Decameron LXII
Jornada megachorrocientas: mientras la monarquía se hunde
Es importante saber que JCI ha abandonado el país porque no se podía hacer otra cosa. Se ha trasladado a otro país porque es intocable, pero trasladable. Trasladarse es, en ese sentido, tan democrático como hacer el pino-puente
Guillem Martínez 5/08/2020
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1- “Uno de cada tres adultos jóvenes son vulnerables. El tabaco es la principal fuente de riesgo para ese colectivo. El 85% de la mortalidad covid en el Primer Mundo corresponde a mayores de 65 años, pero eso no es así en minorías o en situaciones de pobreza y precariedad. Así, en Sudáfrica, el grueso de fallecidos es menor a 65 años. Por lo que sabemos, el 80% de los infectados recuperados no padecen ninguna secuela. No es así con el 20% restante. La gravedad –ser hospitalizado, o morir– suele traducirse en pérdida de la reserva de salud cardiaca. El 12% de los curados –y el 52% de los fallecidos– sufre insuficiencia cardiaca. Entre el 15 y el 20% sufre otros síntomas, que también se mantienen en el tiempo: falta de aire, debilidad muscular, alteraciones pulmonares, daño renal y daño cerebral, incluso en pacientes leves: ADEM –una enfermedad degenerativa neurológica–, parálisis, ictus, pensamiento confuso o niebla cerebral. De los datos cruzados de USA, UK y Suecia sabemos que el 10-15% no se recupera rápidamente. Es una enfermedad, por tanto, grave. Es decir, tras la epidemia vendrá otra: la enfermedad crónica. Algo serio, si pensamos que en Esp no funciona, por la pandemia, la rehabilitación”.
2- La chica del punto 1 es, ya lo habrán adivinado, Casandra, ceniza y/o obsesionada por facilitar información real sobre la covid, máximo ahora, cuando se empieza a constatar que estamos solos y que todo depende de nuestro comportamiento. Es decir, de nuestra información. Cuídense. Nadie lo hará por ustedes, visto lo visto. El punto 1 se complementa con el 3, que es de peli de miedo.
Se empieza a constatar que estamos solos y que todo depende de nuestro comportamiento. Es decir, de nuestra información. Cuídense. Nadie lo hará por ustedes
3- Me llama –piticlín-piticlín– Bibí, funcionaria en el INSS, sindicalista de CGT. Bibí será fundamental en el próximo articulete, en el que valoraremos si el IMV –la joya nacida en esta crisis, el sello de que esto no sería la selva– no sólo no es operativa, sino que tal vez no existe. En este punto 3, Bibí sólo valora el hecho de que la covid es una enfermedad con graves secuelas, y que eso se sabía desde el inicio. “O, al menos, vía decreto, se puntualizó, al principio de la crisis, que la covid, entre sanitarios, sería reconocida como enfermedad laboral, si bien únicamente, puntualizaron muy bien esto, a título de cobro. Es decir, tras la cura, los sanitarios que la han padecido o padecerán, no podrán reclamar contrapartidas en caso de secuelas, larga enfermedad, o enfermedad crónica”.
4- La sensación es que la pandemia, en el mundo mundial, ha reforzado la lucha por la vida de los organismos vivos. Y que los organismos vivos más inteligentes –y que, por lo tanto, más luchan por la vida; a muerte– están siendo el Estado y su última lógica, el neolib, que excede y abarca las ideologías clásicas. Sólo este otoño, cuando se sepa la incidencia efectiva de los ERTEs –una muy buena idea, parece ser que muy efectiva, y que no encaja en toda esta selva–, sabremos si la sociedad ha sobrevivido en los Estados del Sur de Europa, y tiene algo que exigir. Pinta un otoño muy caliente. Planea, es necesario señalarlo, el fantasma del hambre en Esp, en esa franja costera que va de Port-Bou a Huelva, y que abarca dos archipiélagos. La única buena noticia al respecto es la brutalidad misma de la crisis. Algo sin precedentes, con puntas de crisis feroz –minuto y resultado: PIB del -18’5–, si bien con recuperaciones rápidas, tal vez espectaculares, cuando la economía pite.
5- La lucha por la vida aludida, por aquí abajo, es descomunal. Absorbe una energía superior a la dedicada a la pandemia. Lo que explica no sólo la gravedad de la(s) crisis institucional(es), sino las dimensiones éticas del grueso de las personas públicas por aquí abajo. En lucha antes por su vida que por la salud pública. Que, en este contexto, es la vida.
6- La crisis monárquica es el indicativo, la prueba del algodón.
7- Es importante saber que JCI ha abandonado el país –la gran medida, el gran gesto emitido por casa real, Gobierno y medios– porque no se podía hacer otra cosa. Literalmente. El marco constitucional, y las maniobras de Rubalcaba y González, tras la abdicación, dejaron a JCI como intocable. Se ha trasladado a otro país porque es intocable, pero trasladable. Su traslado no aporta, por tanto, ningún matiz democrático a la monarquía. Trasladarse es, en ese sentido, tan democrático como hacer el pino-puente. Nada, una acción no sujeta a ley o con consecuencias efectivas. No es ni siquiera un símbolo. Es, incluso, un favor. Trasladarse implica la posibilidad de no volver en caso –exótico, improbable– de juicio.
8- Es importante la nota escrita por JCI a su hijo. Explica que sólo se explica a su hijo. Es decir, que esto es un caso individual, familiar. No lo es. Es importante el parecido de este texto con otros textos de abdicación y huída, anteriores. No es el texto que escribió Amadeo de Saboya, un texto dentro de la cultura democrática, en el que la abdicación se presentaba como definitiva y para todos los posibles sucesores. El de JCI se parece al texto de la abdicación de Alfonso XIII. No se ubica en la cultura democrática. Bajo la forma de patriotismo, se reivindica la forma monárquica, y se explica que se opta por el exilio para garantizarla. Se sabe que el texto de Alfonso XIII sólo fue redactado tras conversación con el director de la Guardia Civil, lo único que quedaba del Estado en abril de 1931. Explicó al rey que la Guardia Civil no vertería su sangre por la monarquía. Cabe suponer, por tanto, que este texto es también el resultado de haber hablado con lo que queda del Estado en agosto del 2020. Queda todo. Y seguirá apostando por la monarquía.
9- Se trata de una apuesta absoluta. Pero, no obstante, matizada por los hechos. En 2014, en plena y salvaje crisis económica e institucional, con frentes de corrupción en todas –todas– las altas instituciones, se optó por accionar el fusible de la monarquía. En 2020, en plena pandemia, y en la antesala de una crisis sin precedentes, también. Que se haya accionado el mismo fusible en dos ocasiones es mucho. Y puede presagiar una tercera ocasión, más definitiva.
Pinta un otoño muy caliente. Planea, es necesario señalarlo, el fantasma del hambre en Esp, en esa franja costera que va de Port-Bou a Huelva, y que abarca dos archipiélagos
10- A pesar de la fase derechista, en modo Plaza Colón, de las derechas esp, el gran partido monárquico esp sigue siendo el PSOE. Lo es desde 1946. Ese partido, sin presencia histórica en el interior desde 1939 –salvo en Euskadi– hasta Suresnes, ha sido estos días fiel al pacto más antiguo de la política esp. En esta ocasión, ha costado más, y se ha tenido que aprovechar el timing de una pandemia. El esfuerzo, su poca naturalidad, ha sido visible en la rueda de prensa de Pedro Sánchez. El tono chachi-piruli, democrático, se ha volatilizado en la segunda parte, con las preguntas de algunos medios sobre JCI. A las que no se les ha dado respuesta. E, incluso, se ha reivindicado en público el secreto. La monarquía es, por tanto, algo sin respuesta. Algo opaco. Algo de lo que no se puede responder o hablar en abierto. Es una apuesta de riesgo. Por lo que es posible que haya sido la última vez. Tras 1978, 1981, 2014 y 2020, el PSOE no podrá seguir eludiendo el elefante en la habitación. Al menos, no tan alegremente y sin consecuencias. Lo que es una mala noticia para la única institución-fusible del Estado.
11- Sobre el elefante en la habitación: es la corrupción.
12- La Justicia esp es amable con la corrupción. Llega a los tribunales, pero en sus sentencias no se suele culpar al partido, sino al gerente. Sucedió en los casos Gürtel y Palau. En la sentencia del caso Gürtel –la que ha llegado más lejos– planeó, pero no aterrizó, la idea de la intrínseca criminalidad estructural del PP. Eso ha cambiado con los caso de la familia Pujol y del 3%. Por primera vez aparecen políticos acusados de organización criminal. Se trata de partidos y personalidades cat. Que ilustran un fenómeno esp, estructural. Que ilustran el funcionamiento del R’78, esa fusión, en las alturas, de política y empresa. Es una forma de entender la política. Una normalidad en la política hasta el cambio de percepción que supone a) el 15-M, y b) las grabaciones de Villarejo –otro ser vivo en lucha por su vida–. El sello de esa normalidad subnormal es la monarquía. La inacción democrática ante la monarquía en el trance de corromperse es la normalidad ante la corrupción. Esta semana la monarquía ha sido nuevamente amnistiada. Bajo la forma de fusible. Ahora mismo, en Esp no está asegurado el futuro de la monarquía. Ni el tuyo. Algo, por otra parte normal, en los países con materias reservadas, con culturas dadas al secreto y a la omisión. Son países incalculables e impredecibles.
13- El texto de JCI y la respuesta de la casa real, que como el Gobierno –bueno, parte de él– y los medios –no los extranjeros, básicos para entender esta crisis–, se da por satisfecha, sitúan a la monarquía en el pack problema antes que en el pack solución. La ausencia de ofrecimiento de restauración –no monárquica, que de eso vamos sobrados, sino de pasta extraída, posiblemente, de debajo de las instituciones, y ubicada en paraísos– ubica ambos textos en el mundo de los papeles mojados/propagandísticos. La torpeza del rey –el discurso del 3-O, en el que renunció a ser árbitro neutral, su aproximación al plazacolonismo, su apuesta por ir de uniforme la semana en la que, en pleno confinamiento, más se habló de una solución autoritaria...– problematiza más la monarquía. Que el parlamento italiano –parecido en su formación al esp– aplauda a su gobierno tras el pacto europeo, y no el esp, explica, a estas alturas, una gran diferencia entre esos dos Estados. La monarquía, esa fuente de conflicto e involución antes que de estabilidad.
14- El dinero que venga de Europa –y del que aún no sabemos, ni podemos descartar, si servirá para una refundación económica y social– no debería pasar por la cultura política esp, simbolizada en su monarquía. Lo que es imposible.
15- Lo que sabemos es que se distribuirá y planificará a través de la cogobernanza. Que, a su vez, no sabemos lo que es. No existe ese concepto en la CE78. Por lo que es un informalismo. El informalismo no se vertebrará a través de una nueva institución autónoma. Será gubernamental. Lo que implicará, tal vez, ir al turrón, de manera rápida y en una legislatura. Tal vez, dos. Sabemos que la cogobernanza consistirá en a) una Comisión Interministerial, presidida por Sánchez –es decir, consistirá en Moncloa–, b) una Unidad de Seguimiento, presidida por Redondo –es decir, puede ser algo con función propagandística–, c) un grupo público-privado –ay, uy–, d) distintos-puntos-de-colaboración-multinivel-en-foros –uy, ay–, y e) una Conferencia Multisectorial de CC.AA., presidida por Calviño, y la reunión mensual de presis de CC.AA. con Sánchez –otro informalismo difícil de describir en un Estado autonómico y no federal; el federalismo es la fórmula de cogobernanza, de control del Estado, más difundida en el planeta–. La informalidad puede ser positiva en un sistema apollardado, paralizado y en crisis. O puede ser su sello.
El dinero que venga de Europa no debería pasar por la cultura política esp, simbolizada en su monarquía. Lo que es imposible
16- No está claro cómo se lo comerán otros Estados del Sur. Parece ser que está primando la función del ejecutivo en la planificación y reparto. Francia, un polvorín social esperando su septiembre pero con menos percepción de crisis de sistema, parece ser que destinará un 40% del monto al rescate de empresas, bajo otro nombre artístico. Algo no previsto por la Comisión Europea, y algo que en Esp podría, de hacerse, repercutir en la corrupción estructural, en el fracaso de esta última casilla que nos tendría que separar de opciones autoritarias, nacionalistas y populistas.
17- En Esp inquieta ese aprovechamiento de la covid para ensayar autoritarismo y proseguir con el gran negocio local. Los negocios a la sombra del Estado. MAD y Cat, las comunidades autónomas más privatizadas, pueden ser la metáfora de ello. Se ha reabierto el hospital IFEMA –la concesión era para varios meses, pero la reapertura permite la facturación de más servicios–, y se combaten los rebrotes, más que con método científico, con medidas espectaculares, autoritarias, trumpistas, de escasa incidencia, pero de gran presencia. Como la propuesta de crear un carnet vírico. Se trata del típico listado de ciudadanos, prohibido en todas las constituciones democráticas desde el siglo XVIII. Su utilidad es nula con un virus cuyos anticuerpos desaparecen en una media de un mes. Es un globo sonda, un test sobre la tolerancia de la sociedad ante la intolerancia, una discusión crispada, que impide el análisis pausado y desde otros puntos de vista.
18- Es importante hablar de Cat. Cat, en ese sentido, es Esp dos años después, una crisis más avanzada. Por lo mismo, un estadio de lucha por la vida más avanzado. Una posibilidad de futuro en la que, por ejemplo, ya existe un republicanismo derechista, autoritario y vertical, alejado, hasta sus antípodas, de la tradición republicana cat. Por lo mismo es una opción a tener en cuenta en todo el territorio cuando el fusible salte, de forma definitiva.
El grueso de la actividad gubernamental en Cat se va en existir. En la lucha por la vida. Lo que excluye la política. Y la gestión. Y la gestión, por tanto, de una pandemia
19- La transparencia, los datos fiables en pandemia, sigue sin existir en Cat. La novedad es que, pese a la descoordinación y contradicciones gubernamentales, los brotes conocidos se van reconduciendo, por lo que también se podrán reconducir los nuevos y los futuros. Al parecer, para ello ha bastado la iniciativa social en distanciamiento e higiene, y la actividad de los sanitarios, ingente y que suple la descoordinación y propaganda. Los políticos han descubierto en Cat que esto es una crisis de la Sanidad Pública. Es decir, que hay que evitar el colapso de hospitales y UCIs. Lo demás es asumible, aunque para ello se pierda, indefectiblemente, la temporada de turismo, el sostén de la costa cat, en crisis social y económica. Existe un plan de choque desde hace una semana. Los sanitarios no confían en él, por gaseoso. Las PCRs van a tutiplén, en esta emisión. Si bien –informa eldiario.es–, vía privada, repartiendo riqueza con los amiguitos. Por valor de más de cuatro millones. El rastreo puede llegar a existir en breve, pero hoy, no.
20- El grueso de la actividad gubernamental en Cat se va en existir. En la lucha por la vida. Lo que excluye la política. Y la gestión. Y la gestión, por tanto, de una pandemia. Y potencia el mensaje y el símbolo. Todo es mensaje y símbolo. Y parece colar. ¿El Govern es incapaz y gestiona con el XXXX? No. Es muy capaz en lo suyo. La gestión del símbolo y el mensaje. Un país puede suplir política y sociedad por símbolo y mensaje. Tomen nota de ello.
21- En el Govern se vive un combate atroz entre la opción convergente y la de ERC. Parece que gana por KO la convergente. JxC. Es el nuevo partido, vertical, autoritario, relacionado con las nuevas ultra-derechas –exemplum: Torra pretende suplir sindicatos y asociaciones de empresarios como órganos de diálogo social; serían sustituidos por, glups, las Cámaras de Comercio, sindicato vertical que supondría la superación del conflicto de clases en la Nueva Italia–, y liderado por Puigde. En plena pandemia, en pleno combate a ver quién es más inoperante en ella, parece ir ganando. Sin mella electoral. Está tan sobrado que se plantean retrasar elecciones y nombrar un nuevo presi. Con ello a) repararían un poco la gestión covid, o b), y más probable, incrementarían el conflicto. Para ello tendrían que votar a favor ERC y CUP. Es posible. Más desde el punto 22.
22- El conflicto, por otra parte, va que arde por sí solo. Fiscalía –no está dominada por el Ejecutivo; va a su bola; su bola es el constitucionalismo, la forma de la ultraderecha en Esp– ha retirado el tercer grado a los presos, de manera arbitraria. Si la justicia es la solución de conflictos, esto no lo es, desde luego. Esta reencarcelación potencia el único valor, el símbolo mayor, el gran mensaje de estos trileros que, por el mismo precio, abusaron y mintieron a su sociedad, y sufrieron, y sufren, el abuso y la arbitrariedad de la justicia.
23- En el momento de volver a la cárcel, en un acto en directo ante ella, retransmitido por TV3 como RTVE retransmitía las visitas del Papa, uno de los condenados injustamente por sedición, e injustamente desprovisto de su tercer grado, pidió a la juventud cat lo que no hizo en 2017, en el juicio, o en el momento de ese acto: la desobediencia.
24- La Gene no ha participado en la primera reunión de CC.AA. para hablar del monto europeo. No le es necesario. Lucha por la vida, más y mejor, a través del mensaje y el símbolo. No asistir, no enterarse de lo que –a pesar de su éxito o fracaso, de su operatividad o inoperatividad, de su corrupción o de su contrario– será la política esp de los próximos años, no les importa. No necesitan la realidad. Es posible que haya más gobiernos así en el Estado.
25- Es una suerte que la derecha esp no sea Gobierno en este momento. Pero aún es pronto para afirmar que esa suerte será suficiente.
26- Esto es pura lucha por la vida. Cuídense de ella. Y del virus.
1- “Uno de cada tres adultos jóvenes son vulnerables. El tabaco es la principal fuente de riesgo para ese colectivo. El 85% de la mortalidad covid en el Primer Mundo corresponde a mayores de 65 años, pero eso no es así en minorías o en situaciones de pobreza y precariedad. Así, en Sudáfrica, el...
Autor >
Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).
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