1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Vida digna

Dime qué libertad defiendes y te diré quién eres

En dos meses habrá elecciones y volveremos a escuchar por parte de la derecha que “ser libre” es no poner trabas al lucro. Es necesario recuperar la libertad que aboga por una sociedad justa y sostenible

Vicente López 3/04/2023

<p>Manifestación por la sanidad pública en Madrid el 13 de noviembre de 2022.</p>

Manifestación por la sanidad pública en Madrid el 13 de noviembre de 2022.

twitter.com/FRAVM

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Que el concepto de libertad es difuso, es evidente. No hay más que ver que hasta la derecha, más o menos extrema, lo utiliza ahora en su ideario político. La falacia “comunismo o libertad” que utilizó el PP en las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid resume con claridad este hecho. Solo hay que informarse mínimamente para darse cuenta de que comunismo y libertad no son conceptos contradictorios. Más bien al contrario, el comunismo es una utopía que, recordémoslo, dibuja una sociedad de iguales, sin clases sociales, donde cada hombre y mujer será libre. 

Lo que sí es una certeza es que, echando mano de la memoria, las únicas políticas de corte social y laboral que han mejorado o extendido las libertades individuales y colectivas en nuestro país, como es el caso del derecho al aborto, al matrimonio homosexual, a las ayudas para la población dependiente, a la extensión de los derechos laborales (solo aplicable a la última reforma realizada), a la libre determinación del género… han venido siempre de la mano de los gobiernos progresistas. Jamás la derecha española ha incrementado libertad alguna; más bien al contrario, sus políticas siempre las han restringido.  

Jamás la derecha española ha incrementado libertad alguna; más bien al contrario

Espero que esta cacareada libertad que se expresa desde la derecha política no se refiera (o sí) únicamente a la “libertad para contagiar” que visibilizamos en las actuaciones contra los decretos realizados por el gobierno para evitar los contagios (y las muertes) por la covid. Desde luego tampoco parece que supongan un aumento de libertades aquellas políticas que, como la llamada ley mordaza, el endurecimiento de las políticas de inmigración o la propia disminución de los recursos públicos destinados para tener derecho a una sanidad, una educación, o unos servicios sociales de calidad y con carácter universal, limitan directa o indirectamente el ejercicio de derechos fundamentales de la mayor parte de la ciudadanía. En este sentido, la libertad que prima para el liberalismo económico y político en el que se arropan las derechas se refiere exclusivamente a la mayor “libertad” que pueden disfrutar unas personas que, con capacidad económica suficiente, puedan acceder, entre otros, a mejores servicios sanitarios o educativos que el resto. Publicitan el derecho a una “libertad” cuyo sentido último es dinamizar las desigualdades, las jerarquías sociales. Los tozudos hechos indicarían que más bien las políticas realizadas por la derecha política siempre han tenido una concepción de “i-libertad” hacia las mayorías sociales. 

La Real Academia de la Lengua Española señala dos acepciones a la palabra libertad: la primera nos remite a esa “facultad y derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad”; y la segunda a ese “estado o condición de la persona que es libre, que no está en la cárcel ni sometida a la voluntad de otro, ni está constreñida por una obligación, deber, disciplina, etc”. En ambos casos, como vemos, el concepto libertad se auto-limita, quedando restringido tanto por el hecho de que ser libres conlleva la responsabilidad en los actos que cada uno de nosotros tiene dentro de una sociedad, como por el hecho de que las mayores cotas de libertad se consiguen cuando se rompen, aunque sea parcialmente, las cadenas de sometimiento que padece por distintos motivos distintos colectivos sociales.  Y no hay que olvidar que es una evidencia que actuar de forma totalmente libre es, sencillamente, una entelequia: la libertad absoluta no existe.

J. Paul Sartre señalaba que “mi libertad acaba donde empieza la de los demás”. Lo que da forma a la libertad de cada cual son, por lo tanto, los demás. El propio Rawls, al hablar del concepto de justicia social, destacaba como elemento esencial de esta, la capacidad para alcanzar el máximo de libertad compatible también con los demás. La libertad se convierte en pilar básico de la justicia social y de la dignidad de las personas. Y no olvidemos que no existe razón ética alguna para que todos los seres humanos que habitamos este planeta no podamos gozar del mismo margen de libertad. El individuo y su libertad no preexisten, a pesar de la máxima (neo) liberal, a la sociedad, sino que existen gracias a ella. 

El individuo y su libertad no preexisten a la sociedad, sino que existen gracias a ella

La venerada libertad por lo tanto requiere, como hemos visto en la definición, la eliminación de la autoridad despótica. A nadie se le escapa que, por ejemplo, un trabajador o trabajadora pasa gran parte de su vida dentro de una organización, la empresa, donde la capacidad de acción está tremendamente restringida; o que los ciudadanos y ciudadanas están bajo un estrecho cerco de normas punitivas y normas morales que limitan su capacidad de acción, y cuya génesis, siempre conflictiva, viene determinada por el reparto desigual del poder que tiene lugar en cada realidad social. Como señala el filósofo José Luis Ramírez, más que difusa, la palabra libertad es ante todo ideológica, en el sentido de concepto cambiante; y nos remite a un estado de situación idealizado que, por el contrario, solo puede tomar formar en cada contexto social, en el que se determinan las jerarquías y, por lo tanto, las libertades de las que podemos disfrutar de facto. 

Por ello es insoslayable al hablar de libertad, referirse a las relaciones de poder que transitan en todos los procesos sociales y que, al fin y al cabo, determinan la mayor o menor autonomía que se permite en cada uno de los sistemas sociales que, como señala Mario Bunge, componen el cuerpo social. Toda realidad social se cose con el hilo del poder y las puntadas del conflicto; y estos determinan los distintos grados de libertad de los que gozamos en cada espacio social en los que toma forma nuestra existencia. La libertad por lo tanto se asocia a un proceso de lucha constante para que todas las personas, sea cual sea su identidad de género, de clase social o étnica, tengan derecho a esa capacidad de elección responsable socialmente. Luchar por la libertad es, contrariamente a lo que señala la derecha política, sinónimo de lucha contra las distintas formas de represión y servidumbre. 

Luchar por la libertad es luchar contra la represión y la servidumbre

Por ello los gritos de libertad que siempre ha reivindicado la izquierda han estado unidos a la ruptura radical de aquellas cadenas de poder que subyugan a ciertos colectivos; y al aseguramiento, como señala Amartya Sen, de esas libertades reales de las que debería gozar toda la humanidad. Dos de los movimientos sociales más importantes en la actualidad como son el feminismo y el ecologismo se definen precisamente por ese carácter liberalizador. Y recordemos que el propio movimiento obrero se construye precisamente de esta forma, como contestación a la dominación del capital sobre el trabajo. La relación laboral es, sin lugar a dudas, un ejemplo claro de esa asimetría de poder, en este caso, entre la persona del empresario y la persona trabajadora.

Que yo recuerde nunca ha habido un movimiento de liberación colectiva impulsado por la ideología conservadora. Nunca. Es más, una parte importante de la derecha política española sigue dulcificando todavía el franquismo o respaldando los movimientos de ultraderecha que emergen en la actualidad. La razón de esta posición contra la libertad es bastante sencilla: sus acciones políticas han tenido (y tienen) como objetivo esencial mantener el statu quo existente y, con ello, los desequilibrios de poder (y de libertad) que lo caracterizan. 

La derecha más o menos extrema retuerce el término libertad, desdibujándolo, con el único propósito de reforzar algo tan poco liberalizador como son las estructuras jerárquicas que transitan en cada época histórica. La libertad de la que hablan ni tiene en cuenta a los demás (es irresponsable socialmente), ni el sometimiento que practican unos grupos sociales frente a otros para asegurar su dominio. 

En este momento histórico, donde prevalece el sistema capitalista, la estabilidad de la pirámide social depende del funcionamiento de un mercado que debe asegurar el proceso de acumulación y concentración de la riqueza. Las servidumbres (y no libertades) que se derivan de ello deben ser, por lo tanto, compatibles con ese egoísmo rampante que define al homo oeconomicus. Por esta razón el pensamiento hegemónico necesita re-conceptualizar el término desde una perspectiva que incorpore y fortalezca las dinámicas individualizantes y mercantilizadoras, aquellas que aseguran el sometimiento de la mayoría social al beneficio económico y al consumo compulsivo. Una dinámica que no es nueva y que se ha ido consolidando desde la revolución industrial y, de forma más importante, con la extensión global de las políticas llamadas neoliberales. 

Están transformando el concepto. No hay duda. Hoy se impone, desde el poder político, económico y mediático, pero también por desgracia por parte de una izquierda más pragmática, más posibilista, la idea de libertad negativa, frente a la libertad positiva, en términos de Isaiah Berlin. La libertad que fija su objetivo en quitar las trabas a la acción individual, aunque suponga un perjuicio social claro, frente a aquella que centra sus esfuerzos en fortalecer las condiciones que en último extremo permiten al individuo poder vivir su vida, junto a la de los demás, en libertad.  

La libertad que se impone, por desgracia, va unida, entre otras a la libertad de empresa frente al derecho de las y los trabajadores, incluso al derecho a la salud; a la capacidad de contaminar siempre que lo puedas pagar, aunque esta reduzca nuestra propia viabilidad como especie; a la que permite ser explotado o autoexplotarse bajo el cínico paraguas del mercado; a la que prioriza el bienestar individual frente al colectivo; a la que clama contra los impuestos y pauperiza los servicios públicos universales; a la que venera solo el éxito económico y olvida, como señala Dejours, la explotación y el fracaso que este genera. Una libertad guiada por el egoísmo y el deseo compulsivo de los individuos que requiere para su construcción el sometimiento de otros seres humanos y de la propia Naturaleza. 

Y esta es la única re-construcción del concepto libertad que resulta compatible con el proceso de acumulación de capital globalizado y que, por lo tanto, legitima la pobreza, la extralimitación, la explotación y las desigualdades sociales. La otra libertad, la que necesita de la eliminación del poder arbitrario, la que prioriza las condiciones materiales y sociales para que todas las personas puedan elegir su forma de vida, siempre que esta sea responsable socialmente, la que piensa en una sociedad libre de servidumbres no es válida para el sistema económico imperante que prioriza el beneficio privado a la dignidad de las personas.   

Por esta razón la derecha política ataca de forma despiadada al movimiento feminista, al ecologismo, al sindicalismo… o a cualquier otro movimiento colectivo de carácter emancipador. Aniquilar el patriarcado, la explotación laboral o una forma de vida que esquilma los recursos del planeta resulta contraproducente para una ideología cuya única razón de ser es mantener los privilegios de una minoría social.

En unos meses habrá elecciones municipales, autonómicas y estatales.  Volveremos a escuchar por parte de la derecha política más o menos extrema que “ser libre” es no poner trabas al afán de lucro ilimitado, al consumo compulsivo o al ejercicio del poder que cada cual alcanza en función de unos supuestos “méritos” individuales. Un “ser libre” que irá unido a un mayor sometimiento de los y las trabajadoras, que reforzará el poder patriarcal o que priorizará la extralimitación frente a la consecución de una huella ecológica compatible con la vida. La libertad de unos pocos, los que detentan el poder económico, que emerge gracias a la dominación y la falta de libertad del resto de la sociedad.

Es necesario recuperar ese sentido de libertad que aboga por una sociedad más justa, democrática y sostenible, donde las personas puedan construir su vida sin sometimientos a un poder arbitrario, de una forma responsable con los demás y con lo que nos rodea. Es necesario que la Política valore la esencia comunitaria e igualitaria que palpita en las entrañas de esta palabra y refuerce los movimientos de liberación de una sociedad sumida y sometida al dictado del poder económico, de la economía de mercado. 

----------------

Vicente López es director de la Fundación 1º de Mayo.

Que el concepto de libertad es difuso, es evidente. No hay más que ver que hasta la derecha, más o menos extrema, lo utiliza ahora en su ideario político. La falacia “comunismo o libertad” que utilizó el PP en las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid resume con claridad este hecho. Solo hay que...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Vicente López

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí