Fundidos a negro por la defensa de los medios públicos
Los trabajadores de la Televisión de Galicia celebran los #VenresNegros desde hace casi un año
Carolina Neira Feáns 1/05/2019
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La sombra de las injerencias políticas es siempre alargada en los medios de comunicación públicos españoles, tanto en los centralistas como en las cadenas autonómicas. Para los Gobiernos, más allá de apellidos, la difusión de un mensaje por televisión es una perita en dulce que siempre están tentados a probar.
La palabra manipulación es como un saco sin fondo en el que pueden guardarse mil y una formas de maquillar las realidades y que no pone siempre a todos de acuerdo. Todo depende del prisma político o del código deontológico que se utilice para hacer la criba. Más allá del corte malintencionado de unas declaraciones o la imagen que juega con un encuadre subjetivo, hay muchas formas de contar una historia para que no se parezca en exceso a la realidad sin que la audiencia lo advierta demasiado.
Eso es lo que quisieron visibilizar los trabajadores de TVE con sus #ViernesNegros, que decidieron aparcar cuando se nombró a la nueva Administradora única, a la que han hecho frente públicamente tras la polémica creada con la fecha del debate en el que se cruzaron las espadas los cuatro candidatos a la presidencia del Gobierno de PSOE, PP, Unidas Podemos y Ciudadanos.
La realización de ese debate fue una victoria irrenunciable de los trabajadores de TVE “y la verdad es que es para sentirse orgulloso”. Habla Alfonso Hermida, presentador del Telexornal Serán que el año pasado renunció a seguir siendo la cara visible de los informativos de la noche de la Televisión de Galicia por diferencias de criterio con la dirección de la CRTVG (Compañía de Radio e Televisión de Galicia).
En la compañía gallega, los #VenresNegros no han parado todavía, después de casi 50 semanas en activo, y el movimiento #DefendeAGalega sigue aglutinando a simpatizantes, que cada viernes oscurecen vestimenta y rostro para pedir que se despoliticen la televisión y la radio públicas.
No es la primera vez que parte de la plantilla periodística de la corporación se pone en pie para denunciar casos en los que consideran que no se está cumpliendo el papel de servicio público. Antecedentes como el blog Eu Non Manipulo o la huelga del 2011 son el caldo de cultivo de la iniciativa que hoy ha conseguido traspasar las paredes de la redacción y llegar a los debates del Parlamento y a la sociedad civil, que también se viste de negro para mostrar su apoyo a los periodistas a través de las redes y que acompañó a los redactores en una manifestación que ocupó las calles de Santiago el pasado mes de septiembre.
No han cambiado mucho las cosas desde el parón de hace nueve años. “Sí que se aprobó la Lei de Medios Públicos de Galicia, que no gustó a muchos trabajadores, pero que al menos recogía la creación del Consejo de Informativos y del Estatuto del Profesional, que siguen sin crearse. Seguimos sin tener instrumentos frente a la manipulación que ya existía”, explican desde #DefendeAGalega, que acaba de recibir el Premio José Couso de la Libertad de Prensa.
Precisamente lo que ocurrió con ese nombramiento en la propia televisión y radio públicas y en la gran mayoría de medios privados es lo que Tati Moyano, co-presentadora junto con Hermida del Telexornal Serán, que también presentó su renuncia a seguir en su puesto a la par que su compañero, llama “manipulación por ocultación”. “Es el método más extendido. No contar. Si algo no lo damos, no existe”.
Moyano apoyó desde el primer #VenresNegro el movimiento de protesta de los trabajadores y fue expedientada tras haber participado en una gala contra el cáncer, en la que significó su postura en defensa de la independencia del medio público frente al propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sentado en el patio de butacas. La CRTVG argumentó a la periodista que el motivo de abrir el expediente fue la utilización del servicio de peluquería y maquillaje de la cadena pública para un fin privado, un razonamiento que, sin embargo, fue valorado por #DefendeAGalega como un ejemplo de política de represión contra aquellos que muestran públicamente su posicionamiento. Finalmente, la sanción fue retirada. Otro compañero que también apoya la reivindicación, Carlos Jiménez, también recibió hace escasas semanas la noticia de que se le abría un expediente, en este caso, por cuestiones de incompatibilidades.
El director general de la CRTVG, Alfonso Sánchez Izquierdo, ha negado la mayor con respecto al asunto de los expedientes cada vez que ha intervenido en el Parlamento gallego. En su última exposición pública, afirmó que solo cuatro de los ocho expedientes tramitados el pasado año acabaron en sanción. Los trabajadores hacen una lectura distinta de lo ocurrido en los últimos meses y sostienen que “la actuación de la empresa ha excedido cualquier límite en su dureza y torpeza”.
Siguiendo con otros ejemplos de ocultación, Hermida recuerda la “indignación” que se vivió en la redacción cuando las víctimas del Alvia, el accidente ferroviario que paralizó Galicia y que, de momento, no se ha cobrado ninguna cabeza política, se reunieron con Ana Pastor y con José Blanco, “los dos gallegos, además”. “A su salida, hicieron unas declaraciones durísimas contra Pastor que se ocultaron, que no salieron”.
Cristina Cifuentes y su comparecencia en la asamblea de Madrid para explicarse sobre su trabajo fin de máster fue el tercer titular que se dio en la apertura del informativo presentado por Tati y Alfonso, después de un accidente pirotécnico en Portugal y del inicio de la campaña de la renta. “Son noticias que merecen ir en titulares, pero el orden es bastante discutible”.
La sentencia de la Gürtel fue tratada “sin ninguna retrospectiva” y desde Santiago de Compostela, sin recuperar declaraciones realizadas por el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la testificación puesta en tela de juicio por la Audiencia Nacional por no ser “suficientemente creíble”. De todas las televisiones autonómicas, solo dos, una de ellas la TVG, no realizó una conexión en directo durante los informativos desde la capital para seguir las últimas novedades sobre una de las resoluciones judiciales más importantes de la historia de la política española, que desembocó en una moción de censura.
A falta de contexto, buenas son declaraciones
Al final, resume el colectivo, se cuenta lo que pasa en el mundo y lo que afecta al Gobierno, pero se buscan maneras de minimizar su impacto y el espíritu crítico de la audiencia, porque las informaciones se presentan desprovistas de contexto. “Cuando haces una noticia limitándote a poner lo que dijo uno y otro pero no le das a la audiencia las claves para entender el problema, estás contribuyendo a desinformarla”. Son sofisticaciones de un mismo pecado original.
Escoger qué se cubre y qué no y a qué se le da más minutado es también una manera de hacer que la escaleta se escore hacia una dirección determinada. En la CRTVG, no es extraño encontrar noticias que hacen las delicias de Twitter, como algunos reportajes sobre berzas altísimas. Aunque “son contenidos que deben estar, porque también son marca de la casa”, defiende Tati, el colectivo de protesta cree que actualmente “hay una deriva tremenda en cuanto a contenidos”, cayendo en exceso en noticias frívolas.
La exigencia que ponen encima de la mesa es clara: que se cumpla la ley y, con ello, que se impulse la creación del órgano con el que se pueda hacer “una vigilancia permanente para que no se cometan las manipulaciones y agresiones que se están cometiendo con la información”, resume Tati. La competencia de crear estos entes es del Consello de Administración, que lleva cerca de un año manteniendo reuniones con algunos sindicatos y colectivos del sector periodístico, “pero es un proceso muy largo y sin información por parte de la CRTVG”, alegan desde Defende.
Para Hermida, es fundamental que el Consejo de Informativos exista porque supone una manera de amparar a los periodistas que deciden denunciar prácticas sospechosas dentro de las redacciones.
La esperanza de la audiencia exigente
A priori, un cambio del color político en Galicia no parece tan factible como en el Gobierno español, donde las urnas han reforzado (y de qué manera) el liderazgo un gobierno progresista con duración de legislatura real. Pero un posible vaivén de siglas en las carteras de las Consellerías tampoco garantiza la independencia total de la cadena pública si no se toman primero las medidas de blindaje profesional que pide #Defende.
“Necesitamos de un gran pacto político con el que los partidos se comprometan a sacar sus manos de nuestros medios públicos”, dice Alfonso Hermida. “En la época del bipartito también había injerencias políticas. Recuerdo que en aquel momento, el PP estaba a un escaño de la mayoría absoluta y su peso parlamentario no se plasmaba en la escaleta. Y por supuesto que protestábamos”. “Es un mal endémico”, asegura Tati, que, sin embargo, considera que “una manipulación tan evidente como la de ahora”, con casos tan específicos como el del Premio José Couso, “nunca se había dado”.
Lo que sí tiene una firma política clara fue la aprobación del Mandato Marco de la CRTVG en diciembre de 2015, que salió adelante con los votos del PP en solitario, gracias a la mayoría absoluta. Con esta normativa, quedó establecido que el director general de la compañía, Alfonso Sánchez Izquierdo, “permanezca en el cargo hasta que el Parlamento consiga aprobar por mayoría cualificada un nuevo candidato o candidata”, sin ningún plazo máximo de ostentación del cargo, según se puede leer en el comunicado de rechazo que hizo público en su día el comité intercentros. Los sindicatos denunciaron que así se blinda la continuidad de Sánchez Izquierdo, incluso en un hipotético cambio de la composición parlamentaria en Galicia y en el Gobierno de la Xunta.
La esperanza del colectivo es que finalmente la presión social sea suficiente como para que el Gobierno gallego no demore más su obligación de cumplir con la ley. “Nosotros podemos iniciar y defender la reivindicación de unos medios plurales, independientes y dotados de medios suficientes, pero el papel de la ciudadanía es fundamental”.
“Podemos hacer mucho más”
#DefendeAGalega también aprovecha su visibilidad actual en redes sociales -no así en medios de comunicación generalistas- para hacerse eco del “estrepitoso desmantelamiento de la CRTVG”, que el director general ha negado reiteradamente en sus intervenciones en las sesiones de Control del Parlamento gallego, apoyándose en el coste de personal de la CRTVG en el Presupuesto de 2019, que asciende a 51 millones y medio de euros.
Una de las decisiones más sangrantes que se tomaron fue el cierre de las delegaciones de Pontevedra, Ferrol y A Mariña en 2010. “Se suponía que la información local iba a ser el baluarte de los medios públicos”, dice Tati, que considera que no se puede cubrir de manera correcta un lugar sin estar en él día a día, “consiguiendo fuentes y contactos”, añade Hermida.
El colectivo denuncia que en el último año se han eliminado las desconexiones informativas locales de la radio y que las noticias de proximidad también se han reducido en la televisión. “Si quieres escuchar lo que pasa en tu ciudad o en tu comarca, la mejor opción no va a ser la radiotelevisión autonómica”.
En una compañía que cuenta a día de hoy con cerca de 900 trabajadores pesa también el porcentaje de producción propia y ajena que se emite. Según el director general, se cumple con la ley ocupando el 52% de la escaleta con contenidos propios. Sin embargo, el Comité Intercentros, representado por Raquel Lema, afirma que “non existen datos certos”, porque la CRTVG computa como producción propia “a redifusión constante de programas”. Por eso, para ellos, ese 52% es, en realidad, “moi inferior”.
Sobre esta cuestión hay sentimientos encontrados, porque la CRVTG debe ser un motor para el audiovisual gallego privado y fomentar que se hagan películas, documentales, series y programas a través de productoras autóctonas. “Pero está totalmente descompensado. Somos capaces de más, de mucho más, porque a día de hoy, por las tardes, a veces hay platós vacíos”, sentencia Hermida.
La defensa de unos medios públicos independientes en Galicia marcará parte de la campaña de las municipales, que está con un pie fuera y otro dentro de la pista, y también será caballo de batalla en los próximos comicios autonómicos. Porque, de momento, #DefendeAGalega asegura que los viernes seguirán siendo negros. “Sería más fácil guardar la camiseta en un cajón”, aseguran, “pero la vocación no nos lo permite”.
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