1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Uxue Alberdi / ESCRITORA Y BERTSOLARI

“Nunca se nos ha dado autoridad política para pensar el mundo”

Ane Amondarain 8/12/2021

<p>La escritora vasca y bertsolari, Uxue Alberdi.</p>

La escritora vasca y bertsolari, Uxue Alberdi.

Dani Blanco | Cedida por la editorial

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

El ensayo de la escritora y bertsolari Uxue Alberdi (Elgoibar, 1984), que ha levantado ampollas en el mundo de la cultura vasca, acaba de ser traducido al castellano por Reikiavik Ediciones. Reverso. Testimonios de mujeres bertsolaris, Kontrako Eztarritik (Susa, 2019) en su título original, recoge las experiencias y los mecanismos de opresión sufridos por mujeres bertsolaris que han decido reunirse y hurgar en sus vivencias. 

En este Premio Euskadi de Ensayo 2020, Alberdi hilvana las voces de sus compañeras a la luz de teorías y teóricas feministas. Le interesaba comprobar si lo que se había teorizado hasta el momento le servía a ella y a sus compañeras para entenderse. Al mismo tiempo, la autora buscaba que “el bertsolarismo fuese una herramienta más para poder hablar sobre cuestiones universales”, algo que logra con creces. Los testimonios expuestos reflejan los problemas a los que se enfrenta cualquier cuerpo no hegemónico que ocupa el espacio público. Alberdi participó por primera vez en un campeonato de bertsolarismo y publicó su primer libro el mismo año, en 2007. Fue precisamente esta exposición la que le hizo identificar dinámicas que no había percibido antes, “porque una cosa es que ideológicamente te sientas afín al feminismo y otra, encarnarlo y encontrarte con tus propios dolores, enfados y contradicciones”. 

Si desconoces qué es el bertsolarismo, “imagínate una pelea de gallos, esas competiciones en las que los raperos confrontan su capacidad de improvisar rimas sobre una base de percusión. Ahora cambia el hip-hop por las melodías tradicionales, los movimientos amplios por el rictus estático, la chulería hiperbólica por la fina ironía, el sudor cargado de testosterona por la pretensión de ser puro ingenio desprovisto de cuerpo. Algo así es el bertsolarismo”, escribe la periodista June Fernández en el prólogo. 

Conversamos con Uxue Alberdi para desentrañar los mecanismos que oprimen a las mujeres en este ámbito de la cultura vasca.

¿Desde cuándo se tiene conocimiento de la participación de las mujeres en el mundo del bertsolarismo?

La primera noticia que tenemos de la existencia de improvisadoras es a través de una prohibición. Como aparece en el libro, en el foro de Vizcaya de 1452 se prohíbe cantar por desvergonzadas y revolvedoras de vecindades a las profazadoras, improvisadoras que cantaban no solo en los entierros, también en fiestas. Más tarde, en los Juegos Florales vascos de hace 150 años, había mujeres que participaban en las competiciones de improvisación. Hoy, estamos rescatando varios nombres desde el feminismo, por ejemplo, el de Aña Deabrua (Aña, la diabla), quien ganó por lo menos dos veces esos concursos, pero de quien no sabemos nada. Hace un par de semanas salió una noticia de otra improvisadora que ganó dos concursos y era madre de once hijos, Mari-Luisa Erdocio (1846-1925). 

Quizás esta no sea la imagen que tenemos de una mujer del pasado. Muchas veces, las narraciones han sido paternalistas y hemos narrado a esas mujeres de una manera victimizada y sin nada de agencia. Cuando leemos la historia desde otra perspectiva, nos damos cuenta de que esto cambia. Cada generación siente que es la suya o la anterior quien ha empezado a abrir caminos y, de repente, leyendo sobre la Edad Media, vemos que en muchos aspectos aquellas mujeres estaban adelantas. Siempre tenemos una perspectiva evolucionista de la historia y esto no es real. Un libro como Reverso es importante porque consta en acta. No se sabe cuál va a ser la situación de aquí a 100 años. 

A las bertsolaris que se les ha aceptado por su masculinidad se les ha negado la feminidad y a las leídas en la feminidad  se les ha negado el intelecto

Sin embargo, a pesar de esta revisión histórica, hace cuatro décadas, las mujeres no erais bienvenidas en las plazas. ¿Cómo se ha ido conquistando ese espacio?

Sí, en las escuelas del bertso nos transmitían que la mujer se había incorporado al bertsolarismo hace 30 años. Estas escuelas reivindicaron con su existencia que se podía aprender a cantar y que cualquier persona podía llegar a ser bertsolari. La percepción que teníamos del lugar de la mujer del pasado en el bertsolarismo era el de la transmisión oral: mujeres al lado del fuego, contando cuentos a los niños, cantando mientras hacían la colada en el río o recogían verduras. Esa es una versión, y por supuesto que habría de eso, pero hay constancia de que ha habido cuerpos y voces transgresoras. Es importante ir reuniendo esta información porque para entendernos no es suficiente con el presente.

Otras pusieron el cuerpo antes. Y me detengo en la palabra “cuerpo” porque es una noción central en el ensayo.  Hay testimonios de mujeres bertsolaris que reconocen no haber querido ser leídas como mujer, situación que ha afectado a su creatividad y autoestima, llegando incluso al auto-odio

Las bertsolaris ponemos primero el cuerpo en un escenario, antes que la voz y nuestras ideas. Y hay una interpretación, del cuerpo individualmente y de la semántica que van creando los cuerpos en esa actuación. A las bertsolaris que se les ha aceptado por su masculinidad se les ha negado la feminidad y a las leídas en la feminidad aceptada por la sociedad se les ha negado muchas veces el intelecto, el enfadarse, no se las ha tomado tan en serio, o se las ha infantilizado. Es complicado decirlo sin caer en la esencialización, pero se entiende. 

Los cuerpos no hegemónicos muchas veces reniegan de él para existir, pero también para ser valoradas. Empezando por las escritoras que firmaban con pseudónimo porque siendo mujer era imposible ser publicadas o leídas. Muchas mujeres que hemos querido participar de una manera u otra en el ámbito público hemos tenido que medir cuál era la performance de género que hacíamos.

En Reverso hay un ejercicio muy sincero cuando se habla de envidias y competición entre compañeras que comparten testimonios. Muchas de las envidias están basadas en el hecho de que las mujeres son reemplazables y sustituibles. 

Hasta hace poco la mujer era la excepción y con una por cada actuación bastaba. Te llamaban para una actuación y si no podías acudir te pedían el teléfono de otra mujer. Tu marca era el ser mujer, pero el ser mujer era ser sustituible y remplazable.

Como si llamarán para cumplir con la cuota. 

Muchas veces con buena intención, pero el mensaje que recibes es que te quieren por eso, no por lo que vayas a decir. Es lo que explica Celia Amorós: los hombres son iguales entre sí, pero nosotras somos idénticas. También nos ha pasado que Maialen Lujambio, dos veces ganadora del Campeonato Nacional, es mujer. Ella ya no es reemplazable, pasa a la categoría de ser universal, mientras que las demás seguimos siendo reemplazables entre nosotras. 

La regla de la excepción. Si ella lo ha conseguido, tú también puedes.

Eso es. Muchas veces se usa esa excepción para negar que existe la diferencia. Es el síndrome del bien escaso o de la llanera solitaria que se le otorga a una sola mujer. Las demás se consideran de segunda. 

Me parece muy revelador cuando muchas bertsolaris reflexionan sobre la importancia de los encuentros no mixtos y dicen darse cuenta de que es en esos espacios seguros donde conocen el sentimiento de compañerismo y fiesta que siempre habían percibido entre los hombres. 

Todo lo que hemos tenido que pensar y crear nosotras, como las escuelas del bertsolarismo feministas, los hombres ya lo tenían hecho. En Euskal Herria, escuelas del bertso para hombres han existido siempre y la escuela de empoderamiento para los hombres es la sociedad. Todo se ha hecho a medida de los hombres que configuraban el ámbito público. Nosotras hemos empezado a participar como invitadas y cuando eres la invitada estás agradecida, te sientes privilegiada por ocupar el espacio que ocupas y no protestas, no eructas en la mesa. Como cuando vas a un país extraño, no deberías juzgar. Todas las mujeres que pasan al ámbito público saben que están ocupando un lugar que no les pertenece y sienten que tienen que pisar con mucho cuidado.

Quizás si los hombres hegemónicos dedicasen más tiempo a pensar en nuestros temas, las mujeres podríamos escribir o cantar el mundo

Ha sido muy importante aliarnos y darnos cuenta de que, por ejemplo, esa competencia que sentimos entre nosotras tiene un factor real. No estamos locas, es que realmente somos reemplazables y nuestro cuerpo siente esa amenaza. Pero, por otra parte, podemos crear nuevos espacios de creación, cuestionar las normas, cambiarlas. Ahora, esto significa trabajo y muchas veces cansancio. Mientras nosotras estamos haciendo todo esto, los hombres están improvisando y trabajando la técnica. La violencia que sufrimos nos obliga a pensar esa violencia y eso no nos deja pensar el mundo. Quizás si los hombres hegemónicos dedicasen más tiempo a pensar en nuestros temas, las mujeres podríamos escribir o cantar el mundo. Siempre es la lucha entre resistir en las vías establecidas para intentar llegar a la excelencia que sabes que te perjudica de base o intentar cambiar las reglas del juego. Sea de una manera o de otra, el trabajo es doble. 

La brecha salarial en el bertsolarismo tiene su propia lógica y obliga a las mujeres a juzgar continuamente su trabajo. 

Lo que pasa en el caso de las bertsolaris es que Lanku, la empresa que se dedica a gestionar la contratación de los y las bertsolaris, tiene diferentes categorías, cada cual con una tarifa. Se supone que tú tienes que valorar primero tu calidad y decidir a qué categoría acogerte. La realidad lleva a las mujeres a no valorarse tanto, a ser más comedidas y humildes. Hemos tenido que hacer un trabajo colectivo para avanzar y empujarnos entre nosotras a pasar a la tarifa más alta para poder cobrar dignamente. No es algo que pase únicamente en el mundo del bertsolarismo, también en el de las autónomas.

Como se cuenta en el libro, muchas bertsolaris han tenido que oír que el feminismo las estaba perjudicando, que la presión que sentían era por culpa de ello o que el feminismo era el único discurso que tenían. Este ejemplar que lleva dos años fuera, ¿cómo se ha recibido en el mundo del bertsolarismo y en la sociedad vasca? 

En la sociedad vasca ha tenido un gran reconocimiento. Recibió el Premio Euskadi de Ensayo 2020 y tuvo mucha atención en los medios. Es un libro que se ha leído, se ha comentado y ha tenido su impacto. Dentro del mundo del bertsolarismo, hay varias cosas que mencionar. Por una parte, ha sido ampliamente leído tanto por mujeres como por hombres. Muchas profesoras de bertsolarismo nos han dicho que ha sido importantísimo para poder tender puentes con los jóvenes. Por parte de la Asociación de Amigos del Bertsolarismo, sí que hubiésemos agradecido otra clase de atención. No se ha hecho ninguna presentación, se ha tomado como un libro extraño. Por parte de muchos hombres bertsolaris, ha habido un gran silencio. Sabemos que lo han leído, pero no ha habido un diálogo. Eso no significa que no haya tenido impacto. Hay varios tipos de silencio. Algunos son más reflexivos y no tienen por qué ser malos. Necesitamos tiempo también.  El título original de este libro es Kontrako eztarritik (Susa, 2019), que sería algo como atragantarse. No queremos que este libro se atragante, queremos que sirva para hacer una digestión y para que cause cambios. 

Tengo muy claro que siempre escribiré en euskera. Le quiero dedicar mi tiempo a ser mejor escritora en euskera

Tu trayectoria en el mundo de la literatura tiene largo recorrido: dos libros de relatos, dos novelas, una crónica literaria, obras de literatura infantil, traducciones, etc. Sin embargo, es Reverso el libro que se hace con el Premio Euskadi de Ensayo 2020. A lo largo de esta obra, te apoyas por momentos en la tesis de Mary Beard que explica las tres situaciones en la que una mujer está legitimada para hablar públicamente: cuando es una mártir o víctima a punto de morir, cuando busca proteger su casa o familia, y cuando la mujer habla en defensa de otras mujeres. A menudo, se dice que se premia a las escritoras especialmente cuando hablan sobre feminismos. ¿Consideras que hay algo de esto en tu caso?

Sé que junto a este libro había al menos otros cinco nominados y todas eran obras feministas. Se nos autoriza para pensar sobre “nuestro ámbito” y carecemos de entrenamiento en otros porque como dice la bertsolari Ane Labaka, nunca se nos ha dicho que podemos ser buenas en el humor, o nunca se nos ha dado la autoridad política para pensar el mundo. Hay muchísimas mujeres que han desistido y que no se atreven a pensar una lucha política porque creen que no tienen las herramientas para pensar en ello. Es todo muy sutil. En el bertsolarismo, aparte del género, está también la importancia del euskera, qué se puede pensar desde ahí, qué no se puede pensar. Hay una interseccionalidad muy compleja en la construcción de la autoridad.

Hablando del idioma, ¿qué suponen para ti las traducciones? Jenisjoplin, publicado originalmente por Susa en 2017, se tradujo a finales del pasado año por Consonni y Reikiavik ha publicado este septiembre Reverso

Son puertas a otras lectoras y a nuevas experiencias para poder conocer otros sistemas literarios, otras librerías. Se lee muy diferente en según qué espacios y geografías. También es una experiencia para poder pensar mi idioma y darme cuenta de las contradicciones que me surgen. Por ejemplo, hasta que mis trabajos no han sido traducidos, he vivido al 100% en euskera. Transitas a un idioma mucho mayor que el tuyo, con muchos más privilegios y opciones. Te das cuenta de que es muy goloso pasar más tiempo en ese sistema literario. No traduzco mi propia obra porque esto principalmente requiere tiempo y tengo muy claro que siempre escribiré en euskera. Le quiero dedicar mi tiempo a ser mejor escritora en euskera. Si no eres consciente de esto, la marea del idioma hegemónico te puede arrastrar. Hasta hace poco, apenas se traducía a autores y entonces no existíamos. De repente te dicen ‘has sido descubierta’. Nosotras, desde nuestro idioma no hegemónico, siempre estamos viendo la otra parte, pero, a veces, el monolingüe de idioma hegemónico tiene el peligro de mirar al mundo desde esa única lengua y visión. América existía antes de que la descubrieran, y las escritoras y bertsolaris en euskera también.

El ensayo de la escritora y bertsolari Uxue Alberdi (Elgoibar, 1984), que ha levantado ampollas en el mundo de la cultura vasca, acaba de ser traducido al castellano por Reikiavik Ediciones. Reverso. Testimonios de mujeres bertsolaris, Kontrako Eztarritik (Susa, 2019) en su título...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autora >

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí