1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.335 Conseguido 91% Faltan 16.440€

Si breve

Cinco días

Sánchez se ha metido en un jardín, en un reformismo sin reformas, en algo que, posiblemente, consista y culmine en propaganda. Un procesismo, vamos. El plato favorito de la prevaricación

Guillem Martínez 30/04/2024

<p>Concentración en apoyo a Pedro Sánchez en la calle Ferraz, el 27 de abril. / <strong>PSOE</strong></p>

Concentración en apoyo a Pedro Sánchez en la calle Ferraz, el 27 de abril. / PSOE

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

1- Disculpen el retraso en analizar el caso de la cosa, pero en el día de ayer estuve a por otras, en el entierro de mi maestro, el profesor –Francisco– Rico, sin duda el mayor y mejor filólogo que ha habido en las últimas generaciones. En breve, en El Ministerio de CTXT, los grandes Rafael Ramos, Ignacio Echevarría, y el poco-yo Martínez, construiremos una semblanza razonable de este gran humanista. La filología, por cierto, no es más que el intento de reconstruir el sentido y significado de los textos, lo que confiere a la filología un futuro infinito incluso ahora, cuando no existe y los conceptos ‘sentido’ y ‘significado’ ni están ni se les espera en la vida pública y común. Quizá por ello puede ser pertinente empezar este artículo restableciendo el significado del texto leído por Pedro Sánchez en el día de ayer, a las 11:00 de la mañana, para intentar dar una respuesta a una aparente obviedad, que nunca es obvia en la política, en el amor o frente a la cajera del súper: ¿qué ha dicho alguien cuando, en efecto, ese alguien ha dicho algo? ¿Que si tengo bolsa o que si la quiero? Vamos allá. 

2- Sánchez se reafirmó en que la carta de hace cinco días “no obedecía a ningún cálculo político”. Algo, por otra parte, imposible no solo en la política, sino en la vida de los humanos, esa especie que fabrica significados políticos a través de cualquier acción cotidiana, conducta sin la cual nunca hubiera nacido nuestra amiga, la minifalda. El texto de Sánchez de ayer es –como su primo, el de hace cinco días– un texto político/una minifalda. Y, más concretamente, el intento de concluir, canalizar y dotar de significado acotado a la carta de hace cinco días. Algo que hizo aportando unos trazos y no otros. No se los pierdan. 

3- Sánchez universalizó la carta de hace cinco días, que pasó de ser algo personal, como un soneto, a algo que alude a inquietudes colectivas que nos afectan a todos. La carta pasa a ser un llamamiento al “respeto” y a la “dignidad”, y a decir “basta” frente a un fenómeno que afecta “a las reglas del juego”. Y aquí, con naturalidad y sencillez, se explica de qué se trata. No se trata –ojo, cuidado– de lo que se apuntaba hace cinco días. No es el uso político de la prevaricación en la Justicia. Se trata, tachán-tachán, de los “bulos”. Algo, en fin, varias tallas menos que la prevaricación, esa cooperante necesaria para que un “bulo” llegue a la primera instancia. 

4- Sánchez practica aquí un discreto, e importante, ramal en su discurso, cuando califica como “daño irreparable” el hecho de “relegar el papel de la mujer al ámbito doméstico”. Lo que es a) algo absolutamente cierto, si bien también es b) más cosas. Inquietantes. Lo inquietante: no es buena idea, ni es aconsejable, ni siquiera es edificante, que el o la cónyuge del presi de gobierno realice una actividad profesional que requiera y culmine en la firma de contratos. Y no solo porque eso es darle alas a una extrema derecha recibida con palmas en los tribunales, no solo porque eso es poner en peligro y exposición constante a un gobierno de coalición, sino porque eso no puede suceder, bajo ningún concepto, en tanto es algo alejado de la moral civil, cívica y republicana, y próximo a otros negociados. Este hubiera sido un buen momento para anunciar, no la retirada del mercado por parte de la esposa de Sánchez, pero sí su ubicación fuera del mercado de los contratos y los negocietes. Sentar el precedente. Fijar, por fin, la tradición de lo que puede hacer y no puede hacer la pareja de los/las futuros presis. Incluso los/as autonómicos. No ha sucedido. En términos generales, y como ya veremos, en el texto de ayer de Sánchez suceden pocas cosas. Lo que es una traición al género novela por entregas, que es el género por el que apostó Sánchez hace cinco días, cuando aseguró que diría algo en cinco días.

5- Sánchez explica que “la campaña de descrédito”, sobre él y sobre su esposa, que llevan “diez años sufriendo”, “no parará”. Si bien eso no es importante –!!!–. Lo “importante”, incluso “lo trascendente”, es otra cosa: el agradecimiento “de corazón” a “las muestras de solidaridad y de empatía” recibidos “de todos los ámbitos sociales”. Lo importante ante el fenómeno del uso político del fake, y del posterior uso judicial de ese fake –al cual ya ni se alude–, es, por lo visto, la sentimentalidad creada y vivida. Ay, uy. Esto no es, vamos, un problema político, sino un problema sentimental, o un problema político sentimentalizado. Esto es la sentimentalización de los problemas, no su politización. Las aportaciones y dinámicas de las nuevas extremas derechas planetarias es tan grande que, zas, enseña la patita. Algo que sucederá más veces –punto 6 y 7–.

Sánchez no tenía nada que decir y, en efecto, lo ha dicho. Es importante por qué no tiene nada qué decir

6- Sánchez utiliza –si bien solo una vez; durante el aznarato y el titadinato se utilizaba esa partícula à gogó– los palabros “sufrimiento” y “víctima”. Su uso es una novedad relativa en las izquierdas. Cuando las derechas mataban, torturaban, encarcelaban, internaban, las izquierdas no utilizaron nunca jamás esos palabros, invalidantes, paralizantes, propensos a la pasividad y a la sentimentalización, sino otros que posibilitaban la respuesta cívica, como asesinado, preso, torturado, concentrado, o el más utilizado: represaliado. Es un error recurrir a “sufrimiento” y “víctima” cuando las derechas hoy –¿solo?– insultan, acosan, mienten, multan, querellan, admiten a trámite y, en ocasiones, condenan. Pero, snif, está pasando. La sentimentalización política, el sufrimiento, esa aportación de las nuevas extremas derechas, se está convirtiendo en época, y ello en política universal, que va calando ideologías, observo. 

7- Sánchez, cuando ya empieza a recoger el asunto para aproximarse a la apoteosis del discurso –la etimología del palabro griego “apoteosis”, recuerden, es transformación-en-dios–, agradece la movilización social –movilización del PSOE, que llegó a dominar el precio de los autocares durante el pasado sábado; movilización, discreta, del domingo, en una mani de Más Madrid en MAD; movilización, más discreta aún, de UGT y CCOO, también el domingo, también en MAD, en un acto indoor, con unas 1.000 personas reunidas por un manifiesto, sentimental como una serie turca, redactado por el director del Instituto Cervantes, que cobra una pasta, pero sufre; movilización, más masiva, en redes sociales; importante: ninguna movilización analógica fuera de MAD, ese ecosistema antiecológico–. Importante, indeed: Sánchez afirma que esas movilizaciones “han influido decisivamente en mi reflexión”. Que, vamos, fueron una suerte de diálogo, escuchado, con el líder, siempre a la escucha de la masa, etc. Y aquí –muy importante– Sánchez deja de ser un ciudadano más ante el gran problema de los “bulos” –“he informado al jefe del Estado de mi decisión”–, para pasar a ser un hombre de Estado. Precisamente desde ese punto en las alturas comunica su decisión, ya comunicada al rey: seguir siendo presi, como todo el mundo. Y cierra y establece, definitivamente, el sentido y el objeto de la carta de hace cinco días. No se lo pierdan. Le dedico un punto al que, llámenme excéntrico, le he llamado 8, que condensa todo su discurso y propuesta.

8- Sánchez, de alguna manera que no comunica, realizará algún tipo de cambio importante –esto no es, en fin, “un punto y seguido, es un punto y aparte”–. Será un antes y un después, sin concretar. Una respuesta definitiva, no ante la prevaricación judicial, sino, recuerden, ante los “bulos”. Explica, no obstante, cómo se realizará ese cambio, esa ruptura: “Solo hay una manera de revertir esta situación: que la mayoría social, como ha hecho estos cinco días, se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común” –dignidad y sentido común, esos conceptos tan abiertos como el de nación, o como el de tu club de fútbol favorito–. Y agrega: “Pongamos fin a este fango de la única manera posible, mediante el rechazo colectivo (…) más allá de las siglas y de las ideologías que yo me comprometo a liderar con firmeza”. Chim-pón.

9- Bueno. Sinopsis. Hace cinco días Sánchez convocó un pleno y ayer, en ese pleno, Sánchez declaró la indepe durante ocho segundos. Procesismo. Propaganda. Nada. Es decir, nada más, ni nada menos. Sánchez no tenía nada que decir y, en efecto, lo ha dicho. Es importante por qué no tiene nada qué decir. Por primera vez, de forma oficial, Sánchez –y PSOE; esto es, sus cuadros, toda una tradición más vieja que esos cuadros– ha constatado la existencia de la prevaricación. Se la ha encontrado de morros. Zas. No puede decir que no existe. Pero, por tradición, no puede decir tampoco que existe. No puede decir que la democracia española tiene alguna patología. No puede porque el PSOE es el único –el único– partido del arco parlamentario que defiende la existencia y la ejemplaridad del R’78. Ni siquiera el PP y Vox están en esa tesitura. PP y Vox están ya en otro estado mental, implícitamente rupturista, con otra idea de monarquía y de democracia, me temo. 

El PSOE debería estar KO ya, de no ser por Sánchez y porque Podemos nació con la cintura chunga

10- Si Sánchez proclamara la crisis, si hablara abiertamente de prevaricación –estos cinco días se ha vivido el terror, en la derecha, de que Sánchez hablara abiertamente– abandonaría la tradición del PSOE. Se trata de una tradición de orden, fundacional en el PSOE –es decir, de 1974–, pero que es útil para leer su historia anterior. Se trata de una tradición que marginó a quien fue, tal vez, su mejor dirigente en el momento más difícil. Negrín, sin duda un dirigente sexi, culto, divertido. Alejado de Largo Caballero, ese ser oscuro, y de Prieto, ese ser poco claro, Negrín fue diáfano y creativo. Miembro de esa generación que entró al PSOE por el llamamiento de Ortega, en 1937 presidió un gobierno de coalición –al que supo dominar absolutamente, por cierto–, que integró varios grupos contradictorios, así como una lectura de la época clara y efectiva, con cierto olfato internacional, y que fue expulsado, posteriormente y por todo ello, a las tinieblas exteriores por el PSOE de postguerra, otra vez un partido que odia los experimentos. Nadie en el PSOE quiere ser Negrín, en fin, y ubicar al PSOE en lo que el PSOE consideraría una aventura. 

11- No lo podemos ver con claridad, pero el PSOE es el partido con menos cintura del mercado. Tras su aparente flexibilidad, tiene menos cintura, incluso, que Sánchez, un hombre que ayer no hizo un Negrín –tal vez, ni se le ocurrió–, que no se distanció del PSOE para aproximarse a su época. Un partido, o un dinosaurio, con la cintura chunga, no presagia un gran futuro a largo plazo, como explican los fósiles de dinosaurios. El PSOE, de hecho, debería estar KO ya, de no ser por a) Sánchez, y porque b) Podemos nació con la cintura chunga.

12- Sánchez hizo tres cosas. La cosa a) fue aprovechar la tradición del líder español. En términos generales, un líder, por aquí abajo, puede hacer muchas cosas imposibles por ahí arriba. Por aquí abajo, un líder es incuestionable, a pesar de que cada cena concluya, durante, años, hablando de su corrupción –Pujol–. Un líder puede traicionar, de manera desproporcionada, sus promesas electorales –González–. Un líder puede aparecer beodo, explicando que nadie le puede decir cuánto vino puede beber, hips –Aznar–. Un líder puede irse de vacas con un narco –Feijóo–. Puede negar la asistencia sanitaria a 8.000 abuelitos –Ayuso–. Puede hacer una declaración de indepe fake –Puigdemont–. Sánchez, simplemente, dijo que diría algo y no dijo nada. Lo que, visto lo visto, es un abuso más discreto. Es casi lo habitual.

Sánchez se ha comido con patatas a su izquierda. Pero pelarse a la izquierda del PSOE es un preciosismo innecesario

13- La cosa b) que ha hecho Sánchez ha sido proclamar un movimiento, à la Macron. Más grande que las siglas, etc. Lo que no es mucho, pues no costó mucho conseguirlo. El sábado, el PSOE, esa estructura, entró a formar parte de esa estructura presidencialista, a golpe de autobús. El domingo, Más Madrid –una región importante de Sumar– salió a la calle, tal vez para paliar, para canalizar, para poner reparos y resistencia a lo que Sánchez estaba haciendo tan tranquilamente. Al cabo, Sánchez les estaba chuleando un invento que era suyo hace varias casillas: una suerte de desbordamiento ciudadano, en torno de un líder perseguido, víctima del sufrimiento, etc. Sorprende la ausencia de reacción a ese invento por parte de Podemos, el partido que aún mantiene viva la esperanza de que eso que está haciendo Sánchez suceda en otro sitio y con otros líderes, y que tan solo emitió ya-te-dijes y cierta crispación. Podemos parece haber optado por heredar la cosa paralizante, crispada, pura, del anguitismo, esa forma endémica de ver las izquierdas tan frecuente en algunos puntos de la Península, y tan rechazada y fatigosa en otros.

14- La cosa c) es que ese macronismo propuesto es, todo apunta a ello, insuficiente. Sánchez se ha comido con patatas a su izquierda. Pero pelarse a la izquierda del PSOE es un preciosismo innecesario, ya sucedido en otras ocasiones, como en 1982. Un macronismo comme il faut requiere más. Y más esfuerzo. Requiere comerse a parte de la derecha. Algo que resultará difícil. Como me dijo un día Emmanuel Rodríguez hablando de todo esto, “España –a pesar de las prerrogativas que tienen sus líderes políticos/punto 12–, al contrario que Francia, no es una monarquía”. No suelen producirse esos pequeños napoleones unificadores.

15- Con la cosa a), b), c), Sánchez se ha metido en un jardín, en un reformismo sin reformas, en algo que, posiblemente, consista y culmine en propaganda. Un procesismo, vamos. El plato favorito, hoy por hoy, de la prevaricación.

1- Disculpen el retraso en analizar el caso de la cosa, pero en el día de ayer estuve a por otras, en el entierro de mi maestro, el profesor –Francisco– Rico, sin duda el mayor y mejor filólogo que ha habido en las últimas generaciones. En breve, en El Ministerio de CTXT, los grandes...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Guillem Martínez

Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo), de 'Caja de brujas', de la misma colección y de 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama). Su último libro es 'Como los griegos' (Escritos contextatarios).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

2 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. nortzu5

    Totalmente de acuerdo con el comentario de corduba79.  También en el punto 13 comenta que Más Madrid salió a la calle para.,,,,,,,,,  ejem, ejem y que tuvo su líder perseguido Cual? Cuala?

    Hace 6 meses 18 días

  2. corduba79

    Podemos lleva reaccionando desde el primer momento, señor Guillem Martínez. https://youtu.be/fdEPi1zG6xE?si=yPAB0QpDYeB_dYDW

    Hace 6 meses 20 días

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí