1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Análisis

El Sur de Europa organiza la recuperación

Francia, España, Italia, Portugal y Grecia presentan sus planes para repartir los fondos Next Generation

Emilio de la Peña / Steven Forti / Enric Bonet 22/12/2020

<p>El acUErdo.</p>

El acUErdo.

Pedripol

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Abril de 2021. Esa es la fecha límite para que los Estados de la UE presenten ante Bruselas sus planes de recuperación, que se financiarán con los 750.000 millones de euros de ayudas enmarcados en el NextGeneration EU, el instrumento creado por la Comisión para paliar la crisis económica generada por la pandemia. Algunos países ya han enviado los borradores. Es el caso de España, Francia, Italia, Grecia y Portugal. Otros, como Alemania y Holanda, apenas han esbozado algunas generalidades. 

ESPAÑA

 ¿Cambiar el modelo productivo o reanimar el de siempre?

El Gobierno ha dado ya algunos pasos para la gestión del dinero que reciba para la recuperación. Son 72.000 millones de euros a fondo perdido (no hay que devolverlo). Además, puede pedir préstamos a devolver a muy largo plazo por valor de 80.000 millones. Se acordó crear comisiones para esa gestión. Hasta cinco comisiones de distinto nivel. Probablemente no sea un récord, pero se acerca, teniendo en cuenta que para administrar y decidir el destino del dinero ya hay organismos públicos. Sin embargo, con esto ya saltó la polémica. Una información filtrada señalaba que, en la Comisión Interministerial, el primer órgano de gestión, todos serían ministros del PSOE, salvo la titular de Trabajo, de Unidas Podemos. Pablo Iglesias quedaba fuera. Horas después la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, aclaró que no sería así, que, en lugar de una comisión interministerial, el primer órgano gestor sería el Gobierno.

Pedro Sánchez ya ha decidido que gastará en tres años el dinero que nos toca sin que haya que devolverlo. En los presupuestos de 2021 se han incluido casi 27.000 millones de euros de esos fondos, el 11 por ciento de todo el gasto del Estado el año que viene. Sin el dinero para la recuperación, el presupuesto aumentaría en cualquier caso en un 25 por ciento. Es mucho, y se explica por dos cosas: la necesidad de hacer frente a la pandemia y que el Gobierno de coalición pretende contrarrestar las consecuencias de la austeridad. Si se consideran también los 27.000 millones de la UE para la recuperación, el gasto del Estado el año que viene será un 41 por ciento mayor que en 2020. Un aumento del gasto público sin precedentes.

Esto da una idea del peso que esos nuevos fondos europeos van a tener en España. Otra cosa es el uso que se haga de ellos: si el resultado es cambiar el modelo productivo o reanimar el ya existente en estado comatoso por la pandemia. Repasemos lo consignado para el año que viene, con los primeros 27.000 millones, lo único plenamente cierto.

El mayor gasto del dinero europeo para la recuperación se destina a la promoción de energías renovables, eficiencia energética y movilidad sostenible. Esto incluye la electricidad eólica o solar, los combustibles menos contaminantes o el coche eléctrico. Son 5.300 millones. Es el gasto estrella. Y trata de dar respuesta al llamado Pacto Verde Europeo.

También en esa línea va la creación de un Fondo de Restauración Ecológica, costeado igualmente por el Plan de Recuperación Europea con 1.400 millones.

En segundo lugar, figura el dinero destinado a Sanidad. Está considerado el sector público que más hay que mejorar, tras las carencias demostradas ante la pandemia. El año que viene, llegarán de Bruselas 2.600 millones. De ellos, 1.089 para mejorar la atención sanitaria, 500 para mejoras tecnológicas, y 1.011 para pagar las vacunas del covid-19.

La tercera partida es el dinero para la digitalización del país, subvencionando la implantación de redes o la digitalización de pymes. Suponen 1.800 millones de euros. Es también la otra gran apuesta de la Unión Europea.

En cuarto lugar, el desarrollo e innovación. Se lleva 1.500 millones. Pero se trata de una partida mosaico. Va desde subvenciones a las fábricas de automóviles para la creación de nuevos modelos, especialmente eléctricos, a la mejora de la tecnología sanitaria.

La quinta está dirigida a apoyar la integración laboral y la búsqueda y obtención de empleo. 1.200 millones.

Como sexta partida, se dedican 1.150 millones a la ayuda a colectivos vulnerables, a la dependencia y a las residencias.

Hasta aquí lo que podría considerarse que contribuye a un cambio de modelo. Pero hay otras partidas que son una apuesta a lo de siempre, víctima ahora de la crisis, precisamente por sus debilidades.

– Europa ayudará a la rehabilitación de edificios. Realmente es un apoyo al sector de la construcción, pero evitando la apuesta por el nuevo ladrillo, cuando hay millares de edificios viejos y abandonados. Son 1.620 millones.

– Vuelve a potenciarse el tren de alta velocidad con 1.285 millones que pone Europa. Es chocante, dado que se consideraba innecesario seguir gastando en el tren súper rápido.

– Se apuesta por el sector turístico, por su papel estratégico. Así lo dice el presupuesto. Se destinan 1.057 millones de euros del Fondo de Recuperación.

– Hay además muchos otros gastos de menor cuantía.

Aclaración complementaria: la mitad de este dinero lo gestionarán las comunidades autónomas, porque son competentes en muchas de estas actuaciones.

ITALIA

La que más recibe: 209.000 millones de euros

En Italia se está hablando mucho del Next Generation EU y de cómo y, sobre todo, de quién, gestionará los 209.000 millones de euros –85.000 de los cuales en subvenciones– asignados al país transalpino, la cifra más alta de todos los países de la UE. A principios de diciembre, el Gobierno presentó un plan que prevé 60 proyectos centrados en las macro-áreas propuestas por la Comisión Europea. 

El bloque más consistente, 74.300 millones, se destinará a la “revolución verde”, entre tutela del territorio, transición energética, movilidad sostenible, economía circular y, especialmente (40.000 millones), rehabilitación de edificios, empezando por escuelas y hospitales. La digitalización se llevará 48.700 millones, entre la modernización de la administración pública, la de la justicia y el plan industria 4.0, mientras que en las infraestructuras –alta velocidad y manutención de las carreteras– se invertirán 27.700 millones. A las desigualdades de género y territoriales, así como a la inclusión y a los jóvenes se destinarán 17.100 millones, a la educación y la investigación 19.200 y a la sanidad 9.000. Según las estimaciones del Gobierno, los fondos de recuperación permitirán que el PIB italiano aumente el 2,3% en seis años. 

Para la gestión de estos fondos, el primer ministro, Giuseppe Conte, ha propuesto una estructura piramidal, dependiente de la misma presidencia del Consejo: la cabina de dirección estaría formada por el propio Conte y los ministros de Economía, Roberto Gualtieri, y de Desarrollo Económico, Stefano Patuanelli, que mantendrían informados al Parlamento y al Comité Interministerial para Asuntos Europeos. En un segundo nivel estarían seis “súper manager”, que se ocuparían de la supervisión de los proyectos y la monitorización ejecutiva, con la ayuda de entre 90 y 300 técnicos, internos o externos a la administración pública. 

El objetivo del Gobierno era obtener ya la semana pasada el visto bueno del Consejo de Ministros para llevar a Bruselas el proyecto de inversiones y de gestión de los fondos. Sin embargo, todo está en el aire por el cuestionamiento del plan que ha hecho Matteo Renzi y su pequeño partido, Italia Viva, socio del ejecutivo, cuyos votos son imprescindibles para obtener la mayoría parlamentaria. Las críticas, compartidas en buena medida también por el Partido Democrático y el Movimiento 5 Estrellas, se centran en la gestión demasiado centralizada por parte de Conte y en el riesgo de que esta inmensa cantidad de dinero quede fuera del control del Parlamento y los partidos. De aquí a finales de año, Conte ha prometido que revisará los grupos de trabajo propuestos y la repartición de los fondos, tras la insatisfacción de algunos de sus propios ministros, empezando por el de Sanidad. Renzi ha lanzado un ultimátum: o cambian las cosas antes del 28 de diciembre o puede provocar una crisis de gobierno. 

Más allá de las dudas que muchos tienen sobre la capacidad de Italia para utilizar estos fondos –en los últimos siete años se han gastado solo 16 de los 40.000 millones de los fondos estructurales europeos–, el Next Generation EU puede abrir escenarios impensables hace unos meses: la caída de Conte y elecciones anticipadas. Ya veremos. Quizás, todo se resuelva en un rimpasto –reajuste– de Gobierno con el cambio de algunos ministros y un reparto de los fondos que satisfaga a todos los socios del Ejecutivo. 

PORTUGAL

Un ingeniero al frente para idear el despegue

Portugal ha sido uno de los primeros países de la UE en presentar, ya a mediados de octubre, su Plan de Recuperación y Resiliencia, elaborado por el ingeniero António Costa Silva, con una larga experiencia en empresas petrolíferas portuguesas e internacionales. El pre-proyecto resulta bastante similar al del gobierno italiano y se centra en tres pilares –resiliencia, transición digital y transición climática–, desarrollados en 31 reformas estructurales. De los 15.300 millones de euros de subvenciones de que dispondrá Lisboa –el Gobierno socialista de António Costa ha afirmado que no utilizará los préstamos porque “la situación financiera del país no lo permite”– una parte consistente se invertirá en la reducción de las vulnerabilidades sociales, con especial atención a la sanidad (1.000 millones) y la vivienda (1.600 millones). A la digitalización de la escuela, las empresas y la administración pública le tocarán 2.800 millones, a la reindustrialización 930 millones, a las infraestructuras 800 millones, a la movilidad sostenible, la descarbonización de la industria, la eficiencia energética y las energías renovables casi 3.000 millones. El pre-proyecto presenta un elevado estado de conexión con los demás fondos estructurales que recibirá el país en los próximos 7 años –casi 30.000 millones–, mostrando la notable capacidad del país luso para la ejecución de las ayudas europeas.

Por esto, se propone una estructura de gobernanza de las ayudas muy rodada que tiene cuatro niveles. En primer lugar, el político formado por un comité de dirección, presidido por el presidente del Gobierno en el que participarán los principales ministros, al que se asocian tres grupos interministeriales. Seguidamente, una coordinación técnica y de gestión y un nivel de control y auditoría, gestionado por el ministerio de Finanzas y algunas entidades ya existentes que se ocupan de la gestión de los fondos estructurales europeos. Finalmente, habrá un nivel de acompañamiento otorgado a una comisión nacional presidida por una personalidad independiente.

GRECIA

Una visión neoliberal  del mercado de trabajo

También el gobierno griego, liderado por el derechista Kyriakos Mitsotakis, encargó a una comisión externa la elaboración de un proyecto para la gestión de los 32.000 millones de euros que le tocarán, entre subvenciones y préstamos, al país heleno. El plan, redactado por el economista británico-chipriota Christopher Pissarides, Nobel de Economía en 2010, no se considera definitivo y el debate al respecto seguirá muy probablemente hasta el mes de abril, que es el último plazo para presentar la propuesta a Bruselas. Criticado como demasiado genérico, el plan Pissarides tiene seis pilares: desarrollo regional, transferencia digital, crecimiento verde, reforzamiento de las infraestructuras, empleo con cohesión social e innovación empresarial. Preocupa el enfoque totalmente neoliberal, sobre todo en el ámbito del trabajo, con la voluntad de reducir las contribuciones a la Seguridad Social y la generalizada bajada de impuestos favorables a las empresas. De hecho, Syriza, en la oposición, ha presentado recientemente un proyecto alternativo centrado en la reducción de la semana laboral a 35 horas, sin bajada de salarios, y una implementación de la economía verde.

Como en el caso portugués, pero con mucha menos concreción, la voluntad es la de juntar el Recovery Plan a los 19.000 millones de fondos estructurales que recibirá Atenas entre 2021 y 2027. Desde el punto de vista de la gestión, aún no está claro si se creará una estructura específica, aunque muchos apuntan que Mitsotakis, que gobierna con una cómoda mayoría absoluta, centralizará toda la gestión en la presidencia del Gobierno. 

FRANCIA

Macron mima, como siempre, a las grandes empresas

Después de Italia y de España, Francia es el tercer país que más se beneficiará de los fondos de ayuda europeos: 40.000 millones. Este dinero se destinará esencialmente a financiar el plan de reconstrucción, valorado en 100.000 millones de euros y que será gestionado principalmente por el Gobierno central.

Presentado con bombo y platillo a principios de septiembre, el plan representa el pilar con el que Francia quiere impulsar la recuperación económica en 2021 y 2022. Una batería de 70 medidas anunciada con el gusto por el marketing del que hace gala el ejecutivo macronista. “Innovación”, “reverdecimiento de la economía”, “el plan de reconstrucción más importante de la historia”… Son algunas de las frases precocinadas con las que se adornan estas ayudas que, en realidad, suscitan dudas tanto por su cantidad como por su orientación económica. A primera vista, 100.000 millones en dos años parecen una cifra elevada, pero numerosos economistas han advertido de que se queda corta ante el mayor crack económico desde la Segunda Guerra Mundial. 

“El 30% del plan se gastará en 2021: 30.000 millones, que representa poco más del 1% del PIB. Finalmente, no será un esfuerzo superior al realizado en 2009”, sostenía el economista Mathieu Plane, director adjunto del departamento de análisis de la prestigiosa OFCE, en una entrevista en Alternatives Économiques. En ella alertaba de que “el plan de reconstrucción subestima los efectos de la crisis”. Esta advertencia ha ganado relevancia tras el segundo confinamiento, que se traducirá en una caída del 4,5% del PIB en el último trimestre. Junto con España y Reino Unido, Francia es uno de los países europeos que sufrirá una mayor recesión.

Más allá de la cantidad, el plan de reconstrucción genera controversia por su clara apuesta por las políticas económicas de la oferta. La mejora de la competitividad empresarial se llevará un tercio de estos fondos. En concreto, se impulsará una rebaja de 20.000 millones de los llamados “impuestos de producción” a las empresas en los próximos dos años. Esta medida beneficiará sobre todo a los grandes grupos. No comportará ninguna contrapartida ni exigencia. Esta petición histórica de la patronal, ahora satisfecha, se incrusta en la continuidad de los regalos fiscales a los más ricos realizados en los últimos años en Francia .

Otro tercio del plan de reconstrucción (30.000 millones) se destinará a la transición ecológica. Se creará una partida de 6.700 millones para la renovación energética de edificios, 11.200 millones para las emisiones de CO2 de los transportes, unos 1.900 millones para subvencionar la compra de vehículos menos contaminantes y 2.000 millones para el sector del hidrógeno. Todas ellas medidas interesantes, pero que corren el riesgo de dispersarse y de que se  diluya su capacidad de transformación. Macron prefiere subvencionar a las empresas para que lideren la transición verde, en lugar de impulsarla a través de proyectos e inversiones directas del Estado.

Aunque el plan francés está teñido de verde, peca por su escasa sensibilidad social. Solo se destinarán 800 millones a ayudas directas a los más desfavorecidos y precarios. Este dinero se verá reflejado en un aumento puntual de las becas escolares o una reducción de las tarifas de los comedores universitarios. 

En una entrevista para el digital Le grand continent, Macron defendía la creación de un “consenso de París” como alternativa al “consenso de Washington”, que sentó las bases de la hegemonía neoliberal. Esta ocurrencia discursiva contrasta, sin embargo, con la continuidad en su país de las políticas de la oferta y de debilitamiento del Estado del bienestar . Y los fondos europeos parece que  sirven para apuntalar esta apuesta.

Abril de 2021. Esa es la fecha límite para que los Estados de la UE presenten ante Bruselas sus planes de recuperación, que se financiarán con los 750.000 millones de euros de ayudas enmarcados en el NextGeneration EU, el instrumento creado por la Comisión para paliar la crisis económica generada por la pandemia....

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Emilio de la Peña / Steven Forti / Enric Bonet

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí