Retrato del abuelo adolescente
El sumun de la derechización es la cosa ‘poble’ y la cosa pueblo, que nos deja a un mazo de personas fuera del ‘trademark’. Lo que no es dramático, si no fuera porque en ese afuera te corren a boinazos
Guillem Martínez 2/11/2019
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1- La memoria es una broma. En términos generacionales, llega hasta tu abuelo. Con cierta recreación e impostura y precariedad. Manrique, por ejemplo, cuando habla de su padre en las Coplas a la muerte de su ídem, en realidad evoca vestidos, instrumentos, costumbres de su abuelo, que le parecen lo suficientemente remotas e inconexas como para dar el pego. Nadie recuerda algo más allá de su abuelo, salvo, en el mejor de los casos, detalles chorras. Nadie recuerda, por tanto, 300 años, 500, 1.000, esas cantidades que se utilizan en Europa para hablar de las comunidades nacionales, esas mentiras relativas, por las que periódicamente nos damos para el pelo. Cuando nos damos para el pelo por esos temas, en realidad nos damos para el pelo no por 300, 500 o 1.000 años, sino por nuestro abuelo. Algo sumamente inquietante.
2- Nada, que me apetecía empezar este resumen de las últimas horas con este prólogo sobre la memoria y la identidad. Y finalizarlo, en el punto 27 –no se lo pierdan–, con mi abuelo. Bueno, vamos que nos vamos. Empezamos con la trinchera Estado. Si les hace gracia, la trinchera Cat ya es para ir al traumatólogo para que te enyese la mandíbula.
3- El Consejo de Ministros, esa herramienta para dibujar estados de ánimos, ha dicho que hará un decretazo para limitar las posibilidades de una República Digital Cat. Recordemos que esa posibilidad es lejana y exótica. Es un como que no, como casi todo lo que emite el procesismo. La idea de la Gene era realizar una digitalización de la administración, que facilitaría el contacto ciudadanía-Estado –la Gene es Estado– en el trance de, fundamentalmente, atracarte. A la ciudadanía, no obstante, y como siempre, se le comunicaba que eso era el cimiento de un Estado latente y excitante y en tu pantalla, como el porno. La inspiración era una república báltica que, en efecto, digitalizó el Estado, en previsión de un gobierno báltico en Londres, tras una posible invasión rusa. Por el mismo precio, y hasta que Putin se decida o no, la república báltica se ha puesto las botas con inversiones extranjeras. Crear una empresa allí es como hacerte de Netflix. Pim-pam. El decretazo esp, por lo visto, prohíbe recurrir a servidores en paraísos extranjeros para hacer ese tipo de cosas. Algo que, por otra parte, ya estaba prohibido. Por lo que el decretazo, ahora mismo, solo aporta emisión de campaña electoral, visualición de Sánchez como un pollo al que no se le escapa nada, ni siquiera en el siglo XXI. Cuando el decretazo aparezca por escrito, el abogado Carlos Sánchez Almeida, experto en derecho informático, a quien saludo desde aquí –hola, a ver si cae esa fabada–, me lo explica y yo a ustedes.
La calle afea al procesismo su falta de unidad y decisión. Pero, en el interín, la gente parece no desbordar los marcos gubernamentales, sino obedecerlos
4- El programa del PSOE ha abandonado el federalismo durante unas horas, hasta que Iceta/PSC montó el pollo y lo volvieron a subir a Google. Durante esas horas no federales, es preciso decir nadie echó a faltar algo que no existe y que debe de tener tan poca importancia que volvió a ser aceptado como animal de compañía, tras haber sido previamente degollado. Vamos que a estas alturas ya debe de cantar a muerto. El abandono del federalismo, y su posterior adopción como disco solicitado por una minoría, explica por tanto su muerte. Su carácter testimonial. Y, en general, la política como medidas y conceptos testimoniales. En ese sentido, el PSOE, en estas elecciones, parece no presentarse como un partido federal –vamos, como siempre, por otra parte–, tampoco como un partido con una propuesta izquierdista llamativa ante la que va a caer –va a caer recesión/la del pulpo–. Se sitúa como partido de orden –esta ordenando hasta el ciberespacio–. Parece que su cosa gauche y canalla va a estar modulada por otras inhumaciones de Franco, ese cadáver que salió de una tumba de Patrimonio Nacional para ir a otra tumba de Patrimonio Nacional. En esta emisión, la cosa consistirá en quitar condecoraciones franquistas a condecorados que han tenido el mal gusto de no morir de viejos. Es decir, lo contrario a anular sentencias franquistas. Lo contrario a algo efectivo. El PSOE ofrece lo que cualquier partido de la parrilla –neoliberalismo–, y el plus sensación-de-vivir-antifranquista. Es como el procés. Esa cosa que tan solo necesita medidas chorras y que no culminen en cambio legal y jurídico. Y un enemigo. Era cuestión de tiempo que el Estado descubriera el filón del procés, ese no hacer nada, pero con todo el mundo más caliente que un mechero.
5- Sobre el enemigo. Se renueva. El Gobierno le ha dicho al TC que espabile con la Mesa del Parlament, y que le eche a la Fiscalía pero ya. Por, recordemos, una resolución emitida en el Parlament. Una resolución, recordemos indeed, es como besar a tu hermana. Parece un beso, pero no se traduce necesariamente en un fin de semana loco. O peor, es como retirar condecoraciones, a estas alturas, a polis franquistas. No es nada. Si bien ahora son planes para dominar el mundo emitidos por el enemigo. El PSOE acepta proseguir con la política de Rajoy en Cat: combatir las moscas, las resoluciones, el trile, a cañonazos. ¿Qué puede salir mal?
6- Carmen Calvo –un perfil de la política del siglo XXI, ese arte sustentado en la palabra y el sentimiento, pero no en el hecho; la política está llena de esos perfiles; unos, emiten resoluciones vacías, otros las persiguen; unos van a chirona, otros les llevan a chirona– ha advertido a Bélgica, país hermano, que como no espabile con la euroorden de Puigde, que se atenga. En breve, la Esp inmortal de 500 o 1.000 años puede no solo tener un enemigo interno, capaz de hacer webs en java o resoluciones en .doc, sino un enemigo externo, Bélgica, potencial base terrorista internacional a este paso.
7- Son extraños estos lapsus derechistas y nacionalistas en el PSOE. Lo que indica que pueden ir siendo frecuentes en la nueva deriva del PSOE –gestos intrascendentes y emotivos, orden, neoliberalismo, no-federalismo–. Si bien parece que los cuidan mucho siempre que pueden y no les da el calentón. Por ejemplo, el Gobierno ha contratado –15.000 euros al mes; Gobierno, escucha: yo te lo hago por la mitad– a una agencia de comunicación USA para que trabaje, como pueda y en los USA, el tema Cat y el revisionismo histórico de la conquista esp en Sudamérica. Es decir, con esa chorrada se consigue que ese pack, muy sensible, lo asuma la privada, y no España Global, un ente emisor de propaganda reaccionaria que, por lo visto, queda para consumo interno y europeo, dos plazas menos exigentes.
8- Sobre las euroórdenes. Aparte de la de Puigde, se han emitido para Comín y Ponsatí –por sedición–, y para Puig –malversación–. Una euroorden es un cacharro automático, fundamentado en la confianza entre dos Estados. Y se ha de decir que no están resultando automáticas –a Puigde le han dado hora, en un juzgado belga, para diciembre–, por lo que no suscitan la confianza en, al menos, uno de los Estados implicados. El belga, ese Estado amenazado por el Gobierno esp en la persona de Calvo. Sería lógico que, una vez emitida la sentencia, la euroorden hubiera sido por plis-plas system. Veremos cómo le va a esta sentencia húngara en su primera ITV europea. Igual, nos reímos.
9- Rayos, ya estamos en la trinchera cat. Aparten a los niños.
10- Las instituciones –Govern, Parlament, partidos– siguen sin emitir. O se remiten a las resoluciones –nada– emitidas.
11- En este vacío estético, prima y gana iniciativa el vacío absoluto. Es decir, Puigde/Waterloo/Torra. La idea es el conflicto en la calle, que no en la política –no hay nadie dispuesto a ir al trullo allí– como acceso de llenar el vacío. Es, por tanto, el conflicto por el conflicto. Sin mucho itinerario, sin un punto al que llegar. Es otra forma de política mágica. Un ir haciendo de manera que al final, zas, de forma mágica, llegue la solución mágica/la indepe. Pero en este caso, lo dicho, sin política. La fórmula de lo que sucede en la calle es, por tanto, algo elaborado con la misma receta con la que los Governs parece que lo elaboran todo desde 2012: las sensaciones, aquello de que si lo deseas con mucha fuerza se cumplirá.
Fruto de la huelga universitaria, se ha hecho una acampada de estudiantes en Plaça Universitat. Los medios públicos y concertados la presentan como un 15M cat
12- La sensación es que esto –la calle/el conflicto– no lo domina nadie. Por lo que no tiene límite ni limitaciones. Es el desbordamiento que, a su vez, puede conducir al momento mágico de los XXXXXXX, ese que nadie planifica desde 2012.
13- Sí, esa es la sensación. Hasta que observas la cosa un par de veces.
14- La cosa está dominada por marcos. Es decir, culturalmente. La calle afea al procesismo su falta de unidad y decisión. Pero, en el ínterin, la gente parece no desbordar los marcos gubernamentales, sino obedecerlos. Son marcos, para mayor divertimento, derechistas. O, al menos, sin ninguna relación con la tradición republicana y de izquierdas cat, dilatada. Se relaciona, de hecho, con las nuevas derechas europeas. No se pierdan el punto 19.
15- Todo reposa en el concepto poble, por lo que veo. O eres del poble, o eres un mindundi. Para ser poble, debes de compartir criterios gubernamentales. O a lo sumo, ese es el límite, pedir la dimisión de Buch. Por lo que observo, el gran qué de las manifestaciones –cortes de tráfico, cerco a la estación de Sants– por ahora no afectan al Estado, sino al resto de población. El no poble, se supone.
16- El no poble, no se vayan a pensar, es muy amplio. Es el no procecismo. Personas de identidad esp, pero tambén indepes, personas con otra lectura de la izquierda –sin poble–, personas tan alejadas de la cursilería procesista como de la constitucionalista –BCN es muy gamberra, en ese sentido– y, diría, fundamentalmente, personas que pasan de todo. En general, todos juntos, pero no revueltos, tienden a vivir las continuas manis procesistas con respeto al derecho a la manifestación. Y con chistes sobre el procesismo victimista y sus fills. Y con silencio y wasaps maravillados. Poco más. Un poco como Moratín –pasó por BCN unas semanas, depre y rumbo al exilio, tras el fracaso napoleónico– describía a los barceloneses a principios del XIX, una ciudad en la que todo el mundo tiende a respetarse las opiniones, y donde las opiniones personales no crean polémica, ni se emiten desde el fanatismo. Hasta glups, ahora.
17- Y espero que dure, porque parece ser que la directriz cultural, una vez que consiste en erigir a una parte, a una minoría, en poble, pasa antes por el enfrentamiento con el no-poble, que con el Estado. En un suerte de guerra civil fría. Se diría que esta es la directriz del nuevo y oscuro comité de sabios del procesismo, muy similar, en cuanto a capacidad intelectual y cultura democrática, al comité oscuro etc. que diseñó, en 2017, esa sitcom denominada procés.
18- Ese enfrentamiento es, me temo, lo que el comité entiende como desbordamiento. Y es lo que potencia.
19- Sobre la utilización de marcos derechistas y la derechización de la izquierda. Por ahora, se ha admitido como huelga general el concepto lockout. Con suma tranquilidad. Y no es lo mismo. Es, de hecho, lo contrario. Exemplum: las 8 horas no solo se consiguieron con huelga general, sino que esa huelga general fue represaliada atrozmente, entre otros mecanismos, con lockout. También ha colado como huelga indefinida una huelga estudiantil que no es una huelga indefinida –ni, de hecho, una huelga– pues, previo pacto con los rectorados, los universitarios no arriesgan nada. Es decir, protestan en la dirección correcta según el Govern. Se exponen a aprobados generales, como en los 70, con la diferencia de que en los 70 aquello fue una decisión de los penenes, que se la jugaron, mientras que ahora lo es del rectorado/el jefe. Una huelga protegida por el Estado es una huelga sin consecuencias para facilitar que los estudiantes se manifiesten por un Gibraltar Español, por el Anschluss, por la política antiterrorista de Aznar, o por la victoria de Erdogan y el pueblo turco contra los militares. En general, por cualquier ocurrencia gubernamental. Con esos cacharros, la huelga se aleja de la cultura de la huelga y entra en otra. Gubernamental. Del poble.
20- Fruto de la huelga universitaria, se ha hecho una acampada de estudiantes en Plaça Universitat. Según mis cuentas, es la cuarta acampada procesista. A dos las echaron a leches los Mossos. Otras dos, en octubre de 2017, diminutas, murieron de risa. En esta ocasión, la acampada, por lo que vi el jueves, no es muy vistosa. Pero puede crecer, claro. Los medios públicos y concertados la presentan como un 15M cat. En sus exigencias está el pack de exigencias de Waterloo/Torra, más el plus derechos sociales, que no se especifican. En todo el procesismo jamás se han especificado, salvo para afirmar que, con Estado propio, serían la monda. Igual también se sigue aquí esa tradición de chutar la pelota para adelante. Los acampados se hacen llamar Generación 14-O, día en el que se repartió leña en el aeropuerto. Una generación se parece más a su época que a sus padres, salvo, en este caso, en el punto derechos sociales sin especificar.
En una crisis democrática, social, económica y política, esto es un conflicto en el que se derechizan los marcos. Sin solución. Hay poco más
21- Las ocho universidades cat han votado en sus claustros un manifiesto, en la linea Waterloo/Torra. Mola que las universidades voten y declaren lo que quieran. Pero sorprende la unanimidad en ocho universidades, cuando no la hay en un departamento. También sorprende los datos facilitados. Se ha votado por el 80%. No ha sido así, ni los claustros fueron una balsa de aceite en ese trance, ni fue sencilla esa unanimidad dirigida. No puede serlo cuando la universidad, el sentido crítico, vota como una posesa un texto gubernamental. No puede serlo cuando se ha negado a votar, a constatar, anteriores rebajas de la democracia y el bienestar, frecuentes desde 2011. En la UAB, que ahora ha votado con disciplina prusiana este manifiesto, por ejemplo, aún hay pendiente un juicio, en el que el rectorado aparece como demandante, con peticiones abultadas a estudiantes, personal y profesores que ocuparon el rectorado hace pocos años, sin bandera ni aprobado general. No eran, se supone, poble.
23- Tsuanami Democràtic –entidad declarada de utilidad pública/terrorista por la GC; no es eso en absoluto; afirmarlo sería una irrresponsabilidad, si no fuera algo peor– ha pasado su programa de festejos. Es inquietante, como señalé en mi último artículo, que tenga actos programados para la jornada electoral. Es decir, que esos actos puedan implicar la ocupación de colegios. La democracia en el Sur de Europa es un truño, tal y como nos está quedando, pero no puede ser formalmente menos. Que alguien erigido en poble ocupe colegios electorales, si al final lo hace, implicaría un definitivo anclaje del problem cat en la tradición polaca y húngara. Y sería otro paso en la guerra civil fría.
24- Por otra parte, se ha demandado a Elisenda Paluzie, Presi de ANC, por terrorismo o algo así, por unas declaraciones en las que afirmaba que las manifestaciones violentas de BCN internacionalizan el conflicto. Decir eso –en general, decir–– no es terrorismo. Penalizar decir es un recorte de la libertad de expresión. Por otra parte, el procés ya está internacionalizado. La política internacional ha tomado nota de las relaciones de Puigde con las derechas autoritarias, o de la existencia de un presi de la Gene racista en el interior. En otro orden de cosas, Junqueras ha censurado a Paluzie, y ha vendido la moto Ghandi desde el trullo. Junqueras, un político poco hábil, por otra parte ha emitido estas semanas enfrentamiento con el PSC, al que responsabiliza de su paso por la cárcel. Al que aleja del concepto poble, por tanto. Esta gente son el primo psicópata de Gandhi.
25- Los grandes sentimientos impiden ver la realidad. Solo puedes ver que tu novia era una psicokiller cuando se van los sentimientos, etc. Por lo mismos, cuesta saber dónde estamos. En este cacao de poble, antipoble, dirigismo, marcos derechistas en la política y en las manifestaciones, ha aparecido un estudio estadístico del Insitut de Ciències Polítiques i Socials de la UAB que pone un poco de orden, y explica el desorden de la política sentimental. Se fija que un 34% de la sociedad catalana se autodefine como indepe. Lo llamativo es que un 50% está por mayor autogobierno o, incluso, por el Estado federado. Vamos, que hay partido, en el caso de que hubiera una clase política cat y esp que se supieran encontrar el culo con ambas manos. Un 11% cree que el procés acabará en indepe. Ese 11% es muy importante. En 2017 era el 20%, según el CIS. Vamos, que ha bajado. Un profe de estadística me explicó, en 2017, en la Universidad de Minnesota, que aquel 20% –hoy 11%– es el independentismo efectivo, no autodefinido. Esto es, vamos, un conflicto sentimental entre procesismo y no-federalismo y judicalización. En una crisis democrática, social, económica y política, esto es un conflicto en el que se derechizan los marcos. Sin solución. Hay poco más. Sin marcos, esto sería la monda.
26- El sumun de la derechización es la cosa poble y la cosa pueblo, que nos deja a un mazo de personas fuera del trademark. Lo que no es dramático, si no fuera porque en ese afuera te corren a boinazos.
27- El 20 de julio de 1936 mi abuelo era pueblo. Pueblo es un concepto dinámico. Unos siglos antes significaba tener un soberano, unos siglos después, no tenerlo. En la época de mi abuelo, pueblo era un concepto de clase. Tres años después a esa fecha, pueblo era una masa laboriosa y católica. En los 70, el PSUC recuperó el concepto poble, emitido en los 30, para aludir en esta ocasión a la unidad de la sociedad cat. Es decir, para evitar una sociedad dividida en dos comunidades, con una derecha etnicista que se comiera con patatas el concepto poble. Que es posiblemente lo que está pasando en el siglo XXI en Cat. Anyway. La CNT ese día le dio una pistola a mi abuelo, para que fuera a la estación, y vigilara si venía algún fascista en el tren. En tanto que pueblo, mi abuelo podría identificarles. No vio ningún fascista, si no gente con miedo. Hasta que cayó en que tenían miedo de él, de su pistola. “El único fascista que vi aquel día fui yo, con mi pistola”. La devolvió. Hizo la guerra como sanitario. Y en el frente, que es donde había fascistas.
28- El punto 28 es un llamamiento, o un chiste, para que nadie esté en una estación, con una pistola del siglo XXI, seleccionando lo que es pueblo o no. Para que nadie se erija en pueblo. O estaremos perdidos.
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Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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