Oda a BCN
Estamos, más o menos, en 1909. Un 1909 del siglo XXI. Tal vez de centro-derecha, muy abierto a la postdemocracia. No se va a crear una Solidaritat no-Obrera, que de pie a una CNT procesista
Guillem Martínez Barcelona , 20/10/2019
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
1- En 1909 se produjo, inesperadamente, una revolución en BCN. La idea era impedir el envío de tropas a África y pim, pam, pum, proclamar la República. Era una idea. Vamos, que no estaba planificada. El día D a la hora H, desaparecieron los líderes, que no tenían ni idea de cómo realizar la idea sin ir al trullo, que, en aquella época, se llamaba paredón. Con las calles tomadas, se decidió –o ni eso; simplemente se hizo– quemar iglesias y conventos. El Gobierno calificó aquello como un movimiento separatista –no lo era; era libertario y republicano; y cabreado; y desesperado; y hambriento–. Pero quedaba mono. Sigue quedando mono. El caso es que trajo la artillería. La cosa se solucionó con un reforzamiento del Régimen –un Régimen que emplea la violencia no pierde su legitimidad por ello; recuerden; recuerden; recuerden–. Chorrocientos muertos y, después, varios detenidos, tras un juicio Ikea, funcional y de montaje rápido, fueron ejecutados. Entre ellos, un enfermo mental, que al parecer bailó en la calle con la momia de un monja, al que se le aplicó el delito de sedición, rebelión o como se llamara entonces. Y Ferrer i Guàrdia, que no hizo nada, pero, ya puestos al tajo, no pudieron parar. Joan Maragall –el intelectual más prestigioso en la cultura catalana de aquel momento– hizo un par de artículos –equidistantes; posicionándose contra la Restauración esp y contra la burguesía cat, que querían sangre– pidiendo el perdón y la comprensión ante el motín. Le supusieron la desaparición de la cultura cat. De la Restauración no, que ya no estaba. Esta revolución fracasada, repleta de violencia ridícula y represión carísima fue, no obstante, importante en el tiempo. Cambió percepciones. Supuso la creación de Solidaritat Obrera y, en breve, de la CNT, una herramienta para dejar de hacer el ridículo en esos trances. Casi 30 años después, ese cacharro supuso una revolución, con todas las letras, sostenida en el tiempo, en BCN, esa ciudad con serios problemas con Cat y Esp. Este articulete intentará explicar la lógica de lo ocurrido el viernes a partir de la lógica de BCN. La ciudad más rara de Europa. La ciudad en la que más se habla una lengua sin Estado. Una ciudad habituada a comprenderse y a convivir sin hacer preguntas. Una ciudad por la que entró Petrarca y los movimientos sociales en la península. Una sociedad que nos defendió de dos nacionalismos y que hoy, igual, es un lujo prescindible.
2- Estamos, más o menos, en 1909. Este viernes fue un 1909 del siglo XXI. Tal vez de centro-derecha, muy abierto a la postdemocracia –frente a la que no se tiene reparos cuando viene de Cat, y no de Esp–. Pero parece que no se va a crear una Solidaritat no-Obrera, que de pie a una CNT procesista. Esto es clave. Ya veremos.
La cosa transcurrió en el ambiente aglomerado, banderil, festivo y católico de las concentraciones procesistas. En los discursos sucedió, no obstante, algo raro. Nada
3- El viernes vinieron las Marxes. Chorrocientas personas. Menos que el 11-S último, que no fue la bomba. Pero, incluso con eso, fue una mani gansa. No hay muchas así en Europa. La cosa transcurrió en el ambiente aglomerado, banderil, festivo y católico de las concentraciones procesistas. En los discursos sucedió, no obstante, algo raro. Nada. La ciudad era suya y los volvieron a desconvocar hasta la próxima. No se emitió un día histórico en el horizonte. Ningún plan. Los líderes no estaban. Torra ni fue. Y los que había no tenían nada que decir, salvo circulares al uso. Elisenda Paluzie, Presi de ANC, habló de estar preparados para una decla de indepe. En el tiempo. Llegará tarde o temprano, pero fatalmente. Como llega el tercer recibo de la luz. O, snif, la muerte. Esa masa de personas –autoorganizada, dice la propaganda; la propaganda la presenta como algo superior en cultura izquierdista a la izquierda; es su superación; la izquierda, me temo, es el principal objeto a exorcizar en la propaganda procesista; y, creo, su principal éxito– fue invitada a irse, y no a tomar de forma pacífica el Aeropuerto, Hacienda, el Puerto –estructuras del Estado; el marrón y el turrón–. Y la masa cogió y se fue. As usual. Orgullosa de dar, vía tele, otra lección a Europa y al mundo. Supongo que de disciplina, de verticalismo.
4- Ese día coincidía con aturada de país, una forma de llamar a la Huelga General –la introdujo, por cierto, Ferrer i Guàrdia, cogiéndola del sindicalismo francés y publicándola en La Huelga General; igual por eso se lo pelaron–, convocada por un sindicato procesista. En la tradición BCN, un sindicato amarillo. Proliferaron durante la dictadura de Primo. La cosa, en esta ocasión, funcionó. Educación, transportes, 20% sanidad y lockout en varias empresas, en las que no se aplicó, por tanto, reducción del salario. Seat chapó, previendo cortes que impedirían la llegada de trabajadores y materiales. Hubiera habido tan poco de todo eso que el Seat Ibiza les habría salido Seat Formentera. Eso hicieron otras pequeñas empresas, que desplazaron el trabajo –para no perder los 150 pepinos de una huelga– a casa o, simplemente, hicieron huelga. El ambiente era raro. De día de huelga efectivo, pero con la hostelería y el gran y pequeño comercio a tutiplén. Un domingo en Madrid, donde no chapan los domingos. Pero algo nada desdeñable para no haber sindicatos ad-hoc detrás. Algo, por otra parte, insostenible en el tiempo sin sindicatos ad-hoc detrás.
5- De los puntos 3 y 4 se deduce que, en algunas zonas horarias –durante el día, que no por la noche; un día cada vez más corto, por otra parte; este viernes, el festival policial empezó a las 15:00; ¿lo que sucede por la noche sigue siendo procesismo?; no se pierdan, en ese sentido, el punto 16–, la cosa sigue siendo lo de siempre. Un movimiento popular y gubernamental. Hasta cierto punto, sudamericano. Una originalidad, por tanto, en Europa. La envidia de Más País y, me temo, de otras izquierdas y, glups, derechas, esp. Un ejemplo de que el nacionalismo es un gran pegamento, que puede adherir con rapidez un Gobierno y una parte importante de su sociedad, sin recurrir a criterios sociales de cohesión. Otra cosa es que todo eso tenga más funciones, en la tradición europea, que la verticalidad.
6- Inopinadamente, por tanto, y con la que está cayendo –la que está cayendo: condena a galeras, vía un itinerario judicial extraño, de sus líderes–, la sentencia, el clímax del procesismo y del ultraconsitucionalismo, está creando unas contradicciones espectaculares en ambas trincheras. Se esperaban. Pero como pasa con otros objetos esperados –una cita con alguien que te hace tilín; o, snif, la muerte; rayos, ¿qué me pasa hoy con la muerte?–, cuando llegan, acojonan.
7- Sobre las contradicciones en el procés. Varias. Los líderes –encarcelados injustamente, para lo que ha sido necesaria la movilización absoluta de la Justicia, la utilización de cargos falsos para acceder a la preventiva y al TS, que ha afectado al derecho parlamentario incluso; con penas desmesuradas, desproporcionadas, y con cargos muy imaginativos, que no encajan con lo sucedido– no son Mandela. Su condena no hubiera sido posible, incluso, sin itinerarios penales planteados por la Gene y el Parlament en su acusación particular en el caso Encerclem el Parlament. Postdemocráticos, contra el derecho de manifestación, como la sentencia. Su propaganda ha implosionado. Aún así, moderadamente. La disciplina de los manifestantes de este viernes es el sello. Lo más llamativo, e insostenible sin una buena propaganda, ha consistido en un Govern que invitaba a la desobediencia ciudadana –para la liberación nacional, o como se llame; pero no para la cosa desahucios, sanidad, educación, pongamos– para que luego su propia poli reprima a la parroquia. La implosión vuelve a permitir ver, por enésima vez, que no hay nada detrás de lo que es ya una industria –implica profesionales de la política, medios de comunicación, programas de tele y radio, merchandising divertido–. Lo que dificulta gestionar la frustración. Una frustración amplia: frente a las sentencias dadás, frente a una clase política dadá, y contra un Estado dadá –o gagá–, que no dialoga ni del tiempo. Y detrás de esa nada, sólo hay lo que había al principio, en 2012. Dos cosas espectaculares. Un chicken game, una pugna electoral entre dos partidos –sin duda la pugna electoral más irresponsable y loca en toda Europa–, y una masa social impresionante, también única en Europa.
8- Sobre la clase política subnormalizada/el chicken game. No hay nada que hacer. Y, si se hace, sería irrelevante. Si, pongamos, todos los líderes procesistas dimitieran, habría varias generaciones detrás de ellos clónicos a ellos. Sin ninguna palabra o jugada nueva, y una gran idea de patria, épica y grandes gestos hacia la nada. Esta crisis ha sido una huelga japonesa de selección negativa. La gente sexi no está, fue expulsada o se piró. El caso de ERC es dramático. El peor staff de su historia –perdió elecciones, en dos ocasiones, frente a un contrincante inferior y en KO técnico; no supo verlas venir, no construyó nada exportable a otro conflicto o aplicable a este; acabó de cabeza en la cárcel por celo del Estado, claro, pero sin meditación alguna para evitarlo; en el juicio, que nunca se debería haber producido, explicó que mintió a su sociedad, como el resto de acusados– sigue mandando, verticalmente, desde la cárcel. Algo que –salvando las distancias; muchas; cómicas– no lo hizo ni Gramsci. No parece que pueda venir ninguna reacción por parte de ERC ante la que está cayendo. JxC, colapsada, sobrepasada por los hechos, sólo puede esperar de Torra otra jornada de oración en Montserrat. O el siroco-illuminati-procesista de cuando se llega al borde del precipicio. Decía Nietzsche que cuando se mira fijamente al abismo, el abismo acaba mirándote a ti. Pero, y esto no lo dijo Nietzsche, cuando lo mira fijamente un procesista, hasta el abismo dice que pare. Podría ayudar a una salida instantánea, a un cambio de velocidad, la dimisión de Torra y unas elecciones, lo único que mueve un proceso electoral como el procés. Pero en un chicken game nadie convoca elecciones. El 25-O se optó antes por ir a la trena que a unas elecciones. Hasta el abismo tuvo canguelo.
Podría ayudar a una salida instantánea, a un cambio de velocidad, la dimisión de Torra y unas elecciones, lo único que mueve un proceso electoral como el procés
9- Sobre la masa. Sigue siendo el principal patrimonio del procés. Es fiel y disciplinada. Acepta todo de sus líderes. Lo que debería facilitar una negociación con el Estado que, finalice como finalice, siempre se podría vender como victoria histórica. Sí, es una masa alejada de un número mágico para acceder a la indepe –menos del 50% de una sociedad no da para eso, salvo que eso sea una pesadilla–. Pero debe de dar para un cambio importante, sustancial, notorio en la forma del Estado. Pero el Estado se niega a negociar con el principal y más grande movimiento político europeo. Que esa es otra. Y, me temo, se niega independientemente de la capacidad –ridícula, nula– de negociación de los líderes de la cosa.
10- El Estado –y empezamos a hablar de las contradicciones del constitucionalismo– no va a negociar jamás. No puede, o dejaría de serlo. No puede asumir la plurinacionalidad –lo que le sería un chollo; asumiéndola, no tendría que asumir cosas más enojosas, como la ampliación de derechos ciudadanos, una reforma de la justicia, la reducción de tramos del Código Penal pensados para la represión de la protesta, planteados desde 2011–. Ningún Gobierno puede aceptar eso sin desaparecer, sin ser engullido por el resto de partidos constitucionalistas.
11- Cat ha venido a suplir a ETA como elemento de cohesión política. Lo que es otro chollo. En Cat –al menos en el momento en el que escribo esto– no hay muertos, ni la capacidad de producirlos industrialmente. Se gobierna sin Cat, y con Cat como tema, desde Aznar. De Cat se extraen votos, no se cultivan. No son necesarios los votos Cat. Si Pedro Sánchez quiere ser Presi again, a través de una idea de orden, y una idea nacionalista de Esp, no necesita solucionar nada en Cat. Necesita, simplemente, poli. En mucha menor escala que en Euskadi, un territorio desafecto al Estado durante 40 años, de manera mucho más complicada. Aquella experiencia se tradujo en un reforzamiento del Estado en todo el resto de territorios. Entre ese reforzamiento, un aumento –ante el silencio, incluso la percepción, en Europa– de un formidable derecho del enemigo. El derecho del enemigo es, por otra parte, el gran qué del R’78, desde que vio que ETA no era suficiente. Que necesitaba otro enemigo. A falta de una Cat espectacular, el enemigo estaba en la calle. Era el manifestante.
12- El Gobierno(p) estaría, vamos, la mar de feliz con lo que pasa en Cat –la implosión del procesismo–, si no estuviera acompañada de los desórdenes –que también molestan al procesismo–, y si todo ello no supusiera una erosión fabulosa a la propaganda constitucionalista. La mejor democracia del mundo mundial, por ejemplo, aún puede ver anulada su gran sentencia en el TEDH –que, recordemos, no puede cambiar sentencias, pero que si se mosquea puede anularlas; algo no muy frecuente, en efecto–, me explicaba un juez moderado hace un par de días, si el TEDH ve unos conflictos entre derechos que él, por ejemplo, ve. El uso de la represión –aplaudido y traducible en votos en otros territorios, y en ese territorio paralelo que puede ser el próximo Congreso– puede llamar la atención de Europa a partir de cierto grado.
De Cat se extraen votos, no se cultivan. No son necesarios los votos Cat. Si Pedro Sánchez quiere ser Presi again, a través de una idea de orden, y una idea nacionalista de Esp, no necesita solucionar nada en Cat
13- El margen dado por Europa puede ser tan grande como el otorgado el 1-O. Puede ser tan grande como el otorgado a Hungría y Polonia. Y, más para aquí, a Macron. Puede ser más grande, incluso, pues Europa sabe que Esp es rara, una originalidad con modos policiales, jurídicos y tipologías delictivas originales. La percepción de Esp como Estado democrático tabulado es cierta en Europa. Como lo es, me temo, la percepción de sus rarezas no democráticas, no justificables ya por el franquismo, pero asumibles. Son la democracia esp.
14- El viernes, el Gobierno y la Justicia empezaron a emitir en modo punto 11-13. Marlaska explicó que se perseguiría al independentismo en varias de sus modalidades. En casi todas. Lo que puede dar a entender que en todas. Algo excesivo por dos razones. Porque a) es excesivo, y porque b) el procesismo no es necesariamente independentismo. Es su gestión, su aplazamiento. Perseguirlo es no solo sellar que no se quieren soluciones, sino también rentabilidad electoral.
15- ¿En qué se traduce esa persecución? Se supone que en aplicación de cargos varias tallas grandes. En ese momento, al menos, la betemérica estaba chapando webs de Tsunami. Una labor inútil, propagandística, en tanto es imposible cerrar una web. Es más, es una seria intensificación de lo ocurrido en octubre de 2017, cuando el Estado, en colaboración con empresas, cerró páginas e, incluso, acceso a Internet. Algo frecuente en Turquía, pero que supuso un apagón mayor en número e intensidad a los producidos en, glups, Turquía. La AN también informó formalmente que investiga a Tsunami por terrorismo. Investigar por terrorismo a una web –por otra parte, implicada en absoluto en ningún caso de terrorismo– es un indicativo de que también lo puede ser CTXT, la web de L'Osservatore Romano, o tocamelapingadominga.com. Cuidadín con el derecho del enemigo. Cuidadín por cómo gestiona la judicialización de la política, algo que no era suyo, el PSOE. Cuidadín con el terrorismo inexistente. 3 cuidadín = 1 socorro.
16- Por lo demás, el viernes prosiguió la violencia nocturna. Lo que es importante. Pues este viernes finalizaban los festejos procesistas. No había nada convocado hasta el próximo 26-O, que Tsunami convoca mani. Terrorista, por tanto, según la AN. Tendría guasa si no hiciera llorar. El 27-O hay mani constitucionalista de SCC, un terremoto réplica. El hecho de que hubiera disturbios explica, por tanto, que no eran procesistas. Que carecen de control procesista, y que se extenderán sin fecha límite, como mínimo cada noche. ¿Qué son?
17- Ni idea. Son aparatosas en cuanto a incendios, destrozos de mobiliario urbano y ausencia de objetivo. No pretenden nada, salvo mosquear a la poli. Están compuestas por unas 4.000 personas. Algunas, muy pocas pero llamativas, con cierta agresividad. El jueves no salí, pero me dijeron que empezó a haber muchas personas extranjeras. Se habla de muy organizados. No lo son. O, al menos, para hacer lo que hacen, no es necesario un máster. Sí que hay organización en otro punto, muy distante a los que queman containers, como los sanitarios. Voluntarios que se la juegan, con un chalequito amarillo y un casco como defensa. En algún momento, no les sirvió de nada la noche del viernes. Esa noche, la poli salió en modo majara. Pegó a sanitarios y pegó a periodistas. Detuvo a un compi de El País. Cuando te detienen lo peor es el trayecto a la lechera, la lechera, el trayecto hasta comisaría, y la comisaría. Es decir, la detención. Poca broma.
18- En el paseo que me di el viernes observé varias novedades. La presencia de chicos, de treintaypico, no cat, no esp. Y, ciertamente, experimentados. La ausencia de las chicas de los primeros días. Y dos cambios cualitativos. Cambio a) la violencia policial sobre la prensa –es decir, no tienen órdenes, o les han dado barra libre; pegar a prensa es un orientativo de cómo se pega al resto; como posesos; y un orientativo de que empiezan a ser molestos los testigos–. En breve, si esto sigue –seguirá–, la prensa, los testigos, también será algo no deseado en el otro bando. Que, como la realpolitik esp y cat, no necesitará equidistantes, sino consignas sencillas como un botijo. Cambio b), que igual es el mismo, la apuesta por el altercado por parte de la policía desde el primer momento. La génesis de las tundas posteriores, en las que ambos bandos recibieron de lo lindo, fue una hazaña bélica policial. Espectacular, con ballena. Un tanque con un cañón que tira agua, comprado cuando el 15-M, desprecintado ahora. Aún se podría señalar otro cambio importante, c): presencia de grupos con banderas franquistas dando candela.
que la policía pegue a prensa es un orientativo de cómo se pega al resto; como posesos; y un orientativo de que empiezan a ser molestos los testigos
19- Es preciso ponderar que son desórdenes, no la caidita de Roma. No un problema estructural. En Francia consumen manis 20 tallas más grandes, y no se modifica el Código Penal, ni se crean nuevos delitos. Siguen siendo una región del derecho a la manifestación, que debería ser canalizado por una poli más dispuesta a apagar fuegos que a encenderlos con –tanqueta de– agua. Todo indica que esta violencia, mínima, aparatosa, ruidosa, será aprovechada políticamente.
20- El Estado vía punto 15. Y el procesismo vía lo mismo pero sin fuerza, que no tiene. Es decir, vía propaganda. Ya coló en pocas horas que las manis nocturnas están formadas por infiltrados. Coló. Posteriormente, viene utilizando las manis nocturnas para promocionar su opuesto. Las manis marianas, cívicas, pacíficas y verticales y bajo dominio gubernamental del procesismo.
21- Sí, pero ¿qué son? No lo sabe nadie. En 1835, por otra parte, se produjo la primera revolución contemporánea en BCN. Fue después de una corrida de toros –hoy, por tanto, estaría doblemente perseguida–. Un estallido de violencia y muerte –rayos, ya van tres– gratuita. Se pelaron al gobernador militar, y a todos los presos carlistas. Quemaron, por primera vez, conventos en BCN. Y así varios días. Hasta que, de pronto, quemaron el Vapor Bonaplata. El más grande del Estado. Fue el primer acto en Esp del movimiento obrero. Un acto ludita. Si bien no lo sabían ni ellos. Aun sabiendo que eran obreros, ese tipo de protestas –llamadas bullangues, en la BCN de aquella época– se prolongaron por un par de décadas. Debidamente organizados en el primer gran sindicato en Esp, en los años 50, sabiendo ya lo que eran, montaron la primera Huelga General en todo el Estado. Precisa, ordenada, bella. Y, tachán-tachán, exterminada a tiros, animados por la patronal Cat, la más sangrienta de Europa. Vamos, que estas manis, diría, son bullangues. Algo común en una guerra carlista –esas guerras en las que había bando absolutista, pero no bando liberal; tiene guasa–. Algo que aún no ha quemado su Bonaplata. Por lo que no sabemos qué son. Algo a muchos años, parece, de estar organizado y plantearse una Huelga General. A exterminar por el Estado y la patronal cat.
22- El sábado, el Presi y el Vicepresi han hecho una solemne comparecencia para valorar los hechos del viernes. Básicamente, han hecho una propuesta de diálogo al Gobierno, en los términos precisos para que no sea aceptada. Vamos, que han pedido mediación. Ningún Estado pide mediación. No lo pidió ni Vietnam del Sur. No son los traidores necesarios. En el Gobierno, sigue sin haberlos.
23- Marlaska ha venido al Ulster. O esa es la escenografía. Ha anunciado medidas de cirujano de hierro, que son las que molan en su pack. En un momento dado, se ha reunido con Buch, su homólogo cat. Nada. Media hora. No han hablado de nada, ni un “¿y tú, qué porra gastas?”. En rueda de prensa posterior, ambos interiólogos han dibujado al enemigo. El independentismo, para Marlaska. Los antisistema, para Buch. De una mani, como del cerdo, se aprovecha todo.
24- La CUP ha hecho rueda de prensa. Ha evaluado la situación. Ha dibujado unas instituciones cat sobrepasadas. Bien. Ha planteado que es imposible la negociación con el Estado. Bien. Y, luego, ha propuesto la movilización permanente, a leches, se supone. Unas leches nocturnas en las que, diría, no participa la CUP-tipo. Ha dibujado, vamos, un mapa para la indepe. Ha criticado a Torra, pero han pedido la dimisión de Buch. Rechaza nuevas elecciones y otras medidas en cat, que conduzcan a desbordar al Estado, que esta vez, que hay 4.000 tipos en la calle cada noche, sí que sí. Han utilizado, nivel chupito, el palabro poble, que los de BCN unimos a vacaciones, o a un tipo de fuet. Están en campaña electoral. Se presenta, por primera vez, a unas elecciones al Congreso. Supongo, por tanto, que es un discurso electoral. Igual se lo creen. Se lo creyeron, diría, en 2017. El patriotismo es muy raro.
Necesitamos dos traidores. Traidores a dos estupideces sacras. Un traidor al poble cat, y un traidor a la mejor democracia del mundo. Que se reúnan y hablen y acuerden algo que ni ellos se esperaban
25- En el momento en el que escribo estas líneas prosigue el gran problema del procesismo y del Gobierno. No son las manis de noche. Son los cortes en carreteras y vías. Pacíficos. La frontera con Francia ha estado cortada por horas. Eso es, me temo, lo que hay escondido detrás de la noche. El día. Acciones que pueden ser simultáneas, continuadas, no violentas. Por lo mismo, más feas de reprimir por el Estado. Si prosiguen, se sobrepasará al procesismo. Si no, es que son procesismo. Si siguen y participa Tsunami, permitirán saber si Tsunami es o no es gubernamental. Este es el gran tema, supongo.
26- No hay cabeza. No hay plan. Lo de siempre. Pero a tiempo real. En el vacío, Ada Colau ejerce plásticamente de Presi de la Gene, con sus declaraciones, que orientan sobre lo que hacer y no se hace. Sería un buen momento para que las izquierdas emitieran algo. Lo que sería, en todo caso, inútil. La solución debe ser procesista. Su público no entendería una solución si no viene del poble, es decir, del Govern. No es un movimiento de izquierdas. Es ciertamente esencialista. Y requiere una solución.
27- Me dicen muchos lectores que no aporto soluciones. El periodismo no aporta soluciones. Ya aporta un huevo, cuando lo hace, si describe. Por mi parte, al menos, estoy hasta las tetas de periodismo solucionador. Empezó en los 80. Disponemos hoy de dos escuelas. La procesista y la constitucionalista, fieles a las soluciones de sus dos gobiernos. Pese a ello, ahí va esta propuesta de solución. No la hay. El milagro más fácil, empero, sería este: dos traidores. Necesitamos dos traidores. Traidores a dos estupideces sacras. Un traidor al poble cat, y un traidor a la mejor democracia del mundo. Que se reúnan y hablen y acuerden algo que ni ellos se esperaban. Y traicionen a sus dos trincheras. No existen esas dos figuras. No pinta que existan hasta que sea demasiado tarde. Lo demás es propaganda.
28- Por otra parte, la Red posibilitó en 2011 una inteligencia mayor y más rápida que la del Estado. Hoy, las redes sociales son una parodia, que hacen fluir con rapidez la escasa inteligencia del Estado. Que son dos. Constitucionalismo y procesismo –la Gene, en fin, no es una ONG–. A mí me llegan infinitud de mensajes en los que ya no se discute de enfoque, errores, o control periodístico, sino en los que se me señala, con improperios, la dirección a seguir. No es un atentado a la libertad de expresión. Lo es a la inteligencia. Y un indicio de lo que viene/vuelve. En mi caso, mi sujeto-crítico son fachas-constitucionalistas y procesistas gore. Por amigos y compis que se incorporan a la juerga, observo que el procesismo modula, en algunos usuarios, la capacidad de informarte de que lo que dices no aparece nunca en el momento sentimental correcto, lo que refuerza al enemigo. Y que debes de ejercer un ejercicio de moderación para satisfacer al poble. Un clásico. En plena Guerra Civil –no lo estamos, ni mucho menos–, a Joan Peiró le decían lo mismo –equidistante, fascista– por informar de crímenes de guerra de su propio bando desde Catalunya, el único diario de la CNT en cat. En la misma época, los ilustradores Kalders y Tísner hacían chistes, verdaderamente graciosos –en la L´Esquella de la Torratxa, creo– burlando la censura de guerra, sobre la muerte –muerte otra vez; Dios, ¿qué me pasa?– entre iguales en la retaguardia. Es decir, sobre crímenes y excesos de guerra. BCN siempre se ha reído de la censura y de los meapilas en prensa. Al menos, snif, hasta hace pocas décadas. Mi política al respecto va a seguir siendo la misma que la de los próceres BCN que cito, en un momento en el que no es necesaria aún, ni mucho menos, la valentía de aquellos tipos sexis –imposible de repetir, por otra parte– frente a un pitxamandurrias aún común. El Estado está cometiendo excesos de fuerza. Y el procesismo, excesos con sus escasas fuerzas. Hay que intentar explicarlo.
29- En esta noche del sábado, hay dos manis inesperadas convocadas. Una CDR-Arran/CUP, contra Buch y las coreografías policiales. Otra de ERC, contra la violencia. Solo puede quedar una, como en la pelis. O en GH.
Ya está abierto El Taller de CTXT, el local para nuestra comunidad lectora, en el barrio de Chamberí (C/ Juan de Austria, 30). Pásate y disfruta de debates, presentaciones de libros, talleres, agitación y eventos...
Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí