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Fue una noche plácida para el Atleti, que sumó los tres puntos que estaba obligado a conseguir viendo la diferencia de potencial que hay entre el equipo rojiblanco y el Valencia, aumentada en esta ocasión por las bajas ches. Hizo tres goles, dejó la portería a cero por cuarto partido consecutivo, manejó los tiempos del juego y marcaron dos de los nuevos: Gallagher y Julián Álvarez. Poco más se puede pedir. Quizá que no hubiera bajado el acelerador en la segunda parte cuando tenía el marcador decantado a su favor. Pero con un calendario tan cargado como el que tiene hasta se puede entender. Problemas de rico que ya le gustaría tener a los de Mestalla, que con un punto de los 15 posibles no tienen a nadie por detrás de ellos en la tabla.
El equipo colchonero salió decidido a tomar ventaja lo antes posible para no rememorar malas experiencias pasadas con forma de periquitos del Espanyol. Agarró el balón y apenas lo soltó en los primeros 45 minutos, en los que el Valencia dejó a Oblak como un espectador de excepción. Con las ausencias que tenían en ataque, los de Baraja fiaron su suerte a pertrecharse en defensa buscando que pasara el tiempo sin encajar. Sabiendo que buena parte de los intentos ofensivos locales vendrían por las bandas, el técnico visitante reforzó esa parcela con dos jugadores físicos como Foulquier y Thierry para tapar a Lino y Llorente.
El Atleti empezó el partido buscando a Sorloth en el área con balones bombeados. El noruego logró rematar en un par de ocasiones en posición forzada por el buen marcaje que le hizo principalmente Tárrega. Sin embargo, las ocasiones más claras no fueron de cabeza. Un mal pase de Javi Guerra hacia su propia área lo aprovechó el delantero para quedarse en el mano a mano ante Mamardashvili, que acertó a rechazar su remate con la derecha. Continuó la acción y un centro de Lino fue a pararle de nuevo estando solo en el área, pero su remate de volea fue defectuoso y el balón se fue muy desviado.
Llorente estuvo más incisivo por su banda derecha que Lino por la izquierda, y de sus botas salieron varios centros peligrosos que no culminaron con éxito. Dominaban los rojiblancos, que lanzaban hasta seis saques de esquina en poco más de media hora y le metían ritmo y continuidad al juego, con un Gallagher omnipresente, que cortaba y combinaba. El ‘pitbull’ inglés aporta una intensidad al juego que es oro para los de Simeone. Parecía cuestión de tiempo que llegara el gol. Y fue en el minuto 38, cuando Griezmann inició una contra que, en otros tiempos, hubiera intentado culminar por velocidad, pero que en los actuales optó por poner la pausa para encontrar a De Paul en la frontal. El argentino vio el desmarque de Gallagher en el área y le dio un fantástico pase entre las piernas de Mosquera para que el inglés se estrenara como goleador rojiblanco con un remate colocado.
Baraja introdujo en el descanso a Barrenechea en lugar de Guillamón y el Valencia pareció tener más vocación ofensiva en el arranque de la segunda parte, como demostró Javi Guerra con un disparo desde fuera del área que se fue cerca del palo. Sus intenciones sufrieron un varapalo a los 53 minutos, cuando un saque de banda, bien devuelto de primer toque por De Paul a Llorente, facilitó que el carrilero español sirviera un centro al área donde Lino intentó rematar de cabeza, golpeando el balón con el hombro, lo que provocó que el balón quedara frenado en el aire. Griezmann, más rápido que los defensas, fue el primero en llegar a él para rematar de volea con la zurda y mandarlo a la red.
Con el 2-0 el Atleti empezó a economizar esfuerzos y Simeone a dar descansos, quitando a De Paul y Sorloth por Correa y Julián y, poco después, dando entrada a Riquelme por Lino. Con el paso atrás de los rojiblancos, el Valencia se hizo con el balón y se instaló en la parcela de campo de los locales, pero sin apenas profundidad ni peligro. Un remate desviado en el área de Canos, que fue uno de los que entró de refresco, y otro raso de Thierry, que paró Oblak, fueron su bagaje ofensivo.
El Atleti tardó en encontrar la contra que buscaba para agrandar la herida. Pero la encontró en el tiempo añadido. Reinildo, otro de los que salió en la recta final, cortó un pase y el balón fue a Koke, que avanzó y sirvió para la carrera de Riquelme, que llegó a la línea de fondo y dio un pase atrás que tocó en Mamardashvili y Tárrega antes de que se le quedara el balón franco a Julián Álvarez para marcar con la zurda a puerta vacía. Era el esperado primer gol de la ‘araña’, como es conocido el atacante argentino, que debe restar ansiedades.
A la espera de rivales de más enjundia, el Atleti cumplió con el expediente. Con algunas señales esperanzadoras, se puede decir que progresa adecuadamente. Justo lo que el Valencia parece lejos de conseguir.
Fue una noche plácida para el Atleti, que sumó los tres puntos que estaba obligado a conseguir viendo la diferencia de potencial que hay entre el equipo rojiblanco y el Valencia, aumentada en esta ocasión por las bajas ches. Hizo tres goles, dejó la portería a cero por cuarto partido consecutivo, manejó los...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
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