1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

No ni ná

El pálpito

Feijóo perdió el Gobierno la noche del cara a cara con Sánchez. Fue una derrota en diferido. Porque ganó, sí, pero para lograr esa victoria mató el marco del sanchismo/mentira e inauguró el de la mentira propia

Vanesa Jiménez 21/07/2023

<p>Manifestación por el voto progresista y contra la extrema derecha en Valencia. / <strong>Coordinadora Feminista de València</strong></p>

Manifestación por el voto progresista y contra la extrema derecha en Valencia. / Coordinadora Feminista de València

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Desde hace ya muchos días, vivo con un pálpito. No ni ná. Uno bueno, que se resume en que el PP trumpista y sus aliados de la ultraderecha no pueden formar gobierno. No ni ná. Como buen presentimiento, sale de lugares alejados del raciocinio, fundamentalmente de las tripas, pero como no soy del todo necia, incorporo a este sentimiento el análisis de la campaña y las muchas coberturas electorales acumuladas en mi cerebro. En mi contra tengo que no sé nada de ciencia demoscópica, ni de comunicación política, ni de opinión pública, ni de nada que me permita apoyar mi tesis en argumentos que aparenten solvencia. A mi favor, les diré que me precede una gran reputación como ganadora de porras, algunas inolvidables, como aquella de El País en la que gracias a Ratzinger me compré unos zapatos preciosos. 

Con estos mimbres, me dispongo a argumentar por qué creo que habrá un nuevo gobierno de coalición. Si esta columna tiene que autodestruirse la noche del domingo, recuerden que, como mucho, he escrito inexactitudes. 

Feijóo perdió el gobierno la noche del cara a cara con Sánchez en Atresmedia. Entonces no lo supimos. Y asumimos que perdió el candidato del PSOE y también el periodismo, con dos moderadores que no hicieron su trabajo como periodistas. Entonces vimos a un presidente que ni supo ni pudo responder a las mentiras de su adversario. Pero pocas horas después, el líder del PP empezó a perder. En diferido. Feijóo había usado la técnica del Gish gallop –“una invención y dinámica de los integristas y creacionistas USA”, como explica Guillem Martínez– para bombardear a su rival con tal cantidad de datos falsos que era imposible refutarlos a la vez. Y ganó Feijóo, sí, pero para lograr esa victoria, el propio candidato mató el marco del sanchismo/mentira e inauguró el de la mentira propia que a partir de entonces ha determinado la campaña electoral. Aquella noche, el PP de Feijóo se entregó hasta el fondo al trumpismo.

Como argumentaba con gran acierto Ignacio Sánchez-Cuenca en esta columna, “no queda más remedio que concluir lo inevitable, que el candidato del PP es un sanchista. Recuerden lo que le dijo a Alsina: ‘A mí me importa mucho que no se me diga que miento, porque si miento lo único que estoy haciendo es ser un sanchista más, y he venido para derogar el sanchismo’”.

El bombardeo de Feijóo tuvo un efecto colateral sobre él mismo: actuó como una autobomba de racimo, una de esas que libera cientos de pequeños proyectiles al abrirse –pueden afearme el símil, pero quería aprovecharlo para denunciar que Estados Unidos ha enviado a Ucrania este tipo de armamento, prohibido en más de cien países–, y, desde entonces, algunos de esos fragmentos de la bomba siguen explotando. La revalorización de las pensiones. BOOM. El caso Pegasus. BOOM. El presunto teletipo sobre el caso Pegasus. BOOM. BOOM. Su amistad con el narco Marcial Dorado. BOOM. BOOM. BOOM. Su desconocimiento de la actividad delictiva del narco al que todos en Galicia conocían, pero él no, porque entonces no había internet ni Google. BOOOOOOOOOOOOM. Cuerpo a tierra. Ay, el lumbago. 

Las mentiras de Feijóo han introducido en la campaña el contexto de excepcionalidad

Las mentiras de Feijóo han introducido en la campaña el contexto de excepcionalidad. Aunque nos pese, la posible entrada de la ultraderecha en el gobierno, sus discursos de odio, sus ataques contra nuestros derechos, no lo habían conseguido. Ni siquiera imaginar al líder de Vox como vicepresidente del gobierno, ni que en sus manos estuvieran también ministerios como el de Cultura, Educación, Interior o Defensa, había logrado movilizar al electorado demócrata. El miedo, ya lo hemos visto, no es un motor suficiente en este país. Tampoco lo fue nunca la corrupción. Pero la mentira repetida como arma electoral es otra cosa. En marzo de hace 19 años se votó contra una gran mentira. Conocen de sobra lo que pasó.

Dos días después de aquel cara a cara, el candidato antaño moderado y ahora abrazado al trumpismo tiró de manual ultra para cuestionar el voto por correo como hiciera con escaso éxito Donald Trump en las presidenciales de 2020 –¿recuerdan aquel tuit mítico: “I WON THIS ELECTION, BY A LOT!?”– , y como hiciera también su socio necesario, el líder de Vox, cada vez que ha tenido ocasión. Feijóo no solo pidió a los carteros que “con independencia de sus jefes, repartan todos los votos antes de que venza el plazo, para que los españoles podamos votar”, también se comprometió “a que si no les pagan las horas extra, en el primer Consejo de Ministros les pagaré todas las horas extras”. Mientras el candidato del PP se pasaba por el forro de la chaqueta el Estatuto de los Trabajadores y esparcía trumpismo con la inestimable ayuda de, entre otros muchos, Ana Rosa Quintana, el flamante nuevo Gobierno de Baleares, fruto de un acuerdo entre PP y Vox, suprimía las consejerías de Medio Ambiente e Igualdad. Mientras escribo esto, la presidenta de la Junta de Extremadura, la popular (en todos los sentidos) María Guardiola, ha eliminado Igualdad después de su pacto de Gobierno con Vox.

Mis tripas, que son las que aquí hablan, dicen que hay algo diferente, que hay enfado e indignación como pocas veces

Dentro de este contexto de excepcionalidad provocado por las mentiras del candidato Feijóo, y también por sus pactos con los ultras, hay otro componente que añade cierta singularidad a esta campaña electoral y son las redes sociales. Con los filtros burbuja, las gentes de esta revista somos muy cautas. Nos enseñó a serlo la profesora Natalie Fenton, en 2015, en una entrevista –una de las piezas más leídas en la historia de CTXT– en la que explicaba que “internet crea guetos políticos entre quienes ya están bien informados”. Pero más allá de guetos individuales, mis tripas, que son las que aquí hablan, dicen que hay algo diferente, que hay enfado e indignación como pocas veces antes; que hay refutaciones constantes, desmentidos, hemerotecas; que personas no activistas en redes se están movilizando; que muchos periodistas se han quitado el corsé de la presunta independencia para hacer su trabajo, también en redes sociales; que, de nuevo, no podemos soportar que nos mientan.

Estos días recuerdo un análisis que firmó Bernardo Gutiérrez sobre la guerra sucia digital en la campaña de la segunda vuelta de las elecciones de Brasil. Lula había contratado a Felipe Neto, un influencer con (entonces) 44,6 millones de seguidores en YouTube, 16,7 millones en Instagram y 15,2 en Twitter, para contrarrestar las mentiras contra el expresidente, que desde la primera vuelta habían aumentado un 238%. No sé decirles qué impacto tuvo aquella estrategia en la victoria de Lula. Tampoco sé cómo valorar la masiva movilización espontánea contra los bulos en esta campaña electoral española. Lo que sí hemos visto todas es cómo #FeijooMentiroso era la principal tendencia en Twitter durante varios días con decenas de miles de mensajes. 

Por último, les hablaré del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un factor determinante en mi pálpito. Sánchez llama a su excepcionalidad “contra todo pronóstico” –“Ganamos unas primarias en dos ocasiones contra todo pronóstico”; “Ganamos una moción de censura para expulsar la corrupción del gobierno contra todo pronóstico”; “Ganamos dos elecciones en 2019 contra todo pronóstico”. Yo le llamo fallo en Matrix. En mayo de 2017, le vi cerrar la campaña de las primarias en el madrileño parque de Berlín. Hasta la bandera. Estaba hasta Borrell. Al día siguiente, y sin que nadie diera un duro, ni quisiera darlo, Sánchez ganó las primarias del PSOE con una participación récord y una gran diferencia sobre Susana Díaz. Un fallo en el código de Matrix había permitido que el candidato que se presentaba contra el aparato, federal y regional, y contra la mayoría de los presidentes autonómicos y secretarios provinciales, se convirtiera en el secretario general del partido. Miren, mis tripas dicen que Pedro Sánchez, el hombre que consiguió quitarle la careta a Felipe González, y sigue sacando de quicio al millonario fundador de El País, y al peor director que nunca tendrá ese periódico, es capaz de impedir un gobierno ultra. Los porqués están en Matrix.

Soy una periodista de izquierdas. Porque aunque algunos colegas –casi todos conservadores, como poco– se empeñen en sostener, en un complejo juego de cintura, que los periodistas debemos ser puros, independientes, limpios… todos y cada uno de nosotros miramos el mundo de una forma. A mí me enseñó a mirarlo mi padre, obrero de Astilleros, sindicalista, trabajador incansable del movimiento vecinal de Cádiz y socialista viejo desde que era joven. Cuando yo era chica, la vida la hacíamos en un pequeño cuarto al que llamábamos la salita porque el salón, a última hora de la tarde, estaba reservado a mi padre y a las personas del barrio que venían a pedir algún tipo de ayuda. Yo crecí yendo a manifestaciones en la que se pedían cosas. Y crecí también sabiendo que siempre habría alguna familia que necesitaría algo, como nosotros también lo necesitamos en algunos momentos.

El domingo votaré como siempre he hecho. Con dignidad –la ilusión la reservo a los bares, las fiestas, el teatro, la familia, las amigas, la comida, los zapatos… – y con esperanza. Este Gobierno ha sido un gobierno bastante decente. Y este país puede ser muchísimo peor. Me sirven las papeletas de Sánchez y de Díaz. Si en Madrid mi voto no resta a ninguna, me inclino a votar por primera vez al candidato del PSOE. Qué quieren que les diga, a mí los fallos en Matrix me motivan. 

Por cierto, mis tripas igual no le ofrecen demasiada solvencia, pero Narciso Michavila, presidente de la consultora GAD3 y autor de la frase “Va a haber un tsunami azul”, dijo ayer jueves, 20 de julio, que “hay que reconocer que hay varios millones de españoles que están votando para que Sánchez siga en el poder”. “No desvelo nada, pero el partido, hasta que no se cuenta el último voto, no está decidido”.

Si votas, gana mi pálpito y ganamos todas. Si votas, a partir del lunes tendremos que salir a la calle a pedir más derechos, no a defender los que ya tenemos.

No seas carajota, ¡y vota! No ni ná. 

Desde hace ya muchos días, vivo con un pálpito. No ni ná. Uno bueno, que se resume en que el PP trumpista y sus aliados de la ultraderecha no pueden formar gobierno. No ni ná. Como buen presentimiento, sale de lugares alejados del raciocinio, fundamentalmente de las tripas, pero como no soy del todo necia,...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autora >

Vanesa Jiménez

Periodista desde hace casi 25 años, cinturón negro de Tan-Gue (arte marcial gaditano) y experta en bricolajes varios. Es directora adjunta de CTXT. Antes, en El Mundo, El País y lainformacion.com.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

10 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. jmfoncueva

    Esta es una de esas rarísimas ocasiones en que se puede decir, sin que suene odioso: "Te lo dije". No ni na, colega. Por cierto, ¿no tendrás a mano un pálpito sobre el Eurojackpot de la ONCE de esta noche, verdad? Salud, amiga.

    Hace 1 año

  2. juan-ab

    Compañera del metal (no sé si de Bazán o de AESA), ojalá que su pálpito se convierta en palpitaciones de puro gozo. Pero no olvide (seguro que no lo hace) quién hizo la terrible reconversión naval (el PSOE de Felipe González) y quién, a finales de 2021, reprimió duramente -tanqueta blindada incluida- a los trabajadores del metal y de Navantia (el PSOE de Pedro Sánchez). Que el centro-izquierda saque un resultado suficiente para seguir gobernando sería solo un alivio momentáneo. (Ah, y ¡por favo! sería de agradecer que revisara por qué en sus artículos SIEMPRE tenemos problemas con los comentarios. Por favor, considérenos un poquito más. Gracias.

    Hace 1 año

  3. juan-ab

    Compañera del metal (no sé si de Bazán o de AESA), ojalá que su pálpito se convierta en palpitaciones de puro gozo. Pero no olvide (seguro que no lo hace) quién hizo la terrible reconversión naval (el PSOE de Felipe González) y quién, a finales de 2021, reprimió duramente -tanqueta blindada incluida- a los trabajadores del metal y de Navantia (el PSOE de Pedro Sánchez). Que el centro-izquierda saque un resultado suficiente para seguir gobernando sería solo un alivio momentáneo.

    Hace 1 año

  4. pipe49

    "Soy una periodista de izquierdas", hasta aquí todo bien, "me inclino a votar por primera vez al candidato del Psoe", aquí ya, un ejemplo de oximorón de manual. Par favar, Sra. Jiménez!

    Hace 1 año

  5. pipe49

    "Soy una periodista de izquierdas", hasta aquí todo bien, "me inclino a votar por primera vez al candidato del Psoe", aquí ya, un ejemplo de oximorón de manual. Par favar, Sra. Jiménez!

    Hace 1 año

  6. jmfoncueva

    No ni na, colega. En cuanto al voto por correo: el que no se haya escondío, tiempo ha tenío. Salud y paz. Al bote, al bote, mentiroso el que no vote.

    Hace 1 año

  7. jmfoncueva

    No ni na, colega. En cuanto al voto por correo: el que no se haya escondío, tiempo ha tenío. Salud y paz. Al bote, al bote, mentiroso el que no vote.

    Hace 1 año

  8. jmfoncueva

    No ni na, colega. En cuanto al voto por correo: el que no se haya escondío, tiempo ha tenío. Salud y paz. Al bote, al bote, mentiroso el que no vote.

    Hace 1 año

  9. cmvjulio

    Por otro lado, el miedo de Feijoo a los debates hizo que el único al que pensaba ir, obligado, fuese en una televisión "amiga" y lo más lejos posible del día de la votación. Craso error, ha dado tiempo a desmontar una a una toda la sarta de mentiras que vertió en el debate y ya no ha tenido tiempo ni lugar para enmendarse. Ni ganando el debate, que lo ganó a base de mentiras prefabricadas presentadas en tropel y con la aquiescencia de los moderadores, podía ganar el debate. Por eso no quería debatir.

    Hace 1 año

  10. jquintansgarcia

    VALE. La última frase , salir a la calle "Si votas, a partir del lunes tendremos que salir a la calle a pedir más derechos, no a defender los que ya tenemos." salir a la calle porque de la calle somos, para que no nos traicionen en los despachos. ¡¡

    Hace 1 año

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí