1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

geopolítica

Hamás está reconfigurando el equilibrio de poder en Oriente Medio

El ataque contra Israel ha forzado una alianza incómoda entre Catar, Arabia Saudí, Egipto, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos. Queda por ver si alguno de ellos podría desactivar la bomba a punto de estallar en Gaza

Zvi Barel (Haaretz) 4/11/2023

<p>El príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman y el secretario de Estado Anthony Blinken reunidos en Riad el pasado 15 de octubre para discutir sobre los ataques de Hamas contra Israel. /  <strong>U.S. Department of State</strong></p>

El príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman y el secretario de Estado Anthony Blinken reunidos en Riad el pasado 15 de octubre para discutir sobre los ataques de Hamas contra Israel. /  U.S. Department of State

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

El 25 de octubre, poco después de que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan arremetiese contra Israel, la Bolsa turca cayó un 7%. Ese día, las transacciones se suspendieron hasta en dos ocasiones debido al desplome de los índices, aunque se reanudaron más tarde.

Inversionistas locales e internacionales, cuando apenas regresaban al mercado de valores de Turquía, revirtieron su decisión ante el “apoyo firme” de Erdogan a Hamás. En los tiempos que corren, apoyar a Hamás es perjudicial para los negocios y los economistas turcos alertan de que este tipo de declaraciones podrían derivar en sanciones extraoficiales contra Turquía.

“Al criticar a Israel y manifestar su apoyo a Hamás, Erdogan se está enfrentando no solo a Israel, sino a los Estados Unidos y los Estados europeos”, comentó un miembro de la Cámara de Comercio de Estambul a Haaretz. Asimismo, advirtió que el sentimiento antiturco que se extiende por el mundo podría tener un impacto negativo sobre el turismo y obstaculizar los esfuerzos de Turquía por convertirse en un centro regional de gas natural, llevando al país a una crisis en un momento en el que se está empezando a recuperar de otra.

“Al criticar a Israel y manifestar su apoyo a Hamás, Erdogan se está enfrentando no solo a Israel, sino a los Estados Unidos y los Estados europeos”

La cancelación de la visita de Erdogan a Israel y el estancamiento de las conversaciones sobre acuerdos económicos, principalmente en torno a la energía, son parte del precio que Turquía podría pagar como consecuencia de la postura del presidente turco.

Otro de los temas sobre la mesa es la venta de aviones de guerra F-16 estadounidenses a Turquía, una transacción que todavía está pendiente de recibir la aprobación del Congreso, al que ni siquiera entusiasmaba antes de la guerra; de hecho, incluso amenazaba con frustrarla cuando la decisión del presidente Joe Biden era ratificarla. El motivo principal de la suspensión del acuerdo por valor de 20.000 millones de dólares radicaba en la oposición de Turquía a la adhesión de Suecia a la OTAN; no obstante, tras meses de duras negociaciones, Erdogan aceptó aprobar su incorporación como nuevo miembro de la organización y el lunes presentó la propuesta ante el parlamento turco. Con todo, y dado el acercamiento de Erdogan a Hamás, es posible que esto no sea suficiente para aplacar al Congreso.

Cuando estalló la guerra de Gaza, Erdogan se ofreció como mediador en las negociaciones de la crisis de rehenes. Según la página web de Al-Monitor, le pidió a Ismail Haniyeh –líder del ala política de Hamás que se encontraba en Turquía el día en el que se desencadenó la guerra–, que abandonase Estambul con su comitiva tras haber aparecido en la televisión rezando y celebrando la operación de Hamás.

Aun así, después, Erdogan y su ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, mantuvieron conversaciones con Haniyeh para estudiar la posibilidad de liberar rehenes por razones humanitarias. Pero, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, y a pesar de la hospitalidad de Turquía hacia Hamás, sus reuniones con los líderes de la organización no bastaron para cerrar acuerdos. Catar y Egipto, con mucha más capacidad de influencia sobre Hamás que Turquía y formas más eficaces de ejercer presión sobre la organización, lideraron las conversaciones. En esos medios, Fidan visitó durante la semana Abu Dhabi y Doha, la capital de Catar, para averiguar cuál podía ser el rol de Turquía en las negociaciones, sobre todo en lo que se refiere a colaborar con la liberación de rehenes que no son israelíes ni estadounidenses. En ese sentido, confía en que el hecho de que Turquía haya sido el primer país en enviar un avión de carga con ayuda a Gaza –sumado, tal vez, a la crítica de Erdogan a Israel– permita afianzar su posición en las conversaciones con Hamás.

El mandatario de Turquía estaba convencido de que Olmert no solo era un aliado, sino un buen amigo

Para Erdogan debe ser como tener un déjà vu. En 2008, en vísperas de la operación Plomo Fundido de Israel en Gaza, recibió al primer ministro Ehud Olmert para negociar la paz con el presidente sirio Bashar al Asad. Durante las conversaciones, sugirió llamar a Al Asad con el objetivo de que él y Olmert mantuvieran una charla indirecta. Olmert dio su visto bueno, y la conversación entre Erdogan y Al Asad estuvo mediada por interpretación; el contenido se relataba de forma simultánea a Olmert, quien permaneció en la sala. Según apunta una fuente turca de alto nivel que habló con Haaretz, el mandatario de Turquía estaba convencido de que Olmert no solo era un aliado, sino un buen amigo.

Erdogan sabía que las Fuerzas de Defensa de Israel estaban concentrando tropas en la frontera de Gaza para prepararse para la operación y, a tenor de esa amistad entre ambos, pidió el visto bueno a Olmert para persuadir a Hamás de que detuviese los ataques contra Israel, con el fin de lograr un acuerdo que permitiese evitar una operación militar. Olmert prometió reflexionar sobre esa petición a su vuelta a Jerusalén. Como su respuesta no llegaba, Erdogan lo llamó y, para su sorpresa, su llamada no fue atendida hasta en dos ocasiones. Entonces, el mandatario turco cayó en la cuenta de que Olmert no tenía ninguna intención de que formase parte de la toma de decisiones.

“Erdogan se sintió traicionado por alguien a quien consideraba un buen amigo”, explicó la fuente turca de alto nivel. “Erdogan no perdona ni olvida”, asegura un periodista turco que trabaja para un medio de comunicación gubernamental. “Más allá de ser un ideólogo o un nacionalista turco, siempre tiene las cuentas claras”.

Esta vez Turquía también le pidió a Israel que pospusiera o que incluso abandonase la intención de lanzar una ofensiva terrestre; aunque atendieron su llamada, la respuesta de Israel no dejó lugar a dudas.

Si bien Erdogan vuelve a estrechar lazos con Hamás, a quien se ha referido como “grupo de liberación”, Catar es el país que encabeza las negociaciones. Tiene dos bazas principales: el asilo que ofrece a algunos líderes de Hamás y el ingente financiamiento que inyecta a la organización; una suma que, en la última década, asciende a miles de millones de dólares transferidos a la Franja de Gaza, parte de ellos con el apoyo de Israel. Curiosamente, mientras Israel considera a Hamás un protegido iraní, Hamás ha accedido a entablar negociaciones a través de Catar.

Parece que Hamás considera que el canal árabe puede servirle más que el iraní

A diferencia de la Yihad Islámica, cuya existencia depende en gran medida de Irán, parece que Hamás considera que el canal árabe puede servirle más que el iraní. Además, la idea de los “frentes unidos”, que se suponía que iba a garantizar una participación amplia en la guerra de Hizbulá, otro protegido iraní, sigue sin concretarse. Quizás saque estas conclusiones por la estrategia iraní en la región: las escaramuzas entre Hizbulá e Israel en el norte han escalado hasta alcanzar una magnitud sin precedentes desde la Segunda Guerra del Líbano; no obstante, Hizbulá está lejos de cumplir las expectativas de su contraparte en Gaza, si bien ha eliminado a muchas comunidades israelíes mediante sus operaciones.

Son múltiples tanto las bajas que ha sufrido Hizbulá como los ataques en sus bases, pero, el líder libanés de la organización, Hassan Nasrallah, aún no ha comparecido en público ni ha pronunciado uno de sus acalorados discursos sobre los sacrificios que hace su organización por Hamás y la población de Gaza, ni tampoco ha dado detalles sobre cómo piensa expandir los “frentes unidos”. Es posible que este silencio se deba a que Hizbulá no ha decidido ni ha recibido todavía la aprobación de Irán para dilatar la contienda, lo que podría conducir a una guerra regional en la que este país se volvería un actor principal y, como tal, un objetivo de los ataques.

Hace unos días, el primer ministro de Catar Mohammed bin Abdulrahman al-Thani insinuó que podría haber un avance en las negociaciones con Hamás para la liberación de rehenes, pero la información de la que se dispone hasta ahora es poco precisa: no está claro de cuántos rehenes se está hablando ni de qué nacionalidad son y, sobre todo, se desconoce qué obtendrá Hamás a cambio. En este momento, el foco está puesto en la liberación de rehenes civiles, especialmente, de personas heridas, población infantil, mujeres y gente mayor, a cambio de ayuda humanitaria para la Franja de Gaza.

Por mucho que se logre este objetivo, la amenaza de ofensiva terrestre persistirá y es esto lo que suscita la mayor preocupación entre los países de la región, una preocupación que comparte el Gobierno estadounidense. En una reunión celebrada en octubre entre el príncipe heredero saudí Mohammed Bin Salman y el secretario de Estado Antony Blinken, el primero advirtió del peligro de que la guerra se propague a otros países árabes. Cuando Bin Salman habló con el presidente Biden, le transmitió de forma explícita y con un tono apremiante que era necesario evitar una campaña militar en la Franja de Gaza que resultaría en la muerte de muchos civiles.

Una guerra regional en Oriente Medio podría socavar Vision 2030, el proyecto de desarrollo estrella de Arabia Saudí

Ahora bien: para Bin Salman no se trata únicamente de una cuestión humanitaria. El día en el que conversó con Biden, tuvo una reunión con inversores en la que se anticipó cómo una guerra regional en Oriente Medio podría socavar Vision 2030, el proyecto de desarrollo estrella de Arabia Saudí. Son varios los inversores que han manifestado que “las grandes inversiones requieren tranquilidad y estabilidad”, de forma que, si la guerra en Gaza se transforma en una guerra entre varios Estados, se postergaría la entrega de fondos a Arabia Saudí, aunque el país no estuviese implicado directamente. Los saudíes han suspendido las conversaciones sobre la normalización de relaciones con Israel; sin embargo, están manteniendo un perfil bajo y un tono moderado en sus declaraciones. Por su parte, en las redes sociales se ensañan con ellos por “hacer oídos sordos” ante la tragedia de Gaza y no presionar más a Washington para que bloquee la invasión por tierra de la Franja de Gaza.

En defensa de Bin Salman salió Amr Adib, periodista egipcio sénior, aliado del presidente al-Sissi y propietario de varias empresas de comunicación. Recientemente publicó en un tuit que “nadie debería criticar a los saudíes ni menospreciar los esfuerzos de Bin Salman. Desde el primer día, la postura de Arabia Saudí frente a la guerra fue más apropiada que la de muchos otros países que conocéis bien y que es mejor no mencionar; no deberíamos andar discutiendo en un momento tan complejo”. Aun cuando Arabia Saudí comparte la preocupación de Egipto sobre la dominación en la región de una organización que ambos países detestan, la ubicación de Egipto, que comparte frontera con la Franja de Gaza y controla el paso fronterizo de Rafah, le otorga el poder de ejercer presión sobre Hamás, algo de lo que carecen los saudíes, que, en cambio, aprovechan su capacidad de influencia sobre Washington, por ejemplo, a través del alcance de su producción de petróleo.

Estados como Arabia Saudí, Egipto y, en mayor medida, Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Catar –que no son precisamente uña y carne– se han visto obligados a unirse debido a una guerra que amenaza con desestabilizar sus países y, desde luego, con perjudicar gravemente sus economías y su seguridad. La coyuntura actual parece aún más absurda si recordamos que no hace mucho Arabia Saudí jugaba en ligas mayores, desafiando a Estados Unidos para que le permitiese desarrollar su propio programa nuclear independiente y garantizar una alianza defensiva a cambio de que se normalizasen las relaciones con Israel, y todo esto mientras gestionaba su posicionamiento con respecto a China.

Ahora todo se reduce a lidiar con una alianza de actores no estatales, uno en Gaza y el otro en Líbano, y esperar que Catar, justo el país sobre el que la corona impuso sanciones asfixiantes entre 2017 y 2021, logre desactivar la bomba de relojería que está a punto de estallar en Gaza.

–----------- 

Traducción de Cristina Marey Castro.

Este artículo fue publicado originalmente en Haaretz

El 25 de octubre, poco después de que el presidente turco Recep Tayyip Erdogan arremetiese contra Israel, la Bolsa turca cayó un 7%. Ese día, las transacciones se suspendieron hasta en dos ocasiones debido al desplome de los índices, aunque se reanudaron más tarde.

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Zvi Barel (Haaretz)

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí