PROCESANDO EL PROCESO AL PROCÉS (XXI)
El secreto está en la masa
El interrogatorio busca la cosa rebelión, en este caso transmitida por Sánchez. Se trata de dilucidar entre el derecho a la manifestación y el delito de obstrucción a una comisión judicial, porque el 20-S se dieron, con diversa intensidad, ambas cosas
Guillem Martínez Madrid , 25/03/2019
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NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE. Este finde, Amaya desapareció como un suspiro, y apareció como un trueno la figura de Eugeni D’Ors, con lo que mi presupuesto ha aumentado exponencialmente, pues el mamón se niega a comer donetes. Por lo demás, no para de darme la brasa con su currículum. “Yo creé dos culturas de Estado. En primer lugar, la cultura oficial de la Mancomunitat, el Noucentisme, que aún está vivita y coleando. Luego, aspectos fundamentales del no menos glorioso Estado Nacional, como suprimir el concepto de nación por el de Estado Imperial. Falange me lo quitó de las manos”. Bueno, no se ponga tantas medallas, que sólo le dio al manubrio cultura. “¿Qué es un Estado, sino una manera de emitir cultura?”. Para sellar esa frase me endiña otra: “Dadme una palanca y un punto de apoyo, es decir un sentimiento de nacionalidad joven, de imperio a forjar, o de religiosidad fresca, y yo os reharé un Pueblo”. No me venga con sentencias de su etapa fascista, D'Ors. “Oiga, que esta es anterior a mi ‘Viva el Fascio’ de 1924. Es de 1910, mi etapa noucentista. Por lo que técnicamente es chachi by a tube”. En todo caso, deje de darle al gratin dauphinois como si no hubiera un mañana, que nos vamos al TS. “Yupi”.
EL FACTOR KENNEDY. Hoy tenemos solo dos testigos, pero con entidad yo-sé-quién-mató-a-Kennedy. Lo que es un exotismo en un juicio en el que a Kennedy se le mata con caras y chiribitas de odio. “À la postmoderne. Así no hay quien haga Estados.Y la culpa es mía. Me pasé varios pueblos hablando de civisme en mi etapa noucentista. Claro, no iba a hablar de democracia, con todos aquellos muertos de hambre de la CNT pidiendo las 8 horas”. Bueno. Se trata de dos oficiales de la GC. Uno fue el jefe de la cosa registros a Economía, el 20-S. Y el otro es de la Guardia Rural. A pesar del nombre artístico, no protegen a Bambi, sino que son los antidisturbios de la GC. Sorprendentemente, no aportan casi nada sobre Kennedy que no se supiera.
BUSCANDO REBELIÓN DESESPERADAMENTE. El interrogatorio busca la cosa rebelión –ya saben, violencia organizada por el Govern y, en este caso, transmitida por Jordi Sánchez/ANC. Se trata de dilucidar entre el derecho a la manifestación y el delito de obstrucción a una comisión judicial, porque el 20-S, parece ser, se produjeron, con diversa intensidad, ambas cosas. También están en entredicho dos lecturas del Estado. La informal cat, en la que el Estado es lo que dicen los políticos, y el Estado, esa cosa que es lo que dicen los políticos, pero también algo más severo y constante. El primer testigo habla de inacción de los Mossos, y de que Sánchez asumió funciones de orden público –funciones de mediador, para las defensas, que argumentan también que Sánchez y Cuixart desconvocaron a los manifestantes, y que Sánchez, incluso, ofreció desconvocar la cosa horas antes–. Es importante el concepto que utiliza el GC para describir a los manifestantes. Masa. Es un tecnicismo policial, supongo. No tiene nada que ver con lo que describe Canetti. Lo que describe Canetti pasa en momentos violentos de la humanidad. Pero también en un partido de fútbol, o en una mani. La masa existe, y se comporta como masa. Es difícil desconvocarla sin llegar a su tercer acto, la catarsis. En todo caso, Sánchez y Cuixart lo hicieron, salvaguardando un orden –“profundo, lejano”; calle, D'Ors– que fue determinante a lo largo de octubre. El GC explica que podían haber salido antes de la Consellería. Pero que la masa, etc. También se habla de los coches y de las armas. Las armas no se sustrajeron de los coches. Sólo la munición. Se habla de que la puerta de Economía estuvo a punto de ser tumbada por la presión de los manifestantes. No hay vídeos. Por otra parte, yo estuve allí delante, en su día. No vi eso, si bien es cierto que en más de una ocasión me giré. Cuando escuchaba taconazos. Por otra parte, el GC ofrece novedades, o no, sobre los planes-secesionistas-que-alucinas del procesismo.
SPEKTRA. Alude a papeles rotos encontrados en la papelera de Lluís Salvadó. En ellos hay 41 medidas para crear un Estado en cuatro fases. Ni tres, ni cinco, guau. Elsa Artadi era la responsable de implementar el Estado –finalmente lo fue de facilitar la gestión de los funcionarios que intervinieron la Gene tras el 155; sí, tiene guasa–. La ANC, a su vez, es la responsable de un no parar de movilizaciones, desde el 1-O hasta el Independence Day y más allá. Que tampoco se hicieron. Para más guasa, la ANC estuvo en modo NS/NC desde el 27-O. También explica otro texto, hallado en un pendrive, titulado Medidas para la creación de un nuevo Estado Catalán –“¿habla de fusilamientos?”; no; “pues tírelo”–, en este caso no son 41 medidas. Son, hala, 176. Tales como la declaración solemne de inauguración del procés el 9-N, que en realidad fue más bien el último intento de que la CUP votara a Mas. Todos esos papeles, vamos, no se utilizaron el 27-O. Ni un segundo. El 28 no sólo no existían, sino que –me consta– uno de los acusados maldecía el 155, pero porque no hubiera venido antes, y así nos ahorrábamos el embolado. Importante. El GC da por demostrado –ya veremos en la fase probatoria– el pago a los observadores internacionales. Son 390.000 calas en dos pagos. Si es así, malversación en toda la frente/momento-han matado-a-Kennedy.
ÚLTIMAS PALABRAS. El GC de la tarde se presenta como miembro de “una unidad de control de masas”. Que sí, que había masa por un tubo. Que los coches de la GC estaban hechos unos zorros cuando Sánchez y Cuixart se ofrecieron a subir a los coches –“tal y como estaban (los coches) me daba igual que subieran”–. Que había mucho descontrol de información y muchos bulos en Economía –como que el Govern y TV3 habían sido intervenidos–. Vamos, que la masa esa que no sabe a dónde va existía, incluso en la cabeza de todos los usuarios del 20-S. Y en los medios esp/cat. Y que él mismo estableció con Sánchez una relación de “camaradería”. Ante la masa, supongo. Las defensas intentan matizar a la baja la cosa masa descontrolada. Melero lo hace. Consigue que se le responda que no se pidió ayuda a la cúpula de los Mossos, o que no fueron objeto de agresiones. D'Ors, apague y vámonos: “Este artículo le ha quedado claro. Oscurézcalo”.
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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