1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Retrato del abuelo adolescente

El sumun de la derechización es la cosa ‘poble’ y la cosa pueblo, que nos deja a un mazo de personas fuera del ‘trademark’. Lo que no es dramático, si no fuera porque en ese afuera te corren a boinazos

Guillem Martínez 2/11/2019

<p>Acampada estudiantil en Plaça Universitat (Barcelona).</p>

Acampada estudiantil en Plaça Universitat (Barcelona).

RTVE

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

1- La memoria es una broma. En términos generacionales, llega hasta tu abuelo. Con cierta recreación e impostura y precariedad. Manrique, por ejemplo, cuando habla de su padre en las Coplas a la muerte de su ídem, en realidad evoca vestidos, instrumentos, costumbres de su abuelo, que le parecen lo suficientemente remotas e inconexas como para dar el pego. Nadie recuerda algo más allá de su abuelo, salvo, en el mejor de los casos, detalles chorras. Nadie recuerda, por tanto, 300 años, 500, 1.000, esas cantidades que se utilizan en Europa para hablar de las comunidades nacionales, esas mentiras relativas, por las que periódicamente nos damos para el pelo. Cuando nos damos para el pelo por esos temas, en realidad nos damos para el pelo no por 300, 500 o 1.000 años, sino por nuestro abuelo. Algo sumamente inquietante.

2- Nada, que me apetecía empezar este resumen de las últimas horas con este prólogo sobre la memoria y la identidad. Y finalizarlo, en el punto 27 –no se lo pierdan–, con mi abuelo. Bueno, vamos que nos vamos. Empezamos con la trinchera Estado. Si les hace gracia, la trinchera Cat ya es para ir al traumatólogo para que te enyese la mandíbula. 

3- El Consejo de Ministros, esa herramienta para dibujar estados de ánimos, ha dicho que hará un decretazo para limitar las posibilidades de una República Digital Cat. Recordemos que esa posibilidad es lejana y exótica. Es un como que no, como casi todo lo que emite el procesismo. La idea de la Gene era realizar una digitalización de la administración, que facilitaría el contacto ciudadanía-Estado –la Gene es Estado– en el trance de, fundamentalmente, atracarte. A la ciudadanía, no obstante, y como siempre, se le comunicaba que eso era el cimiento de un Estado latente y excitante y en tu pantalla, como el porno. La inspiración era una república báltica que, en efecto, digitalizó el Estado, en previsión de un gobierno báltico en Londres, tras una posible invasión rusa. Por el mismo precio, y hasta que Putin se decida o no, la república báltica se ha puesto las botas con inversiones extranjeras. Crear una empresa allí es como hacerte de Netflix. Pim-pam. El decretazo esp, por lo visto, prohíbe recurrir a servidores en paraísos extranjeros para hacer ese tipo de cosas. Algo que, por otra parte, ya estaba prohibido. Por lo que el decretazo, ahora mismo, solo aporta emisión de campaña electoral, visualición de Sánchez como un pollo al que no se le escapa nada, ni siquiera en el siglo XXI. Cuando el decretazo aparezca por escrito, el abogado Carlos Sánchez Almeida, experto en derecho informático, a quien saludo desde aquí –hola, a ver si cae esa fabada–, me lo explica y yo a ustedes.

La calle afea al procesismo su falta de unidad y decisión. Pero, en el interín, la gente parece no desbordar los marcos gubernamentales, sino obedecerlos

4- El programa del PSOE ha abandonado el federalismo durante unas horas, hasta que Iceta/PSC montó el pollo y lo volvieron a subir a Google. Durante esas horas no federales, es preciso decir nadie echó a faltar algo que no existe y que debe de tener tan poca importancia que volvió a ser aceptado como animal de compañía, tras haber sido previamente degollado. Vamos que a estas alturas ya debe de cantar a muerto. El abandono del federalismo, y su posterior adopción como disco solicitado por una minoría, explica por tanto su muerte. Su carácter testimonial. Y, en general, la política como medidas y conceptos testimoniales. En ese sentido, el PSOE, en estas elecciones, parece no presentarse como un partido federal –vamos, como siempre, por otra parte–, tampoco como un partido con una propuesta izquierdista llamativa ante la que va a caer –va a caer recesión/la del pulpo–. Se sitúa como partido de orden –esta ordenando hasta el ciberespacio–. Parece que su cosa gauche y canalla va a estar modulada por otras inhumaciones de Franco, ese cadáver que salió de una tumba de Patrimonio Nacional para ir a otra tumba de Patrimonio Nacional. En esta emisión, la cosa consistirá en quitar condecoraciones franquistas a condecorados que han tenido el mal gusto de no morir de viejos. Es decir, lo contrario a anular sentencias franquistas. Lo contrario a algo efectivo. El PSOE ofrece lo que cualquier partido de la parrilla –neoliberalismo–, y el plus sensación-de-vivir-antifranquista. Es como el procés. Esa cosa que tan solo necesita medidas chorras y que no culminen en cambio legal y jurídico. Y un enemigo. Era cuestión de tiempo que el Estado descubriera el filón del procés, ese no hacer nada, pero con todo el mundo más caliente que un mechero.

5- Sobre el enemigo. Se renueva. El Gobierno le ha dicho al TC que espabile con la Mesa del Parlament, y que le eche a la Fiscalía pero ya. Por, recordemos, una resolución emitida en el Parlament. Una resolución, recordemos indeed, es como besar a tu hermana. Parece un beso, pero no se traduce necesariamente en un fin de semana loco. O peor, es como retirar condecoraciones, a estas alturas, a polis franquistas. No es nada. Si bien ahora son planes para dominar el mundo emitidos por el enemigo. El PSOE acepta proseguir con la política de Rajoy en Cat: combatir las moscas, las resoluciones, el trile, a cañonazos. ¿Qué puede salir mal?

6- Carmen Calvo –un perfil de la política del siglo XXI, ese arte sustentado en la palabra y el sentimiento, pero no en el hecho; la política está llena de esos perfiles; unos, emiten resoluciones vacías, otros las persiguen; unos van a chirona, otros les llevan a chirona– ha advertido a Bélgica, país hermano, que como no espabile con la euroorden de Puigde, que se atenga. En breve, la Esp inmortal de 500 o 1.000 años puede no solo tener un enemigo interno, capaz de hacer webs en java o resoluciones en .doc, sino un enemigo externo, Bélgica, potencial base terrorista internacional a este paso. 

7- Son extraños estos lapsus derechistas y nacionalistas en el PSOE. Lo que indica que pueden ir siendo frecuentes en la nueva deriva del PSOE –gestos intrascendentes y emotivos, orden, neoliberalismo, no-federalismo–. Si bien parece que los cuidan mucho siempre que pueden y no les da el calentón. Por ejemplo, el Gobierno ha contratado –15.000 euros al mes; Gobierno, escucha: yo te lo hago por la mitad– a una agencia de comunicación USA para que trabaje, como pueda y en los USA, el tema Cat y el revisionismo histórico de la conquista esp en Sudamérica. Es decir, con esa chorrada se consigue que ese pack, muy sensible, lo asuma la privada, y no España Global, un ente emisor de propaganda reaccionaria que, por lo visto, queda para consumo interno y europeo, dos plazas menos exigentes.

8- Sobre las euroórdenes. Aparte de la de Puigde, se han emitido para Comín y Ponsatí –por sedición–, y para Puig –malversación–. Una euroorden es un cacharro automático, fundamentado en la confianza entre dos Estados. Y se ha de decir que no están resultando automáticas –a Puigde le han dado hora, en un juzgado belga, para diciembre–, por lo que no suscitan la confianza en, al menos, uno de los Estados implicados. El belga, ese Estado amenazado por el Gobierno esp en la persona de Calvo. Sería lógico que, una vez emitida la sentencia, la euroorden hubiera sido por plis-plas system. Veremos cómo le va a esta sentencia húngara en su primera ITV europea. Igual, nos reímos.

9- Rayos, ya estamos en la trinchera cat. Aparten a los niños.

10- Las instituciones –Govern, Parlament, partidos– siguen sin emitir. O se remiten a las resoluciones –nada– emitidas. 

11- En este vacío estético, prima y gana iniciativa el vacío absoluto. Es decir, Puigde/Waterloo/Torra. La idea es el conflicto en la calle, que no en la política –no hay nadie dispuesto a ir al trullo allí– como acceso de llenar el vacío. Es, por tanto, el conflicto por el conflicto. Sin mucho itinerario, sin un punto al que llegar. Es otra forma de política mágica. Un ir haciendo de manera que al final, zas, de forma mágica, llegue la solución mágica/la indepe. Pero en este caso, lo dicho, sin política. La fórmula de lo que sucede en la calle es, por tanto, algo elaborado con la misma receta con la que los Governs parece que lo elaboran todo desde 2012: las sensaciones, aquello de que si lo deseas con mucha fuerza se cumplirá.

Fruto de la huelga universitaria, se ha hecho una acampada de estudiantes en Plaça Universitat. Los medios públicos y concertados la presentan como un 15M cat

12- La sensación es que esto –la calle/el conflicto– no lo domina nadie. Por lo que no tiene límite ni limitaciones. Es el desbordamiento que, a su vez, puede conducir al momento mágico de los XXXXXXX, ese que nadie planifica desde 2012.

13- Sí, esa es la sensación. Hasta que observas la cosa un par de veces.

14- La cosa está dominada por marcos. Es decir, culturalmente. La calle afea al procesismo su falta de unidad y decisión. Pero, en el ínterin, la gente parece no desbordar los marcos gubernamentales, sino obedecerlos. Son marcos, para mayor divertimento, derechistas. O, al menos, sin ninguna relación con la tradición republicana y de izquierdas cat, dilatada. Se relaciona, de hecho, con las nuevas derechas europeas. No se pierdan el punto 19.

15- Todo reposa en el concepto poble, por lo que veo. O eres del poble, o eres un mindundi. Para ser poble, debes de compartir criterios gubernamentales. O a lo sumo, ese es el límite, pedir la dimisión de Buch. Por lo que observo, el gran qué de las manifestaciones –cortes de tráfico, cerco a la estación de Sants– por ahora no afectan al Estado, sino al resto de población. El no poble, se supone. 

16- El no poble, no se vayan a pensar, es muy amplio. Es el no procecismo. Personas de identidad esp, pero tambén indepes, personas con otra lectura de la izquierda –sin poble–, personas tan alejadas de la cursilería procesista como de la constitucionalista –BCN es muy gamberra, en ese sentido– y, diría, fundamentalmente, personas que pasan de todo. En general, todos juntos, pero no revueltos, tienden a vivir las continuas manis procesistas con respeto al derecho a la manifestación. Y con chistes sobre el procesismo victimista y sus fills. Y con silencio y wasaps maravillados. Poco más. Un poco como Moratín –pasó por BCN unas semanas, depre y rumbo al exilio, tras el fracaso napoleónico– describía a los barceloneses a principios del XIX, una ciudad en la que todo el mundo tiende a respetarse las opiniones, y donde las opiniones personales no crean polémica, ni se emiten desde el fanatismo. Hasta glups, ahora. 

17- Y espero que dure, porque parece ser que la directriz cultural, una vez que consiste en erigir a una parte, a una minoría, en poble, pasa antes por el enfrentamiento con el no-poble, que con el Estado. En un suerte de guerra civil fría. Se diría que esta es la directriz del nuevo y oscuro comité de sabios del procesismo, muy similar, en cuanto a capacidad intelectual y cultura democrática, al comité oscuro etc. que diseñó, en 2017, esa sitcom denominada procés.

18- Ese enfrentamiento es, me temo, lo que el comité entiende como desbordamiento. Y es lo que potencia.

19- Sobre la utilización de marcos derechistas y la derechización de la izquierda. Por ahora, se ha admitido como huelga general el concepto lockout. Con suma tranquilidad. Y no es lo mismo. Es, de hecho, lo contrario. Exemplum: las 8 horas no solo se consiguieron con huelga general, sino que esa huelga general fue represaliada atrozmente, entre otros mecanismos, con lockout. También ha colado como huelga indefinida una huelga estudiantil que no es una huelga indefinida –ni, de hecho, una huelga– pues, previo pacto con los rectorados, los universitarios no arriesgan nada. Es decir, protestan en la dirección correcta según el Govern. Se exponen a aprobados generales, como en los 70, con la diferencia de que en los 70 aquello fue una decisión de los penenes, que se la jugaron, mientras que ahora lo es del rectorado/el jefe. Una huelga protegida por el Estado es una huelga sin consecuencias para facilitar que los estudiantes se manifiesten por un Gibraltar Español, por el Anschluss, por la política antiterrorista de Aznar, o por la victoria de Erdogan y el pueblo turco contra los militares. En general, por cualquier ocurrencia gubernamental. Con esos cacharros, la huelga se aleja de la cultura de la huelga y entra en otra. Gubernamental. Del poble.

20- Fruto de la huelga universitaria, se ha hecho una acampada de estudiantes en Plaça Universitat. Según mis cuentas, es la cuarta acampada procesista. A dos las echaron a leches los Mossos. Otras dos, en octubre de 2017, diminutas, murieron de risa. En esta ocasión, la acampada, por lo que vi el jueves, no es muy vistosa. Pero puede crecer, claro. Los medios públicos y concertados la presentan como un 15M cat. En sus exigencias está el pack de exigencias de Waterloo/Torra, más el plus derechos sociales, que no se especifican. En todo el procesismo jamás se han especificado, salvo para afirmar que, con Estado propio, serían la monda. Igual también se sigue aquí esa tradición de chutar la pelota para adelante. Los acampados se hacen llamar Generación 14-O, día en el que se repartió leña en el aeropuerto. Una generación se parece más a su época que a sus padres, salvo, en este caso, en el punto derechos sociales sin especificar. 

En una crisis democrática, social, económica y política, esto es un conflicto en el que se derechizan los marcos. Sin solución. Hay poco más

21- Las ocho universidades cat han votado en sus claustros un manifiesto, en la linea Waterloo/Torra. Mola que las universidades voten y declaren lo que quieran. Pero sorprende la unanimidad en ocho universidades, cuando no la hay en un departamento. También sorprende los datos facilitados. Se ha votado por el 80%. No ha sido así, ni los claustros fueron una balsa de aceite en ese trance, ni fue sencilla esa unanimidad dirigida. No puede serlo cuando la universidad, el sentido crítico, vota como una posesa un texto gubernamental. No puede serlo cuando se ha negado a votar, a constatar, anteriores rebajas de la democracia y el bienestar, frecuentes desde 2011. En la UAB, que ahora ha votado con disciplina prusiana este manifiesto, por ejemplo, aún hay pendiente un juicio, en el que el rectorado aparece como demandante, con peticiones abultadas a estudiantes, personal y profesores que ocuparon el rectorado hace pocos años, sin bandera ni aprobado general. No eran, se supone, poble.

23- Tsuanami Democràtic –entidad declarada de utilidad pública/terrorista por la GC; no es eso en absoluto; afirmarlo sería una irrresponsabilidad, si no fuera algo peor– ha pasado su programa de festejos. Es inquietante, como señalé en mi último artículo, que tenga actos programados para la jornada electoral. Es decir, que esos actos puedan implicar la ocupación de colegios. La democracia en el Sur de Europa es un truño, tal y como nos está quedando, pero no puede ser formalmente menos. Que alguien erigido en poble ocupe colegios electorales, si al final lo hace, implicaría un definitivo anclaje del problem cat en la tradición polaca y húngara. Y sería otro paso en la guerra civil fría.

24- Por otra parte, se ha demandado a Elisenda Paluzie, Presi de ANC, por terrorismo o algo así, por unas declaraciones en las que afirmaba que las manifestaciones violentas de BCN internacionalizan el conflicto. Decir eso –en general, decir–– no es terrorismo. Penalizar decir es un recorte de la libertad de expresión. Por otra parte, el procés ya está internacionalizado. La política internacional ha tomado nota de las relaciones de Puigde con las derechas autoritarias, o de la existencia de un presi de la Gene racista en el interior. En otro orden de cosas, Junqueras ha censurado a Paluzie, y ha vendido la moto Ghandi desde el trullo. Junqueras, un político poco hábil, por otra parte ha emitido estas semanas enfrentamiento con el PSC, al que responsabiliza de su paso por la cárcel. Al que aleja del concepto poble, por tanto. Esta gente son el primo psicópata de Gandhi.

25- Los grandes sentimientos impiden ver la realidad. Solo puedes ver que tu novia era una psicokiller cuando se van los sentimientos, etc. Por lo mismos, cuesta saber dónde estamos. En este cacao de poble, antipoble, dirigismo, marcos derechistas en la política y en las manifestaciones, ha aparecido un estudio estadístico del Insitut de Ciències Polítiques i Socials de la UAB que pone un poco de orden, y explica el desorden de la política sentimental. Se fija que un 34% de la sociedad catalana se autodefine como indepe. Lo llamativo es que un 50% está por mayor autogobierno o, incluso, por el Estado federado. Vamos, que hay partido, en el caso de que hubiera una clase política cat y esp que se supieran encontrar el culo con ambas manos. Un 11% cree que el procés acabará en indepe. Ese 11% es muy importante. En 2017 era el 20%, según el CIS. Vamos, que ha bajado. Un profe de estadística me explicó, en 2017, en la Universidad de Minnesota, que aquel 20% –hoy 11%– es el independentismo efectivo, no autodefinido. Esto es, vamos, un conflicto sentimental entre procesismo y no-federalismo y judicalización. En una crisis democrática, social, económica y política, esto es un conflicto en el que se derechizan los marcos. Sin solución. Hay poco más. Sin marcos, esto sería la monda.

26- El sumun de la derechización es la cosa poble y la cosa pueblo, que nos deja a un mazo de personas fuera del trademark. Lo que no es dramático, si no fuera porque en ese afuera te corren a boinazos.

27- El 20 de julio de 1936 mi abuelo era pueblo. Pueblo es un concepto dinámico. Unos siglos antes significaba tener un soberano, unos siglos después, no tenerlo. En la época de mi abuelo, pueblo era un concepto de clase. Tres años después a esa fecha, pueblo era una masa laboriosa y católica. En los 70, el PSUC recuperó el concepto poble, emitido en los 30, para aludir en esta ocasión a la unidad de la sociedad cat. Es decir, para evitar una sociedad dividida en dos comunidades, con una derecha etnicista que se comiera con patatas el concepto poble. Que es posiblemente lo que está pasando en el siglo XXI en Cat. Anyway. La CNT ese día le dio una pistola a mi abuelo, para que fuera a la estación, y vigilara si venía algún fascista en el tren. En tanto que pueblo, mi abuelo podría identificarles. No vio ningún fascista, si no gente con miedo. Hasta que cayó en que tenían miedo de él, de su pistola. “El único fascista que vi aquel día fui yo, con mi pistola”. La devolvió. Hizo la guerra como sanitario. Y en el frente, que es donde había fascistas. 

28- El punto 28 es un llamamiento, o un chiste, para que nadie esté en una estación, con una pistola del siglo XXI, seleccionando lo que es pueblo o no. Para que nadie se erija en pueblo. O estaremos perdidos.

Ya está abierto El Taller de CTXT, el local para nuestra comunidad lectora, en el barrio de Chamberí (C/ Juan de Austria, 30). Pásate y disfruta de debates, presentaciones de libros, talleres, agitación y eventos...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Guillem Martínez

Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

10 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Oriol

    Porque amigo Guillem, puedes meternos todos los rollos que quieras sobre lo peculiar que resulta que los medios públicos critiquen la violencia policial (más o menos como los que atacaban a Chirac porque se opuso a la Guerra de Irak por "intereses"), pero con toda tu retórica (pseudo)antisistema, sabes perfectamente que al final el gobierno mandará a la policía a partirles la cara a esos chavales que protestan lo mejor que saben y a ti te dará una palmadita en la espalda por los servicios prestados.

    Hace 4 años 7 meses

  2. Oriol

    Por otra parte, me hace gracia ver a Guillem Martínez quejándose de la "derechización" de lo que no deja de ser una continuación peculiar del 15-M, mientras Fernández Teixidó se queja de la "izquierdización" del independentismo. El caso es que no se nos carguen las categorías que traemos puestas de casa. Y de paso hacer aceptable la represión contra lo que, a pesar de todas sus lacras (que las tiene, y muchas) es lo más parecido a un movimiento de contestación que circula en estos momentos por España.

    Hace 4 años 7 meses

  3. Oriol

    Sí, Fattsbackett, hay gente en la estación esperando a magrebíes, pakistaníes, etc., y llevan porra y pistola. Tal vez te refieras a otra cosa. Igual que hay independentistas catalanes que hacen el ridículo comparándose con Rosa Parks, hay españolistas que caen directamente en la obscenidad tratando de convencer a alguien de que los "españoles" de Cataluña son algo así como los judíos en 1933.

    Hace 4 años 7 meses

  4. Medardo

    fattsbackett : ¡Y los que llevan pistola, "fills" neonazis, tanquetas, porras, secretas, marquesas, reyes...ya están aquí!

    Hace 4 años 7 meses

  5. Medardo

    Ei, te faltan algusnos elementos en la frase del punto 25: "Se fija que un 34% de la sociedad catalana se autodefine como indepe...": esto es del total de la gente que se considera independentista (si haces referencia al Gráfico 12 /Enquesta sobre el final del procés sobiranista / ICPS, 2019). No es que el 34 % sea indepe, no sabremos este% sin un referéndum.

    Hace 4 años 7 meses

  6. Matilde

    Muy bueno

    Hace 4 años 7 meses

  7. Vitin

    Gracias, Guillem

    Hace 4 años 7 meses

  8. fattsbackett

    Maravillosamente escrito y explicado. Desde hace ya tiempo hay gente en la estación seleccionando al que llega, la cuestión es cuándo empezarán a llevar pistola. Lo terrible es que parece que queda muy poco.

    Hace 4 años 7 meses

  9. Fernando

    ¿Por qué es propaganda reaccionaria España Global? ¿Por intentar contrarrestar la propaganda de la Generalitat, notablemente sesgada?

    Hace 4 años 7 meses

  10. PD

    Hace 4 años 7 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí