El blanqueamiento y normalización de discursos racistas y xenófobos que vemos diariamente en parlamentos y medios de comunicación están empezando a influir en la opinión de los más jóvenes. De acuerdo con el estudio del Centro Reina Sofía y la Fundación FAD sobre adolescencia y juventud, el 25 % de los jóvenes españoles muestra y defiende posturas abiertamente racistas. Dato más que preocupante al que hay que añadir el que se desprende del Informe sobre la evolución de los delitos de odio en España 2021 del Ministerio de Interior, que muestra el crecimiento en el número de delitos de carácter xenófobo y racista. En concreto han aumentado un 31,7% y se han convertido en los más más numerosos (35,4% del total). Han pasado de 485 casos en 2020 a 639 en 2021. 

El estudio, realizado a partir de una muestra de 1.200 jóvenes de entre 15 y 29 años, confirma que, a pesar de que los comportamientos discriminatorios contra minorías étnicas están vinculados directamente con los ideales de la extrema derecha, el racismo se extiende a un espectro ideológico más extenso. De hecho, mientras que en una escala de 0 a 10, siendo 0-1 extrema izquierda y 9-10 extrema derecha, solo el 5,6% de los jóvenes se sitúa en la extrema derecha, los comportamientos racistas o xenófobos cuentan la aprobación de un cuarto de la población joven. Llama la atención que afirmaciones como “Las personas inmigrantes deben abandonar aquellas costumbres que entren en conflicto con los estilos de vida del resto” o “La población gitana rompe las normas de convivencia y carece de civismo” sean valoradas con una nota de casi aprobado: un 4,7. 

Si analizamos los distintos grupos étnicos, las personas gitanas son el colectivo más discriminado entre los jóvenes. Un 24% de los entrevistados manifiestan que no les parecería bien que su vecino fuese gitano. Un 23,6% indica que no le parecería bien que una persona de esta etnia fuese su profesor o jefe. Porcentajes que aumentan si hablamos de cargos de la policía o políticos, 25,4% y 30,3% respectivamente. Cabe mencionar que, además, es el colectivo peor valorado a la hora de entablar relaciones íntimas o de amistad, lo que lo convierte en el grupo más vulnerable. 

Las personas de origen marroquí y de la zona de África subsahariana también se encuentran entre las más afectadas por las conductas racistas y xenófobas en España. El 30 % de los encuestados rechaza que puedan acceder a cargos políticos. En el polo contrario se sitúa el colectivo conformado por las personas procedentes de Europa Occidental y América del Norte. 

Además de la ideología, el estudio incide en las diferencias en función del género, con un marcado carácter más antirracista de las mujeres que de los hombres. Así, las jóvenes le dan una mayor importancia a “evitar tener actitudes racistas y comportamientos xenófobos”, con una valoración de 8,7 frente al 7,8 de los hombres. Las mujeres también se sitúan en posiciones más progresistas, mientras que los hombres tienden más a posturas de centro y de derechas. 

Las diferencias por edad en la escala de autoubicación ideológica no son, según el informe, estadísticamente significativas pero proporcionan una visión general: así, el 35,3% de los jóvenes se ubican en posiciones más progresistas (0-4), el 22,1% se sitúa en el centro (5), el 28,7% se identifica con posiciones de derechas (6-10) y un 13,9% no se ubican en la escala 0-10. Entre los más jóvenes (15-19 años) hay un 24,4% que no se sitúa en ninguna escala y el 7,1% se autoubican en posiciones de extrema derecha, un punto y medio por encima de la media del grupo de 15 a 29 años.