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Tiene mucho mérito ganar 15 partidos consecutivos como local en la Liga. Tanto, que hacía diez años que no lo conseguía nadie en el campeonato. Una racha que, si sumamos la Champions, se eleva a los 17, y se convierte en la mejor en la historia del Atleti en su campo al superar a otra lograda también bajo la batuta de Simeone. El Villarreal, al que se le da bastante bien el Metropolitano –llevaba tres años sin perder en el feudo colchonero– estuvo a punto de estropear el hito. La calidad del banquillo rojiblanco, como ha ocurrido tantas veces desde que se permiten cinco cambios, posibilitó que el equipo madrileño culminara una merecida remontada.
Llegaba el conjunto castellonense con un interino en el banquillo tras la destitución de Pacheta y Miguel Ángel Tena, director de fútbol del club amarillo, tomó las riendas a la espera de que se firme un nuevo técnico, que parece que será Marcelino. Para preparar el compromiso, dio la impresión de que se fijó en el duelo que protagonizaron ambos en el mismo escenario hace un año, cuando Emery entrenaba a los de La Cerámica. Como ya hizo Rulli entonces, cada vez que el portero Jorgensen tenía que sacar de puerta ralentizaba el primer pase, buscando hacer perder la paciencia a los atléticos y que fueran a presionarles. Con eso intentaba que se separaran las líneas del rival para que aparecieran los huecos en la zona de creación o bien buscar un balón en largo si la presión era de todo el equipo. El Atleti, como ya ocurrió entonces, dudó entre ir y no ir. A veces lo hizo y no presionó bien, en otras prefirió aguantar.
Con el paso de los minutos, esa táctica desactivó el buen arranque de los rojiblancos, que al principio sí lograron robar varios balones poniendo intensidad una vez que el portero se decidía por fin a iniciar la jugada. Entrar en el área visitante ya costaba un poco más, porque por el centro se encontraban un muro difícil de superar. Los intentos por la banda apenas sirvieron para ver un par de remates desviados de Saúl y de Morata, mientras que Jorgensen detuvo un disparo de De Paul. En el área contraria también presionaba el Villarreal cuando tenía ocasión y gracias a eso fabricó su primera oportunidad, con un robo de balón que acabó en un disparo de Pino en el área que rechazó Oblak.
El Villarreal no atraviesa un buen momento desde que comenzó la Liga, como demuestran sus números y el hecho de que haya cambiado ya dos veces de entrenador, pero si algo tiene son jugadores de calidad que saben tocar la pelota y combinar. Poco a poco fue ganando confianza en el partido, lo que le sirvió para adelantarse en el marcador en el minuto 20 con una jugada que nació en su propia área. La presión rojiblanca no funcionó y, tras varios pases, Capoue se encontró solo para avanzar y dar un pase a Baena que prolongó hacia Sorloth. La defensa reculó en vez de presionarle y el noruego soltó un duro disparo que logró rechazar Oblak, pero la pelota fue a parar a Gerard Moreno, que marcó con un remate con la zurda desde el área grande.
Muy poco después vino una de las jugadas que pudo decantar el partido. Otra vez desde atrás con buenos pases, Baena dejó a Sorloth en el mano a mano con Oblak y el disparo del atacante lo desvió el guardameta a córner con una gran intervención. Molina le tocó lo justo la espalda para molestarle a la hora de efectuar el disparo. De haber llegado el 0-2, es posible que el epílogo del partido hubiera sido otro. Fue el último intento de Sorloth, que se tuvo que retirar con un problema muscular, lo que le quitó un problema al Atleti. Terrats entró en su lugar.
Al no encontrar vías por el centro de la defensa, los rojiblancos se dedicaron a colgar balones en busca de algún remate, principalmente de Morata, pero Capoue se metía entre los centrales Albiol y Cuenca, formando un tridente difícil de superar por alto. Prácticamente despejaron todo lo que les llegaba, a excepción de un cabezazo del 9 rojiblanco que detuvo el cancerbero. Y cuando el partido iba a entrar en el tiempo añadido de la primera parte llegó otro de los momentos decisivos. Riquelme combinó por la izquierda con Griezmann que, desde cerca de la línea de fondo, metió un pase, este vez raso, que no pudo rematar Morata en el primer palo, pero que llegó en ventaja a Witsel en el segundo para que el belga rematara a la red y se estrenara en la faceta goleadora desde que llegó al equipo. Antes de que pitara el árbitro casi marcó Morata con un remate de volea que se fue alto. En cualquier caso, poder irse al descanso con el marcador igualado restó presión a los de Cholo de cara a los segundos 45 minutos.
El técnico rojiblanco quitó a Saúl dando entrada a Llorente para iniciar la segunda parte. En los visitantes, Pino dejaba su puesto a Ilias. El Atleti ajustó la presión, metió un plus de intensidad y encerró en su parcela al Villarreal, al que le costó mucho volver a encontrar las combinaciones para progresar. Aunque suya fue la primera ocasión de la reanudación con un tiro de Gerard con la derecha en el área grande que detuvo Oblak. Llorente empezó a hacerse notar en el juego. Lo hizo dando dos buenos pases a Morata que el delantero no aprovechó. En el primero remató de cabeza en plancha con todo a favor en la línea del área pequeña, pero el balón se le fue desviado, y en el segundo buscó pillar a contrapié al portero ajustando su cabezazo al palo pero se le marchó fuera.
Simeone buscó más soluciones y metió en el campo a Correa y Lino por De Paul y Riquelme. Poco después quitó a Nahuel para que entrara Barrios, pasando Llorente a ejercer de carrilero. Que el Atleti dominara casi por completo el juego y que el Villarreal apenas tuviera salida posibilitó que no tuviera que trabajar en defensa. Así pudo hacer un desmarque a la espalda de la defensa, que Koke hizo bueno con un magnífico envío en largo para que Marcos recibiera en el área y sin dejar caer el balón diera un pase en paralelo a la portería que Griezmann mandó a la red, culminando la remontada en el minuto 80. Un gol que también tiene un significado histórico, ya que le sirve para igualar a Escudero como el segundo máximo goleador del club, ambos con 169, y quedarse a solo cuatro de Luis Aragonés.
Tena quitó a un defensa, Alberto Moreno, para meter al delantero Brerenton, pero por si quedaba alguna duda en el resultado, Barrios agarró en el minuto 85 un balón en su propio campo, echó a correr, superó a dos rivales y, antes de llegar al área, metió un pase cruzado para Lino, que a la altura del punto de penalti conectó un potente remate con la zurda ante el que nada pudo hacer Jorgensen poniendo el definitivo 3-1.
El Atleti solventó bien la presión que le habían puesto a lo largo de la jornada sus rivales directos, todos con victoria, y se va al parón de selecciones tranquilo y con confianza. Ganó, logró una marca para la historia, tuvo ratos de buen fútbol, cuenta con un Griezmann en modo estrella total… ¿Qué más se puede pedir? Que no se lesione ninguno de los internacionales, pensará Simeone.
Tiene mucho mérito ganar 15 partidos consecutivos como local en la Liga. Tanto, que hacía diez años que no lo conseguía nadie en el campeonato. Una racha que, si sumamos la Champions, se eleva a los 17, y se convierte en la mejor en la historia del Atleti en su campo al superar a otra lograda también bajo la...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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