13- Hola. Esto es un articulete dividido en dos entregas. En la primera les expliqué las últimas posturas –esto es, de hecho, una colección de posturas, un Amnistía-Sutra; aparten a los niños– del procesismo, y del espacio a su derecha, ante la posible reintroducción de la amnistía. Hoy tocaría un minuto y resultado de las otras fuerzas en tensión, en contra y a favor de la amnistía. Serían, ya saben, el Deep State y las fuerzas del Gobierno de coalición. Que son dos y pico: PSOE, Sumar y el Marrón con el que convive, desde su fundación, hasta algún punto de esta legislatura, inconcreto si bien, me atrevería a opinar, próximo en el tiempo. Bueno, vamos a por el Deep State o, a partir de ahora DS.

14- Lo peor que le puede pasar a un Estado Profundo es ser Superficial. Esto es, que le vean. Y el DS, aplicado a la cosa procés, ha sido visto demasiado. Parece, además, que la amnistía le está poniendo de los nervios. No en modo 2017, sino en modo incluso Estatut de 2006, que es lo más en su catálogo de tembleques. El DS está, en fin, más calentito que el asfalto en Écija. Sabe ya que reintroducir la amnistía lo cambia todo. La Justicia, sin tan siquiera la leve corrección de una renovación en su Poder Judicial, se toparía con un fuerte correctivo, un límite a su autoilimitación. El DS aún no sabe, no obstante, de los beneficios de una amnistía: a) puede ser una solución periódica para la derecha española, tan extractiva y de discurso progresivamente confuso y violento. Y una b) solución elegante para el propio DS. Por ejemplo, para la Justicia: una amnistía de la cosa cat supondría, también, el fin inmediato de los recursos contra la Justicia esp ante la Justicia europea, antes de otro posible ridículo deep.

15- Les explico, en todo caso, distintos y notorios frentes del DS ante la reintroducción de la amnistía.

16- Como en 1977, diversas instituciones y cargos se van pronunciando en contra de la amnistía, por gota malaya y, por lo general, más allá del deber, sin gran aparato intelectual y/o académico. El último, el presidente, o como se llame un calzoncillo que hace años que no se cambia, del CGPJ. Aznar –un cargo Deep, en tanto parece liderar informalmente dos o tres derechas con más efectividad con la que González molesta a una sola izquierda– ha lanzado la proclama bisontista para una revolución contra la amnistía. Desde los 80 del XX, solo las derechas son revolucionarias, como se visualiza en Esp y en Cat. Las izquierdas, incluso las que más gritan y exigen, en nombre de la liquidación social, un ministerio, no les llegan ni a la suela de los zapatos. La revolución anti-amnistía aznariana se materializará cada día a la misma hora, en los medios, y el 24S en MAD, dos días antes de la fiesta de la espuma –porque investidura, pinta que no– de Feijóo en el Congreso. Un segundo acto revolucionario sería el 8O, en BCN, en una mani convocada por la asociación peronista –del otro lado– denominada Societat Civil Catalana, a la que asistirá Ayuso, para intensificar el intento de ruptura social en Cat.

Aznar ha lanzado la proclama bisontista para una revolución contra la amnistía. Desde los 80, solo las derechas son revolucionarias

17- El 14S, la Sala III del TS –importante: se autodenominan a sí mismos El West Point, alocución con la que intentan resaltar que son la máxima instancia intelectual del Estado; socorro– ha empezado a solucionar los recursos a los indultos. Ese trámite no debería existir, o debería ser, al menos, rapidito y decoroso. No lo está siendo. Llevan dos años con eso colgando. En ese ínterin, West Point, esa cosa constante en los USA, ha cambiado de opinión varias veces. Del exotismo de admitir los recursos, a la decisión de no admitirlos para, finalmente, admitirlos. En su primera reunión para la cosa, la Sala ha dado por buenos los indultos para los Jordis –tendría guasa que no lo hubieran hecho; lo que es un drama–, y ha rechazado los recursos de Vox y PP. Ahora tendrían que acometer los recursos personales, no de partidos. Y se abren tres posibilidades al respecto: a) que no pase nada, y que el Judicial no meta la zarpa en los indultos, esa atribución del Ejecutivo. Que b) la meta de alguna manera, incluso anulando los indultos. O que, rechazándolos o aceptándolos, c) West Point haga un escrito planteando puntales y ensayos para asentar la inconstitucionalidad de la futura amnistía. Estén atentos.

18- En todo caso –puntos 13-16– el DS la está liando parda. Pero parece que, en esta emisión, hay un factor que puede salvarnos de la crispación y el acoso y derribo: la biología. La presión de González sobre el PSOE, un partido tradicionalmente muy presionable en ese sentido, no ha causado mella. Incluso el PSOE ha emitido, como respuesta, el preciosismo de expulsar a Redondo jr. Y ello no ilustra tanto un arrebato de valentía del PSOE como otro hecho importante, que está atravesando la sociedad: las generaciones que compraron los discursos milenaristas y de cruzada democrática –esto es, de cruzada– contra todo aquello que los gobiernos iban señalando en los últimos 40 años, empiezan a no estar presentes. Incluso en Cat, tal vez la sociedad peninsular más obediente a un gobierno. Las generaciones más jóvenes no ven en la cosa cat, en la vasca… en lo plurinacional, en lo señalado por los gorilas de torso plateado, el peligro y miedo que se les supuso por décadas. Veremos.

Las generaciones más jóvenes no ven en la cosa cat, en la vasca… en lo plurinacional, el peligro que se les supuso por décadas

19- Hay indicios de que la batalla sería pastosa. El mayor es cierta conexión léxica entre Manfred Weber, líder del Partido Popular Europeo, y Feijóo. Weber ha emitido tuits, o como se llamen esta mañana, que podrían ser de Feijóo. Es decir, de Aznar. En los que se escenificaban construcciones léxicas típicas del PP, sin traducción en Europa hasta ahora, del tipo, ya saben “si PSOE no inviste a Feijóo = el separatismo manda en Esp, etc”. No es mucho, en efecto. Es coordinación, muy mínima, entre los CM del PP y del PPE. Pero esta coordinación es nueva. Jamás el PPE, y menos aún los partidos alemanes integrados en el PPE –como el de Weber, un partido bávaro, que entiende los nacionalismo locales, más cuando son derechistas, y mucho más cuando son muy derechistas–, habían compartido el léxico esp ante este u otro tema.

20- En la decisión del rey de encargar gobierno a Feijóo puede pesar esa mencionada coordinación, mínima, básica, de la derecha europea, ese ambiente, esa atmósfera, estética y trasfondo. Incluso la posibilidad de que el rey también crea que la derecha cat no debe volver a la política estatal, o que no debe haber cambios en lo plurinacional para facilitar ese retorno. Si eso es así, la cosa DS puede deparar más pista americana para un pacto postelectoral del PSOE con Junts. Puede deparar que el rey no respete ese pacto, que no considere eso acertado, y que no proponga a Sánchez para formar gobierno, una vez haya alcanzado un hipotético pacto con Junts. Veremos.

21- Sobre el bloque gubernamental: PSOE, Sumar, el Marrón.

22- PSOE está en modo quién-te-ha-visto-y-quién-te-ve. A saber: el Congreso será plurilingüe desde el 19S. Y lo será a través de su época, el neoliberalismo: una empresa externa, que se encarga de ese negociado en el Senado, hará lo propio en el Congreso, creando, con ello, la plusvalía adecuada. Se entera Ayuso y cooficializa el cheli. Hay posibilidades aún –pocas– de que cat, vasco y gallego tengan espacio en el Parlamento Europeo. Dependerá de las negociaciones bajo la mesa de la Mesa, en las que, por lo visto, la extrema derecha esp está brillando con luz propia. Para animar la fiesta, PSOE propone pagar las bebidas. Esto es, el monto de los traductores. Lo que sigue sin satisfacer a Francia –Estado en el que se habla cat y vasco; y árabe–, y a Estados gobernados por las nuevas derechas, fascinadas por la uniformidad y la austeridad, dos argumentos en contra de ampliar el catálogo de lenguas. Sigue siendo, a su vez, más improbable, la oficialización de las lenguas cooficiales en el Estado Esp. Por ejemplo, en la Justicia. Y, más aún, la oficialización de las lenguas cooficiales en Europa. En efecto, este 19S se analizará la solicitud española en el Consejo de Asuntos Generales. Que, fiel a su estilo, no dirá que no. Lo que, me dicen, no significa decir que sí. El Consejo pedirá info, pedirá motivos, pedirá un memorándum, pedirá sushi a Glovo, y así en el tiempo. ¿Será suficiente, en todo caso, con esta entrega del PSOE a la plurinacionalidad, para satisfacer las peticiones al respecto de Junts, independientemente de su resultado? Diría, conociendo el percal, que sí. Lo pedido y lo servido sirve para la causa que persigue Junts. No es un Estado propio. Es dar para el pelo a ERC, que está en modo pasar por debajo del futbolín desde las elecciones. Veremos.

Si el pacto fracasara, PSOE y Junts salen bien en la foto, pues ambos grupos aducirán que no han querido superar los límites de la CE78 –PSOE–, o de la Ley de la Relatividad –Junts–

23- En todo caso, si el pacto fracasara, PSOE y Junts salen bien en la foto, pues ambos grupos aducirán que no han querido superar los límites de la CE78 –PSOE–, o de la Ley de la Relatividad –Junts–. Han sido fieles a su electorado, etc., con lo que ya tendrían mucho ganado para una repetición de elecciones.

24- Veamos como va la amnistía.

25- No sabemos nada al respecto de la amnistía. Lo que es bueno. No sabemos ni su forma ni su aspecto, ni tan siquiera su nombre o sus truquis ni brilli-brillis. Solo sabemos sus funciones y dificultades, lo que explica mucho de la amnistía. La amnistía es, así, un problemón. Un desafío. A saber: al contrario que un indulto, no alude a nombres propios, sino a delitos. Lo que roza, choca incluso, con principios constitucionales –como el hecho de que solo pueden juzgar los jueces, como el principio de igualdad jurídica–. La propia ley de amnistía debe, en ese sentido, razonar su nacimiento, su razón, su finalidad constitucional legítima, que justificaría que se desactivaran principios constitucionales fundamentales. Y debe hacerlo de manera sexy. Debe explicar, además, qué delitos integra, su espacio, su tiempo –desde qué fecha y hasta qué fecha–, y a qué grupos de personas incluye. Es decir, también a quienes excluye. Integrando el delito de malversación, por ejemplo, debe excluir a personas que, viviendo en Cat en la época señalada por la ley, no pueden incluirse en la amnistía –como, pongamos, Laura Borràs–, pero también a personas que, viviendo fuera de Cat, practicaran malversación durante el tiempo previsto por la ley de amnistía –como, pongamos, un/a vivales–. Todo el texto debe ser asombrosamente coherente y reconocible como una amnistía por cualquier juez. Lo que, sea como sea, parece que no será el caso, pues los redactores parten de la idea de que el texto sería recurrido al TC en 3, 2, 1.

26- La ley de amnistía deberá poseer una exposición de motivos. No es sencillo. Es más, es la madre del cordero, pues en este punto, si entendemos que la amnistía es el olvido de delitos y de las situaciones en los que se crearon esos delitos, se crea el momento cero, el punto de partida para recoser la realidad, para curarla. Un punto desde el que dejar de equivocarse. Esta exposición de razones políticas podría consistir en la exposición de la certeza de que nunca se tendría que haber judicializado la cosa. La cosa, a su vez, deberá asumir responsabilidades que no se deberían repetir. En ese preámbulo/punto de partida se tendría que determinar, o no, qué es el problema-catalán. Y no será fácil, pues el PSOE tiene un catálogo muy pequeño al respecto, y el procesismo, un movimiento propagandístico –no se pierdan el punto 26–, posee un catálogo inabarcable, que lo hace también poco operativo. Por otra parte, ¿cuál es el momento cero? ¿A dónde nos lleva la amnistía para empezar a solucionar el problema? ¿A los carolingios? ¿A 1714? ¿2010? ¿2017? Y, lo que es lo mismo, pero aún más complicado: ¿cuál sería el ámbito temporal de la amnistía? ¿Cuándo empieza y acaba el olvido que se propone? Debería acabar mucho después de la aplicación del 155, ¿pero cuándo empezaría? Tendría que abarcar delitos ya juzgados –como la desobediencia de Artur Mas et al.–. Debería abarcar, incluso, condenas previas de ciudadanos vinculados al 15M, promovidas por la Gene, como los condenados por el caso Encerclem el Parlament –no hacerlo sería un fracaso social–. Según se me dice, la amnistía/el olvido debería aplicarse a todo lo sucedido durante las Hojas de Ruta que el procesismo fue vendiendo a la sociedad como polos –y que, por fin, servirían para algo–. Ya saben, todos los itinerarios y jalones planeados por el Govern  y sus asociaciones Òmnium y ANC como días históricos: la consulta de 2014, el 1O, las protestas callejeras, los CDR, los lacitos…También se integraría en esta amnistía días históricos de la poli y GC, sus actuaciones violentas, sus huelgas japonesas de 2017 y 2019, que entrarían en la amnistía. En todo caso sería interesante plantear cierta responsabilidad del Estado en el momento fundacional de la crisis. Plantear la sentencia del TC de 2010, la crisis institucional ya presente entonces, como punto de partida de la locura, sería acertado. O/y la violencia del Estado el 1O. O/y el hecho de que los cargos de rebelión y, posteriormente, de sedición fueron un ejercicio absurdo en Europa. O/y la baja calidad, aberrante incluso, de la sentencia del juicio al procés. El PSOE, el gran defensor del Estado –ya el único, me temo; el PP, en ese sentido está majara, es un irresponsable–, ¿estaría dispuesto a esta crítica feroz al Estado que, por otra parte, le supondría un castigo por parte del DS de por vida, a lo Lula?

El proceso de indepe en el Primer Mundo sigue siendo el no intentado en Cat: una mayoría social de mucho más del 50%

27- Hay herramientas para ello. Las amnistías democráticas previas. Las amnistías de 1931 y de 1936 son textos cortos, si bien sumamente operativos. Poseen una exposición de motivos cortita –1931–, o nula –1936–. La de 1931, como la de 1977, excluye a personas con efectividad, como sería el caso en esta nueva emisión –en 1931, se excluyeron a todos los funcionarios; en 1977 a los torturadores de la poli amateurs, esto es, a los que no fueran de la político-social–. La de 1977 ofrece la capacidad de reformular una amnistía en dos leyes –las de 1976 y la de 1977—, por si no te aclaras con una. La amnistía fiscal de 2012 –otro negociado diferente y, por lo mismo, poco deseable– ofrece argucias: emitir un texto que se sabe será rechazado por el TC, si bien no sus consecuencias. El procesismo ha aportado, a su vez, un proyecto de amnistía –JxC y ERC lo registraron en el Congreso en marzo del 2021–. Muy útil. Para saber cómo no se debe redactar una amnistía. Es largo –12 pp–, con una exposición de motivos larga –8 pp– y repleta de fantasías propagandísticas. Lastres en la vida y en la política, que lo son mucho más en una amnistía. Verbigracia: en la exposición de motivos se vuelve a hacer énfasis en el gran fake del procesismo: que la Declaración de DD.HH. de la ONU, y diversas leyes acabadas en ONU, amparan el proceso de autodeterminación cat, cuando, en realidad la ONU ampara, en esos escritos, la autodeterminación en colonias, no en Estados del Primer Mundo. Ricos. El proceso de indepe en el Primer Mundo sigue siendo el no intentado en Cat: una mayoría social de mucho más del 50%. Con una mayoría social del 60%, Cat, sin discusión alguna, sería indepe. Con mayorías de menos del 50%, como es y ha sido el caso, pues como que no. Se tendría que dejar de mentir al respecto. En general, y si hay momento cero, se tendría que dejar de mentir. Un poco, al menos. Curiosidades del texto, más operativas: en el articulario de la propuesta –6 artículos, algunos grandilocuentes y suprimibles– se integra cualquier acto o delito “de intencionalidad política” –muy bien–. Luego se detalla que se trataría de actos y delitos tendentes a la realización de una consulta, o a la manifestación ciudadana. Más adelante se especifica que se trataría de los delitos de rebelión, sedición y orden público, prevaricación, falsedad, malversación, desobediencia, revelación de secretos, y delitos de expresión. La exposición es correcta, si bien un tanto desordenada. No debe serlo. La amnistía abarcaría el periodo que iría desde el “1 de enero de 2013” –vamos, que el procesismo no se propone amnistiar al 15M; son grandes, los mejores en lo suyo–, hasta la promulgación de la amnistía.

28- Una legislatura pende de un hilo. La amnistía. Un objeto que debe plantear no la legislatura, sino una mejora democrática, una reintroducción de algo útil y democrático en un sistema inmovilista y asfixiado, un antes y un después. Sumar se ha mojado mucho al respecto. Eso se puede traducir en éxito histórico, o en que puede salir escaldado, si el resultado es endeble, parcial y democráticamente pobre. La recientísima vuelta de Podemos a ningún sitio/la Guerra Cultural, ya en modo chiste, puede ser otra fuente de desgaste. Veremos.

29- Esp. Cementerio indio. Etc.