NO FUTURE? (II)Carlos / Funcionario y extrabajador temporal
“Quiero tener hijos, pero me daba reparo por la posibilidad de no tener un sueldo al mes siguiente”
Elena de Sus 18/08/2021
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Carlos (Zaragoza, 1992) hizo su segundo examen de la oposición a auxiliar administrativo del Estado el 8 de febrero de 2020, apenas cinco semanas antes de que se declarara el estado de alarma y gran parte del país quedase en stand-by. Obtuvo plaza, al igual que su pareja, que se presentaba a administrativa. Ambos llevaban más de un año estudiando mientras cobraban el paro. El éxito opositor supuso el fin de una sucesión de empleos en el sector logístico, en su mayoría con contratos temporales, que procedemos a relatar.
¿Cuándo empezaste a trabajar?
Casi no termino la secundaria. Cuando estaba en mi segundo 2º, porque repetí, ya no quería estudiar. Había trabajado ese verano en la empresa de mi padre. Mi madre insistió en que estudiara e hice 3º y 4º en el grupo de Diversificación. Luego empecé un grado medio de Comercio y Marketing. Empecé en septiembre y en diciembre lo dejé.
¿Por qué lo dejaste?
No me gustaba. Yo pensaba que me iban a enseñar técnicas de venta, a desenvolverme en público… Pero estudiábamos cosas que no me parecía que me fuesen a servir para lo que yo quería, entonces lo abandoné y seguí trabajando con mi padre.
¿A qué se dedicaba la empresa?
Equipamiento para residencias de ancianos. Yo repartía, era vendedor, hacía servicio técnico, trabajo de oficina… Cuando la empresa es de la familia, acabas haciendo de todo. Estuve cuatro o cinco años. Discutí con mi padre y me fui.
¿Y qué pasó?
Conocí a mi pareja y nos queríamos ir a vivir juntos. Yo no tenía trabajo ni paro porque me había ido yo, cabreado. No sabía lo que era el mercado laboral ni tener un horario fijo.
Fui a una entrevista de Mercadona y tuve la suerte de que me cogieron. Estuve de reponedor dos meses, una sustitución. Después me contrataron de repartidor en otro Mercadona, y a los tres meses me hicieron indefinido. Volví a ser reponedor y ahí empezaron los problemas.
El horario era de once de la noche hasta las seis de la mañana, seis noches a la semana. Llegaba un tráiler con palés y había que descargarlo. Hasta que no estuviese repuesto todo no nos podíamos ir de ahí los cuatro compañeros. Nos íbamos casi todos los días a las ocho de la mañana, o sea, dos horas más, por la cara. Tardaba cuarenta y cinco minutos en volver en autobús… Era horrible intentar dormir a las nueve. Además, no nos devolvían las horas algún día que hubiera menos trabajo, eran horas regaladas y no pagadas.
¿Por qué se tardaba más de lo previsto con tanta frecuencia?
No es que fuéramos despacio, éramos cuatro e íbamos a toda leche. Había que bajar la mercancía a la planta de abajo con un montacargas, que va a su ritmo. Ellos decían que estaba calculado y que daba tiempo, pero no.
Le dije a la jefa que eso no era normal, que me tenía que devolver las horas porque un día es un día, pero pasar días, semanas, meses regalando tu tiempo… Ellos lo que intentan es ponerte en contra de los compañeros.
Las dos mujeres que trabajaban conmigo llevaban muchos años y tragaban porque tenían hijos. Cuando tienes hijos, tienes que tragar. Me decían: “¿Qué hago? ¿A dónde voy?” Porque es verdad que Mercadona paga bien, aunque si divides el sueldo por todas las horas que hacíamos…
Mi padre me necesitaba y me convenció de que volviera. Le puse condiciones y las aceptó, pero segundas partes nunca fueron buenas. Luego he pasado por multitud de empresas más pequeñas. Algunas bien, otras no tan bien.
Hice una sustitución en una empresa de reparto a domicilio. No estaba mal, pero entrábamos a las seis de la mañana y yo me iba de ahí a las siete de la tarde, comiendo un bocadillo en la furgoneta. Eran trece horas de reparto, subiendo a pisos con carga pesada, que no son lo mismo que trece horas de oficina. Yo pensaba que no habría nada peor que lo del Mercadona, pero sí, siempre se puede bajar más. Que, a ver, si me pagaran las trece, pues bueno, pero si no, es una estafa. Al final, el trabajo es un intercambio de mi tiempo por dinero. Trabajamos por dinero.
Estuve en el paro muy poco tiempo, después pasé a Mercazaragoza y me llamaron de Inditex.
¿Para trabajar en la plataforma logística?
Sí, desde Zaragoza se distribuye la ropa de Zara de mujer a todo el mundo. Impresiona. Ahí hay ropa para aburrir. El contrato era para siete días, por un pico de trabajo. Casi me dio pena que fueran solo siete días.
Me llamaron de otra empresa de recambios, para un mes o mes y medio, luego del grupo Carreras…
O sea, tuviste un contrato indefinido en Mercadona y a partir de ahí todos temporales, ¿no?
Sí. Con la primera empresa de reparto fue contrato de empresa, y con Inditex también, pero todo lo demás fue a través de ETTs. A día de hoy, por desgracia, es lo más habitual, por lo menos en logística. En la empresa de recambios, todos los repartidores y preparadores de pedidos éramos de ETTs, y ni siquiera de la misma.
Me volvió a llamar Inditex. Esta vez era un contrato de tres meses con opción a seguir. Inditex te contrata tres meses. Renuevas por otros tres meses o te despiden. Y así hasta que haces un año, que entonces tienen la obligación de hacerte fijo, o te echan. Y lo que hace Inditex, que lo lleva haciendo diez o doce años, por lo menos en esta plataforma de Zaragoza, es que al año te echan, y suele coincidir con el verano. En el verano echan a unos 400 y contratan a otros tantos.
En las comidas familiares hablaban de las vacaciones, de que entraban y salían a su hora… Una calidad de vida que nosotros no estábamos teniendo
En Zaragoza, tú hablas con cualquiera con edad de trabajar, que sea mozo de almacén o así, y habrá pasado por Inditex. Casi todos hemos trabajado allí, por el sistema que tienen. Una vez te echan, tienen que dejar pasar otros cuatro meses, y si lo has hecho bien, te vuelven a llamar para empezar otra vez. Y la gente que conozco que más ha estado así han sido tres años porque creo que hay un tope.
¿Por qué decidiste preparar oposiciones?
En septiembre del 2018 nos echan a la vez a mi pareja y a mí, vamos, no nos renuevan. Nos encontramos los dos en el paro. Yo ya estaba cansado de enlazar un contrato de doce horas con otro que pagaba poco y tal, y ella había decidido estudiar una oposición porque su hermana y su cuñado son funcionarios, y su otro hermano y su cuñada se habían hecho funcionarios en 2017.
Ya habíamos visto la vida que tenía su hermana, que fue la primera que se hizo funcionaria en 2009. En las comidas familiares hablaban de las vacaciones, de que entraban y salían a su hora… Una calidad de vida que nosotros no estábamos teniendo. En octubre de 2018 dijimos: ¿y por qué no lo intentamos?
¿Cuánto tiempo estuvisteis estudiando?
Un año aproximadamente. Ella empezó un poco antes, después me uní yo. Yo nunca he sido buen estudiante…
¿Y cómo conseguiste la disciplina de estudio?
Es como cuando dejé de fumar. Lo hice de un día para otro. Me costó, eh. Pero lo de estudiar las oposiciones fue parecido, dije “lo tengo que hacer”. Y a las ocho estábamos en la puerta de la biblioteca, hasta la una. Y luego volvíamos por la tarde. Los domingos nos quedábamos en casa porque no abrían las bibliotecas. Leíamos en los foros que la gente hacía un día de descanso a la semana y nos preguntábamos si no estábamos haciendo demasiado. Al ser dos era mucho más fácil coger la disciplina porque si uno se distraía, enseguida le llamaba la atención el otro.
El primer examen fue el 19 de octubre. Yo me quedé el 800 y algo, había unas 1400 plazas. Al ver que habíamos superado la primera prueba pasamos a preparar la segunda, que era cuatro meses después, en casa, cada uno con su ordenador (era una prueba de mecanografía, Word y Excel). Yo hice el examen el 8 de febrero de 2020 y mi pareja el 21. Estalló el estado de alarma el 14 de marzo. Aprobamos. Me quedé el 652.
Para mí, aparte de haber conseguido un trabajo fijo, es una satisfacción personal haberlo sacado a la primera, tras haberme sacado la ESO a regañadientes y haber dejado el grado medio, sin haber tenido una constancia de estudio en mi vida. Al final te das cuenta de que la carrera universitaria no es lo más importante, que se juzga mucho a la gente según eso, sobre todo nuestros padres, pero hay mil factores por los que una persona puede no estudiar.
Aprobamos los dos. Sabíamos que la opción de separarnos estaba, y así fue. Mi pareja trabaja en Madrid y yo en Huesca. Intentaremos que ella venga a Huesca o a Zaragoza o yo a Guadalajara o Madrid. Guadalajara me gusta, Madrid no, pero si es la única forma de estar juntos, me iré.
¿Cómo imaginas tu futuro? ¿Eres optimista?
Hombre, ahora, al ser funcionario sí. Para mi hermana pequeña, por ejemplo, lo veo complicado. Intento que estudie una oposición, pero de momento no quiere. Le pasa lo que me pasaba a mí, encadena contratos temporales. Formar una familia, o tener una tranquilidad, aunque no quieras tener hijos, es muy complicado.
¿Vivimos mejor o peor que nuestros padres?
Depende en qué sentido. A nivel de comodidades e infraestructuras, muchísimo mejor. En el aspecto laboral yo creo que peor porque mis tíos o los primos de mi madre entraban en una empresa de jóvenes y se jubilaban en esa empresa, eso ahora es muy difícil. Claro, es que depende. Mi madre lleva toda la vida limpiando... Comparado con mi madre yo estoy mejor, pero mi hermana mayor lleva toda la vida de cajera y con malos horarios, entonces, si le preguntas a ella, igual te dice que está como su madre, no lo sé. O si le preguntas a mi hermana pequeña, igual o peor.
Yo quiero tener hijos, pero antes de entrar en el funcionariado me daba más reparo, ante la posibilidad de no tener un sueldo al mes siguiente. Sin embargo, las generaciones de antes no miraban tanto esas comodidades. Y la mujer antes no era tan independiente, a mí ahora mi pareja, si quiere, me puede mandar a la porra y darse vida sola, eso antes era más difícil.
Carlos (Zaragoza, 1992) hizo su segundo examen de la oposición a auxiliar administrativo del Estado el 8 de febrero de 2020, apenas cinco semanas antes de que se declarara el estado de alarma y gran parte del país quedase en stand-by. Obtuvo plaza, al igual que su pareja, que se presentaba a...
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Elena de Sus
Es periodista, de Huesca, y forma parte de la redacción de CTXT.
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