En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
CTXT necesita un arreglo de chapa y pintura. Mejorar el diseño, la usabilidad… convertir nuestra revista en un medio más accesible. Con tu donación lo haremos posible este año. A cambio, tendrás acceso gratuito a El Saloncito durante un mes. Aporta aquí
¿Es esta su firma?, le preguntaba Gonzo, de El Intermedio, a Clara Souto, una de las profesoras que habrían firmado (o no) el acta del máster de Cristina Cifuentes en la Universidad Rey Juan Carlos. La pregunta, sencilla, no obtuvo respuesta sino huida. Una profesora universitaria evitando responder si aquella era o no su letra, ilustra bastante bien el recorrido que puede tener la metástasis de la corrupción política en España y nos trasladaba a un momento conocido de la historia contemporánea. Ese que nos recordaba que este follón no tendría, en principio, consecuencias. El listón de la dimisión está hoy día, como los alquileres, por las nubes. La última vez que, como hoy, se nos vino a la cabeza esa idea ingenua de “no puede ser que no dimita”, la cosa acabó en reelección del presidente que, por SMS, pedía fuerza al tiempo que prometía ayudar en lo que pudiera al delincuente del momento. Pelillos a la mar.
Con el estado de la Nación llegando a ese punto dulce en el que las profesoras universitarias tienen que huir de los periodistas y el líder espiritual Mariano Rajoy califica como “debate estéril” si una presidenta autonómica tiene documentos oficiales falsificados, el desprestigio le tocaba ahora a la Asamblea de Madrid. Allí estaba citada a declarar a las cuatro y media de la tarde la presidenta de la Comunidad que, tras entrar al pleno con sonrisa de recién doctorada honoris causa, cambió radicalmente el gesto al subir al estrado y debutar con tres adjetivos: “grave, irregular y preocupante”. Cualquiera a quien el arranque de Cifuentes le hubiese pillado recién levantado de la siesta, habría pensado que la protagonista del día estaba en pleno acto de contrición, confesando sus pecados para sorpresa de todos. Pero no. Lo grave, preocupante e irregular era que ella tuviese que estar allí, hablando de su máster y de su trabajo de fin de máster, que en paz descanse en el limbo de los TFMs. La oposición lleva tres años oponiéndose a mí, válgame dios, preparaba el terreno Cifuentes para trazar la línea lógica que une el punto “siempre me tuvieron manía” con el punto “esto es una cacería más”. La izquierda haciendo de las suyas, sigan circulando. Lorena Ruiz-Huerta (Podemos), Ángel Gabilondo (PSOE) e Ignacio Aguado (Ciudadanos) interrogaban a Cifuentes poniendo sobre la mesa las mil y una anomalías del caso. ¿Cómo pudo usted matricularse con el plazo ya acabado? ¿Cómo pudo usted sacar notazas en un máster presencial sin aparecer por clase? ¿Son falsas las firmas del documento que presentó? ¿Cómo pudo presentar un TFM que no aparece el mismo día que coordinaba desde la delegación del Gobierno la celebración de la Eurocopa de la selección española en Madrid? Cifuentes, máster en navajeo político, sonreía ante cada pregunta que después no contestaba a cambio de mostrar los papeles que demostraban que era poseedora de un máster, como si no fuese ese precisamente el problema. La fe en la estupidez del espectador de televisión es ciega. Y con motivos. Tras la comparecencia de Cifuentes, en el canal 24h de TVE varios tertulianos coincidían, sin caer en lo irónico del asunto, en que la comparecencia de la señora Cifuentes merecía un notable. Un sobresaliente hubiera sido enseñar el trabajo fin de máster, señalaba uno más crítico.
Lo de hoy en la Asamblea de Madrid ha sido una máster class impagable de política española. Apunten ahí: si el precio de seguir en el poder es desprestigiar lo de todos –política, universidad o medios de comunicación- se paga con gusto. La jornada acabó con la bancada del PP en pie por la faena de Cifuentes escabulléndose de dar respuestas, aplaudiendo a rabiar a la lideresa con el entusiasmo de las grandes citas históricas –pareciera que la presidenta de Madrid hubiese defendido masacrar Irak. Acabado el acto, entre bastidores, el lado de la acusación que se había puesto de acuerdo en las preguntas no lo hacía con las posibles respuestas. Podemos quiere lanzarse de cabeza a la moción de censura, el PSOE anuncia que va a ir metiendo un pie en el agua y Ciudadanos –siempre implacable– anuncia que más que unirse a cesar a Cifuentes va a proponer una comisión de investigación para que, algún día cercano ya a las próximas elecciones de 2019, volvamos a repetir la máster class de hoy.
CTXT necesita un arreglo de chapa y pintura. Mejorar el diseño, la usabilidad… convertir nuestra revista en un medio más accesible. Con tu donación lo haremos posible este año. A cambio, tendrás acceso gratuito a El...
Autor >
Gerardo Tecé
Soy Gerardo Tecé. Modelo y actriz. Escribo cosas en sitios desde que tengo uso de Internet. Ahora en CTXT, observando eso que llaman actualidad e intentando dibujarle un contexto. Es autor de 'España, óleo sobre lienzo'(Escritos Contextatarios).
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí