El arte es mi trinchera
Paula Modersohn-Becker: una breve pero intensa mirada
Repasamos la prolífica trayectoria de una figura fundamental del modernismo alemán
Deborah García 20/02/2024
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A lo largo de su corta vida –murió con 31 años–, Paula Modersohn creó más de 700 obras entre las que podemos encontrar paisajes y naturalezas muertas, pero sobre todo imágenes de personas: retratos de amigos, muchos autorretratos y escenas relacionadas con la figura humana. Después de dar sus primeros pasos con un tutor, se trasladó desde Bremen a Worpswede a una colonia de artistas y, desde allí, pasó a París. No deja de ser poético que aquel viaje se produjera en la Nochevieja de 1899. La joven Paula viajando hacia París de noche, entrando en pleno siglo XX: el siglo del modernismo.
En París, Modersohn se dedicó a visitar museos y galerías, sobre todo el Louvre, pero también la galería de Ambroise Vollard. Coleccionista, marchante y mecenas, fue él quien le enseñó la obra de Cezanne, que se distanciaba muchísimo y de manera radical del arte que ella había podido ver en Worpswede. Modersohn comenzó a dar clases de anatomía y bellas artes, en diferentes escuelas: recordemos que en Alemania las mujeres tenían prohibido estudiar el cuerpo humano. Como cuenta el libro Estar aquí es espléndido: vida de Paula Modersohn Becker (Marie Darrieussecq; Editorial Errata Naturae), la artista inicia una etapa de idas y venidas, de Worpswede a París, y de París a Alemania. En uno de esos viajes, contrajo matrimonio con el pintor Otto Modersohn, y desde entonces intentó compaginar su carrera artística con sus tareas como esposa y madre (madre de una hija de un matrimonio anterior de Otto). Sin embargo, ella necesita más, y en 1906 marcha a París definitivamente para instalarse allí. Para ella este hecho supone la ruptura definitiva con su marido. Comienza entonces un período absolutamente prolífico en el que pinta lo que ninguna otra mujer había representado hasta la fecha en el arte occidental, su autorretrato enteramente desnuda. Otto la persigue por París, no acepta sus decisiones y acaba dejándola embarazada. Tras dar a luz, después de un parto muy complicado, sufre una embolia pulmonar que acaba con su vida.
Durante su primera estancia en París en 1900, Modersohn pintó un autorretrato que ya era toda una declaración de intenciones. Se representó en una profunda oscuridad con la fuente de luz encima de su cabeza. El punto de vista bajo confería a su retrato una especie de distorsión, de deformación. Un estilo protoexpresionista, que fue olvidado durante el siglo XX por los especialistas que nunca la tuvieron en cuenta como figura fundamental del modernismo, del fauvismo, del primitivismo e incluso del expresionismo. Uno de los aspectos que más me interesan de su obra es la exhaustiva investigación que inicia sobre la textura y rugosidad de la pintura. Modersohn-Becker parece estar realmente interesada en conseguir una superficie dura y desagradable. Quizá en las pinturas digitalizadas no se percibe tanto, pero cuando en directo te aproximas a uno de sus cuadros lo que más capta la atención es lo material que es.
En una entrada de su diario escribe: “Debo aprender a expresar la suave vibración de las cosas, sus texturas rugosas, sus complejidades”. Fijémonos en Autorretrato con collar fechado en 1903, que es un ejemplo perfecto para analizar cómo la pintora experimenta con diferentes técnicas. Parece que los cuadros están llenos de arena y arañazos, como si quisiera conseguir esa cualidad porosa de la piedra, como si fueran esculturas expuestas a la intemperie. No cabe duda de que Paula Becker siente inclinación por las superficies ásperas y graníticas, de esa forma ella creía conferir una profunda viveza a los cuadros y las figuras que en él habitaban.
La pintora a menudo usaba un cuchillo o una espátula para raspar el empaste grueso cuando la pintura estaba seca y luego lo sobrepintaba, logrando gradualmente su objetivo en una sucesión de capas. Paula Modersohn muy pronto se alejó de los postulados de la colonia de pintores de Bremen y de su propio marido, a los que sin duda superó. El corpus de su obra se acercaba más al radicalismo de Cezanne y Van Gogh. Su obra simplifica e intenta exprimir la línea al máximo. Sin duda, las simplificaciones, en apariencia infantiles, obtenidas de la propia naturaleza. presagiaban el deliberado primitivismo de grupos como El Puente (sobre todo Kirchner), y anticiparon las abstracciones instintivas, sobre todo de El jinete azul. En la obra de la artista alemana sin duda podemos entrever el fauvismo, en un uso audaz del color, y el expresionismo, en su búsqueda de epatar al espectador con la profundidad de sus retratos. Modersohn-Becker no tenía interés en ejecutar agradables composiciones al estilo del viejo y nostálgico grupo al que perteneció en Worpswede, sino más bien dejarlo atrás. Pero si realmente algo me fascina de la artista es su primitivismo. Las formas se reducen y la paleta se limita a colores oscuros. Una característica de este tipo de retratos es el juego entre el primer plano y los elementos que se sitúan en la distancia. La cara parece estar muy próxima a nosotras, como si pudiéramos llegar a explorarla, a tocarla, pero está girada, es una especie de extrañeza, de abstracción, incluso de misterio que es acentuado por la mano. Parece que la protagonista llevase una máscara tribal.
Este cuadro coincide en el tiempo con la llegada a Francia del primitivismo, ese que conocieron Derain, Vlaminck o Picasso. El primitivismo tuvo un impacto de sobra conocido en el arte moderno, pero en el caso de Paula Becker fue directo, sin la intermediación de otros artistas. La artista tuvo una vida muy corta pero prolífica y su trabajo resuena con fuerza en movimientos y artistas que la sucedieron. En tan solo siete años, sus lienzos son más de 700 sin sumarle grabados y dibujos. Es, sin duda, la pintora que miró brevemente pero con intensidad.
A lo largo de su corta vida –murió con 31 años–, Paula Modersohn creó más de 700 obras entre las que podemos encontrar paisajes y naturalezas muertas, pero sobre todo imágenes de personas: retratos de amigos, muchos autorretratos y escenas relacionadas con la figura humana. Después de dar sus...
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