España, segundo país de la UE donde más creció el paro juvenil de larga duración
El 11% de los jóvenes españoles lleva más de un año sin trabajo, según Eurostat
Elena de Sus 4/12/2017
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Los años de crisis económica han dejado secuelas en toda la Unión Europea. Muchos de sus efectos se siguen notando en el continente, especialmente en países donde la recuperación no ha servido para solucionar los problemas –algunos estructurales, otros generados por la propia recesión– de índole socioeconómica. Uno de ellos, el desempleo juvenil, sólo ha experimentado una “recuperación limitada”, según señala el reciente informe An incomplete recovery, de la Fundación Bertelsmann. El caso de España es de los más preocupantes: es el segundo país de la UE donde más creció el desempleo juvenil a largo plazo, y el sexto en el que más jóvenes ni estudian ni trabajan. Según los últimos datos de Eurostat, el 11% de los jóvenes españoles lleva más de un año en paro.
Según el estudio, la ratio de desempleo de los jóvenes europeos de entre 15 y 29 años, que alcanzó su pico en 2013 (10,4%), no se ha recuperado aún de los niveles anteriores a la crisis: actualmente se sitúa en el 8,1%, frente al 6,8% que arrojaba en 2006, poco antes del inicio de la recesión.
Frente a esta situación, muchos los jóvenes del continente decidieron continuar con sus estudios. El fenómeno es de sobra conocido: ante la falta de trabajo, muchos de ellos deciden permanecer en el sistema educativo o alargar sus periodos formativos con otros estudios complementarios o de más alto grado. De esta forma, el estudio de la Fundación Bertelsmann señala que el porcentaje de jóvenes estudiantes creció sustancialmente durante la crisis, sufriendo un ligero descenso en los últimos tres años. España fue uno de los países donde más se dio este fenómeno, ya que su porcentaje de jóvenes estudiantes llegó a crecer un 27%. Irlanda iguala esta cifra y sólo Portugal la supera, con un 28%.
Otra de las consecuencias que ha dejado la crisis sobre la juventud del continente ha sido el crecimiento de personas menores de 30 años que ni estudian ni trabajan. En este caso, los porcentajes mantienen dinámicas similares a las del desempleo, con picos en el año 2013 y una disminución a partir de entonces, sin llegar a recuperar los ratios del comienzo de las crisis: los conocidos como ninis representaban el 13,1% del total de población joven de la UE en 2008, un 15,9% en 2013 y un 14,2% durante el año pasado. España es el sexto país de la Unión con más jóvenes en esta situación por detrás de Italia, Grecia, Bulgaria, Rumanía y Croacia en este orden.
Este hecho se explica en parte por la prevalencia del desempleo juvenil a largo plazo. España destaca en este aspecto y es el segundo país donde más creció este dato durante la crisis, tras Chipre. En 2008 sólo el 2% de los jóvenes llevaban más de un año en paro, llegaron a ser el 17,8% en 2013 (un crecimiento del 890%) y la cifra se sitúa hoy en el 11%. Aunque en cifras absolutas, quien sale peor parada es Grecia, donde un 22,5% de todos los jóvenes entre 15 y 29 años lleva más de un año en paro, es decir, uno de cada cinco.
Señala también que la crisis ha dejado a más hombres que mujeres en situación de ninis, aunque este dato se está recuperando. Sin embargo, el grupo de jóvenes donde es más habitual no estudiar ni trabajar son las mujeres de entre 20 y 29 años, posiblemente por su dedicación a los cuidados, según el informe. El 17% de las mujeres de entre 20 y 24 años están en esta situación en la UE, frente al 15% de los hombres y el 23% de aquellas entre 25 y 29, frente a sólo un 14% de los hombres. En España, la diferencia por sexos era más apreciable antes de la crisis, pero el crecimiento especialmente elevado de los ninis hombres ha supuesto un factor igualador. De todas maneras, el 26,7% de las mujeres entre 25 y 29 no estudian ni trabajan, frente al 21,8% de los hombres.
En cuanto al nivel educativo, el número de ninis con estudios universitarios ha crecido más que el resto durante la crisis, aunque este dato varía mucho entre países. Por grupos de edad, la situación es más complicada para los jóvenes de entre 25 y 29 años.
Cuando hay datos disponibles, se puede observar que los extranjeros han sufrido más esta situación y especialmente los de fuera de la UE. Sin embargo no es así en España, donde hay más ninis nacionales.
En cuanto a los jóvenes que sí trabajan, su situación también se ha degradado. El 80,4% de ellos trabajaban a tiempo completo en la Unión Europea en 2008. La cifra ha ido descendiendo año a año, sin experimentar ninguna recuperación, hasta el 76,4% en 2016. En España, este cambio ha sido todavía más acusado, pasando del 84,4% a un 73,3%. Además, ha crecido el número de jóvenes que afirman trabajar a tiempo parcial “de forma involuntaria”. El informe señala que la proporción de jóvenes que trabajan a tiempo parcial en los países desarrollados crece en general y “no hay evidencias” de que sea a causa de la crisis.
El informe concluye que la recuperación está “lejos de ser completa”, especialmente en los países más afectados por la crisis, en el sur y este de Europa y propone una serie de medidas para que nadie “se quede atrás”. Entre ellas, ampliar la edad máxima de los beneficiarios del programa “Youth Guarantee” de los 25 hasta los 30 años, presentar medidas específicas para apoyar a los grupos más vulnerables y apoyar a las organizaciones de la sociedad civil centradas en la juventud.
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Espacio de información realizado con la colaboración del Observatorio Social de “la Caixa”.