1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

Ángelo Néstore / Poeta, Artista y Editora

“Hay que llevar lo ‘queer’ a la poesía, pero también a la cola del Mercadona”

Juanpe Sánchez López 14/04/2024

<p>Ángelo Néstore. / <strong>OKARO</strong></p>

Ángelo Néstore. / OKARO

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Cuando Ángelo Néstore entra en tu vida, la zarandea, la cambia amablemente. La poeta y artista no binaria (él/elle/ella), nacida en Lecce (Italia) en 1986 pero residente en Málaga, es una de las figuras más importantes del panorama poético actual. Como escritora, con una trayectoria ya de fondo y con un ramillete de premios con libros como Actos impuros (XXXII Premio de Poesía Hiperión, 2017), Hágase mi voluntad (XX Premio de Poesía Emilio Prados, Pre-Textos, 2020) o el más reciente Deseo de ser árbol (V Premio Espasa, Espasa, 2022). Como editora, dirigiendo el sello Letraversal, ha hecho que vean la luz recientemente obras de voces que cuentan el relato de la poesía española contemporánea como Paula Melchor, Rodrigo García Marina, Juan Gallego Benot, Carla Nyman, Sara Torres, Elizabeth Duval o Juan Carlos Panduro. Como artista, expande lo poético hacia la performance teatral, la música y formando parte del proyecto drag de Pink Chadora, también poeta publicada en Letraversal y drag queen participante de Drag Race España. Su obra, repleta de una búsqueda incesante de la belleza lingüística y del cuestionamiento político, abre caminos y abre puertas. Versos como “El agua fría me trae a mi cuerpo, / escondo el pene entre las piernas. // Mamá, ¿a quién me parezco?” se quedan grabados en el corazón para siempre. Esta conversación es para mí una continuación de aquella que sobrevuela nuestra amistad y mi admiración profunda por Ángelo Néstore, que hace cuatro años decidió publicar mi primer poemario y cambiar mi vida para siempre, como ya hace con todas las vidas que toca su obra, su escritura, sus miles de brazos que tiende su vida propia para intentar conseguir un mundo mejor, más amable.

Desde el primer poema tuyo que leí, el precioso “E io chi sono?” que abre Actos impuros, sentí que uno de tus tantos entendimientos de la poesía es el de ver el poema como un lugar de acción donde se puede hacer que pasen cosas antes de que pasen en el mundo de fuera del poema.

Siempre he entendido el poema como un fracaso bello, un fracaso que tiene que ver con la pérdida de la relación entre lenguaje y productividad. ¿Qué puede hacer el lenguaje cuando lo alejamos de su función utilitarista, cuando no pretendemos obtener nada a cambio? El poema siempre es inútil y yo lo celebro. Celebro su marginalidad, su estar constantemente en el borde. No le pido a la poesía que nos salve, no quiero que nos cure. Lejos de cualquier expectativa o recompensa, de repente la palabra es capaz de llevar la imaginación hacia lugares utópicos, esa lejanía posible, y traerlos al presente. El poema, en potencia, enrarece el statu quo. Nos aleja de la necesidad constante de sentirnos productives. Hace sin hacer. Es lo más parecido a un conjuro.

En ese mismo poema la acción se produce para dibujar una nueva silueta del cuerpo del sujeto, que se mira frente al vaho del espejo tras una ducha, cuestionándose sobre la identidad, sobre las expectativas de género, sobre las promesas sociales que nos inculcan y que a veces queremos cumplir, otras veces no queremos cumplir y también muchas otras veces, simple y dolorosamente, no podemos cumplir. Tu poética es una poética del cuestionamiento a través de la belleza lingüística. 

Si hay algo que le agradezco a la poesía es que me hace dudar. Comulgo mucho más con los versos que me sugieren preguntas que con aquellos que se enrocan en respuestas. La pregunta siempre te coloca en un lugar en el que se incluye lo otro, favorece una actitud empática y, por tanto, abierta a lo excéntrico, a lo raro, a lo que no se ve. Y cuando unos cuerpos viven de una forma ex-céntrica, incómoda con el discurso dominante, tienden a buscar otros lugares donde poder nombrarse, relacionarse, hacerse y deshacerse. En ese sentido, la poesía es uno de los territorios más fértiles que conozco. De esa incomodidad nacen imaginaciones más radicales. La poesía es el lugar de las imaginaciones radicales.

En tu último poemario, Deseo de ser árbol, exploras una infancia llena de dudas, de estar entrando en la pubertad mientras se mira a los otros niños jugar al fútbol desde la ventana, escribes sobre un cuerpo lleno de esmalte. ¿Cómo convive el color fluorescente, el ansia de explotar en miles de emociones con el vivir mirando desde la distancia cómo ocurre lo-que-de-verdad-importa?, ¿hay en el libro un ejercicio de recuperación, de reparación?, ¿o eso es demasiado para pedírselo a un libro? 

Es prodigiosa la capacidad que tiene la poesía de manipular los recuerdos y de (de)generar nuevas realidades, especialmente para aquellas personas que hemos vivido una infancia queer, que no hemos llegado a ser algo parecido a un sujeto reconocible del todo o un sujeto de habla al completo. Nos hemos tenido que limitar, en muchas ocasiones, a contemplar desde una ventana el mundo ocurrir.

En ese sentido, el proceso de escritura y la posterior publicación de Deseo de ser árbol ha sido un ejercicio de reparación porque al expresar la incomodidad, también se colectiviza. La poesía te permite el lujo de vivir en una infancia constante porque dignifica y pone en valor la fantasía y la imaginación frente a la exigencia capitalista de la supremacía de lo material.

El poema que da nombre al poemario, “Deseo de ser árbol”, introduce una propuesta sentimental y vital: desearía ser árbol sin invadir los jardines de los demás, ser abrazado por alguien que desconozco, vivir de otra forma y para siempre en la boca de los demás con el zumo de mis frutos. ¿Por qué huir de ser humano?, ¿por qué un árbol y un bosque? ¿La poesía debe proponer mundos mejores o mundos donde queramos vivir?

Al principio le exigía mucho a la poesía y con el tiempo he aprendido a liberar el espacio poético de las demandas a las que estamos sometides en nuestra cotidianidad como cuerpos trabajadores. De hecho, mediante el verso, intento resignificar la relación que tengo con la infancia, una etapa en la que nuestro lenguaje y nuestro deseo es mucho más libre y poroso y que, con el tiempo, se educa y se orienta hacia territorios más estrechos, en los que todo lo relacionado con lo infantil asume connotaciones negativas. Soñar con ser un árbol o un perro, como hacía de pequeña, para mí significa, por un lado, señalar vidas que normalmente no entran en absoluto en nuestro discurso amatorio, vidas no humanas que siempre se han quedado en el “fondo de las fotos” y, por otro, resignificar la pasividad como un estado deseable y una postura vitalista de entrega a la otredad. El poema, entonces, se convierte en un motor para reorganizar la sensibilidad en otros puntos, colocándola en lugares a veces del todo inesperados.

El pensamiento queer inunda toda tu obra y sé, por la amistad que me liga a ti, que también inunda toda tu vida. En un sistema de opresiones –simplificando mucho– el grupo opresor no quiere ni le beneficia invertir tiempo en entender ni en producir marcos de entendimiento de los grupos oprimidos y son siempre estos los que tienen que invertir tiempo en encontrar las herramientas, los conceptos y las formas que expliquen no solo sus realidades sino que, además, sirvan para convencer al grupo opresor que existe una brecha que hay que subsanar y reparar. ¿Se cansa una de hacer pedagogía?

Para que exista la opresión es necesario que a los cuerpos oprimidos se les pueda reconocer y nombrar, sin llegar a entenderlos. Siempre he creído, en la línea de teóricas como Gracia Trujillo, que lo queer ha venido a ampliar los sujetos de los feminismos. Los pensamientos queer pueden resultar complejos porque, por una parte, las formas de existir son diversas y complejas per se, a pesar de que se nos trate de inculcar que sólo existen formas binarias y excluyentes de vivir y, por otra, porque la experiencia de opresión es móvil y nos atraviesa a todes de una forma u otra. Negar la convivencia de nuestro yo oprimido/opresor implica cerrarnos a conversaciones que podrían hacer de este mundo un lugar más alegre y bello. Además, hay un interés para que lo queer se quede en un territorio borroso y reducido. En ese sentido, creo que es importante intentar adaptar los discursos, llevar lo queer a la poesía, al teatro, pero también a la cola del Mercadona o a la residencia de ancianes. 

Lo que también es profunda e indudablemente queer es tu forma de entender la poesía, que desborda los libros y llega a un proyecto musical. Y, como en tu poesía escrita, la cantada también está fuertemente atada a una mira social crítica… 

Trabajar desde lo queer para mí implica necesariamente “deshacer el género”, en todos los sentidos de esta palabra que tantas resonancias tiene en español. Llevar el poema a territorios audiovisuales o escénicos me ha servido para renunciar al concepto de autoría única y permitir que otres artistas pudieran manipular mis textos desde distintas experiencias vitales y disciplinas y hacer de ellos una obra colectiva. Mi visión como autora siempre será reducida, entonces, ¿por qué no ampliarla, complejizarla, romperla? En el fondo, si se hace con amor, hacer añicos algo también significa multiplicarlo. 

También eres directora editorial de Letraversal. Sé –también por experiencia propia– que tu forma de vincularte con las autoras de tu editorial y de elegir los libros que forman parte del catálogo está bastante distanciada de unos vínculos meramente mercantiles.

El mundo de la edición siempre ha sido bastante opaco y, a falta de números oficiales, se basa fundamentalmente en la confianza que se instaura entre autore y editore. Para mí, todo proceso de creación artística es de lo más sagrado y le tengo un respeto inmenso a los manuscritos que recibo y que se convertirán en parte de la colección. Por eso, intento cuidarlos con mimo y, sobre todo, intento ser lo más transparente posible con las personas que han decidido compartir conmigo parte de su trayecto (no me gusta hablar de “mis autoras” porque yo no poseo nada ni a nadie). Desgraciadamente, los recursos económicos que se generan en el mercado editorial de la poesía independiente son escasos, pero eso no significa que no se tengan que repartir de una forma justa y honesta y la confianza siempre tiene que ser mutua. Por eso, mi política editorial es de adelantar los derechos de la mitad de la primera tirada, se venda o no se venda, porque confío en cada uno de los títulos que publicamos y porque me parece lo más honesto hacia el trabajo creativo de les demás. Me gusta pensar que Letraversal es una hoguera en la que cada una estamos equidistantes del fuego y vamos echando de vez en cuando una ramita para que todo el mundo reciba el calor. 

Al final también la edición es una forma de continuar la creación…

Por supuesto. Siempre he pensado que con Letraversal estoy escribiendo un libro con los libros de las autoras del catálogo. En cierto modo, es otro destello de la idea de creación colectiva que mencionaba antes cuando hablábamos de cómo el poema sale del formato libro.

¿Cómo piensas la edición de poesía dentro de un mercado editorial que está sumido en la continua y apabullante novedad? Está la idea, por un lado, de que la poesía es el espacio de lo detenido, donde todo va más lento, pero al final una editorial sigue siendo una empresa y tiene que encontrar su hueco, sus lectores fieles, su identidad de marca…

Como te decía antes, entiendo la edición como un proceso creativo y los míos suelen ser bastante caóticos. Por eso, el catálogo de Letraversal no nace en absoluto de un estudio sobre la identidad de la editorial sino de un impulso, una corazonada. En la performance poética que acabo de estrenar en el Teatro del Soho, SACRAMENTO, hablando de una anécdota de la infancia, decía que la forma más honesta de definir mi poética es afirmar que escribir poesía es como cagarse encima. Es algo que no puedes controlar o evitar porque coloca el cuerpo en tensión, lo incide y lo induce a una reacción involuntaria. Es algo que aplico también a la edición: cuando leo un libro que inaugura en mí una imaginación potencial distinta lo incluyo en mi calendario. Y es bonito ver cómo, con el tiempo, se ha creado de forma orgánica, una comunidad lectora y de libreras que confían en nuestros títulos. Esto hace que, por ejemplo, un libro que acabamos de publicar, Romero recién cortao’ de Juan Carlos Panduro, se haya colado en la lista de los libros de poesía más vendidos del país de El Cultural en las dos primeras semanas desde su nacimiento. ¡Y es un primer libro! Pensar que ese manuscrito que tanto me emocionó está llegando también a tantas lectoras me abruma. La confianza y el afecto que recibo constantemente son el huequito en el que me acurruco.

La forma más honesta de definir mi poética es afirmar que escribir poesía es como cagarse encima

Y, por si fuera poco, formas parte del proyecto drag de Pink Chadora, drag queen y concursante de Drag Race España y, ahora, también de su formato All Stars y poeta publicada en Letraversal. Más formas de crear, más formas de acompañar y de vincularse a otra forma artística. El drag está muy ligado también a la mira poética y al mirar desviado hacia las cosas. Y Pink Chadora y tú no estáis ligadas solo como está ligada la poesía y el drag sino que os unen muchas más cosas. La más importante, si no me equivoco: el amor.

[Aquí a Ángelo se le ponen lô ohô mohaditô]. Si soy la persona que soy se lo debo también a Martín (Pink Chadora), que siempre me ha apoyado en todo lo que he hecho y que ha sostenido cada verso, cada actuación, cada palabra. Tener ahora la posibilidad de formar parte de su proyecto artístico es precioso porque Pink Chadora me ha hecho descubrir un lado de mí que tenía adormecido. He descubierto que amar es también pegar piedras hasta las dos de la mañana en un traje que tiene más de diez mil cristales, es pensar en conceptos para el vestido de una pasarela de Drag Race partiendo de una categoría ¡o hasta escribir la letra de una rumba! ¡Con lo poco folclórica que soy yo me he visto en la habitación dando palmadas (spoiler: mal) mientras le escribía su nuevo single, “Muñecota!” 

Si repartieron la vergüenza / me pilló haciendo un mandao,

no tengo pelos en la lengua / pa’ los chulos y los cuñao.

Si hace unos meses el Ángelo del futuro me hubiese dicho que yo iba a escribir esto, no le habría creído. ¡Con lo intensita que soy yo! 

Además, creo que hay una relación muy fuerte entre drag y poesía y tiene que ver con el asombro y con el vínculo con la infancia. El arte drag tiene la capacidad de coger elementos cotidianos, como la vestimenta y el maquillaje, y colocarlos en otro lugar para asombrarnos, así como el poema hace con el lenguaje. Además, el drag, como la poesía, nos devuelve en cierto modo a la infancia, nos deja experimentar y cambiar, jugar a ser otre. Nos empuja hacia un deseo muy elástico porque queremos ser todo, muchas cosas a la vez, la fantasía es infinita. 

Y, por último, el 13 de marzo se publicó la Antología de Poesía Queer en Espasa, donde nos has reunido a diez poetas queer para hacer un libro que no es un canon sino unas pinceladas de lo que la gente se puede encontrar en el panorama. Editora, antologadora, cantante, compositora, un proyecto drag, poeta, escritora, amiga, madre de gatos… ¿queda tiempo para la vida?

Estoy muy entusiasmada con el proyecto de la antología de poesía queer que, como bien apuntas, no pretende esbozar un canon sino dejar constancia de unos momentos que forman parte de un relato actual y pensado en el contexto nacional, registrar la búsqueda del misterio, del estado deseante y de su libertad radical. De ahí, la selección de voces y poéticas que nos ilustran las aristas del deseo tanto en las formas como en los contenidos, sin olvidar la inclusión de las lenguas y literaturas minorizadas. 

Y sí, a veces, llevar todos estos trajes puede ser agotador, pero, convivo con una gata que nos ha elegido como familia y, como dice este poema de Pink Chadora:

#

A pesar de engañaros con mi voz o con mi gesto, 

a pesar de esconderme bajo otros ojos,

a pesar de no encontrarme en este pelo

o en este vientre, 

a pesar de cambiar mi forma,

mi tamaño, 

a pesar de estos anillos,

a pesar de las cadenas y las perlas,

a pesar de tapar toda y cada una de mis heridas 

mi gata hunde su corazón en mi regazo

y caliente empuja su sangre contra la mía.

#

Y esto me basta.

Cuando Ángelo Néstore entra en tu vida, la zarandea, la cambia amablemente. La poeta y artista no binaria (él/elle/ella), nacida en Lecce (Italia) en 1986 pero residente en Málaga, es una de las figuras más importantes del panorama poético actual. Como escritora, con una trayectoria ya de fondo y con un ramillete...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Juanpe Sánchez López

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí