HACIA EL 8M
Una agenda para el 8M desde el feminismo de base
Varias mujeres explican sus demandas desde el punto de vista de los colectivos en los que participan
Nuria Alabao 3/03/2022
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Las Comisiones del 8M ya han redactado amplios paquetes de demandas. A continuación preguntamos a algunas mujeres qué les gustaría que incluyese el programa feminista para este año desde el punto de vista de los colectivos en los que participan.
Anabel Sanz, Feministalde (Bilbao). Por un sistema público de cuidados
Desde el inicio de la pandemia, en Euskal Herria pusimos en marcha una coordinadora feminista con el objetivo de debatir en profundidad sobre la importancia de los cuidados, sobre cuáles son y en qué condiciones se realizan esos trabajos esenciales de los que tanto se habló y a los que después se olvidó. Varias organizaciones feministas estamos reuniéndonos para pensar qué sistema público de cuidados queremos. Creemos que en el contexto actual es fundamental reforzar lo público, pues es una reivindicación que nos conecta con nuestro propio discurso de estos años de huelgas, y con los sectores que están en la calle defendiendo la escuela pública vasca, la sanidad, las pensiones, las trabajadoras domésticas, de la limpieza, de las residencias. Todas ellas en pie de lucha con una fuerza tremenda.
Por eso, este 8M, deberíamos reivindicar la construcción de un sistema público de cuidados. En cualquier caso, ese sistema que nos imaginamos debe garantizar la universalidad, y para ello es necesario reforzar y controlar lo público. Los cuidados no pueden ser un negocio, por lo que no es admisible en ningún caso el ánimo de lucro en su gestión.
Ana Ruiz Tejada, sindicalista y envasadora hortofrutícola (Almería). Organizarse para sobrevivir
Este 8M, las invisibles necesitamos que cada una de vosotras seáis nuestra voz, y las trabajadoras de los sectores más explotados tenemos que organizarnos para mejorar nuestras condiciones. Las envasadoras hortofrutícolas, casi todas mujeres, vivimos una situación muy difícil, como sucede con muchos de los trabajos relacionados con la agricultura. En muchas empresas todavía se pone de manifiesto la desigualdad, tanto salarial como en otros ámbitos, con los hombres que trabajan en la misma categoría. En general este sector es duro para todos.
Lo primero es que, por convenio, las jornadas –de carácter irregular– ya son de nueve horas diarias –48 semanales– y de seis días a la semana. Las que tenemos un contrato de fijas discontinuas entramos protegidas por este convenio, pero las empleadas temporales aún tienen que trabajar más horas durante los meses de campaña. Muchas salen a las 3 o las 4 de la mañana. Los horarios nos los comunican por WhatsApp el día antes. Es imposible cualquier planificación, ni hacer nada más salvo trabajar. No sabemos lo que es la conciliación. Ocuparse de los hijos no es posible en estas circunstancias, muchas llegan a su casa y aún tienen que hacer las tareas del hogar. No tenemos tiempo ni de pensar.
Las trabajadoras eventuales no tienen derecho ni a ponerse enfermas porque las despiden, incluso recién operadas. El trabajo machaca los cuerpos. Cuando vas al baño ves los restos de medicamentos que todas toman para poder seguir currando. Estamos de pie, en cubículos nada ergonómicos, peladas de frío, para sacar kilos y kilos sin parar. Yo tengo un dolor de espalda horrible, pero todas tenemos algo. Y la mitad de las enfermedades no las tenemos reconocidas, o te tienes que pelear con la mutua para que las reconozca. Y todo por poco más de seis euros la hora.
Este 8M pedimos más inspecciones de trabajo para todos los sectores feminizados, pero también nos acordamos de que solo la organización y la lucha pueden mejorar la situación. Tenemos que superar la inercia, la gente tiene arraigado que esto es ley de vida y no puede cambiar, y otras tienen miedo porque encontrar trabajo es complicado.
Pilar Cazorla, Kellys Asturias. No olvidéis a las Kellys
Nos sentimos engañadas ante esta nueva reforma laboral del 2022. Para nosotras era primordial modificar el artículo 42.1 del Estatuto de los Trabajadores que regula la subcontratación de obra y servicio. Lo que pedimos es que los hoteles que están externalizando el trabajo de las camareras de piso a empresas subcontratadas no lo puedan hacer, ya que realizamos una tarea estructural para la empresa.
Casi el 70% de las camareras de piso se quedan con dolencias crónicas
No tenemos descansos aunque trabajamos un mínimo de ocho horas, que a veces pueden ser más, y en cualquier caso nos reconocen muchas menos horas de las que trabajamos. Tampoco se nos reconocen las enfermedades profesionales. Cuando vamos a las mutuas, nos derivan a la Seguridad Social, de manera que tenemos que defender nuestros derechos en los tribunales. Estamos hablando que casi el 70% de las camareras de piso se quedan con dolencias crónicas. Yo misma tengo una minusvalía de un 44% por la sobrecarga de trabajo a la que me somete una empresa externalizada. Me he quedado marcada de por vida con limitaciones al perder masa muscular en mano, brazo y hombro.
Kenia García, Colectivo de Prostitutas de Sevilla. Derechos para las migrantes y las trabajadoras sexuales, derechos para todas
Por un 8M en el que la autodeterminación de las trabajadoras sexuales no sea cuestionada ni seamos la excepción. Reivindicamos en esta jornada de lucha, como movimiento de mujeres, que dejemos de confrontar entre nosotras nuestras decisiones y, desde la diversidad y también desde las diferencias, podamos dirigir nuestras demandas y reivindicaciones al propio Estado que genera y fomenta desigualdades, abusos, explotación, empobrecimiento, exclusión y punitivismo. Un Estado que se atreve a hablar de la dignidad de las mujeres mientras condena a miles de migrantes a malvivir en la clandestinidad, excluyéndolos de la ciudadanía, manteniéndolos en situación administrativa irregular para que funcionen como mano de obra barata en la economía sumergida. No todas las mujeres migrantes son trabajadoras sexuales, pero la mayoría de las trabajadoras sexuales somos mujeres migrantes. Derechos para todas, derogación de la ley de extranjería, cierre a los CIE's, fin de las deportaciones y vías seguras y legales para migrar por justicia social.
Rafaela Pimentel, Territorio Doméstico, colectivo por los derechos de las trabajadoras del hogar y los cuidados
Nuestras reivindicaciones ya están en la agenda del 8M, puesto que participamos activamente en la organización de la manifestación. Nuestra reivindicación es que se ratifique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo y la equiparación de nuestros derechos a los de cualquier trabajador –ya que estamos en un régimen especial–. El gobierno se comprometió a esta ratificación. Por ejemplo, no tenemos derecho a paro, y recientemente el Tribunal Superior de Justicia de la UE ha dictaminado que eso contraviene el derecho comunitario y supone una discriminación por razón de sexo, ya que nuestro sector está muy feminizado. Necesitamos inspecciones de trabajo, mejores salarios y mejores condiciones de vida.
Hace mucho tiempo que estamos luchando junto con el movimiento feminista porque si ganamos esta lucha vamos a ganar todas las mujeres. Pedimos que la reorganización de los cuidados no recaiga en las espaldas de las mujeres y que dejen de ser un negocio para empresas como la de Florentino Pérez. Pedimos que los gobiernos hagan políticas públicas tanto para las trabajadoras del hogar como para las familias. Necesitamos cuidados dignos no precarizados para quien los necesite. Exigimos pensiones decentes para las mujeres que han sido cuidadoras. Porque la vida de muchas mujeres está atravesada por la precariedad de la vivienda o la salud – y para esto necesitamos una buena sanidad pública–. Exigimos vías de regularización de las personas migrantes para que no tengan que trabajar tres años en condiciones intolerables, porque tienen que aceptar cualquier cosa para obtener la documentación.
Nosotras nos jubilamos con 67 años, pero este trabajo deja a la gente hecha polvo y no todas podemos seguir haciendo tareas tan pesadas a esas edades
Elena Vidal, sindicalista en OSAD, sector de la atención a domicilio
Pedimos mejorar el sistema de atención a la dependencia y las condiciones en las que ejercemos nuestro trabajo, un pilar del Estado del bienestar y de los cuidados que el feminismo reivindica. Queremos que los fondos que se invierten lleguen a los usuarios y a las trabajadoras y que no se los queden las empresas que prestan estos servicios de atención a domicilio, que en cualquier caso deberían ser 100% públicas.
Nosotras no sufrimos de manera directa la brecha salarial, pero como sector feminizado tenemos sueldos muy bajos y condiciones muy penosas. Reivindicamos que sea posible la intervención de la inspección de trabajo ya que ahora no está permitido, escudándose en que no pueden acceder al domicilio privado. Nosotras nos jubilamos con 67 años, pero este trabajo deja a la gente hecha polvo y no todas podemos seguir haciendo tareas tan pesadas a esas edades. Por ejemplo, se da la paradoja de que como se puede acceder a ayuda a domicilio con 60 años, en ocasiones la trabajadora es mayor que la persona a la que va a ayudar. Como otros sectores de cuidados tenemos problemas de reconocimiento de enfermedades profesionales y apenas tenemos ninguna reconocida. Nos dicen que son enfermedades “típicas de las mujeres”, ni siquiera se nos reconoció la covid ni en los peores momentos de la pandemia. Por tanto, este 8M pedimos que este sector tenga los mismos derechos que el resto de sectores que no se desarrollan en domicilios privados.
Vicenta Agustín Sánchez, Mujeres de Negro (Toledo). Contra la guerra
Este 8M, como siempre, queremos mostrar nuestro más absoluto rechazo a esta guerra y a cualquier guerra. Rechazamos la ocupación y estamos del lado de los refugiados y refugiadas. Apelamos a la recuperación del diálogo, a la democracia y a la desescalada armamentista, y apostamos por la gestión pacífica del conflicto. Apoyamos a los grupos pacifistas que en Rusia y Ucrania trabajan para denunciar la situación, señalando el discurso de odio y proclamando su apuesta por la salida pacífica del conflicto. Y secundamos las diversas manifestaciones ante las embajadas y consulados de los diferentes países en protesta contra la guerra. Incluidas las manifestaciones en Rusia donde se han producido cientos de detenciones.
Denunciamos la actuación de la Unión Europea, más preocupada por asegurar el suministro de gas barato a los países de la Europa occidental que de garantizar la seguridad de la población civil ucraniana. Hacemos un llamamiento a la solución pacífica del conflicto en el este de Ucrania con aplicación de la Diplomacia y el Derecho Internacional y conforme a los Acuerdos de Minsk refrendados por el Consejo de Seguridad de la ONU en la resolución 2022 de 2015. Exigimos a nuestro Gobierno que abandone la OTAN y todo tipo de estructura militar internacional, y que por tanto impida el desarrollo de la cumbre de la OTAN que tendrá lugar en Madrid los días 29 y 30 de junio.
Ira Hybris, militante transfeminista. Abolir la familia
Este 8M, día de la mujer trabajadora, proseguimos el legado abierto por las mujeres socialistas y retomado por las feministas marxistas y los feminismos enmarcados en la teoría de la reproducción social. Evidenciamos que el hogar es el taller oculto del capital, que, sin el trabajo (feminizado y no remunerado) de cuidados, este sistema capitalista que antepone la acumulación a la vida no podría sostenerse. Eso es lo que aportamos desde los (trans)feminismos más radicales: la lucha por poner la vida en el centro, y eso pasa por una comunicación de los cuidados. La demanda de abolir la familia, que ya aparecía en el Manifiesto Comunista, no busca acabar con los lazos y el apoyo entre las desposeídas que se aman. Al contrario, esta demanda busca expandir ese amor “a la altura de Urano” (que decía Gata Catana) mucho más allá de la esfera doméstica donde lo confina el capitalismo. Las semillas de esos nuevos parentescos por venir los encontramos en nuestra cotidianidad, en los hoteles okupados para acoger a las personas refugiadas, en las redes de apoyo vecinal tejidas durante la pandemia, en las vidas que el sistema quiere muertas pero que sin embargo florecen gracias a los cuidados clandestinos racializados y queer. Este 8M lo pedimos todo, una lucha que no necesita patrullar un sujeto político, porque persigue el horizonte radical de poner la capacidad de cuidar de todas las personas al servicio de un nuevo mundo común.
¡Si la naturaleza es injusta, cambiemos la naturaleza!
Josetxu Riviere Aranda, Red de hombres por la igualdad. Los hombres tienen que asumir la agenda feminista
Para este 8M los hombres también deberíamos integrar la agenda feminista en nuestra lista de prioridades, e incluirla en nuestros activismos y prácticas. Debemos involucrarnos, trabajar de forma activa a favor de la igualdad y asumir la tarea de acabar con la discriminación sexista que sufren las mujeres, así como confrontar todas las desigualdades de género que existen. Además, es importante que –tanto desde las políticas publicas, el activismo social o la academia– la agenda feminista incluya el trabajo sobre masculinidades y se pongan en marcha programas y espacios donde reflexionemos y pongamos en cuestión las ventajas que proporciona la posición masculina en la sociedad, pero que también abordemos los problemas y limitaciones que producen los roles de género a muchos hombres.
Las Comisiones del 8M ya han redactado amplios paquetes de demandas. A continuación preguntamos a algunas mujeres qué les gustaría que incluyese el programa feminista para este año desde el...
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Nuria Alabao
Es periodista y doctora en Antropología Social. Investigadora especializada en el tratamiento de las cuestiones de género en las nuevas extremas derechas.
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