Medicina
Los antivacunas franceses del siglo XVIII
En 1718 la mujer del embajador británico en Turquía, Lady Montague, introdujo una vacuna contra la viruela en Inglaterra. En el país galo se descartó su uso
Manuel de León 20/02/2020
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On dit doucement, dans l'Europe chrétienne, que les Anglais sont des fous et des enragés: des fous, parce qu'ils donnent la petite vérole à leurs enfants, pour les empêcher de l'avoir, des enragés, parce qu'ils communiquent de gaieté de coeur à ces enfants une maladie certaine et affreuse, dans la vue de un mal incertain. (Voltaire, Lettres Philosophiques, Onzième Lettre. Sur l'insertion de la petite vérole).
Se afirma inadvertidamente en los países cristianos de Europa que los ingleses son tontos y locos. Tontos, porque dan a sus hijos la viruela para evitar que la cojan; y locos, porque sin querer comunican un cierto y terrible moquillo a sus hijos, simplemente para prevenir un mal incierto.
Voltaire, Cartas filosóficas
La viruela fue una enfermedad devastadora que convivió con la especie humana durante los últimos 10.000 años. Las campañas de vacunación consiguieron que dejara de ser una amenaza y hoy en día es una enfermedad erradicada: el virus solo se encuentra en algunos laboratorios con fines de investigación.
Se estima que la viruela fue responsable de un 10% de todas las muertes en ciudades como Londres o París durante el siglo XVIII
En particular, durante el siglo XVIII la viruela fue un auténtico flagelo social (se estima que un 10% de las muertes en ciudades como Londres o París eran debidas a esta enfermedad), y se hicieron grandes esfuerzos para encontrar una vacuna. Esto dio lugar a una gran polémica en Francia sobre la eficacia de la misma entre dos destacados matemáticos de la época, Daniel Bernoulli y Jean Le Rond d’Alembert. Vamos a recordar en esta entrada este debate que, en otros términos, vuelve a estar de actualidad con la polémica de los antivacunas que están poniendo en peligro nuestra salud.
En 1718 la mujer del embajador británico en Turquía, Lady Montague, introdujo una vacuna contra la viruela en Inglaterra. La técnica consitía en inocular el virus mediante materia infectada. La tasa de éxito era muy baja y de ahí que se suscitara una enorme polémica en el país vecino sobre las bondades del método. Un gran defensor fue Voltaire, afectado él mismo por la enfermedad, que escribió a favor de la vacuna.
Otro valedor fue Daniel Bernoulli, quien publicó en 1760 un artículo en el Mércure de France en el que defendía el método por los resultados que obtenía al aplicar el cálculo de probabilidades. Presentó los resultados a la Academia de Ciencias de París con la memoria Essai d’une nouvelle analyse de la mortalité causée par la petite vérole et des avantages de l’inoculation pour la prévenir. La respuesta la obtuvo de D’Alembert. Esta fue publicada en 1761 mientras que la investigación de Bernouilli no lo fue hasta 1766. Debemos decir en honor a la verdad que la polémica suscitada ayudó a enfocar el problema matemático de una manera sustancial.
El trabajo de Bernouilli respondía a una propuesta del filósofo y matemático Pierre Louis Maupertuis que es de la mayor actualidad: ¿deben los gobiernos promover la vacunación de la población desde el nacimiento?
El modelo de Bernouilli era bastante sencillo, y se basaba en la probabilidad de contraer la viruela y en la de supervivencia una vez infectado, con la hipótesis de que un individuo solo se infectará una vez al quedar inmunizado en uno u otro caso. Hay que tener en cuenta también la probabilidad de muerte por otras causas. Con unos cálculos no muy complicados, fue capaz de calcular el porcentaje de individuos en riesgo a una cierta edad X. Esto le permitió comparar las esperanzas de vida con y sin vacuna (matemáticamente debía comparar dos integrales), con tres años más en el primer caso (de 24 a 27 años). Si considera que al vacunar hay también muertes, obtenía un resultado también favorable.
El modelo de Bernouilli se basaba en la probabilidad de contraer la viruela y en la de supervivencia una vez infectado
Los contraargumentos de d’Alembert se centran en señalar que la teoría de probabilidades no se puede aplicar a temas como este, y apuntaba en sus argumentos a lo que a finales de siglo sería la probabilidad condicionada, introducida por el matemático inglés Thomas Bayes. Anteponía también los derechos individuales frente a los del Estado, ya que cada persona debería poder decidir una u otra cosa porque las circunstancias individuales eran muy diferentes a diferentes edades: maximizar la expectativa de vida puede no ser un criterio racional para un individuo. Como decía d’Alembert, “no debemos sacrificar un bien presente por la esperanza de uno mayor en el futuro pero incierto”.
El debate entre los científicos franceses fue duro, y los médicos tomaron partido. A pesar de los argumentos de Bernouilli y de las experiencias en Turquía y el Reino Unido, no se tomaron medidas de vacunación. Solo se hizo después del descubrimiento de Edward Jenner de su vacuna segura ya a comienzos del siglo XIX. ¡Difícil de creer que ocuriera algo así en el país de Louis Pasteur!
On dit doucement, dans l'Europe chrétienne, que les Anglais sont des fous et des enragés: des fous, parce qu'ils donnent la petite vérole à leurs enfants, pour les empêcher de l'avoir, des enragés, parce qu'ils communiquent de gaieté de coeur à ces enfants une...
Autor >
Manuel de León
ICMAT-CSIC, Real Academia de Ciencias.
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