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Terrorismo misógino y lleno de complejos. El movimiento incel (célibes involuntarios) es escalofriante y no podemos mirar para otro lado. @CervantesFAQs cuenta, en este hilo, cómo estos sociópatas son unos viejos conocidos del cine americano más comercial 👇 pic.twitter.com/2s7YV4xf5o
— El Mentidero (@Mentidero_ctxt) 10 de mayo de 2018
Desde hace décadas, las comedias adolescentes han narrado las vidas del alumnado típicamente americano, presentando diferentes estereotipos, normalmente los siguientes: la chica guapa, el capitán del equipo de fútbol, y la persona más opuesta a estos dos, el marginado social pic.twitter.com/dcmq2zg8XS
— El Mentidero (@Mentidero_ctxt) 10 de mayo de 2018
Esta persona suele ocupar el escalafón más bajo de la jerarquía de su instituto, y por ello sufre en silencio. Sus compañeros se burlan de él, las chicas no le hacen caso y desprecian su apariencia, lo que le lleva a permanecer virgen o ‘célibe involuntario’
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De este nombre en inglés (involuntary celibate) sale la palabra incel, dando nombre a un movimiento compuesto por muchachos hartos de la situación descrita anteriormente y que en Internet escriben sus quejas y planean su venganza
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Este movimiento ha hecho de esa venganza algo violento, fanático y profundamente machista. Para meternos en la mente de un incel hemos escogido, entre otras, la película de 2009 Rebelión Adolescente pic.twitter.com/8ETnEIBjdW
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El protagonista es Nick, un joven virgen, solitario y con problemas, que siente que el mundo no le entiende, especialmente las chicas. Al principio de la película Nick intenta ligar con una de ellas, que prefiere a su novio guaperas, Chad pic.twitter.com/2NNVNapjMy
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El nombre de este chico popular, guapo y abusón no es casual: los integrantes del movimiento Incel usan el nombre genérico Chad para referirse a los tipos guapos que tienen éxito con las chicas
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Y usan el nombre genérico Stacey para denominar a las chicas bonitas y populares que solo salen con Chads. En la peli, Lacey es la novia sexy del padre de Nick, que contrasta con su mejor amigo, Lefty, la única persona más deprimente que el propio Nick pic.twitter.com/ifA36IDx0k
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Porque la falta de sexo parece ser motivo de depresión para estos chicos, solo paliable cuando Nick se enamore de Sheeni, una bellísima rubia que, aunque tiene novio (otro prototipo ‘Chad’) parece tener algo de interés en Nick... pic.twitter.com/LMZLGiklin
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...pero con una condición que pinta a las Staceys del mundo como caprichosas, injustas y sexualmente atraídas solo por los ‘malotes’. Para poder estar juntos, Sheeni quiere que el buenazo de Nick se salte las normas: “Tienes que ser malo” pic.twitter.com/e187QnWzjv
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Lo que Nick hace entonces para convertirse en un rebelde por la causa del amor es crear un alter ego llamado François (su amada adora Francia) que es todo lo que él no es: seductor, descarado y vandálico, un tipo duro con el que derretir a la chica guapa pic.twitter.com/ThjSorPje2
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¿Os suena de algo? Si crecisteis en los 90 recordaréis un clásico de la hora de comer en Antena 3: la serie Cosas de casa y su personaje Steve Urkel, el nerd por excelencia que, enamorado de Laura sin que ella le corresponda, inventa un alter ego, Stefano: pic.twitter.com/BSGx0lv2Ed
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Y no es el único empollón que, cansado de no ligarse a la chica de sus sueños, recurre a la ciencia para obtener lo que quiere. En la película Ciencia loca (y su serie La mujer explosiva) dos nerds crean, en esta secuencia sin desperdicio, a la mujer perfecta por ordenador: pic.twitter.com/VxpIe7Zyuw
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La cosificación de la mujer llega, a través del supuesto humor, a niveles extremos: la creación de una chica a la carta, una Frankestein ‘buenorra’ y agradecida a sus inventores, cuya función es únicamente ser una novia y satisfacer sexualmente
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¡Oh, el trauma del sexo! Porky’s, American Pie, Supersalidos... Generaciones de jóvenes retratados por el cine como obsesos que ven a la mujer como objetos o presas a las que atacar, y que para ello intentan aprender toda clase de técnicas. Volvamos a Rebelión Adolescente pic.twitter.com/EYSjfWnAeh
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Los incels incluso piden que el Estado les garantice su derecho al sexo por ley mediante la legalización de la violación o la redistribución del sexo usando prostitutas o robots. Esperpénticas y machistas medidas al más puro estilo Westworld pic.twitter.com/bmdX9bl3no
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Esta rebelión de los jóvenes hetero, blancos y de clase media viene muy ligada al ascenso de la ultraderecha en los países occidentales. Los incels son también racistas: creen que si llegan más hombres inmigrantes les quitarán aún más oportunidades de ligar
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Porque las ganas por tener el poder y creerse la autoridad, desear secretamente ser un Chad y que se inviertan los papeles son algunos de los sueños de los incels. Volvamos a Nick y a cómo utiliza a una nerd para conseguir lo que quiere: pic.twitter.com/mxX3xoXhjC
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Si hablamos de autoridad tenemos que recordar la mítica Supersalidos, en la que precisamente es la autoridad (la policía) quien representa el papel de incels, y no los jóvenes como podríamos pensar a priori. Atención a la secuencia: pic.twitter.com/C6GeFcqfD1
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Acabamos de presenciar cómo el policía, que se había hecho amigo del personaje de McLovin, monta en cólera al ver cómo este ha conseguido acostarse con la chica que le gustaba y cómo le ha desplazado a él por ella
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Y es que este tipo de películas protagonizadas por varones adolescentes parecen querer dar un mensaje que refuerce la hermandad entre hombres. Siempre contienen alguna secuencia donde los chicos protagonistas se juran amistad eterna e inquebrantable pic.twitter.com/nhV0vlHdC5
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Esto se relaciona con el movimiento incel, en concreto con la forma que tienen de contactar y conversar entre ellos: la llamada manosfera, una colmena de comunidades online masculinistas donde quejarse de su suerte y culpar a las mujeres
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Su misoginia se contradice con sus verdaderos deseos. Sus complejos físicos y personales les llevan a querer ser personas diferentes. Sus prejuicios les hacen pensar que, si fueran ‘malotes’, sí gustarían a las chicas. Veamos a McLovin montar una farsa junto a sus amigos policías pic.twitter.com/eIsfz2SXKd
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Pero si lo de McLovin no pasa de un teatrillo, lo de Nick en Rebelión Adolescente llega hasta a la delincuencia. Su alter ego, François, provoca un aparatoso accidente para ser malo y gustar a Sheeni. ¿Lo peor? Le da igual lo que le pueda pasar a la gente: pic.twitter.com/xfrC8CiKbr
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Claro, Nick acaba con sus huesos en chirona, y los incels culparán de esto a la pérfida chica, aunque se alegrarán porque al menos pierde la virginidad justo antes. Especial aparición del otro ‘Chad’, el novio de Sheeni, pegando al héroe incel: pic.twitter.com/btjGywJigS
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Si os parece extremo el caso de Nick, es momento de dejar la ficción y asistir a la horrible realidad: En 2014, en Isla Vista, California, Elliot Rodger asesinó a 7 personas. Había dicho en YouTube que se vengaba de las chicas que le rechazaban y de los chicos que sí tenían sexo pic.twitter.com/L1MO3Ef45i
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De hecho, sus principales víctimas fueron mujeres que pertenecían a la hermandad femenina universitaria Alpha Phi. Desde su atentado, en la manosfera se le trata como a un ‘héroe’, un ‘santo’ o ‘el caballero supremo’. Sus fans incluso le dedican camisetas: pic.twitter.com/KCQ7mpzgPJ
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‘Caballero supremo’ fue el nombre que Alek Minassian, también terrorista incel, le dedicó a Rodger antes de perpetrar una masacre en Toronto matando a 10 personas. Alek dijo en Facebook: “La rebelión incel ha comenzado. Derrocaremos a todos los Chads y Stacys” pic.twitter.com/O181vqVDrB
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Es este un terrorismo ejecutado por hombres blancos y occidentales, misóginos que ven a las mujeres como un objeto sexual. Lo triste es que hasta el New York Times invitó a reflexionar sobre si los incels tienen razón o no. ¿Se invitaría a lo mismo si fueran atentados yihadistas? pic.twitter.com/R4ljioEkXw
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En España pasó algo similar hace unos días, con motivo del crimen cometido por La Manada, y la publicación de un infame artículo de El País donde se trataba de justificar la violación argumentando disparatadas causas, todo con tal de no culpar a los hombres violadores. Demencial pic.twitter.com/gkZULb987F
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El victimismo de los hombres que no aman a las mujeres, sino que las conciben como un placer al que ellos tienen que tener derecho, está por todas partes. Desde la cultura de la violación, donde personajes de ficción empatizan con ellos, hasta el tenebroso mundo real
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Los incels, y quienes los ven como víctimas y no como verdugos, creen que las piernas de una mujer han de abrirse para ellos. Creen que si no lo hacemos somos 'zorras', y si lo hacemos con otros, también. Creen muchas cosas, pero a nosotras no. Al fin y al cabo, no somos hombres.
— El Mentidero (@Mentidero_ctxt) 10 de mayo de 2018
Terrorismo misógino y lleno de complejos. El movimiento incel (célibes involuntarios) es escalofriante y no podemos mirar para otro lado. @CervantesFAQs cuenta, en este hilo,...
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@Cervantes FAQs
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