BRECHA DE GÉNERO
Conciliar en verano dispara la desigualdad y supone aún más cargas para las mujeres
El 35% de las mujeres que pasa a la inactividad en la temporada estival lo hace por obligaciones familiares. En el caso de los hombres, el porcentaje apenas llega al 9,5%
CTXT / Observatorio Social ´la Caixa’ 30/07/2020
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La crisis del coronavirus ha cronificado y ampliado muchas de las brechas de género que existen en el ámbito de los cuidados y la conciliación. Sin embargo, el cierre de las escuelas y colegios no es un problema que se limite a las medidas excepcionales del confinamiento: en tiempos de normalidad, la llegada de las vacaciones escolares obliga, desde hace tiempo, a que todavía más mujeres dejen de lado sus carreras profesionales para hacerse cargo de la tareas del hogar. Así lo demuestran los datos recopilados en un reciente estudio, donde se advierte que hasta un 35% de las mujeres que abandona su puesto de trabajo durante la temporada estival lo hace para asumir cargas familiares, mientras que entre los hombres este porcentaje apenas llega al 9,5%.
Según los autores del documento, estos niveles de desigualdad en la interrupción del trabajo durante los meses del verano convierten lo que debería ser una herramienta para mejorar la conciliación en un potencial escollo en el largo plazo para las mujeres: si ellas son las únicas que asumen la responsabilidades de cuidados y no hay un reparto justo de tareas en el hogar, los efectos negativos de esta medida sobre el salario, la carrera o incluso la pensión de jubilación también terminan recayendo solo sobre ellas.
El patrón se lleva repitiendo, al menos, durante la última década. Según los datos de la Encuesta de Población Activa del INE, en el periodo 2010-2019 una media de 325.730 mujeres pasaron a la inactividad entre los meses de junio y septiembre, correspondientes a las vacaciones escolares. Por su parte, el promedio de hombres que decidió abandonar sus ocupaciones laborales y dejar de buscar empleo durante el periodo veraniego se situó en 220.260, cerca de 100.000 menos.
La iniquidad a la hora de asumir las responsabilidades de conciliación durante los meses de vacaciones escolares se hace aún más evidente cuando se comprueba que, de forma general, las mujeres que optan por pasar a la inactividad están más cualificadas, tienen mayor nivel de estudios y cuentan con mayor experiencia laboral, algo que según los investigadores ahonda en la ineficacia social y económica y de las medidas de conciliación.
Y lo mismo ocurre si se comparan las tasas de inactividad en función de la situación laboral del resto de miembros del entorno familiar. Es decir, de las parejas que trabajan durante el periodo de vacaciones o no. Las brechas, de nuevo, vuelven a ser muy notorias, y demuestran que la situación laboral de las mujeres está condicionada tanto por la estacionalidad como por la situación laboral de sus parejas, mientras que en el caso de los hombres el periodo de vacaciones escolares es mucho menos influyente.
Así, hasta un 22,7% de las madres que tenía entre 25 y 50 años y su pareja estaba trabajando estuvo inactiva en los meses de verano de la última década. Entre los hombres, este porcentaje apenas llega al 3%, lo que sugiere de forma clara que “los padres actúan de una forma más autónoma en el núcleo familiar y supeditan la solución de las posibles cargas familiares a la obtención de una remuneración económica”. Para ellos, además, la tasa se mantiene estable a lo largo de todo el año, independientemente de las necesidades y coyunturas estacionales.
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Este artículo ha sido elaborado a partir de lo expuesto en el texto La conciliación familiar en verano, un mal negocio para las mujeres, de Almudena Moreno Mínguez, Raquel Llorente Heras y Diego Dueñas Fernández, publicado en el Observatorio Social de “la Caixa”.