PROCESANDO EL PROCESO AL PROCÉS (IV)
Generali della Rovere
Turull opta por una mezcla de la defensa Forn –jurídica– y la cosa épica. Romeva utiliza el concepto ser indepe vs estar indepe, más complicado que el concepto estar jodido vs ser jodido
Guillem Martínez 19/02/2019
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RESUMEN DE LO NO PUBLICADO. Este finde, el procecismo –procesismo: Govern y partidos unidos a una sociedad vía lenguaje, transmitido y verificado por asociaciones intermedias y medios propios; poco más, snif–, ha estado digiriendo lo que dijo Forn. Sinopsis: a) todo era un intento, fundamentado en el lenguaje y en acciones calculadas –por lo visto, mal– para no ir a la trena, de crear un objeto con el que negociar con el Estado, mientras explicaban a la parroquia que hacían otra cosa. O, como decimos los politólogos de Stanford b), un camelo. El resultado es que la digestión ya se ha producido. El procesismo asume eso como épico, no como timo épico. De hecho, por primera vez ha aparecido un publirreportaje en TV3, demostrando que la DUI era fake by a tube, algo que sólo pueden elaborar colectivos humanos dotados de proverbial ingenio. La NASA y Cat. Tal vez, no está claro, la Facultad de Física de Princeton. Por lo demás, Jaime, administrativo de la prestigiosa firma CTXT, me ha enviado un loro-mensajero que me explica en el alféizar de la ventana que, gracias a una subida inesperada de nuestras acciones en Pipas Facundo, tenemos líquido para hotelazo. Yupi. Adiós al Die Folleki, epicentro del amor madritense, en el que, a través de los tabiques de mi room, me pasaba las noches escuchando somieres y palabras de amor, sencillas y tiernas. Como, a saber: "venga, Manolo, dale". Mi nuevo destino: el legendario hotel Victoria, donde pernoctan los toreros. Lamentablemente, como estamos fuera de temporada, sólo hay toreros muertos. De manera que comparto habitación con el fantasma de Màrius Cabré, torero catalán en el tiempo, que se me pasa la noche hablándome del juicio y del sentido de la vida. "Mira, Martínez, desde 1978 el único tema político de discusión posible ha sido el territorial. No la democracia, no el Bienestar, no la igualdad, no la corrupción. Este juicio no es nada, salvo el culmen de todo eso, que enfrenta a dos todo-eso, el Estado y el procesismo. Vamos, a dos instancias del Estado. O, peor, no es el culmen. Vendrán otros cúlmenes, porque el R'78 está gagá, y ya sólo hablamos de la cosa territorial". Màrius, collons, aparta un poco o, al menos, aparta la espada, que esta bañera no da de sí."Martínez, ¿te he explicado cuándo me tiré a Ava Gardner?". Solo doscientas veces, Màrius.
LA SALA. Hola. Ya estoy en el TS, desde donde les saludo con la manita. Concretamente, estoy en la Sala. Descripción. Gansa. En el techo, la diosa Lex le da para el pelo a un ladrón, a un asesino, a una parricida y a una pilingui neoclásicas. Es decir, con menos ropa, incluso, que las del Die Folloki. Para estos fastos, me dicen, han retirado de la decoración un crucifijo, hecho por un preso político cuando el Franquismo unplugged, no sea que en el TEDH haya un juez con conocimientos de decoración de interiores gore. El TS, que no esta sala, nace con la Consti del 1812. Es decir, que lo depositaron en la inclusa nada más nacer. Retomado por Riego, durante su trienio, fue archivado tras su ejecución, ñaca, hasta que el Estado experimenta con Isabel II opciones menos vistosas de la separación de poderes. Aquí, vamos, estadísticamente han pasado pocas cosas buenas. Anécdota: en la dictadura de Primo, en esta sala se juzgó a cuantos miembros del Pacto de San Sebastián se pillaron. Los autores de la intentona republicana más seria, hasta lo de Fermín Galán, fueron condenados a 6 meses 6 –rayos, ya hablo como Màrius–. Qué tiempos. Tiene la palabra Turull, en su día Conseller de Presidència, al que les presentaré mientras habla.
TURILLISMO. Turull es, hasta cierto punto, un personaje trágico. Estaba destinado a los eternos campos de caza cuando, zas, Mas refundó CDC en PDeCAT, y jubiló, en ese trance, a su generación posterior y anterior, iniciados por contacto con las ceremonias del financing, uno de los objetivos de un partido tras el 78. Por lo que me dice una voz de la antigua CDC, Turull accedió a la profesionalidad política mucho antes, en el departamento de cobros. Un departamento que puede ser negro, pero también blanco y, por lo general, gris. Durante el Tripartit –la travesía del desierto de CDC, un partido, por primera vez en la vida, con los cuadros al aire–, estuvo adscrito laboralmente al Ajuntament de Sant Cugat, por aquellos tiempos en contacto profesional con Ferrovial, empresa que aparece en el Cas Palau. El Cas Palau, por otra parte, se solucionó jurídicamente à l'espagnole. Es decir, involucrando a un partido como colaborador necesario del pitote, pero sin condenas a ningún político. Sea como sea, Turull, un político al que se le cortó el futuro, puede ser la metáfora del exconvergente luchando por su futuro sin más herramientas –lingüísticas– que el procés, que él defendió con luz propia. Turull fue el penúltimo candidato a la Presidència de JxC, el partido que se presentó a las últimas elecciones diciendo que Puigde volvería y sería Presi. Fue épico. Coló. Finalmente, Turull no fue Presi gracias a los no votos de la CUP, que en esta legislatura está haciendo emisiones no-procesistas. De haber sido Presi, lo de Turull, hoy, hubiera sido épico. Es decir, más épico. Turull admite preguntas de Fiscalía y de Abogacía. Pero no de Vox. Vox, en este juicio, está haciendo el papelón del tío que se pasa la noche en la disco pegado a la pared sin comerse una rosca. Es una cara dramática conforme avanza la noche.
TURULL. TRÁILER. Turull, por lo que veo, opta por una mezcla de la defensa Forn –jurídica; no se cometieron ilegalidades después de las fechas señaladas por el TC; el proyecto no conducía a donde prometimos, que somos políticos, por lo que los cargos no proceden–, y la cosa épica. Es decir, una defensa menos política que electoralista. Habla para dos públicos: el procesista, y el jurado. Dos públicos contradictorios. Ante uno se ha de demostrar que la cosa iba en serio, y ante el otro que era pitorreo. Lo divertido de este juicio es que, en efecto, parece que había más pitorreo que seriedad, lo que conduce a situaciones de Jardiel Poncela. Sobre el trato al público procesista: se le vuelve a faltar al respeto, con trolas tan llamativas como que la convocatoria de referéndums no existe en el Código Penal. En efecto, la puso Aznar. Por la cosa Ibarretxe. Y, en efecto, la sacó ZP. Es decir, sacó el delito específico para el caso vasco puesto por Aznar, pero queda el general. Todos los tipos/as vestidos de toga en la sala lo saben. La función de la emisión de esa leyenda urbana/jurídica es el consumo interno, como todo en el procés. Turull opta, a tramos, por la defensa Lola Flores/yo desconocía eso. En un momento dado, alude a un incumplimiento de una orden del TC, comparando que "el Gobierno, de forma reiterada, incumple todas las sentencias del TC", lo que no está exento de razón, pero, en el caso de un proceso penal, supone la admisión de una desobediencia. Y no de la forma en la que se emite en un juicio político –"desobedecí, y qué"–, sino de la forma que suele fluir en un juicio de tipos/as de cuello blanco –"mi banco hizo lo que todos los bancos", "mi partido hizo lo que todos los partidos"–. Hablando de pasta, ni Fiscalía ni Abogacía lo acorralan un segundo. Costará pillar por malversación a la Gene –pinta que el grueso de los gastos lo hicieron empresas; la Gene, por esas fechas, además, estaba intervenida por el Gobierno, sin mucho margen para liarla–, pero costará aún más pillar a Turull/la vieja escuela. Perla Turull: sorprendido por una factura –calderilla– de TV3, por la emisión de un spot, explicó que "(TV3) siempre hace gratis este tipo de campañas". Es decir, explicó un país, que no un delito. Este juicio, en fin, está explicando dos países muy parecidos.
ROMEVA. Turno de Romeva. Se califica como preso político. Rechaza contestar al pack Estado. Sinopsis: para-junquerismo. Utiliza el concepto de Junqueras ser indepe vs estar indepe, más complicado, que el concepto estar jodido vsser jodido, por lo que escucho. Dibuja un conflicto iniciado en 2010, con las sentencias del TC al Estatut, "que afectó a lo más íntimo de las emociones". Es decir, sentimentaliza el caso, que parece tener poco planteamiento jurídico para el procesismo. El Conseller que, en su día, no tuvo inconveniente en cambiar el nombre de su Conselleria, que pasó de ser rupturista/Conselleria d'Afers Exteriors, a constitucionalista/procesista/Conselleria d'Acció Exterior, explica que todo fue a) crecepelo y b) ausencia de diálogo por parte del Gobierno. Perla Romeva: para aludir a la DUI, emplea varias líneas de letras, que luego tacho, y que culminan con un "la (DUI) era una resolución que instaba a llevar a cabo un mandato político". Es decir, una resolución. Es decir, nada. Es decir, una nada absoluta que contrasta con la épica vertida unos minutos antes, cuando señalaba que "nos comprometimos a aceptar el resultado (del referéndum) fuese cual fuese". Hablar para dos públicos es un lío. Suerte que luego los medios eliminan las regiones contradictorias, de manera que todo sea golpe de Estado, o épica democrática non-stop.
USTED SE ENCUENTRA AQUÍ. La fiscalía, esa rareza, gubernamental, me temo, estuvo voluntariosa pero falta de bravura –brrrrr, tengo que dejar de ver a Màrius con tanta asiduidad–, con alguna metedura de pata llamativa y momentos de improvisación –en ocasiones sueño que tengo que volver a examinarme de Derecho Internacional, que me toca Panamá y el buque The Love Boat, y que improviso ante la risa del tribunal; la sensación es que Fiscalía revivía hoy esa pesadilla a tiempo real–. Marchena estuvo al quite –Màrius, te mataré– y, en sendas ocasiones, mandó parar a Fiscalía y, luego a Abogacía –Marchena se está currando el TEDH tanto que cualquier día le envía un jamón–. También cortó al acusado Turull en sus momentos meeting, señalándole que eso era en otra ventanilla, cuando le interrogue su defensa. Bueno. Estamos en la primera fase. Los acusados hablan y dicen. Luego, testigos –unos 500, que se dice rápido; la semana que viene, dicen, nos traen a Rajoy, Soraya SS, Colau... ya veremos; si es así, es que vamos a toda milk–, que otorgan o desdicen lo dicho. Aún falta mucha chicha. Mañana, más. Vámonos, Màrius, que te invito a un rabo de toro en Casa Salvador. "Mola. ¿Te he explicado cuando me tiré a Ava Gardner?". Aún no. Dime.
¡Hola! El proceso al procés arranca en el Supremo y CTXT tira la casa through the window. El relator Guillem Martínez se desplaza tres meses a vivir a Madrid. ¿Nos ayudas a sufragar sus largas y merecidas noches de...
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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