En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
¡Hola! El proceso al procés arranca en el Supremo y CTXT tira la casa through the window. El relator Guillem Martínez se desplaza tres meses a vivir a Madrid. ¿Nos ayudas a sufragar sus largas y merecidas noches de fiesta? Pincha ahí: agora.ctxt.es/donaciones
LA REVOLUCIÓN. “El status-quo requiere fiambres. Una revolución, también. El status-quo requiere canciones. La revolución no, y menos cuando son canciones a la Mare de Déu. Salvo en Lituania. En Lituania se sacaron de la manga la Singuing Revolution, algo muy parecido al procés. La gente cantaba y lloraba, mientras el gobierno lituano iba legislando hacia la indepe, si bien, en aquel caso, de verdad. Al punto que les vino el Ejercito Soviético. Y el fin de la cosa. Hasta que un francotirador soviético disparó a una masa que cantaba canciones lloronas lituanas. Ahí empezó la percepción del fiambre, la indignación y la indepe, que no se pudo detener. Unos años después, ya con Estado lituano, esa juerga, un líder nacionalista lituano reconoció que el francotirador no fue soviético, sino lituano, suyo. En Cat hemos tenido de todo eso. Salvo la decisión de un francotirador. Salvo fiambres, salvo el crimen fundacional de un Estado. Es decir, sólo hemos tenido canciones. Nada. No me come, Martínez”, dice Joan García Oliver. Hombre, es que hoy tocaba fiambre, y usted y su proverbial alegría me ha cortado el hambre de cuajo. “¿Lo ve? No hay cuajo ni revolución”. Pero sí, juicio. “El status-quo requiere juicios. Y canciones. Y fiambres que nadie ve”.
LO NO-LITUANO. Hoy habla como testigo –de Vox, que en este juicio tiende a dispararse en el pie; cuando Vox consiga la universalización de la pistola, reconocerás a los de Vox por la cojera– Joan Carles Molinero, jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Central de los Mossos, imputado en otra instancia, raja. Y lo hace en la escuela de todos los mandos de los Mossos que han venido aquí. En dos líneas contundentes. A) distanciarse del Govern y B) dibujando otra actuación y otros hechos contrarios a los dibujados por Fiscalía y Pérez de los Cobos. Respecto de A), da más detalles de la reuni Govern-Mossos del 27-S. Cuando se acabó, Trapero le dijo a Puigde algo así como espero-que-el-1-O-no-pase-nada-chungo, a lo que Puigde respondió: "Si se da una situación límite, posiblemente procedería a declarar la independencia en ese momento". Como en Lituania, pero en vez de con francotiradores, confiando en la Divina Providencia. Es decir, sin plan alguno. Incide que Puigde, para no desconvocar el referéndum, argumentó que “tenía un mandato” de los electores –importante: no lo tenía; el mandato era para proclamar el Estado en 18 meses, invertidos ya en canciones lituanas–. Respecto de B), Molinero no se aleja tampoco de Trapero y López. Que la actuación policial estaba pactada, coordinada y avalada por Pérez de los Cobos, que GC y PN –es decir, Pérez de los Cobos, se supone–, la descoordinó el mismo 1-O, a la hora de los cereales, si bien luego, en este tribunal, Pérez de los etc. llegó a cambiar el relato de lo sucedido. Que no se cerraron los coles electorales antes del 1-O porque aún no eran coles electorales. Que los Mossos cumplieron –239 coles no se llegaron a abrir, 110 se cerraron a la brava, y 24 con binomios; Poli y GC, 0–. Que las órdenes judiciales se cumplieron, si bien eran "de una magnitud desconocida". Es decir, imposibles de cumplir sin al menos, así se calculó, 90.000 agentes.
LA LÓGICA MOSSA. En todo caso, los mossos Quevedo, Castellví, Trapero, López y Molinero, están siendo determinantes en la descripción de los hechos. Hasta ahora han sido los más determinantes, diría. Explican otros hechos, verosímiles, opuestos a los explicados por la prensa esp, el Gobierno Rajoy y Fiscalía, pero también a los explicados en la prensa cat y el procesismo. ¿Quiénes son? ¿Qué cultura poseen? El cuerpo nace como rareza. Poli propia, ese sello de un Estado Federal, en un Estado Unitario. En cierta manera es fruto de la cosmovisión del Pujolismo: percepción de Estado propio, con palacios góticos, historia milenaria, y poli, en una autonomía similar a La Rioja. La poli es un atributo político, lo que la acerca al objeto político, lo que la acerca a los otros cuerpos de seguridad esp, muy sensibles a su Gobierno. Como cuerpo, se desmadra rápido. En la austeridad catalana –se inició en 2010; en 2012 se produce la reforma consti, es decir, la supresión del Estado del bienestar; esto no es el R'78, sino el R'12, algo no fundamentado en la épica democrática, sino en objetos como la Ley Mordaza, es decir, la poli–, los Mossos se emplearon a fondo. Muy a fondo. Coincidiendo con una crisis absoluta en Interior, tras el ¿séptimo? ojo vaciado por bala de goma, se produce el relevo de la cúpula de los Mossos. Entra Trapero, esto es, el primer Major que prevenía de los Mossos, no de la PN o la GC. Su misión era descrispar un cuerpo al que el Tripartit dotó de cámaras en sus salas de interrogatorio, y de un código ético, posteriormente suprimidos por CDC. Rebajar la conflictividad social creada por la poli. Era 2013. El Govern, ya procesista, necesitaba quitarse el alo de psicokiller. Con el pack Trapero lo consigue, calmando ánimos en las regiones más extrovertidas de los Mossos, y con la colaboración del sistema propagandístico que, tras los atentados integristas de 2017, le convierte en un héroe, independientemente de la gestión del asusto, sumamente cuestionable. desde el inicio –tras la explosión de chorrocientas bombonas en una casa abandonada, los Mossos no sospecharon nada–, hasta su final –el tiroteo de Cambrils fue de peli irlandesa–. En el momento de su nombramiento, Trapero preguntó al Conseller por el motivo de su elección. Lola García/La Vanguardia explica que el Conseller contestó: “porque si tuviera que detenerme mañana, sería capaz de hacerlo”. Lo que es un buen dibujo de Trapero y de su cúpula. Profesionales, formados, en ocasiones en otros cuerpos –Trapero, en el FBI– sensibles al compadreo político –Trapero fue de paella con Puigde y unos amigos en el verano del 2017; las fotos de ese acto íntimo las publicitó Rahola, una compiyogui más; Rahola, por cierto, en castellano significa Inda–, sabedores de las reglas del juego político en Cat –los Mossos, durante los idus, emitieron dos comunicados puntualizando declaraciones propagandísticas de Turull y Forn, lo que no tenía precedentes, pero no llegaron a emitir otro explicando su posicionamiento político, invalidando la propaganda del Govern; lo han hecho en este juicio–, y poseedores de una cultura jurídica y democrática razonable. No se podía contar con ellos para hacer una rebelión –razón importante para no planificarla ni hacerla–. Se contó con ellos para canciones lituanas. Han venido aquí a explicar que tampoco les gustaron las canciones.
ORACIÓN Y CIERRE. Melero, en su interrogatorio, vuelve a fijar que Forn no dio ninguna pauta de actuación a los Mossos. Luego le pregunto a Melero si con la boutade de Puigde, el 27-S, hay cacho para rebelión. “Puigdemont iba declarando la independencia cada 10 minutos. No creo que eso modifique el Estado o el status-quo”. “Nada canciones lituanas”, dice García. “Martínez, ¿sabe que está hablando solo”, dice Melero.
¡Hola! El proceso al procés arranca en el Supremo y CTXT tira la casa through the window. El relator Guillem Martínez se desplaza tres meses a vivir a Madrid. ¿Nos ayudas a sufragar sus largas y merecidas noches de...
Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí