Temporada cero / Eric Benzekri
“‘Baron Noir’ es una defensa de la política como único medio de extirpar la violencia de las relaciones sociales”
Xavier Calafat / Blai Burgaya (Agoncuestionespoliticas) 15/04/2021
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Eric Benzekri (Yvellines, Francia, 1973) es uno de los creadores de la serie Baron Noir, que cuenta los entresijos de la política francesa. Benzekri cursó estudios de ciencias políticas en Estrasburgo y se sumó al movimiento de La gauche socialiste, creado por Jean-Luc Mélenchon y Julien Dray. En 2005 se alejó de la política y empezó a escribir guiones para series. Hablamos con él de su último trabajo, Baron Noir, el más exitoso de todos.
Se suelen clasificar las series actuales sobre política en función de qué aspecto representan de la misma: o bien el realismo cínico (House of Cards) o bien el idealismo (Borgen)… ¿Dónde situaría usted la de Baron Noir?
Baron Noir, por su naturaleza, es una serie ambivalente: la materia prima que utiliza para crear su ficción es lo real, lo que en cierto modo es diferente del “realismo”. Sin embargo, lo real no es ni cínico ni idealista, sino las dos dimensiones a la vez o... ¡una después de la otra! Lo real es aquello que se impone a todos. El político no lo puede ignorar. Pero sí que puede proponer transformarlo. ¿Puede hacerlo? Esto es una cuestión central. A veces lo consigue, en otras ocasiones fracasa. O peor, puede pasar que sus acciones empeoren la situación. Esto hace que sea apasionante la ficcionalización de estos dilemas y de los conflictos que atraviesan a todos los personajes y que los hacen evolucionar. Creo que en este caso, estamos lejos de la lógica binaria brutal y sin matices que nuestra época parece imponernos.
Algunos analistas han tildado su serie de anti-política; en cambio, otros han dicho que es un canto a favor de la política (especialmente la última temporada). ¿El dialogo constante que la serie establece con la realidad persigue la voluntad de elevar o de denostar la política?
La tercera temporada responde efectivamente por ella misma a esta pregunta: Baron Noir es una defensa de la política –aún más de la democracia– como único medio de extirpar la violencia de las relaciones sociales, a través de la organización de su “conflictividad”, su puesta en debate, su resolución temporal en un momento dado por el voto del pueblo. En el siglo XXI la cuestión aún sigue siendo: “la política o la barbarie”
Seguramente uno de los aciertos de la serie es que no se trata solo de una serie sobre política, sino que también es una serie política, en la medida que los debates de ideas que aparecen son profundos. ¿Había una voluntad de situar ciertos temas en la agenda? (El caso de la educación o la segregación, por ejemplo).
La educación, la segregación, las instituciones, Europa, la ecología. Todo lo que tratamos en la serie ya está presente en el debate público. Pero sí que intentamos hacerlo todo relacionándolo con estos temas. Quisimos volver a interrogar, cuestionar e interrogar de nuevo, algunas veces incluso yendo en contra de nuestro pensamiento.
Con un imperativo: no caricaturizar las posiciones de cada familia política, sino al contrario, buscando los medios para hacerlas comprensibles. ¿Se pueden pensar las discriminaciones sin volver a pensar la organización del territorio? ¿Podemos pensar la justicia social y la emancipación sin volver a pensar en la educación? Como decía antes, plantear estas preguntas ya es parte de la respuesta. Pero como guionistas, no hemos hecho cálculos electorales, así era más fácil para nosotros.
La dimensión del cinismo político
Baron Noir ha sido elogiada por contener una dosis bastante real de cinismo político. Nos ayuda a reflexionar en torno a la ética de la convicción y el pragmatismo. Si solemos ver a la izquierda como la defensora de unos valores y unos principios firmes y a la derecha con una gran flexibilidad pragmática….
¿Cree que la izquierda debería bascular más hacia el pragmatismo?
Si el pragmatismo es reconocer la realidad, nada es posible sin pragmatismo. Si el pragmatismo es la coartada para renunciar a algo, es justo lo contrario... Jean Jaurès [el dirigente republicano-socialista francés] tenía este lema: “Partir de lo real para ir hasta el ideal”. Fue utilizado por todo el mundo y malgastado pero no es una razón para dejarlo en el fondo del cajón.
¿No cree que el mismo título de la serie puede reforzar la idea que ya tiene mucha gente de que la política es un mundo oscuro lleno de confabuladores?
El título es enigmático y de alguna forma un poco mistificador, es verdad. Pero para los que se quedan hasta el final de la serie, es imposible limitarse al título. ¿Piensan que si hubiéramos titulado la serie en lugar de Baron Noir, “Viva la política” hubiéramos tenido el mismo eco?
Una de las cosas que más se han elogiado del personaje de Rickwaert es su evolución. Él, que empieza como un cínico, acaba la serie haciendo un alegato en favor de la política y la democracia republicana. ¿Cree que esto es algo habitual en política?
Muy cínico al principio, no lo sé... Hay que tener en cuenta que fue traicionado, fue manipulado. De hecho, es verdad que se transforma en una bestia salvaje. Comete errores, intenta tomar atajos, se miente a sí mismo. Además, de cara al peligro –al menos tanto como el contacto de Amélie Dorandeu, de la cual percibe, a través de su experiencia, el sufrimiento que acompaña el ejercicio del poder— adquiere una madurez que lo transforma, esto es seguro. Pero, a lo largo de las etapas de este largo viaje, Rickwaert nunca se olvida de dónde viene ni por qué se comprometió a hacer política. Son dos cualidades indispensables para asegurarse de estar representando a una parte del pueblo.
Coyuntura política actual.
La maniobra que ha hecho el que era el segundo vicepresidente del gobierno de España y actual dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, dimitiendo de sus cargos en el gobierno para presentarse a las elecciones de Madrid, ha sorprendido tanto a amigos como enemigos suyos. Si a eso le sumamos su llamada a la unidad de la izquierda, no podemos dejar de pensar en los paralelismos con Phillippe Ricwaert y su discusión con Michel Vidal, el líder de Debout le peuple, ante la cuestión de la unidad de la izquierda. De hecho, una parte de la prensa del país ha bautizado la decisión de Iglesias como “Operación Baron Noir”. Dos preguntas: ¿Cómo ve usted esta maniobra de Iglesias? ¿Qué piensa de la unidad de la izquierda?
Maniobra es una palabra con una connotación negativa. Calificaría la dimisión de Iglesias más bien de “movimiento”. Es una operación muy arriesgada. Pero solo lo que es arriesgado puede percibirse en cierto sentido como sinceridad: primer punto positivo. El efecto sorpresa es el segundo punto positivo: perturba el sentido de la elección, aumenta la apuesta, en breve tiempo contribuirá a una nueva movilización. Es de alguna forma un “all in”. También nos informa del estado de alerta con el que Iglesias está leyendo la situación política actual. Sí, diría que en este sentido es “Ricwaertiano”.
La cuestión de la unidad de las izquierdas es una constante de la historia de las propias izquierdas. Es el incesante flujo y reflujo. Si se consigue, la criticaremos y cesará. Si no se consigue, la añoraremos y volverá a imponerse. Es un medio y sobre todo nunca debe ser un fin.
En la tercera temporada de la serie observamos la irrupción de un nuevo actor político, el movimiento encabezado por Christophe Mercier, de unas características populistas y antipolíticas, defendiendo una especie de sorteo para escoger al presidente de la República y denunciando a la casta política. Esta representación del populismo lo presenta como una lógica nihilista de la sociedad, que pone en peligro la propia democracia al mismo tiempo que es un actor utilizado tanto por la extrema-derecha como por la extrema-izquierda. ¿Qué visión tiene del populismo? ¿Qué querían representar con esta figura de Mercier?
La respuesta a esta pregunta se expone en su totalidad en el discurso de Rickwaert durante el debate de la segunda vuelta. El sorteo es la vuelta de un Dios: el del azar. Y supone el fin del debate, es decir, de la confrontación de ideas y de proyectos. Al menos así aparece, en el sistema Mercier, en el cual la Asamblea nacional se compondría mediante sorteo.
El término “populismo” es demasiado general para que pueda tener una visión precisa. ¿De qué estamos hablando? Nadie lo sabe de verdad.
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Traducción de Alex Ribere y Louis Dagues.
Eric Benzekri (Yvellines, Francia, 1973) es uno de los creadores de la serie Baron Noir, que cuenta los entresijos de la política francesa. Benzekri cursó estudios de ciencias políticas en Estrasburgo y se sumó al movimiento de La gauche socialiste, creado por Jean-Luc...
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