mercado de verano
Fichajes en tiempos de ERTEs: legalidad y ética
Más allá de si las leyes permiten gastar millones en contrataciones a los clubes que se hayan acogido a las ayudas públicas, está la cuestión de la responsabilidad social de estas entidades
Ricardo Uribarri 29/05/2020
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La posibilidad de que los clubes de fútbol que se acogieron a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) durante el estado de alarma realicen importantes desembolsos en fichajes cuando se abra el próximo mercado es mal vista por un amplio sector de la población. Hay mucha gente que no entiende que puedan gastar millones en contratar a un jugador tras pedir ayuda al Estado con el fin de paliar la carencia de ingresos económicos por culpa de la crisis de la covid-19. A raíz de informaciones publicadas en las últimas semanas que señalaban que el poder público va a fiscalizar las inversiones que hagan estos equipos, limitando su capacidad de maniobra, cabe preguntarse: ¿puede el Gobierno impedir a un equipo la contratación de un futbolista?
Los responsables de los equipos deberían valorar hasta qué punto les compensa el coste de imagen que supone fichar
El presidente del Getafe, Ángel Torres, hizo de altavoz de los que critican ese posible desembolso de los clubes que han utilizado el recurso ofrecido por el Ejecutivo. “Espero que, en España, el que se ha ido a un ERTE no pueda fichar. Solo faltaría que alguien que lo haya solicitado le quite un jugador a mi equipo pagando 20 millones. No tiene sentido. A ver cómo lo iban a justificar”, señaló en Radio Marca. En esta tesitura se encuentran hasta ocho conjuntos de Primera división, de los que seis, Barcelona, Atlético de Madrid, Valencia, Sevilla, Osasuna y Granada, no han incluido en el ERTE a los integrantes de sus primeros equipos, con los que han llegado a acuerdos particulares para rebajar sus salarios, mientras que Deportivo Alavés y Espanyol si los han metido. En Segunda división ha habido diez que han solicitado el ERTE: Las Palmas, Racing, Zaragoza, Albacete, Ponferradina, Elche, Lugo, Cádiz, Fuenlabrada y Rayo Vallecano.
Acogerse a un ERTE obliga a justificar las causas que han motivado su petición. Es en ese aspecto donde el Gobierno va a hacer una vigilancia para comprobar que no hay nada incorrecto, según señalan a CTXT fuentes del Ministerio de Trabajo: “Los ERTE son expedientes individuales, así que habría que analizar caso por caso cómo lo aplica cada club que se acoja a esta fórmula y si, efectivamente, ha acreditado la causa o causas de fuerza mayor”. Desde el organismo también recuerdan que “las personas trabajadoras y su representación legal tienen potestad para impugnar los ERTE de las sociedades anónimas deportivas en la vía judicial”.
El caso de cada equipo será, pues, estudiado de forma particular, pero si cumplen con los requisitos exigidos no parece existir inconvenientes para que puedan hacer fichajes en los próximos meses. De esa opinión es Enric Ripoll, abogado del despacho Ruiz-Huerta & Crespo. “No tienen ningún impedimento como tal. Hay que recordar que los ERTE, en su gran mayoría, se han presentado por fuerza mayor, lo que significa que las empresas se han visto obligadas a solicitarlo debido a la prohibición del Gobierno para ejercer la actividad. En este sentido, a los clubes de fútbol se les ha prohibido desarrollar su actividad completamente, partidos, entrenamientos, etc, por lo que no han tenido que justificar problemas o dificultades económicas provocadas por el estado de alarma. La única previsión legal establecida por el gobierno para revisar estos ERTE es la constatación de que en el proceso de solicitud se haya aportado información inexacta o falsa y el no reparto de dividendos del art 5 del RD 18/20”.
En esa misma línea se sitúa Javier Rodríguez Ten, doctor en Derecho y profesor de la Universidad San Jorge, que señala que “a los equipos les han concedido un ERTE sometiéndose a una serie de requisitos legales. Si después quieren fichar, habrá que ver si existe una reclamación por parte de alguien y se produce alguna inspección. Pero en principio, solicitar la ayuda no es determinante de nada. Estas entidades han paralizado su actividad, han dejado de tener ingresos, se han suspendido los contratos laborales mediante la legislación vigente y cuando puedan, reanudarán la actividad. El fichaje de un jugador no deja de ser una inversión. Los medios de producción de los equipos son los futbolistas”.
Ripoll advierte sobre una posibilidad en la que los clubes sometidos a un ERTE podrían encontrar dificultades para reforzarse en el próximo mercado. “Sería en el caso de que alguno lo hubiera presentado por causas objetivas económicas (siendo esta una de las cuatro opciones: económicas, técnicas, organizativas o de producción). Entonces quizá podríamos tener una situación complicada para justificar una posible inversión en fichajes”. Sin embargo, prácticamente todos presentaron su ERTE por causas de fuerza mayor siguiendo la recomendación que les hizo LaLiga.
Una cosa es que los clubes no tengan obstáculo normativo para fichar y otra es que la decisión de gastar después de haberse acogido a una ayuda para que sus empleados puedan cobrar sea entendida
La resonancia que tiene el mundo del fútbol no debería justificar, según algunos expertos jurídicos, una mayor vigilancia por parte de las autoridades respecto a empresas de otros sectores que estén en las mismas circunstancias. Ripoll afirma que “no entiendo por qué debería hacer el Gobierno presión sobre los clubes, al fin y al cabo, ha sido el propio Ejecutivo (obligado por la pandemia) quién les ha impuesto una prohibición de seguir desarrollando su actividad, por lo que (precisamente por la fuerza mayor, que por definición es una situación imprevisible e inevitable) han utilizado los mecanismos a su alcance para paliar las consecuencias”.
Rodríguez Ten hace hincapié en que el fútbol no debe tener un trato distinto al que se otorgue a otros ámbitos: “Lo que hay que aplicar a los clubes de fútbol es la misma regulación que se aplique al resto de empresas. Y cualquier limitación que se establezca debería haber sido advertida previamente a la incorporación o no al ERTE. Porque el fútbol sea más mediático, no se le puede someter a un control distinto a otras empresas importantes que estén en la misma situación. El fútbol mueve mucho dinero porque ingresa mucho y también paga muchos impuestos. Las operaciones hay que verlas en su contexto”.
Debido al retraso que ha sufrido la competición de Liga es más que probable que cuando se abra el próximo mercado de fichajes ya no esté activo el actual estado de alarma y, por tanto, hayan dejado de tener validez los ERTE en los clubes. Cualquiera de las dos circunstancias posibles, estén vigentes o no, no debería influir sobre el fondo del asunto, según Enric Ripoll. “En principio creo que no, ya que como he dicho, salvo que se haya aportado información falsa o inexacta, la capacidad de revisión de los ERTE por fuerza mayor es bastante limitada”.
Sobre este aspecto, Rodríguez Ten va incluso más allá y reclama una mayor flexibilización para el fútbol porque “cuando acabe el estado de alarma, una gran superficie puede contratar en cualquier momento a 100 empleados, pero los equipos tienen solamente una ventana de tiempo concreta para fichar. Y si se te pasa no puedes contratar a nadie. Imaginemos que el estado de alarma siguiera vigente cuando se abriera el mercado de fichajes. ¿Se le impide entonces fichar a los equipos?”.
Es cierto que las dificultades económicas que ha generado la pandemia hacen prever un verano de pocos movimientos y escaso gasto en materia de fichajes. Pero siempre puede haber excepciones. Una cosa es que estos clubes no tengan, en principio, ningún obstáculo normativo que les impide acometer fichajes y otra es que esa decisión de gastar una alta cantidad en un jugador después de haberse acogido a una ayuda pública para que tus empleados puedan cobrar, sea entendida por la sociedad. A nivel ético y de responsabilidad social corporativa, no parece la mejor decisión. Los responsables de los equipos deberían valorar hasta qué punto les compensa el coste de imagen que puede suponerles.
Los directivos también deberían tener en cuenta una cuestión poco comentada en este asunto. Como señala Enric Ripoll, “no creo que a los jugadores que han visto que les han rebajado su sueldo les guste que el club gaste, poco después, una fuerte suma en traer a otro futbolista pagándole un gran salario. Lo peor que puedes hacer en el fútbol es ponerte al vestuario en contra”.
La posibilidad de que los clubes de fútbol que se acogieron a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) durante el estado de alarma realicen importantes desembolsos en fichajes cuando se abra el próximo mercado es mal vista por un amplio sector de la población. Hay mucha...
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Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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