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Igualar o hacer intransferibles los permisos de maternidad y paternidad. La puesta en marcha de políticas sobre conciliación no solo persigue mejorar la integración familiar o fomentar la natalidad. Acabar con la brecha de género en los cuidados, donde las mujeres asumen la inmensa mayoría de las tareas, es otro de los objetivos de estas medidas. Sin embargo, en España aún existe una desigualdad aplastante en las cifras sobre inserción laboral de hombres y mujeres cuando deciden tener hijos: apenas el 5% de aquellos que son padres de niños de 0 a 4 años trabaja a tiempo parcial o con jornada reducida; entre ellas, el porcentaje asciende al 29%.
Una diferencia cerca de seis veces mayor que se repite o se incrementa en otros indicadores sobre conciliación en nuestro país, tal y como recoge un reciente estudio publicado por el Observatorio Social ‘la Caixa’ y que ha sido realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid. De hecho, apenas el 13% de los padres de niños de 0 a 4 años que está empleado con una jornada reducida reconoce que la razón de esta situación responde a tareas de cuidados. Entre las madres lo hacen casi la mitad.
Otras cifras recopiladas en el documento y que demuestran los grandes desequilibrios que aún se viven en el cuidado de los menores corresponden a una encuesta realizada a padres y madres de la Comunidad de Madrid. En este caso, las mujeres que participaron en el cuestionario señalaron que utilizan de media casi 163 días para cuidar de los hijos tras el nacimiento y la adopción. En el caso de los hombres, la media de tiempo apenas llega a 16,8 días. Es decir, poco más de dos semanas.
Según los investigadores, una de las principales razones que explica la enorme desigualdad que todavía se aprecia en toda la cascada de datos tiene que ver con el nivel de integración, empatía y respeto a las bajas de maternidad y paternidad que practican las empresas del país.
Es decir, en muchas ocasiones los padres encuentran barreras de distinto tipo para hacer efectivos sus derechos sobre la conciliación familiar dentro de sus propias organizaciones.
Uno de los escollos, advierten los investigadores, tiene que ver precisamente con la cultura o los roles de género preestablecidos en el ambiente de trabajo. Tanto es así que más de la mitad de los hombres encuestados afirmó que en sus empresas se considera que es más ‘natural’ que sean las madres las que se acojan a las medidas de conciliación. En el caso de las mujeres, esta percepción es todavía mayor: un 60% reconoce que esa es la realidad en su lugar de empleo.
Otro de los motivos que señalan los investigadores para las bajísimas tasas que arrojan los hombres a la hora de solicitar medidas de conciliación tiene que ver con el conflicto entre trabajo y familia. Casi 6 de cada 10 hombres que participaron en la encuesta realizada en la Comunidad de Madrid señalaban que el tiempo que necesitan para desarrollar su trabajo hace complicado que puedan cumplir con sus responsabilidades familiares. Una percepción que, si bien es más baja entre las mujeres, también afecta a la mitad de las trabajadoras.
Según la investigación, la mayor o menor gradación en estas sensaciones de conflicto responde, a su vez, a dos factores laborales. Por una lado, que exista la percepción de que se está trabajando en una organización que respeta y apoya la conciliación de vida familiar y el laboral, lo que aumenta considerablemente la satisfacción con el trabajo.
Por otro, que se tenga la sensación de que la empresa empleadora no aplica sesgos de género en materia de conciliación. De nuevo, estas percepciones ayudan a disminuir la sensación de conflicto entre la vida familiar y la profesional. En última instancia, se trata de dos vectores relacionados: cuanta más percepción existe de que las empresas apoyan las medidas de conciliación, menor es la sensación de que existan un sesgo de género discriminatorio.
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Este artículo ha sido elaborado a partir de lo expuesto en el texto ¿Por qué los hombres no utilizan las medidas de conciliación de la vida laboral y familiar?, de los autores de la Universidad Complutense de Madrid J. A. Fernández-Cornejo, Sabina Belope-Nguema, Lorenzo Escot y Eva del Pozo- García, publicado en el Observatorio Social de “la Caixa”.