¡Señorías, par favar!
Los gritones
Es la hora de la siesta y creo que esto es un simulacro de cómo ignorar a tus cuñados en la cena de Nochebuena sin morir en el intento
Marina Lobo 11/11/2020
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Debatir algo en la sobremesa no es buena idea, por eso las comidas de Navidad casi nunca salen bien paradas. El debate de enmiendas a la totalidad, aká ‘no me gusta NADA de estos presupuestos’, ha empezado a las tres de la tarde. Si normalmente cuando los debates empiezan a las 9 de la mañana van in crescendo, hoy ha ido cuesta abajo y sin frenos.
Arranca Pablo Casado que, en temas económicos, suele sentirse cómodo (never forget su doble titulación en Derecho y Administración de empresas). Es su terreno. Pero, por lo que sea, ha decidido empezar en esta ocasión hablando de Zapatero y de la ineptitud del PSOE en lo que asuntos económicos se refiere, palabras por las que ha sido jaleado por los diputados y diputadas de su partido, que incluso se han puesto en pie cuando Casado ha terminado su intervención.
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Cuando ha salido María Jesús Montero, los ánimos estaban caldeados. “No estoy convencida de que usted sepa a qué hemos venido a este debate. Le tengo que decir que le he visto a usted desubicado”, ha empezado a exponer la ministra de Hacienda. Creo que son las dos únicas frases que ha podido pronunciar seguidas durante su réplica al PP. A partir de ahí el sonido ambiente ha sido este –risas, golpes en las mesas y abucheos aparte–.
¡Qué pesada, madre mía!
¡Qué nivel!
¡Eso qué tendrá que ver!
¡Tú eres premio Nobel de Economía!
¡A la cuestión!
¡Qué barbaridad!
Es la hora de la siesta y creo que esto es un simulacro de cómo ignorar a tus cuñados en la cena de Nochebuena sin morir en el intento. Siempre he defendido que no tod@s los políticos y políticas son iguales, y sería injusto tratar igual a un@s y a otr@s populares, porque supongo que en las filas del PP también los hay que saben comportarse. Centrémonos en “los gritones”; esos que se sentaban al fondo del bus cuando ibas al instituto y ponían la música a tope (o que se mareaban y se tenían que poner en la primera fila con la bolsita por si acaso pero que ahora van de guays). Hoy os presento a dos (habrá más en próximas entregas):
Mario Garcés San Agustín. Es jurista, político, académico y escritor. Portavoz Adjunto del Grupo Parlamentario Popular. Diputado del PP por Huesca en el Congreso de los Diputados. Y es, ante todo, un señor muy enfadado. No es la primera vez que lanza gritos y gestos desde su escaño que yo escucho desde la tribuna de prensa, aunque con la mascarilla crea que no se le nota.
Víctor Piriz Maya. Según su propio Twitter, “Padre, economista, maratoniano, triatleta, madridista, motero, Extremeño, diputado en Madrid y portavoz de Presupuestos. Defensor custodia compartida”. Guau. Quizás demasiada información para una primera cita. Este diputado exige “nivel parlamentario” mientras compara la intervención de la ministra Montero con El club de la comedia –en el que, por cierto, mujeres había pocas, pero eso lo hablamos otro día–.
No todo son malas palabras. Cuando Montero pronuncia mal algún término o se traba durante el discurso, algunos diputados y diputadas populares y también de Vox comparten miradas burlonas y se ríen; no sé si es andaluzofobia, machismo o, como les ha dicho más tarde la propia ministra, infantilismo. Lo que desde luego es es un comportamiento más de crisis adolescente que de personas que ya tenían consciencia cuando el primer hombre pisó la luna.
Montero al final ha saltado. Ha empezado su intervención hablando de “confrontación y concordia”, pero ha acabado entrando al trapo después de que Casado le hablara por enésima vez sobre la incapacidad de su gobierno para hacer unos presupuestos de verdad. Entre grito y grito, se ha escuchado a Montero diciendo eso de: “¿Recordamos los títulos que tiene cada uno?”.
Claramente lo decía por Pablo Casado y los agujeros negros en su currículum, pero cada vez que un diputado o diputada hace alusión a esto (siempre en la memoria la imagen de Inés Arrimadas enseñando desde su escaño el C.V. de Adriana Lastra para afearle que no tenga una carrera universitaria) se pierde. Más cuando este tipo de discursos se hacen desde la izquierda que se presupone menos clasista –al menos en lo ideológico– que la derecha, desde donde rara es la sesión en la que no recuerdan que Illa es “un filósofo”, como si por ello fuese peor ministro.
Abascal está cómodo viendo la función, incluso se inclina hacia detrás en su sillón. Sólo le faltan las palomitas –o igual es más de gominolas, no lo sabemos– . Está cómodo no porque se sepa la lección, sino porque no le toca hablar a él. Le ha dejado el marrón a su compañero más leal: Espinosa de los Monteros (que por cierto no ha parado de repasar sus apuntes antes de salir a la tribuna). Sube Espinosa, Sánchez abandona el hemiciclo:
“EsperoquelgrupoparlamentarioVoxdelqueayersecumplio1añoaentrarenesthemiciclo”.
El diputado de Vox lee a tal velocidad que resulta muy complicado seguir su discurso. No descarto que sea una estrategia para ocultar la inexistencia de programa económico de su partido.
Me encantaría saber qué hay en el móvil y en la tablet de Ortega Smith. No he visto persona más enganchada –y se lo dice alguien que pasa bastante tiempo en Twitter e Instagram–. Justo detrás de él se sienta Inés Arrimadas, algún día si me la cruzo se lo preguntaré y espero que me diga que son todo vídeos de gatos en bucle.
El debate de enmiendas a la totalidad sobre los Presupuestos Generales del Estado debería servir para reivindicar más protección para los más débiles y más ayudas en un contexto de crisis histórica como la que estamos viviendo, además de hablar del déficit y de la deuda. Hoy este debate se ha retransmitido en directo con un único plano. No ha sido un fallo técnico; han sido, precisamente, reivindicación de derechos. La CGT ha convocado una huelga a la que se ha unido la Televisión del Congreso de los diputados (que no depende del propio Congreso, sino de una subcontrata que depende a su vez de una filial de Mediapro) contra el Gobierno de Ayuso y sus medidas para combatir la covid-19 en la región. El equipo de tv del Congreso ha secundado la huelga porque, según afirman a CTXT, “a pesar de la covid nos hacen ir a trabajar en unas condiciones precarias, no se respetan las distancias de seguridad, nos hacen ir sin haber actividad convocada y trabajamos en un sótano sin ventilación ninguna. Tampoco nos hacen pruebas PCR que sí se hacen a otro personal del Congreso”. Para eso, para mejorar las condiciones laborales, sanitarias y sociales de los trabajadores y trabajadoras, se hacen los presupuestos. Todo lo demás, son gritones.
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Debatir algo en la sobremesa no es buena idea, por eso las comidas de Navidad casi nunca salen bien paradas. El debate de enmiendas a la totalidad, aká ‘no me gusta NADA de estos presupuestos’, ha empezado a las tres de la tarde. Si normalmente cuando los debates empiezan a las 9 de la mañana van in...
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Marina Lobo
Periodista, aunque en mi casa siempre me han dicho que soy un poco payasina. Soy de León, escucho trap y dicen que soy guapa para no ser votante de Ciudadanos.
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