1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.340 Conseguido 91% Faltan 16.270€

Blanca Cañedo-Argüelles / ginecóloga

“El aborto ha sido siempre una manera de controlar a las mujeres”

Pablo Batalla Cueto 25/06/2022

<p>La ginecóloga Blanca Cañedo-Argüelles posa en su clínica de Gijón durante la entrevista. </p>

La ginecóloga Blanca Cañedo-Argüelles posa en su clínica de Gijón durante la entrevista. 

Pablo Batalla Cueto

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

“Mi padre era del Opus, pero me educó independiente y feminista”, decía Blanca Cañedo-Argüelles Gallastegui en 2015 a otro entrevistador. Cañedo es una de las referentes de la lucha feminista en Asturias, y tal vez la principal en una vertiente concreta de la misma: la conquista del derecho al aborto. Dirige desde 1987 la clínica gijonesa Belladona, pionera, junto con la ovetense Buenavista –que abrió el año anterior–, de la prestación del servicio en Asturias tras la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en 1985. En esta entrevista, valora el momento equívoco de este derecho del que, a escala global, se observan avances y retrocesos y se amplía en España, pero manteniendo algunas cuestiones pendientes.

En los últimos días, han agitado el candelero dos noticias relacionadas con el aborto: la primera, la derogación de Roe vs. Wade por el Tribunal Supremo en Estados Unidos, que devuelve a los estados la decisión de permitir el derecho a la interrupción del embarazo. La segunda, la ampliación de la ley española para eliminar la obligación de recibir información sobre maternidad, posibilitar el aborto a los dieciséis años sin consentimiento materno o eliminar la obligación de un plazo de reflexión de tres días. ¿Qué valoración general hace de este momento equívoco en el que asistimos por igual a avances y retrocesos en lo que respecta al derecho al aborto?

Un momento complicado en el que, efectivamente, no nos vemos solo discutiendo sobre avances, sino que seguimos teniendo que debatir el apuntalamiento de lo que ya creíamos conseguido, y se nos obliga a recordar a las nuevas generaciones que la democracia es un bien a proteger. Con los jóvenes siempre hablamos de que los derechos son muy difíciles de conseguir, y se pueden perder. Dependen de legislaciones que se hacen en los parlamentos, donde tenemos personas que nos representan y que van cambiando. Ahora, están entrando en ellos personas con otra visión de lo que significa ser ciudadano, más parecida a lo que significaba ser súbdito. Los derechos, hasta que no se pierden, no se da uno cuenta de la hecatombe que supone su ausencia. 

Están entrando personas con otra visión de lo que significa ser ciudadano, más parecida a lo que significaba ser súbdito

El tema del aborto siempre ha sido una manera de controlar a las mujeres, y estamos en un momento en que al feminismo se le da por todos lados. La excusa, ahora, es la demografía: un argumento chocante, porque estamos viendo que hay un problema tremendo de exceso de población en el mundo. La gente no mira el mundo: mira su pueblo, su ciudad, su país. Pero vivimos en la globalidad, y en la globalidad, el argumento de la demografía es absolutamente falaz. Quizás estén buscando una demografía de gente blanca y rubia… En todo caso, todo esto nos sirve para ponernos las pilas y para revisar quiénes somos y qué hacemos. Han sido largos años de lucha y la lucha continúa.

La posibilidad de abortar a los 16 sin consentimiento paterno vuelve a ser el asunto más polémico de la nueva ley. ¿Cómo argumentaría a su favor de cara a gente favorable al derecho al aborto pero no a este aspecto concreto de la ley?

Si se cuantifica cuántas chicas de 16 a 18 años vienen sin autorización de sus padres, son muy pocas, pero es lógico pensar que esas pocas son precisamente las mujeres con más problemas: padres en la cárcel, padres con los que no viven por situaciones de maltrato, padres en otros países… Detrás de una mujer de 16 años que no viene acompañada por sus padres, siempre hay una situación personal complicada, y cualquiera que tenga un poco de humanidad o de sensatez entiende que no puede dejar de hacérsele el aborto porque no haya autorización paterna. A los 16 una puede perfectamente decidir si quiere ser madre o no. ¿Qué sentido tiene que a los 16 años una no sea madura para abortar, pero para ser madre sí?

Compañeras de otras regiones nos cuentan que van al supermercado y las insultan

Fue fundadora y es presidenta de la clínica gijonesa Belladona, pionera del derecho al aborto en Asturias. ¿Notan, en los últimos años, un repunte de agresividad hacia ustedes?

La verdad es que no. Nuestra persiana se levanta y se cierra cada día sin ningún problema. Estamos en una red nacional, y compañeras de otras regiones nos cuentan que van al supermercado y las insultan, que hacen el corrillo a las mujeres al entrar en las clínicas, que las agarran, que hacen pintadas… Pero en Asturias, jamás hemos tenido ese problema. Cuando vemos que a nivel nacional se convocan rezos del rosario delante de las clínicas, aquí no nos los encontramos, salvo una vez que vinieron hace años, bajo un día de lluvia horroroso, típico de Asturias, y acabaron tomando café en la clínica (risas). Yo, como sabes, sufrí una denuncia de Abogados Cristianos por un comentario en una entrevista que tú me hiciste, y tengo que decir que todos los grupos políticos sin excepción me apoyaron.

Tras esta nueva ampliación de la ley del aborto, ¿qué demandas siguen pendientes?

Te puedo responder remontándome al motivo de que hiciéramos clínicas del aborto: cuando nació la ley, significó simplemente una autorización. No había dotación económica y se declararon objetores servicios enteros de hospitales; no había personas físicas que hicieran abortos, ni espacio físico donde hacerlos. Las clínicas vinieron a llenar ese hueco y, tiempo después, hicimos los conciertos; nos convertimos en un brazo del sistema público. Las mujeres ya no tenían que pagar el aborto al tratarse de un derecho. 

La cuestión es que, ahora, ocurren dos cosas. La primera es que han pasado muchos años y el relevo generacional en las propias clínicas está siendo complicado. Para trabajar en una clínica de aborto, hay que tener una sensibilidad política concreta. Además, sufrimos una carencia de médicos y anestesistas: el sistema público absorbe toda la oferta que hay. Luego, el tema de la objeción. No se ha hecho una ley de objeción y eso condiciona la libertad de los profesionales para decidir. 

La nueva ley contempla un registro de objetores.

El actual proyecto de la ministra de Igualdad recoge la aplicación y desarrollo de esta ley, sí. La del 2010 ya exigía que la objeción de conciencia se realizara de forma individual y anticipadamente, pero no se desarrolló. De todas maneras, el estigma del aborto seguirá dificultando las cosas. Si el jefe de servicio o el ambiente general estigmatiza a quien practica abortos (en el Colegio de Médicos, nuestros médicos son despreciados como aborteros; sufren ese acoso), no se pondrá en marcha un servicio especializado y en las facultades de Medicina no se proporcionará la formación correspondiente, de tal manera que, aunque en la pública haya gente con interés en hacer abortos, no pueda, porque no haya recibido esa formación que sí se recibe en una clínica de aborto. El aborto implica una técnica médica, pero también acompañamiento, y no se forma a profesionales, ni a trabajadores sociales, ni a administrativos, para eso. Todo el saber reposa en nosotros, en las clínicas privadas. Si las clínicas privadas desaparecen, como ocurrió en Francia, desaparece ese saber. No es que sea complicado de aprender, pero, como todo en esta vida, hay que aprenderlo. 

Por otra parte, hay regiones donde no hay clínicas privadas.

Efectivamente. Y las mujeres se tienen que desplazar. Eso es un lío tremendo, sobre todo en lo que respecta al tercer trimestre, malformaciones, etcétera. Hay que resolver esos temas. Y luego está el asunto del aborto farmacológico. Cuando aparecen las pastillas, los médicos dicen: ah, bueno, pues si con una pastilla basta, no hay que hacer ninguna intervención; no hay –dicho de mala manera– que mancharse las manos de sangre. Es un método que significa menos implicación y al que los médicos no se suelen oponer. La mujer se va a su casa, pasan los días y expulsa ella el embrión. A muchas mujeres no se les da a elegir, y llegan ni a saber que existe el método instrumental, que por ley es obligatorio darles, y que es más rápido: un quirófano en el que todo se resuelve en diez minutos con un poquito de sedación, tras lo cual la mujer se va a su casa y puede empezar a trabajar con normalidad. Hay una revisión posterior y eso es todo. También es un método más confidencial, porque no tienes que dar las explicaciones que te ves obligada a dar si tienes que recluirte en casa varios días porque estás sangrando, faltar al trabajo, etcétera. Como para todo, claro, detrás del método farmacológico también hay una industria farmacéutica presionando. Y a las clínicas nos preocupa que, ahora que se va a implementar el servicio público –es la idea de este Gobierno–, acabe desapareciendo un método que ha demostrado ser eficaz, y el que mayoritariamente escogen las mujeres. Ha ocurrido ya en Francia, Baleares o Canarias y está ocurriendo en Cataluña. 

Quería hacerle algunas preguntas más, de pura estadística. ¿Cuánto cuesta un aborto? ¿Cuánto se paga a las clínicas privadas? ¿Costaría menos hacerlo en la sanidad pública?

Uf, difícil saber eso… ¿Cómo calculas los gastos de un hospital? Lo que sí te aseguro es que son mucho más baratas las clínicas.

¿Cuántos abortos se derivan?

Se derivan a otras clínicas los de más de catorce semanas, que aquí no hacemos: a Madrid, a Barcelona… Depende de dónde quiera la mujer. Y las malformaciones se derivan al hospital.

¿Cuál es el perfil de las mujeres que abortan? ¿Hay migrantes?

Sí, claro que las hay. Con un certificado de empadronamiento, también se les cubre el aborto, y escogen entre el farmacológico o el instrumental igual que las demás. Están las estadísticas por ahí. La mayor parte de los abortos que se realizan en España son a mujeres nacidas en España, claro: en torno a un 64%. Un 8% de los abortos realizados en España son a mujeres procedentes del resto de Europa. Alrededor de un 20% proceden de América, sobre todo de América del Sur. Y hay en torno a un 5% de nacidas en África y en torno a un 2% nacidas en Asia. En cuanto a los motivos de la interrupción del embarazo, las estadísticas nos dicen que en torno al 90% son la mera petición de la mujer, en torno a un 6% el riesgo grave para la vida de la madre y el 3% el riesgo de anomalías graves en el feto. La mayor parte de los abortos, un 70%, son de embarazos de ocho semanas o menos, y un 23% de entre nueve y catorce semanas. Y el tramo de edad más habitual es el que va de los veinte a los veinticuatro años (sobre el 16%), con cifras muy parecidas al tramo de los veinticinco a los veintinueve (el 15%), pero no muy superiores al tramo treinta a treinta y cuatro años (14%). El 8% tienen menos de diecinueve.

Usted lo conoció: ¿cómo era abortar antes de 1985, año en que se promulga la primera ley del aborto en España?

Era como lo que hoy vemos que ocurre en Latinoamérica: encarcelamientos de mujeres por abortar, incluso por sufrir abortos espontáneos. Aquí, cuando el jefe de servicio o el médico que estaba de guardia eran de confianza, sabías que, aunque era ilegal, se atendería a las mujeres, y no se denunciaría. Pero muchas acabaron en los juzgados. No se podía hacer. Tenías que sacarlas de aquí y organizar acompañamientos a Londres. Tenías que recolectar fondos para las que venían con situaciones económicas comprometidas. Y los abortos clandestinos que se hacían eran con técnicas bastante cruentas. Yo he visto legrados hechos en cocinas de mala manera. El peligro físico para las mujeres era tremendo; había muchas muertes, más de las que recogían los datos, porque se escondían. Hablas con cualquier enfermera de los años setenta y te cuenta auténticas barbaridades. 

Se hizo una ley de supuestos que obligaba a un informe psiquiátrico: parecía que todas las que abortaban estaban chifladas

Después, conquistamos el derecho, pero se hizo una ley de supuestos que obligaba a un informe psiquiátrico que revertía negativamente sobre la mujer: parecía que todas las que abortaban estaban chifladas. Suprimir eso fue un debate largo. Se entraba en las clínicas. Si un juez valoraba que ese supuesto no se cumplía, intervenían, te metían en la cárcel, se cerraban clínicas. Siguieron siendo momentos duros. Llegamos a la ley de plazos y eso nos facilitó mucho las cosas, pero hubo que pactar los tres días de reflexión, que nos resultaban inaceptables: se supone que una mujer que va a una clínica a abortar ya ha reflexionado. 

La lucha ha sido dura y la situación previa no puede volver a ocurrir; no quiero ni revivirla. Cuando estás en la vorágine, no te das cuenta de lo terrible que es. Estábamos en dictadura y sobrevivíamos. Pero no puede volver a ocurrir. Si alguien quiere luchar contra el aborto, que trabaje la educación sexual y reproductiva y facilite los métodos anticonceptivos y recursos para que las parejas puedan atender a sus hijos y compatibilizar la vida familiar y la laboral. Ese es el camino: facilitar la crianza. Pero quienes se oponen al aborto no quieren facilitarla: solo meter a las mujeres en casa. Es de una hipocresía absoluta.

“Mi padre era del Opus, pero me educó independiente y feminista”, decía Blanca Cañedo-Argüelles Gallastegui en 2015 a otro entrevistador. Cañedo es una de las referentes de la lucha feminista en Asturias, y tal vez la principal en una vertiente concreta de la misma: la conquista del derecho al aborto. Dirige...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Pablo Batalla Cueto

Es historiador, corrector de estilo, periodista cultural y ensayista. Autor de 'La virtud en la montaña' (2019) y 'Los nuevos odres del nacionalismo español' (2021).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí