1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Obituario

Luces y sombras de Mijaíl Gorbachov (1931-2022)

El gran ruso universal que minusvaloró al imperialismo

Rafael Poch 31/08/2022

<p>Mijaíl Gorbachov con el autor, Moscú, 1991.</p>

Mijaíl Gorbachov con el autor, Moscú, 1991.

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Fallecido en la noche del 30 de agosto a los 91 años de edad, Mijaíl Gorbachov fue un político extraordinario; honesto, valeroso y humanista. Es el único político que he conocido y tratado personalmente y cuya foto tengo enmarcada en mi biblioteca. Si hubiera podido tratar a Mandela, Gandhi, Ho Chi Minh o al Che, y posar junto a ellos, los tendría también, pero no fue el caso. Era un tipo simpático. Con sentido del humor y exento de toda arrogancia. Con las mejores cualidades del hijo de muzhik de Stávropol que era, Gorbachov tendía a ver en los demás el aspecto positivo. Creía en la capacidad de las personas y sociedades en avanzar hacia algo mejor. Sin ese fondo de ingenuidad y optimismo sobre las personas y el mundo, nunca habría podido proponerse metas como acabar con la Guerra Fría o democratizar el sistema soviético.

La ingenuidad y el optimismo, además de la valentía, son imprescindibles en un político que quiera cambiar las cosas. Esos rasgos convierten a Gorbachov en una figura universal. Armados únicamente del pragmatismo y del cálculo aritmético, los realistas nunca cambiarán el mundo. Si además son mediocres administradores de “lo que hay” y están sometidos a intereses financieros, empresariales y oligárquicos, como suele ser el caso, el asunto no tiene vuelta de hoja...

La ingenuidad y el optimismo, además de la valentía, son imprescindibles en un político que quiera cambiar las cosas. Esos rasgos convierten a Gorbachov en una figura universal

Pero Gorbachov era, al mismo tiempo, un animal político. Lo más curioso de su ingenuidad era que convivía con la piel de lobo, con las habilidades necesarias para moverse y ascender en el mundo de la nomenclatura soviética, un universo lleno de intrigas por el que subió desde lo más bajo hasta lo más alto. Aún más curioso fue que, en ese ascenso, Gorbachov fuera potenciado por sus mentores –fundamentalmente por Yuri Andrópov– precisamente por el fondo de honestidad que se veía en él y que lo hacía preferible a otros, como Gregori Románov o Viktor Grishin, en la URSS de los años setenta y ochenta. Ese hecho sugiere que un sistema que históricamente era a la vez heredero de Stalin y de la desestalinización, un sistema que creíamos tan podrido, quizá no lo fuera tanto puesto que algunos de sus máximos responsables aún eran capaces de distinguir, valorar y potenciar las cualidades positivas de Gorbachov y preferirlas a los rasgos de sus adversarios.

En el grupo dirigente soviético que le acompañó, había otros personajes a los que traté personalmente y siempre consideré como honestos; el primer ministro Nicolai Rizhkov, por ejemplo, o el miembro del politburó Yegor Ligachov, que acabó siendo un adversario de Gorbachov y al que la leyenda occidental convirtió en una especie de demonio con rabo y cuernos, o el mariscal Sergei Ajromeyev… Pero Gorbachov destacaba claramente entre todos ellos.

Anomalía nacional

Desde el punto de vista de la secular tradición del poder moscovita, Gorbachov es una anomalía. Esa tradición, tanto con el llamado comunismo como en la época zarista, se fundamenta en la autocracia. La tendencia natural del gobernante autócrata es acumular y centralizar más y más poder en su persona. Gorbachov rompió con esa lógica. Delegó poder de autócrata en cámaras representativas. Eso no tiene precedentes en la secular historia rusa y fue interpretado como debilidad por la arcaica y tradicional mentalidad de la sociedad. Gorbachov iba claramente por delante de ella. Creía en la democratización –y en un socialismo más humano– y se suicidó políticamente en aras de esa creencia, porque en Rusia fue un general sin ejército para aquella causa. Recuerdo sus declaraciones, muy claras, ante una veintena de periodistas rusos y extranjeros reunidos en el Kremlin el día que le disolvieron la URSS, en la que mencionó la soledad de Jesucristo en la cruz. Lo hizo sin la más mínima pretensión. Los periodistas rusos allí presentes no entendieron aquella analogía. Los americanos (Bill Keller –luego director de The New York Times– y David Remnick de The Washington Post) sonrieron cínicamente. Yo me quedé boquiabierto. Y él era consciente de aquella incomprensión, pero le daba igual: estaba en paz consigo mismo. Por eso no es una figura trágica, como afirman equivocadamente tantos observadores.

Gorbachov fue un socialdemócrata, pero un socialdemócrata en las condiciones de la URSS. En un universo sin poder financiero, sin propiedad privada y donde lo político dominaba a lo económico, ser socialdemócrata no tenía nada que ver con el SPD o el PSOE. Era democratizar el socialismo. Palabras mayores sin la menor relación con la acción de los Mitterrand, Soares, González y demás personajes. 

Gorbachov fue un socialdemócrata, pero un socialdemócrata en las condiciones de la URSS

La sociedad rusa que tanto criticó a Gorbachov prefirió seguir a caudillos como Boris Yeltsin, o luego Vladímir Putin, mucho más tradicionales y acordes con su mentalidad. Gorbachov no tuvo nada que ver con la creación del actual sistema político ruso, un conglomerado de estatismo moscovita y capitalismo parasitario de magnates. Al revés, con Gorbachov como Zar, el adversario, Boris Yeltsin, ganó unas elecciones. Pero Yeltsin ya no consintió lo mismo: cuando su poder fue puesto en cuestión sacó los tanques y disparó contra su parlamento, fiel a la tradición autocrática y ante el aplauso de Occidente. El sistema político de la Rusia de hoy es hijo de Yeltsin, y de Occidente, tanto o más que de la tradición soviética. El futuro, si es que vamos hacia un mundo mejor, queda para el ejemplo y los precedentes que Gorbachov sentó.

Demasiado optimista hacia Occidente

En política internacional, Gorbachov emprendió algo también glorioso. Se centró en la cancelación del conflicto Este-Oeste con la idea de abordar los retos del siglo que amenazan a toda la humanidad: el apocalipsis nuclear, el calentamiento global, la desigualdad Norte/Sur, las pandemias, añadiríamos ahora… En definitiva, la necesidad en el siglo actual de un mundo integrado. Para ello hablaba de “desarrollar el enorme potencial del socialismo” y de la necesidad de propiciar una nueva civilización, un concepto que tomó de Einstein y fue siempre su referencia finalista. 

Todo eso, que dicho por un predicador de provincias habría sido banal e irrelevante, era, por errático que fuera, sensacional en boca del líder de una de las dos superpotencias mundiales. Pero en ese camino glorioso se olvidó del imperialismo, es decir del dominio mundial de las naciones más fuertes sobre las menos, del desarrollo desigual y de la competición por los recursos. Aún nos falta perspectiva histórica para juzgarlo, pero es evidente que ese olvido fue nefasto y garrafal.

En su camino por avanzar hacia un mundo integrado, se olvidó del imperialismo. Aún nos falta perspectiva histórica para juzgarlo, pero es evidente que ese olvido fue nefasto

Con la URSS aún no disuelta, Occidente recibió luz verde para amarrar un poco más su control sobre el petróleo, con la primera guerra de Irak. Luego todos los espacios de los que la URSS se retiró fueron ocupados por la OTAN contra Rusia, operación que continúa aún hoy con dramáticas consecuencias bélicas.  En Occidente no creían en ninguna “nueva civilización”. Los interlocutores de Gorbachov eran políticos vulgares y reaccionarios como Ronald Reagan o Margaret Thatcher, y socialdemócratas que abrazaron el neoliberalismo de aquellos, como Mitterrand o González. Y en el sistema en el que estaban insertos esos líderes no había la menor intención de reforma. Gorbachov demostró que lo irreformable no era el comunismo, sino el capitalismo.

En la operación de la reunificación alemana, cometió un error monumental sobre el que discutimos acaloradamente en varias ocasiones: podría haber condicionado la reunificación a la firma de un documento que excluyera la pertenencia de Alemania a la OTAN así como su ampliación al Este, aspecto que quedó en poco más que declaraciones verbales de buenas intenciones. Gorbachov no lo hizo pese a que la opinión pública alemana estaba claramente de acuerdo con ello. El oportunismo occidental, y en especial de Estados Unidos, que sin la OTAN perdía su control sobre Europa; el caos ruso de los años noventa, con tres golpes de Estado, y la ansiedad de los antiguos vasallos de Moscú por ser vasallos de Washington, pusieron el resto. Por todo ello, la retirada imperial de Rusia no contribuyó a la necesaria integración mundial, sino al avance y crecimiento del otro gangster global de la Guerra Fría que desde entonces va de una guerra a otra. Fue una gran ocasión perdida. Esperemos que no sea irremediable para la humanidad y el planeta.

Un cuarto de siglo después del fin de la Guerra Fría, los muros Norte/Sur, viejos y nuevos, convierten en minucia aquel “telón de acero” del comunismo. La falta de libertad que había en los países de Europa del Este, en el marco de aquella mezcla de socialismo y dictadura, palidece al lado de la pobreza, y las relaciones de desigualdad, explotación y vasallaje que imperan en la mayor parte del mundo, incluidos algunos de los países antes dominados por la URSS y que hoy padecen la habitual mezcla de democracia de baja intensidad y capitalismo. 

Desde ese punto de vista, el de Gorbachov es un balance muy, muy ambiguo. Pero pese a ese balance creo firmemente que puede considerarse a Mijaíl Gorbachov como una de las grandes personalidades del Siglo XX. Un ruso universal que podemos colocar en la galería de los grandes hombres universales, al lado de los Mandela, Gandhi, Ho Chi Minh o Che Guevara. 

—--------------------

Rafael Poch-de-Feliu fue corresponsal en Moscú desde 1988 hasta 2002.

Fallecido en la noche del 30 de agosto a los 91 años de edad, Mijaíl Gorbachov fue un político extraordinario; honesto, valeroso y humanista. Es el único político que he conocido y tratado personalmente y cuya foto tengo enmarcada en mi biblioteca. Si hubiera podido tratar a Mandela, Gandhi, Ho Chi...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Rafael Poch

Rafael Poch-de-Feliu (Barcelona) fue corresponsal de La Vanguardia en Moscú, Pekín y Berlín. Autor de varios libros; sobre el fin de la URSS, sobre la Rusia de Putin, sobre China, y un ensayo colectivo sobre la Alemania  de la eurocrisis.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

5 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. jmfoncueva

    Desde mi suma mediocridad, me adhiero al para mí muy brillante comentario de aramis. Yo no podría aportar nada más. Salud, contextatarios.

    Hace 1 año 6 meses

  2. enrbalmaseda

    Extraordinario obituario de un político extremadamente singular, diría que fascinante y, creo, que trágico en el sentido griego del la palabra. Un personaje, amigo Poch, que bien merecería que usted escriba su biografía.

    Hace 1 año 6 meses

  3. luisbarna2008

    Muchas gracias por el articulo. Me ha ayudado a entender mejor la figura de Gorbachov, mas alla de la palabra ¨perestroika¨.

    Hace 1 año 6 meses

  4. aramis

    Como hagiografía despliega un amplio abanico de esencias gloriosas sobre Gorbachov pese a que afirme finalmente «un balance muy, muy ambiguo.» La trilogía de virtudes de ingenuidad, optimismo y valentía en oposición a «los realistas» contrasta fuertemente con la apariencia de la piel de lobo como arte político en el mundo soviético. No discuto que le falte razón, pero si me confunde la fuerte abstracción del personaje de su entorno; el que destacara claramente entre todos ellos, el santificar la anomalía. La soledad de Jesucristo en la cruz es la metáfora de la soledad del todo poderoso frente al mundo. Es la soledad del uno frente al todo. Es la soledad del diferente; del excluido. Y presentar esa soledad de socialdemócrata en la URSS para democratizar el socialismo es una tesis fuertemente idealista, en clave de bueno y malos, que trata de presentar a Gorbachov como el creador de algo abstracto que luego fue anulado por los tradicionalistas Yelsin y Putin; los malos. Pero Occidente también es malo como fuerza que impide la propiciación de una nueva civilización relativista y nuclear en inspiración de Einstein. Algo tan «extraño» como la idea de excluir Alemania de la OTAN. Gorbachov no puede ser la esencia de si mismo, sino la expresión de un momento muy especial en la historia de la URSS; la manifestación de una dialéctica de fuerzas que va más allá de los personajes que las representan. No es posible reducir el inmenso mundo soviético a un simple juego de voluntades de personajes de la talla de Gorbachov, Yelsin o Putin, por muy buenos o malos que queramos pintarlos. Aquí no hay luces, ni sombras; solo penumbra.

    Hace 1 año 6 meses

  5. angsabl

    Como se dice en Andalucia.....Rafa eres la leche!!!! Te he seguido en conferencias,coloquios y artículos, y tus opiniones son de lo más fundamentado,argumentado,contextualizado y suficientemente analizado....pero no sólo por las descripciones de las cuestiones sino también por tu clara en defensa de un socialismo humano....al estilo de tu amigo Mijail Gorvachov!!!!! SALUD Y REPÚBLICA!!!!

    Hace 1 año 6 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí