Fronteras
Europa, continente hostil para los menores migrantes y refugiados
Save The Children denuncia la terrible situación de más de 200.000 menores no acompañados. Desde 2015 han perdido la vida en el mar 700 niños, incluidos bebés
ctxt 5/09/2020
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Cinco años después de lo que se llamó la crisis de los refugiados, la situación para los migrantes y refugiados menores de edad no ha mejorado en Europa, sino más bien al contrario. Hoy, el continente es un lugar más hostil para los cerca de 210.000 menores no acompañados que han conseguido alcanzar la región, tal y como denuncia un reciente informe de Save The Chlidren. El documento, publicado en el quinto aniversario de la muerte de Aylan, repasa las políticas migratorias y de asilo que han dominado la agenda europea desde aquellas fechas, y cuyas consecuencias se han demostrado terroríficas para los más vulnerables: 700 niños, incluidos bebés, han perdido la vida tratando de alcanzar el viejo continente por mar desde 2015.
Según la ONG, el abandono y el desinterés por los migrantes y refugiados de menor edad se ha hecho patente desde el mismo momento en el que se puso en marcha, hace un lustro, la Agenda Europea para la Migración. En ese momento, cuando un tercio de las personas que llegaban al continente eran niños, los menores solo eran mencionados en una ocasión en el plan comunitario.
En 2019, un tercio de los niños que usaron la ruta de los Balcanes para acceder a Europa fueron rechazados –en muchas ocasiones de forma violenta–
De entre todos los problemas que denuncia Save The Children en su análisis, la situación en las fronteras de la fortaleza europea se ha convertido en el punto más sangrante de las medidas comunitarias para la gestión –y expulsión– de la migración y los solicitantes de asilo. Episodios como el acuerdo con Turquía, que redujo significativamente el número de personas que llegaban a la UE, o la externalización del control migratorio y la militarización de los límites continentales, están llevando, según la ONG, a que los menores enfrenten cada vez más problemas para lograr el estatus de refugiado o para acceder a derechos como la reunificación familiar.
De esta forma, las cifras recopiladas en el informe señalan que solo 850 cerca de los 35.000 niños y adolescentes solicitantes de asilo que han sido reubicados desde Grecia e Italia desde 2015 son menores no acompañados. Cerca de un 25% de los miles de niños –entre 200.000 y 300.000– que han usado la ruta de los Balcanes para acceder a Europa en los últimos cinco años son menores no acompañados. En 2019, un tercio de los niños que usaron la ruta de los Balcanes para acceder a Europa fueron rechazados –en muchas ocasiones de forma violenta–, mientras que en Grecia había 10.000 menores varados en “condiciones inhumanas” a la espera de que se resolvieran sus solicitudes de asilo. A esto se une, según la ONG, el miedo creciente que tienen los que consiguen acceder al continente a “ser detenidos o expulsados”.
En España, Save The Children llama la atención sobre el aumento muy significativo de las expulsiones violentas de migrantes en las fronteras de Ceuta y Melilla, que pasaron de 51 en el año 2017 a 658 en 2018. La práctica fue condenada ese mismo año por el Comité para la Protección del Niño de Naciones Unidas, pero encontró replica en la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, donde se concedía legitimidad a las devoluciones en caliente.
Además de la situación en las fronteras, el estudio de la ONG repasa otros aspectos nocivos de la política migratoria y de asilo en la UE, como las condiciones en los centros de detención o los procedimientos de unificación y tutela de los migrantes y refugiados.
En el primer caso, la propuesta de la Comisión Europea de 2016 para ampliar y facilitar la detención –bajo la premisa de que cualquier persona que llegue a Europa de forma irregular puede ‘fugarse’– ha dado alas a países como Alemania, Grecia, Noruega o Suecia para seguir limitando el movimiento de los menores migrantes y refugiados enviándolos a centros de internamiento.
En el caso de España, Save The Chlidren hace referencia a la reciente puesta en marcha de los Centros de Atención Temporal de Extranjeros (CATE). Aparentemente orientados a la recepción de las personas llegadas por mar, la ley permite la retención de migrantes y refugiados durante 72 horas. Si bien la detención de menores es ilegal, la ONG señala que en 2019 hubo 59 detenciones de menores en estos lugares por errores de identificación.
Por su parte, los procesos para que los menores no acompañados se puedan encontrar con sus familias han registrado un descenso muy importante en los últimos años. En Alemania, el Gobierno desestimó el 70% de las solicitudes de reunificación que se tramitaron desde Grecia en 2019, mientras que en España apenas se han aprobado 76 de las 216 solicitudes realizadas bajo la normativa de Dublín de reunificación familiar.
Por último, el acceso a la tutela, un elemento fundamental para el acompañamiento y la protección legal de los menores refugiados y migrantes, ha dado pasos positivos en los últimos tiempos, pero hay desigualdades muy importantes que aún se mantienen en países como Grecia o España, donde existe una ausencia de coherencia en las medidas debido a “la falta de responsabilidad compartida y la fragmentación de los distintos sistemas de las comunidades”.