1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

PETROS MÁRKARIS / ESCRITOR

“No creo en los referéndums, llevan a la gente a votar emocionalmente”

Manuel Gare Granada , 25/10/2017

<p>Petros Márkaris, en una imagen de archivo.</p>

Petros Márkaris, en una imagen de archivo.

Antonio Nava / Secretaria de Cultura de la Ciudad de México

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Estamos produciendo una serie de entrevistas en vídeo sobre la era Trump en EE.UU. Si quieres ayudarnos a financiarla, puedes ver el tráiler en este enlace y donar aquí.

 

A sus ochenta años, Petros Márkaris (Estambul, 1937) continúa siendo una de las voces más relevantes del Mediterráneo. Autor de la serie de novelas protagonizadas por el comisario Kostas Jaritos, Márkaris completó el pasado viernes su última gira por España en Granada. Lo hizo de mano de la iniciativa Granada Ciudad de Literatura, respaldada por la UNESCO y la Fundación Tres Culturas, en un encuentro protagonizado a partes iguales por sus personajes y sus narraciones sobre la crisis de Grecia y la Unión Europea.

En la charla con varios periodistas el escritor griego cuenta que lleva más de veinte años inventando las aventuras de Jaritos; un día, el comisario y su familia se le aparecieron en su cabeza. “Desde entonces, aquella familia está constantemente presente en mi vida, incluso cuando no estoy escribiendo”, dice. A principios de año publicó Offshore, una novela en la que Jaritos se enfrenta a una Grecia que acaricia la recuperación económica. Tintes de ciencia ficción para una obra muy próxima a la realidad política de la corrupción y el blanqueo de capitales.

Grecia es un país pequeño y débil, no puede destruir Europa. Puede destruirse a sí mismo, pero no a Europa. Los problemas actuales son mucho más importantes y con un mayor impacto, como el Brexit

Márkaris rezuma tranquilidad: tan solo eleva la voz para hablar de su gente y del despojo al que la han sometido los políticos griegos y la Europa actual. Resulta reconfortante. Uno encuentra en Márkaris una voz en la que ver reflejadas las frustraciones europeas. ¿Tenemos futuro? Márkaris cita a Heiner Müller: “El optimismo es simplemente falta de información”.

¿Ha leído sobre la periodista asesinada en Malta?

Sí, he leído sobre el caso.

Recuerda, en cierto modo, al tipo de cosas que suceden en su última novela, Offshore.

Es cierto, hay un caso similar en la novela. Cuando terminé Offshore y se la di a mi editor griego, supimos sobre el caso de los Papeles de Panamá. Mi editor dijo: ‘¿es que lo sabías?’ ¡Cómo iba a saberlo, por dios!

Ya no se habla de los Papeles de Panamá, ¿qué ha pasado? Solo tuvo un poco más de recorrido lo que hacía referencia al primer ministro de Islandia y al primer ministro británico porque salpicó a su padre. El sistema está organizado para que no se investigue más allá, y si se intenta ahondar más, el resultado es el de la periodista maltesa.

Hace algún tiempo, cuando la gente tenía una vida mucho más cercana a la religión, a la vida espiritual, iba a la iglesia en situaciones difíciles, se confesaba con el sacerdote, se arrepentía, recibía la absolución, y salía limpio de allí. La solución moderna de los gobiernos es invertir, porque cuando haces una inversión la gente entiende que es algo bueno y no le importa de dónde viene ese dinero. Nadie va a investigarlo, es una solución instantánea.

¿Se está acercando la realidad peligrosamente a la ficción?

La realidad supera ampliamente a la ficción. Aunque es cierto que hay autores que siguen muy de cerca la realidad, al final la realidad siempre les supera. Nos supera a todos: tanto a la gente normal como a los escritores, porque para entender la realidad actual necesitas un conocimiento al que no tienen acceso ni el escritor ni el resto de personas.

Decía que ya no se habla de los Papeles de Panamá. Grecia también ha dejado de acaparar titulares.

Grecia ya no está en los periódicos porque hay temas más importantes. Lo digo siempre: Grecia es un país pequeño y débil, no puede destruir Europa. Puede destruirse a sí mismo, pero no a Europa. Los problemas actuales son mucho más importantes y con un mayor impacto, como el Brexit. No sabemos qué va a pasar, nadie lo sabe.

no puedes usar una herramienta de la democracia directa como es un referéndum solo para ayudarte a ti mismo y llevar a la gente a votar emocionalmente

Ayer me preguntaban por Cataluña. Me siento muy unido a España y a su gente, pero no vivo en España así que no tengo una opinión al respecto. Aún así, no tengo fe y no creo en los referéndums. Nosotros en Grecia lo probamos en 2015 con un resultado desastroso. Los británicos lo intentaron y el resultado ha sido otro desastre. ¿Por qué? Porque somos países que viven en una democracia parlamentaria representativa. El único país con una democracia directa es Suiza. No hay otro. Así que no puedes usar una herramienta de la democracia directa como es un referéndum solo para ayudarte a ti mismo y llevar a la gente a votar emocionalmente.

Y puedo hablar con tanta franqueza sobre este tema porque lo sufrí en mis propias carnes en Grecia, cuando se empujó a la población a votar dejándose llevar por las emociones.

¿Cuál es la situación actual del país?

Nada ha cambiado, la crisis sigue tan presente como lo estaba hace unos años. Y mi mayor preocupación es que las clases políticas griegas, a día de hoy, no viven cercanas a las realidades y dificultades que atraviesa la gente.

Hace unos meses dijo que la crisis de Grecia solo la podía resolver un milagro.

Muchos griegos, si hablas con ellos, te dirán que nuestra única esperanza es un milagro. Pero los milagros solo ocurren en la religión, no en la vida real.

Hablando de ficciones. ¿Cómo de realistas fueron las soluciones planteadas por Syriza y Tsipras en Grecia?

Siempre he estado en contra de Syriza. No cuando llegaron al poder como partido de gobierno, sino desde que estaban en la oposición. Y estaba en contra porque Syriza es un partido populista y oportunista que aprovechó el discurso de izquierdas sin ser un partido de izquierdas. Tuve grandes problemas con mis seguidores porque yo me mostraba abiertamente contrario a Syriza. Ahora todo el mundo viene y me habla mal de Tsipras, pero en el momento en el que el referéndum tuvo lugar, yo ya sabía lo que iba a pasar. Ahora, Syriza está aceptando todas las imposiciones de Europa solo para poder mantenerse en el poder.

Syriza es, bajo su propia definición, un partido de izquierdas. ¿Puedes explicarme cómo es posible que un partido de izquierdas gobierne en coalición con un partido de extrema derecha como ANEL? Te diré por qué: ya no se trata de derecha e izquierda, sino de aceptar o no los memorándums de Europa. La coalición nació de un rechazo mutuo hacia esos memorándums. Actualmente, ambos aceptan absolutamente todo.

Dada la lamentable crisis política que atravesaba Grecia, ¿fue Syriza un mal menor?

Syriza es un partido populista y oportunista que aprovechó el discurso de izquierdas sin ser un partido de izquierdas

El problema en Grecia con todos los partidos políticos, no solo con Syriza, fue que desde el principio tomaron una posición victimista. Ninguno de ellos fue con un programa de soluciones alternativas a la Unión Europea. Se presentaron como víctimas ante los griegos, diciéndoles que la maldita Europa nos estaba imponiendo algo y que no había otro camino. Una vez asumes el papel de víctima, llega un momento en el que te acabas por convertir en víctima de las circunstancias. Y ahora están pagando el precio de eso.

Los movimientos populistas parecen calar cada vez más en Europa. ¿Cuál es la solución a esta crisis de las ideas?

La única forma de luchar contra ello es la cultura, es nuestra civilización. Si seguimos infravalorando la fuerza de la cultura y la civilización para llevar a la sociedad a otro nivel, seguiremos teniendo los mismos problemas. Cuando llegué a Grecia en 1964 era un país muy pobre. Mucho más pobre que ahora. Pero era un país pobre con un nivel de cultura muy alto. Es lo que se llamaba la cultura de la pobreza: había una balanza en el país entre la pobreza y un nivel de cultura muy alto. Ahora, eso ha dejado de existir. Pero no solo en Grecia sino en el resto de Europa. Me saca de quicio.

En La muerte de Ulises introducía algunos de los grandes problemas actuales de la Unión Europea mediante  la inmigración, los refugiados o la xenofobia. Como autor, ¿dónde sitúa el origen de esta ola de odio?

Nace del auge del nacionalismo europeo. No es una cosa que tenga que ver solo con la extrema derecha, sino con que, de nuevo, nos estamos volviendo nacionalistas en Europa. Crecí en los años cuarenta y cincuenta en Turquía, un país que era profundamente nacionalista. Yo era un niño que pertenecía a la minoría griega, y los turcos te decían: o eres turco o no eres nada. Y yo dije: no soy nada, adiós. No quería vivir en un entorno nacionalista, así que me marché. Ahora veo que el nacionalismo vuelve a crecer en Europa, y es algo que me molesta profundamente.

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

7 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. lunatiko

    supongo q entonces tampoco creera en la democracia por las mismas razones no? o solo se refiera al hecho de q el pueblo opine sobre temas puntuales, pero para elegir gobernantes lo hacen con la cabeza....clarooooooooooooo

    Hace 6 años 5 meses

  2. dora

    ¿porque emotivamente? ¿No puede ser por que hacen cuentas y saben lo que en un futuro les puede convenir?

    Hace 6 años 5 meses

  3. Ana María

    Quizás la respuesta es someter muchas más cosas a referéndum, como en Suiza, así nos acostumbraremos y dejaremos de votar emocionalmente... De todas formas, cualquier votación es emocional, sólo hace falta ver las campañas de los partidos, y las barbaridades que llegan a decir, para que la gente los vote.

    Hace 6 años 5 meses

  4. Stax

    Eso, el pueblo soberano calladito y dócil, para que los que saben interpreten sus deseos y guíen su existencia. A.estas alturas ¡qué triste!

    Hace 6 años 5 meses

  5. Marcelino Alonso

    De acuerdo plenamente con las opiniones de este escritor. Admiraba sus novelas, ahora también al autor (no siempre van unidas ambas admiraciones)

    Hace 6 años 5 meses

  6. Mentalmente

    El problema del referéndum es que la pregunta, la cuestión, la imponen otros. La ciudadanía puede desear tener otras preguntas que de algun modo toquen algo que tenga que ver con el tema del referéndum que se impone. Si en un referéndum, de algo tan serio como la independencia, sale algo como un 50% aproximado entre el sí y el no. Ahí no hay nada. Y precisamente eso salió en el referéndum del Reino Unido. precisamente eso salió en rel referéndum del 9N. El resultado demuestra claramente que la pregunta es el error. Que no es la pregunta correcta que busca la ciudadanía para responder que sí. El referéndum se tiene que hacer con la expectativa de victoria clara sobre un asunto. Sobretodo dependiendo de que sea el asunto. Si es algo como la independencia es muy peliagudo, porque los que quieren seguir siendo del conjunto menor, y del mayor pierden el derecho a ser del conjunto mayor, mientras que los que solo quieren ser del conjunto menor, siguen siéndolo en cualquier caso. Se mire como se mire, la separación de un territorio unilateralmente no solo tiene que ser amparada histórica o legalmente, tiene que ser amparada por la coherencia lógica democrática. Por un mínimo de lógica aplicada. Un mínimo no es mucho pedir. Que los ciudadanos puedan votar también si están de acuerdo con la pregunta, con las normas que regulan el referéndum y con las normas que regulan la interpretación que se hará del mismo. Estoy seguro que la mayoría de ciudadanos no estaría de acuerdo con normas que sean ilógicas. Y ese voto de desacuerdo tendría un valor adicional que merece ser medido, igual que muchos otros. Si la pregunta que IMPONE el político, el oligarca-aristócrata mediático de turno, NO es la correcta, o no está de acuerdo con ella, el ciudadano tiene que poder expresarlo TAMBIÉN.

    Hace 6 años 5 meses

  7. Acaido

    No, que la gente que no vote emocionalmente, que vote con la mano en la cartera como los innovadores robots_brokers.

    Hace 6 años 5 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí