¡SEÑORÍAS, PAR FAVAR!
Perrear y llorar
Hay una ultraderecha que baila (Vox), una derecha que llora porque sus malas decisiones le han llevado al borde del olvido (C’s) y una derecha que cree que tiene controlada la situación (PP) mientras todo arde a su alrededor
Marina Lobo 10/03/2021
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Ocurre a veces que palabras y gestos que pasan desapercibidos en el momento cobran sentido mucho –o poco– tiempo después. Cuando comenzó la sesión nadie imaginaba –siempre habrá un analista/tertuliano que diga que él sí se lo veía venir, que hizo una apuesta en una porra con sus amigos, pero no les hagan caso– que en pocas horas la actividad política de nuestro país se volvería insoportablemente frenética (por si no lo fuera ya con una pandemia mundial y el primer gobierno de coalición de nuestra historia). Elecciones anticipadas, mociones de censura tardías, confusión, reproches y un dominó cuyas piezas no dejan de caer una tras otra. Para cuando lean este artículo quizás haya más mociones de censura que gobiernos autonómicos en activo en nuestro país. Mal día para teclear a toda velocidad con uñas de gel.
Ante la diatriba de elegir entre moderación o perdición parece que los populares (al menos en Madrid) han tomado un camino y que su aperitivo es de color naranja
Después de ver los informativos, ponernos al día con los grupos de Whatsapp y acallado un poco el ruido de Twitter, hablemos de cómo se ha vivido este golpe en el tablero político en el Congreso de los diputados, de casualidades y de señales. La primera intervención del presidente del Gobierno, horas antes de que se montara la de San Quintín y de que Ayuso anunciara su dimisión –quién sabe si con la confianza puesta en obtener mayoría absoluta ante unas hipotéticas elecciones o con la de compartir gobierno únicamente con Vox y sacar definitivamente a Ciudadanos de la ecuación– ha estado dirigida precisamente a Pablo Casado, presidente del PP. “Usted tiene dos caminos: o el camino de la moderación o el camino de la perdición. Usted tiene que dejar de ser el aperitivo del plato fuerte que viene luego”, le ha advertido Sánchez. El plato fuerte es Vox, ese partido que exige elecciones hasta en su casa como el que sigue jugando en las escopetas de feria de su pueblo por si en algún momento le toca el peluche gigante de Pikachu. Ante la diatriba de elegir entre moderación o perdición, como le planteaba Sánchez a Casado, parece que los populares (al menos en Madrid) ya han tomado un camino y que su aperitivo es de color naranja. Casado, que no es precisamente famoso por tener el don de la oportunidad, ha respondido a Sánchez diciendo que “su Gobierno lo único que hace es pelearse entre ellos”. Pablo Nostra Damus.
Si algo hay que reconocerle a los diputados y diputadas de Vox es que deben de tener los glúteos durísimos; cada vez que uno de los suyos abre la boca se levantan para aplaudir. En esta sesión, no solo a los suyos. Los diputados de Vox han aplaudido a María Teresa Jiménez-Becerril, diputada del PP y hermana de Alberto Jiménez-Becerril Barrio, asesinado por ETA en 1998. El aplauso ha llegado cuando Jiménez-Becerril ha dicho que “ETA no está derrotada y no hay apisonadora capaz de destruirla”, aludiendo a un reciente acto de destrucción de armas de ETA al que acudió Pedro Sánchez. ¿Cómo de frecuente es que alguien de un grupo político aplauda en el hemiciclo una intervención de un diputado o diputada de otro grupo? Muy poco, prácticamente nada, más aún si tenemos en cuenta que durante las últimas semanas han intentado alejar sus discursos en el hemiciclo y cuando, recordemos, Vox fue el único partido en no aplaudir a Aína Vidal cuando anunció su baja por cáncer, acción que se les ha reprochado en varias ocasiones.
Hay más. Fuera del hemiciclo ya se sabía lo de Murcia y acababan de dar la noticia de la dimisión de Ayuso en Madrid. Dentro del hemiciclo, Macarena Olona, una de las diputadas más reaccionarias de Vox, ha empezado a bailar (literalmente) en su escaño, suponemos que celebrando la noticia. Los diputados y diputadas de la extrema derecha se mostraban en esos momentos sonrientes, satisfechos, comentando entre ellos, como cuando gana tu equipo de fútbol –imagino, porque yo nunca he sido de ningún equipo, aparte del Atlético de Madrid si es que esto lo está leyendo el director de esta revista–. Acompañando a un texto de su líder, Santiago Abascal, en el que este pedía elecciones anticipadas en varias comunidades, la diputada Olona ha dejado varias veces su escaño para sentarse junto a algun@s diputad@s de la primera fila del PP en el hemiciclo y ha intercambiado comentarios cómplices con Macarena Montesinos de Miguel, diputada del PP por Alicante que hace poco reconoció haber aceptado viajes en yates de lujo por invitación del exministro Eduardo Zaplana. Montesinos de Miguel es de esas políticas que parecen haber nacido en el Congreso, que se mueve cómodamente por el hemiciclo. Me apostaría algo a que es la que organiza las cenas de Navidad y se acuerda de los cumpleaños de los diputados del PP.
¿Estarían hablando del tiempo? ¿De dónde irse a comer después de la sesión? No parece muy correcto que, justo después de que las diputadas de Vox expresen su alegría por unas posibles elecciones e insten a convocar anticipadas también en otras comunidades en las que gobierna el PP, estén de colegueo con diputad@s populares. A no ser que, como parece, en esto formen parte del mismo equipo.
Quién sabe si el cambio de rumbo de C's traerá alianzas para formar gobiernos más de izquierdas en las comunidades hasta ahora lideradas por el PP
Desde luego hay infinitas posibilidades, algunas más improbables que otras. La realidad es que, mientras de puertas para fuera afilan las uñas de cara a una nueva campaña electoral, de puertas para dentro el partido al que se le tambalean varios gobiernos autonómicos al mismo tiempo y el partido que forma parte de algunos de esos gobiernos parecen estar tranquilos, incluso contentos, con el nuevo escenario. Quién sabe si el cambio de rumbo de Ciudadanos traerá consigo alianzas para formar gobiernos más de izquierdas en las comunidades hasta ahora lideradas por el PP, cómo afectará esto a la relación PSOE-UP (siempre contrarios a formar gobierno con los naranjas) o si, ante la posible celebración de nuevos comicios, Ciudadanos aguantará la embestida o la derecha más ultra saldrá reforzada y usará esto para coger impulso hacia un futuro gobierno.
Hay una ultraderecha que baila (Vox), una derecha que llora porque sus malas decisiones le han llevado al borde del olvido (C’s) y una derecha que cree que tiene controlada la situación (PP) mientras todo arde a su alrededor. Hace poco descubrí en Spotify una lista ideal para la pandemia, con más de 600.000 seguidores, titulada “Perrear y llorar”. Señores y señoras de las derechas, una recomendación: suscríbanse, que una sabe cómo empieza la fiesta pero no si va a vomitar a la mañana siguiente.
Ocurre a veces que palabras y gestos que pasan desapercibidos en el momento cobran sentido mucho –o poco– tiempo después. Cuando comenzó la sesión nadie imaginaba –siempre habrá un analista/tertuliano que diga que él sí se lo veía venir, que hizo una apuesta en una porra con sus amigos, pero no les...
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Marina Lobo
Periodista, aunque en mi casa siempre me han dicho que soy un poco payasina. Soy de León, escucho trap y dicen que soy guapa para no ser votante de Ciudadanos.
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