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1- Bueno. Mucho. Poco. Al turrón.

2- La noticia de la semana, aunque no nos lo creamos, ha sido la menos ruidosa. Manuel Valls puede ser el candidato a alcalde por BCN de C's. ¿Puede ser candidato a alcalde –a la mayor ciudad de Europa que no es capital de Estado– un pollo que no sabe nada de la ciudad? Sí, se puede. Si se opta por una batalla de BCN a banderazo limpio, puede ser alcaldable hasta la cabra de la Legión. Que, en cierta manera, es la propuesta. Con esta propuesta/globo sonda, C's se revela como el partido no procesista que más y mejor ha entendido y rentabilizado el procesismo, esa escuela que defiende la paralización de la política a favor del hieratismo eléctrico en torno de una bandera. Bueno, dos. Lo que es un chollo para unos políticos que no sólo no saben qué hacer en este cambio de época, sino que no tienen que hacer nada. El procesismo va, por tanto, para largo. Es una franquicia con dos sucursales, un oficio, un país, dos banderas.

3- ETA ha chapado, lo que abre una oportunidad de negocio, me temo, para los CDR en una cultura en la que, desde 1492, la unidad se realiza en torno al enemigo. 

4- Ha sido Sant Jordi. El empresariado floristero ha comunicado al mundo que se han vendido 7 millones de rosas rojas y 600.000 amarillas. Lo que censa las señoras y señoritas procesistas en 600.000. Por lo demás, no ha habido recepción en la Gene, que está intervenida. Por lo mismo, no se ha celebrado una misa en la capilla de la Gene, que se venía realizando desde el siglo XV, lo que ha soliviantado al procesismo, subsector vamos-a-misa-desde-el-siglo-XV, que son muchos, parece. En la capilla de la Gene, por cierto, está el fémur de Sant Jordi. Sin duda el más mixed-emotions de Cat, si descartamos el de Messi o el de una vecina que tengo, cuyas piernas le empiezan donde a mí el cuello. El día de Sant Jordi, por otra parte, fue amarillo. El amarillo ha sustituido cualquier otro color u objeto. Ha sustituido, incluso, a las esteladas. Lo que indica que el 155 es una zona de confort para el procesismo, esa cosa que no es necesariamente indepe. Esto va para largo/punto1. 

5- Sobre la zona de confort. Se sigue sin Presi. Hay convocado un pleno para el 3M, día que estoy en Perugia, Italia, hablando de nacionalismo esp y cat. Seguiré la cosa, por cierto, por el Discovery Channel. Es posible que el sentido del pleno sea aprobar la reforma del reglamento vía plis-plas, de manera que se permita un Presi de la Gene deslocalizado. Y votar inmediatamente, vía plis-plas, ese presi. No sería nombrado Presi –el 155 domina el DOGC (Diari Oficial de la Gene Cat), de manera que no se publicaría la cosa; por otra parte, al presi de la Gene lo sanciona el rey, que pasaría tres pueblos; o cuatro–, pero esa sería, si al final lo es, la travesura del procesismo. Zzzzzz. Que lo celebraría con cualquier bebida amarilla y, posteriormente, con barra libre de sufrimiento hasta las próximas elecciones.

6- El voto deslocalizado de Comín y Puigde va también en ese dirección. Llegar a las puertas de algo que no se realizará, pero que pondrá más encendida que un mechero a la parroquia, de manera que saldría a la calle vestida de amarillo. Lo que sin duda es un gesto rupturista. Para Vogue, que este año apuesta por el rojo. El Consell de Garanties Estatutàries ha cuestionado la vía deslocalización. El Gobierno, PP y C's harán legalmente todo lo posible para evitarlo. De hecho, la cosa candidatura Puigde ya esta recurrida en el TC. JxC ha anunciado que, llegado el caso, no optaría por la desobediencia. Lo que prefigura el procesismo del futuro. Como la lejía del futuro, es denso, pero no vino al mundo para desteñir nada ni a nadie. Cabe suponer que aprovechará que Puigde no será presi para vestirse de amarillo y llorar. Lo que, como presión, no es mucha. En la historia del mundo sólo ha habido una sola persona que no haya resistido la presión del amarillo. Moliere, que murió en escena vestido de amarillo. 

Si el Procés es, lo dicho, la paralización de la política, la paralización de la Gene es un efecto segundario y no demasiado chungo, se conoce. Por lo que puede ser bastante sostenible

7- En el fondo, lo que está pasando es, me temo esto. Esto: hay dos partidos procesistas –ERC y PDeCAT– integrado por profesionales que quieren finalizar esta etapa, formar Govern –un Govern, a lo tonto, son 500 cargos– y volver al modus vivendi y a la lucha cotidiana por la segunda residencia en una descentralización administrativa. Frente a ellos hay unas decenas de personas, que tienen suficiente con el sueldo de diputado, o con lo que les va cayendo en Berlín, que ni siquiera conocen a 500 personas para repartir el botín de un Govern, y que están la mar de bien en la zona de confort amarilla. No necesitan un Govern. De hecho, visto lo visto, no necesitan la Gene, por lo que en su día apostaron por el 155 a cambio de esto. Si el Procés es, lo dicho, la paralización de la política, la paralización de la Gene es un efecto segundario y no demasiado chungo, se conoce. Por lo que puede ser bastante sostenible. Va para largo/punto 1. 

8- Presos del PDeCAT están pidiendo un Govern. Pero son del PDeCAT, no de JxC. 

9- Por lo demás, el pack Estado prosigue su ofensiva desordenada/procesista. El desorden, la falta de operatividad y el pitote son la consecuencia de confiar en la Justicia y la policía para la solución de un conflicto político. Algo muy Corea del Norte style. El Premio Spot de Campofrío de la semana, en ese sentido, se lo lleva el TS, que ha conseguido colar una consulta, sobre el rechazo de la cosa rebeldía en Alemania, en el Tribunal Europeo del ramo, en Luxemburgo. No hay precedentes, por lo que la acción, más que conseguir reabrir el caso –ya veremos–, puede ser percibida como una pataleta. Las pataletas del pack Estado desde lo de Alemania indican que el procesismo es cultura política esp –perder el fuero interno cuando el Judicial no te ríe la gracia–. Va para largo/punto 1.

10- Prosigue, por otra parte, el desparrame del Estado. En la final de la Copa Elvis, o del rey, la poli consiguió requisar chorrocientas toneladas de prendas amarillas, en su cruzada contra lo que el Capitán América llamaba “la amenaza amarilla”, supongo. Es importante que realizó la desarticulación de comandos amarillos sin orden judicial. Es decir, sin orden alguna. Una poli espontánea es lo peor que hay. Solo tras una combustión espontánea.

11- Prosigue la polémica Montoro-GC. En las últimas horas, Montoro ha reconocido que sí, que vale, que podría haber facturación falsa. En ese sentido, han aparecido informaciones que hablan del pago de la Gene a Unipost, la empresa que tenía que repartir los papeles de la consulta, a través de un falso crédito. Vete a saber. Este tipo de información nunca viene del periodismo, sino de cuerpos beneméritos. Lo que en otras regiones del mundo es la CNN, aquí lo es el CNI. 

12- Sobre la fiabilidad del Estado como fuente. Pues muy poca. El juicio del caso Alsasua –chorrocientos acusados de terrorismo por la GC, donde no lo hay pero propagandísticamente se le añora–, puede ser un botón de muestra. Se ha llegado a juicio sin testigos de entidad que avalen la cosa. Lo que apunta a la posibilidad de unos cuerpos con tendencia a aplazar la entidad en casos políticos. Ha aparecido incluso material filmado que parece negar la descripción de los sucesos emitida por la GC. Respecto a la cosa malversación cat, han aparecido en la prensa informes de la GC en los que hay errores abultados en la suma de pasta presuntamente gastada por la Gene en la consulta. ¿Esos informes son los que han llegado al TS? Ni idea/son secretos. 

13- Más sobre esa erosión. En Valladolid, ha habido recientemente juicio contra unos manifestantes acusados de lesiones y atentado a la autoridad –toma, moreno–, por una mani en 2014, ante la Convención del PP. El juez dictó sentencia in voce –a pelo, la manera más espectacular, en plan Perry Mason–, señalando que lo expuesto por la versión policial "responde muy poco a lo ocurrido", y que, a través de las pruebas gráficas facilitadas "se ve a agentes dando patadas, no a los acusados". El juez remarcó el derecho de los ex-acusados a solicitar acciones legales contra los agentes, por falso testimonio. Se dice rápido.

La policía, protegida culturalmente, incluso por la prensa, parece haber adquirido hábitos autónomos y a su bola tras varias décadas de lucha anti-terrorista

14- Independientemente, o no, a la cosa Procés, el Estado está evidenciando una policía y una Justicia extraña en sus tramos mas sociales y políticos. Más, esta semana. La percepción de todo ello dibuja un cambio de percepción. Es decir, de época. La policía, protegida culturalmente, incluso por la prensa, parece haber adquirido hábitos autónomos y a su bola tras varias décadas de lucha anti-terrorista, que se intentan reeditar gracias al aislamiento, en el laboratorio político, del concepto rebelión y terrorismo procesista. Esos hábitos pueden haber afectado, incluso, a los castings de personal. La Justicia, sumamente voluble, acostumbrada a cambios líquidos en un Código Penal que, en ocasiones, parece querer legislar sobre la sociedad, parece no tener mecanismos de defensa al respecto. El CGPJ, una institución con la que vienen equipados de serie todos los países europeos con pasado fascista, ha evitado el enquistamiento de una minoría autoritaria en el sistema judicial en todos los países europeos con pasado fascista, si bien hay indicios para pensar que en uno, pues menos. Los hábitos judiciales, policiales, políticos suelen percibirse como fósiles extraños en una crisis de Régimen. Su percepción es una suerte de sello de la crisis de Régimen.

15- El Estado está pocho. Hasta 2011 era un virtuoso de la propaganda. Ahora le cuesta imponer objetos propagandísticos como la rebelión, el terrorismo y un golpe de Estado donde no lo hay. En la visualización de ese fallo se ven otros, no previstos. El Estado parece haber renunciado, de hecho, a la propaganda. El palabro 'democracia', el llenapistas de la Cultura de la Transición, no se utiliza, lo dicho, desde 2011. Solo apareció en el discurso del rey. Y con otro significado. Orden, verticalidad, sus-voy-a-dar-hasta-las-pestañas. El procesismo esta cachas. Pero es sólo un corpus propagandistico. Ni sirve ni se podrá utilizar contra este Estado pocho/esta crisis social democrática, económica y de derechos. Tiene otras funciones. En ninguna de ellas entra la intensificación de la democracia. Al menos, hasta ahora. Exemplum: esta semana el PDeCAT ha participado en una reforma para agilizar desahucios. Para seguir haciendo esas cosas, se tiene que ser procesista de una de las dos banderas, o queda como feo.

15- Extra, extra. Acaba de salir el CIS, con vaticinios electorales, que a su vez puede ser un factor determinante para ir o no ir a otras elecciones en Cat –el procesismo es, en fin, la gestión de procesos electorales para seguir vivo–. Con los datos –el electorado valora como opción de Govern más a ERC que a JxC–, pinta que el procesismo tendría que evitar las elecciones. Pero el procesismo carece de cerebro central, si bien no de centro. Un poco como los órganos reproductores. Importante: la sociedad, en todo el Estado, esta mosqueada por las pensiones –15,5%-. Y, antes que por las pensiones, lo está por el paro –65'9%–, la corrupción –34,5%–, los políticos –26%–, y la economía –19,7%–. Por la indepe, poco –8'6%–. Es una crisis de Régimen. Tal vez el Estado y el procesismo necesitan procesismo como para una boda. Esto va para largo / punto 1.