y desacoplamiento.
En el primero “se produjo un fenómeno de contagio entre los procesos de Ganemos Barcelona (este de forma principal, con Ada Colau a la cabeza) y Ganemos Madrid (y, a su vez, paralelamente con otros procesos similares que se estaban dando en el resto de España) y el interés de ciertos líderes de determinadas organizaciones de Zaragoza por impulsar un movimiento similar en esta ciudad”, principalmente el Movimiento por la Democracia, Izquierda Unida, el movimiento ecologista, las Marchas por la Dignidad y Stop Desahucios, el 90% de cuyos miembros integrados en esa fase conocían las iniciativas que se estaban gestando en otras capitales.
En los inicios, tras el éxito de Podemos en las elecciones europeas de mayo y con las primeras noticias sobre el nacimiento de Barcelona en Comú, fueron confluyendo cuatro iniciativas en las que participaban personas vinculadas al movimiento de Los Comunes, de Ateneo –un movimiento por la unidad de la izquierda-- y el grupo de las Contratas, en el que confluían sindicalistas del ayuntamiento y miembros de IU, CGT y Stop Desahucios. “Fueron surgiendo y confluyeron con la misma clave: era el momento de hacer algo y la gente quería otra cosa”, explica Minguijón, que destaca la influencia del proceso de Barcelona y el hecho de que, más que esas organizaciones, quien se implicó fue “gente que hizo de nexo. Muchos participaban en más de un grupo”.
En el tramo de acoplamiento se crearon “alianzas explícitas entre redes de organizaciones preexistentes, protagonizadas fundamentalmente” por activistas procedentes de IU, Puyalón, Equo, Piratas de Aragón, Demos + y Somos, a los que se sumó el apoyo de Podemos. En esa argamasa, a la que se unieron otras 34 redes “a través una participación activa de sus miembros”, resultó clave el papel del Grupo de Relaciones con Fuerzas Políticas, cuya tarea principal fue limar asperezas entre organizaciones y cuya mediación evitó que, a mediados de diciembre, el proceso saltara por los aires. “En la esencia de GZ/ZeC se encontraba el deseo de confluir con los movimientos sociales y sindicales de la ciudad”, cuyos miembros “jugaron el papel de ‘enlazarlas’ con lo que estaba naciendo”, señala. Diecisiete de esos 41 grupos contaban con diez o más miembros en la Lista de Municipalismo, más de la mitad conoció la iniciativa a través de ellas.
Los efectos de la multipertenencia
En esos inicios, las redes presentes en GZ/ZeC “se encontraban claramente entrelazadas a través de los individuos que formaron parte del núcleo promotor de este movimiento”, entre los que destaca “una multipertenencia al mundo asociativo, sindical y político” que “facilitó, sin duda, su génesis y consolidación. Este 65,5%, con gran capacidad para entrelazar las diferentes redes a las que pertenecía, destaca frente al 19,4% que no pertenecía a ninguna y el 15% que pertenecía a una”.
En esa fase, Minguijón distingue cuatro “clúster”. Uno de ellos, del que formaba parte el 24,1% de la Lista Municipalismo, no participaba en redes o lo hacía en algunas minoritarias y sin conexión con otras. Un 26% --con lazos con un 39% del grupo promotor-- llegó desde los movimientos reivindicativos como Marea Verde (enseñanza), las asociaciones vecinales y, en menor medida, las mareas naranja (servicios sociales) y blanca (sanidad). La “nueva izquierda”, integrada por el movimiento ecologista y Podemos, aportó el 15% de los miembros y el 13,7% de los enlaces del grupo fundador, mientras la “izquierda tradicional” –IU y CCOO-- “representa al 34,4% de los miembros de la muestra y el 47,3% de los lazos presentes entre esos individuos”.
“Se puede concluir, en consecuencia, que las redes (a través de las personas que forman parte de ellas) fueron articulando GZ/ZeC en torno a tres grandes ejes”, concluye, aunque “ampliando la mirada a una visión de conjunto, es interesante resaltar que nuevos movimientos, como la Marea Verde y Podemos, a los que habría que añadir el movimiento ecologista y las asociaciones de vecinos, centran su acción en las primeras fases de génesis de GZ/ZeC, mientras que partidos más tradicionales, con gran presencia en GZ/ZeC, lo hacen al final”.
En el desbordamiento, que discurre desde principios de 2015 hasta las elecciones, el 89,3% de los impulsores hizo “de puente para la incorporación de nuevos miembros”, una fase en la que “el panorama cambia sensiblemente y las redes preexistentes pierden relevancia, a favor de otro tipo de vías”: la amistad “ha sido utilizada por el 83% de los que sí que hicieron de puente. Le sigue las relaciones familiares (53,5%), los contactos del trabajo (34,5%) y de los estudios (9,5%). Las redes [preexistentes] solo representan un 15% en este proceso de desborde, cifra muy alejada de lo que significó al principio del proceso (el ya comentado 52,2%)”. “Puede concluirse que en el proceso de maduración de Ganemos Zaragoza fueron actores no institucionales los que desempeñaron un papel más relevante”, anota.
En el proceso de maduración de Ganemos Zaragoza fueron actores no institucionales los que desempeñaron un papel más relevante
Llama la atención que las redes con mayor capacidad de intermediación fueron Movimiento por la Democracia, los ecologistas y las asociaciones de vecinos, por delante de otros como la Marea Negra, la Marea Verde, el sindicato Osta, las Marchas por la Dignidad, la Marea Blanca, Izquierda Unida, Comisiones Obreras y Podemos.
En ese tramo de desborde o cambio de escala, mareas y vecinos “destacan por hacer puente en mayor medida a través de la red familiar (53,7%) y de las políticas, asociativas y sindicales (16,4%)”, mientras el clúster ecologistas--Podemos lo hace en las de parentesco (86,8%) y en las laborales (39,5%) y el de IU--CCOO se centra en las familiares (51,7%) y en menor medida en las organizacionales (13,8%). “Finalmente –añade--, el clúster ‘no asociados’ se caracteriza por mantener una escasa actividad de expansión del movimiento a través de cualquiera de los mecanismos analizados”.
El desanclaje de las organizaciones
El desacoplamiento de los grupos iniciales tuvo tres jalones: la presentación pública de Ganemos Zaragoza el 20 de noviembre de 2014, la decisión de crear el partido instrumental Ganar Zaragoza –inicialmente “para entrar en la coalición como un partido más”-- el 16 de diciembre de 2014 y el cambio de nombre a Zaragoza en Común el 18 de febrero de 2015. “Ese proceso de desanclaje con las redes preexistentes tuvo su corolario con la formalización de la coalición para presentarse a las elecciones (bajo el nombre de “Zaragoza en Común”) y con la posterior formación del Gobierno de la ciudad”, explica Minguijón.
No obstante, los grupos más significativos siguieron, durante el primer año de gobierno de ZeC, teniendo influencia “en el discurrir cotidiano de Zaragoza en Común, por lo que puede afirmarse que no se ha llegado todavía al momento de desacoplamiento total, en el que este nuevo movimiento funcione de forma totalmente autónoma e independiente de las redes preexistentes que le vieron nacer”.
En la creación de ZeC resultaron clave la pluridependencia, “que permitió primero que el proceso se extendiera por las organizaciones y que, después, quien formaba parte de ellas no viera incompatible pertenecer a ZeC”; y, también, la pluripertenencia, ya que CGT, CCOO o IU actuaron como redes troncales. “Los actores individuales con mayor relevancia en el proceso fueron los que tenían capacidad de intermediación, los que son capaces de conectar varias redes”. Los veinte más influyentes formaban parte de entre cinco y ocho entre las que destacaron por la transversalidad de sus miembros la Marea Verde, las Marchas por la Dignidad, Stop Desahucios y Marea Azul, que une a miembros de distintos grupos ecologistas. IU fue la red que numéricamente más gente aportó, aunque su capacidad de intermediación fue menor.
“El actor con más influencia estaba en Marea Verde, CC.OO., el movimiento vecinal, Podemos y un grupo ecologista”, indica el sociólogo, que destaca tres características del funcionamiento interno de Zaragoza en Común: las caras visibles del proceso fueron gente que no pertenecía a organizaciones políticas, estas “dieron un paso atrás y el protagonismo fue de las personas” y, por otro lado, “la clave del proceso fue la autonomía, en lugar de la heteronomía, el crear normas desde dentro”.
Los efectos del 15-M y el poso libertario
La tesis también analiza la relación de los promotores con el 15-M, en el que había participado el 53,8% y con el que simpatizaba el 87,8% de los que no lo habían hecho. “Para aquellas personas que previamente no participaban en ningún tipo de movimiento sociopolítico, la participación en el 15M fue decisiva en este sentido, ya que para el 72,4% de ellos supuso dar el paso” para empezar a hacerlo. Un 14,2% de los promotores de ZeC –uno de cada siete-- “entraron a formar parte de movimientos en el tránsito de la experiencia del 15M”. Un 66,4% lo hacía antes, aunque el 15-M marcó también cambios en el activismo: el 45,8% de los fundadores de ZeC estaba integrado en una marea, y el 13,4% participaba en las Marcas por la Dignidad.
La tesis aborda únicamente las dinámicas relacionales entre los promotores de Zaragoza en Común, sin entrar en aspectos programáticos y políticos. No obstante, Minguijón considera que “no sería descabellado” que existiera un vínculo entre el éxito de las confluencias municipales y la tradición libertaria de alguna de las ciudades en las que este se produjo, caso de Zaragoza, Cádiz, Barcelona y Madrid.
“Dentro de la dinámica entre lo instituido y lo instituyente hay otra entre el poder y la libertad, entre el kratos y el demos que la modernidad ha tratado de unir en la democracia”, explica. Sin embargo, añade, “la gente es refractaria al poder. Este trata de mantenerse y la gente, aunque se deja dominar hasta donde quiere, siempre tiene resquicios para saltarse el poder. Esa capacidad de superar las normas es la que hace posible el cambio. Si el kratos tuviera la posibilidad de dominar siempre, estaríamos en una situación estática”.
Ese análisis enfrenta con su futuro a las confluencias, y también a otras organizaciones nuevas como Podemos, aupadas por “esa capacidad instituyente del demos, la gente, que produce lo instituido”. “Lo instituido siempre acaba por intentar dominar lo instituyente –señala--, porque lo que quiere es permanecer. Y la gente sigue creando y evolucionando, con lo que puede dejar de verse representada por tener otras necesidades” que un nuevo pero a la vez envejecido kratos no comparta o atienda.
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