1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

  314. Número 314 · Noviembre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 3.347 Conseguido 91% Faltan 15.800€

Vivos de milagro

Errejón y el enésimo suicidio de la izquierda

Crónica apresurada de una década tirada a la basura por la incompetencia, la violencia machista y las traiciones encadenadas de las élites zurdas madrileñas

Miguel Mora 29/10/2024

<p>Íñigo Errejón y Yolanda Díaz se abrazan durante un mitin de Sumar en Gijón, junio de 2024. / <strong>YouTube (RTVE)</strong></p>

Íñigo Errejón y Yolanda Díaz se abrazan durante un mitin de Sumar en Gijón, junio de 2024. / YouTube (RTVE)

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Los testimonios que afirman que Íñigo Errejón, cofundador de Podemos, de Más Madrid y de Más País, además de exdiputado y exportavoz de Sumar en el Congreso, llevaba años manipulando, maltratando y vejando a mujeres, suponen un amargo colofón a una década frenética, en la que las fuerzas políticas a la izquierda del PSOE consiguieron definir la agenda mediática, política y social hasta el punto de llegar a (co)gobernar el país y liderar ayuntamientos y Comunidades Autónomas.

Sin mucho temor a equivocarse, se puede trazar ya un balance del decenio: las nuevas izquierdas movilizaron a millones de electores descontentos con el Régimen del 78, llegaron al poder, lo perdieron por errores propios y ataques ajenos, y han acabado convertidas en memes de sexo duro misógino, con uno de sus símbolos más potentes desatando una terapia colectiva de mujeres humilladas y ofendidas.

Creo que las luchas internas, las escisiones y la violencia política ejercida desde y entre las distintas familias y líderes (todo ello, deudor de un inconfesable y viejuno pero obvio machismo estructural) han pesado en este desalentador resultado tanto o más que la feroz e ilegítima persecución dictada por el poder económico: las cloacas policiales fabricaban acusaciones falsas, y periodistas, medios y jueces corruptos las convertían en rumores de primera página plausibles y duraderos.

Es lógico que el tránsfuga Errejón haya emergido como la espoleta final que ha hecho trizas el multipartito

Si se piensa, es lógico que el tránsfuga Errejón haya emergido como la espoleta final que ha hecho trizas el multipartito. Cofundador de cuatro espacios distintos en nueve años, ha sido el agente doble preferido del sistema mediático, y su caída en desgracia ha sido, por tanto, sistémica, morbosa y espectacular. Cabe recordar que el madridista cofundador de Más Madrid es el único diputado de izquierdas que ha conseguido que todos los grupos del Congreso firmaran una resolución transversal: la que denunciaba, a petición de Florentino Pérez, el racismo que sufre una sola persona, el futbolista brasileño Vini Jr.

Si echamos la vista atrás, en 2015 la cosa era distinta. Errejón metía tanto miedo como Iglesias y Monedero, y la prensa pública y concertada se inventó enseguida un escándalo en la Universidad de Málaga para intentar desprestigiarlo. En CTXT le entrevistamos en enero de aquel año, y nadie se había atrevido hasta entonces a hablar con él un rato largo. Si leen la entrevista, verán que aquel agitador peronista no solo tenía la cabeza más analítica y creativa de la nueva izquierda española, sino seguramente de toda la clase política europea.

Con el tiempo, sin embargo, Errejón fue convirtiéndose en un personaje trágico, en un pésimo perdedor (de niño vestía la camiseta de Buyo, aquel portero tan desagradable y fulero), y acabó siendo un traidor melifluo y sibilino, una eterna promesa.

Endiosado por los halagos de catedráticos, politólogos y periodistas, y blindado por su séquito de prensa y redes sociales, Errejón aparentaba ser solo el intelectual de Podemos, pero reveló su verdadera ambición cuando intentó apropiarse del aparato mientras su amigo Pablo Iglesias estaba en Bruselas. La operación Jaque Pastor acabó de la peor manera por culpa de una chapuza: un ordenador abierto.

¿Vio alguien señales de aquello? Sí. Recuerdo que mi amiga Susana H. comentó, al salir de ver el documental de Fernando León, que Errejón terminaría “saliendo por peteneras” de Podemos. No sé qué notó, pero lo dijo (es listísima).

La carrera política y la vida pública de Errejón cambiaron de carril en 2017, cuando perdió el congreso de Vistalegre II e Iglesias se convirtió en líder indiscutido del PCUS entre aclamaciones y peticiones de unidad. Tras pasar un par de años rumiando la derrota búlgara en la trastienda, leyendo, escribiendo artículos y libros (hizo el prólogo a La superioridad moral de la izquierda, de Ignacio Sánchez-Cuenca, que vendió cerca de 5.000 copias), Errejón decidió dejar el partido morado para cofundar, en 2019, Más Madrid con Manuela Carmena.

La carrera política de Errejón cambió de carril en 2017, cuando perdió el congreso de Vistalegre II

En ese momento se convirtió en el invitado favorito de todos los medios progresistas pro PSOE y también de algunos de izquierdas: incluso el consejo editorial de CTXT se dejó seducir por su labia. Llegamos a pedir en un editorial a Iglesias y a Podemos que se hicieran a un lado y le dejaran dirigir la campaña de las municipales. “Ni media tontería. El momento Errejón”, se titulaba aquella estupidez nada profética.

Se dice pronto: el difusor de las teorías populistas de Laclau y Mouffe rompió primero a Podemos en dos, y luego pactó con Carmena (responsable última de la ampliación del Bernabéu y de la Operación Chamartín) para dinamitar Ahora Madrid y pelear las elecciones contra Podemos e IU. Iluminado, sí; pero sobre todo títere de la progresía para acabar con las izquierdas (aunque hay que entender a la persona y al personaje: cualquiera prometería cualquier cosa con tal de que se acabara pronto la cena con Escolar y Michavila).

Nadie con mando en plaza le reprochó nada al muchacho. El PSOE estaba en guerra abierta. El PP de los Ayusos y Almeidas le debía la vida. Carmena se retiró tan pancha a La Duquesita. Más Madrid se conformaba con sacar un concejal y un diputado regional más que UP. Y lo que dijera Podemos no salía ya ni en La Sexta ni en PRISA. (Una vez me llevaron a la SER de suplente en agosto, hice unos chistes –sobre Errejón– y ya no me invitaron más).

Pero sí; de aquellos lodos, estos polvos. Resulta que el ideólogo en jefe era como Jekyll y Hyde, bueno de día y malo de noche: modosito con el dúplex de Ferreras por la mañana, sumiso al Banco Santander, al Tito Floren y a El País por la tarde, y The Fucking Lobo de Wall Street of Lavapiés de madrugada.

¿Tú sabías lo del gran fornicador, Mora?, me preguntan las amigas estos días. NPIO. Ni puñetera idea, oiga. Lo de la farlopa era un secreto a voces, pero a quién rayos le importa eso. De su patología machirula, no creo que nadie, salvo sus víctimas, supiera nada relevante hasta 2023.

Es verdad que yo no frecuento los cenáculos, y que me interesa cero patatero a qué dedican el tiempo libre (y el otro) los líderes políticos (menos todavía si son merengues y chaqueteros). Cené dos o tres veces con Yolanda Díaz, eso sí, pero aquello fue antes de que naciera Sumar, récord mundial de lentitud en fundar un partido para que al final no sea un partido. Iglesias había cometido su mayor error político designando sucesora a la lideresa entrenada por Sánchez para acabar con Podemos, y unos meses después de dimitir, PIT se había incorporado al consejo editorial de CTXT. De repente, Díaz dejó de contestarme a los whatsapps. Así que nunca supe gran cosa de lo que se cocía en las bambalinas madrileñísimas, ni ganas. 

Recuerdo que pasaron los meses y empezó la guerra. Rufián negó el voto de Esquerra a la reforma laboral en el Congreso. Casero, el extremeño miope, salvó a Yolanda de la dimisión anunciada y a su amigo Unai Sordo del infarto. Proceso de escuchaZzzzz. De bolos por los pueblos. Primer acto de Sumar en Valencia. Ni Ione Belarra, ni Irene Montero ni Mónica Oltra. Guerrilla en Andalucía. Deciden IU, Errejón y Díaz. Podemos, cero. Armas químicas de cara a las municipales y autonómicas. Belarra pide primarias abiertas. Díaz se niega. Negociaciones rotas. 

Más madera: pinza de Pedro Sánchez, sus amigos incómodos de 40 o 50 años y la líder no electa de Unidas Podemos contra la ley del ‘solo sí es sí’ impulsada por la ministra de Igualdad de Unidas Podemos. Cuerpo a tierra, que vienen los nuestros. Acaba, ¡por fin!, el proceso de escucha / baño de masas. Díaz vuelve de Argentina levitando, se cree Evita Perón. Piensa que puede hacerse un Macron (acabar con PSOE y PP de un solo golpe electoral). Los 35 grupos de sabios que han elaborado el proyecto de país (entre ellos, varios consejeros de CTXT) para Sumar entregan sus papelotes. Y por fin, gran acto en el Magariños. “Es el tiempo de las mujeres”, proclama Díaz. Abrazo largo con Errejón. Ya no queda ni rastro de Podemos. 

Elecciones: los morados se hunden y pierden casi todo su poder municipal y autonómico. Pedro convoca generales porque él lo vale. Yolanda les da todo lo que piden a Mónica García, a Compromís y a la Chunta Oscense Turolense y coloca de número dos por Madrid a uno que pasaba por allí. Errejón va de número cuatro (el dorsal de Sergio Ramos, emoticono llorar de risa). Irene Montero, vetada: por encima de su rubio cadáver. La gente, asustada, vota en masa y salva los muebles de milagro. Feijóo se niega a ser presidente, que tiene mucha plancha. PSOE y Sumar necesitan a Junts para gobernar. AmnistíaZzzzz. Foto en Waterloo. Nace el segundo gobierno más progresista de la historia.

Rebobinamos. Julio de 2023, precampaña. Una joven cuenta en Twitter que una diputada de Más Madrid, Loreto Arenillas, ha intentado convencerla de que no cuente en Twitter que Errejón le ha molestado (tocado el culo) durante un concierto punk en Castellón de la Plana. Todos, incluidos los tardones de CTXT, vimos aquello. Seguramente debimos alertar a los lectores, preguntar a Sumar si había investigado el candidato, inquirir a Más Madrid sobre el cierre abrupto del caso. Pero quia. El trumpismo y el fascismo estaban a punto de llegar al poder y no era el momento de hacer tonterías. Otra vez: ni media tontería con Errejón.

El trumpismo y el fascismo estaban a punto de llegar al poder y no era cosa de hacer tonterías

Todos callamos y lo dejamos correr como un episodio más de Twitter, contribuyendo así a la omertá que ayuda a sostener la impunidad de los depredadores cegados de poder y de testosterona. La joven toqueteada acaba borrando el tuit. Como premio, Díaz nombra al tocón portavoz parlamentario de Sumar. El pollo había pedido ser ministro, pero la jefa le dice (fuentes muy fidedignas) con su mejor sonrisa: “Tú tienes que pensar mucho, queridiño, tú no puedes ser ministro”.

Hace unos días. Acción Comadres (Cristina Fallarás) publica en Instagram varios testimonios de mujeres que se dicen fascinadas, agredidas, humilladas, manipuladas u ofendidas por el diputado. El Núcleo Manipulador dimite con una carta indescriptible. Neoliberalismo, patriarcado, salud mental, primera línea, segunda línea, tercera línea, esto es un sinvivir, amigos y amigas, lo que tenemos que sufrir los personajes y las personas. La prensa progre da cumplida y detallada cuenta de los relatos, firmados y anónimos. Si el morbo monetiza y contribuye de paso a la estigmatización de todas las izquierdas, es valor añadido.

Llega la hora del triste balance. La (in)cultura política de las izquierdas, su violencia interna (demasiada endogamia, muy humana, muy sexualizada pero poco sexy y nada creativa) y la abdicación del buen periodismo, el que vigila, el que interroga, el que pone en aprietos a los suyos aunque eso suponga dar pistas a los contrarios (el primero, CTXT), han causado autolesiones enormes y han destrozado la ilusión y la esperanza de demasiada gente. La década perdida. Sumar ha resultado ser un experimento fallido, líquido y caótico, dañino para cuantos firman debajo. Más Madrid asume su fracaso feminista dando bastante vergüenza ajena. Podemos trata de zafarse de quienes intentan acusarle tanto de haber creado el pecado original hace una década como de no haber vetado a Errejón de las listas de Sumar hace un año. Como si aquel diktaat humillante de Yolanda Díaz hubiera sido un toma y daca negociable. 

La culpa de todo esto la tiene seguramente Madrid, ese lugar que se cree el centro del universo y que es un agujero negro donde las élites y las camarillas mediáticas y políticas (el nacionalmadridismo) deciden el destino de un país irreformable y corrupto, de la Corona hasta el auxiliar de enfermería y novio de Ayuso. La pena es que hubo una mínima oportunidad de cambio. El 15M enseñó el camino. Pero los que cogimos el relevo no estuvimos a la altura. Casi todos, todas, todes se han (nos hemos) comportado como madrileños: soberbios, pijos y caprichosos. Machistas, egoístas, cainitas, descuidados, autorreferenciales, poco profesionales. No hemos sabido cuidar un patrimonio enorme, de millones de votos, y todo apunta a que tardará mucho tiempo en volver, si es que vuelve. 

¿Y ahora? ¿Resistirá el Gobierno de coalición? La alternativa trumpista a esta larga agonía de las nuevas izquierdas peleadas es obviamente muchísimo más peligrosa que el actual Gobierno paralizado. Pero mucha gente ya no puede ni alquilar una casa y la desigualdad no deja de crecer. Y PSOE-Sumar no han sido capaces siquiera de plantear esos problemas en serio. 

Nos queda el feminismo, sí. Y la lucha contra el genocidio de los palestinos. Bienvenidas sean la terapia colectiva, las catarsis, los desahogos y las denuncias públicas de las víctimas de agresiones y malos tratos. Ojalá sigan señalando a sus respectivos monstruos muchas mujeres más. Pero ojo con las cazas de brujas exprés, los anónimos, los juicios mediáticos sin derecho a defensa que suponen la muerte civil inmediata porque ignoran los derechos políticos, civiles y procesales. Errejón ha aceptado, según Díaz, que trataba de forma vejatoria a las mujeres. Ahora habrá que ver si esa confesión se convierte o no en sentencias condenatorias. Entretanto, el Estado debe dotar ya el desarrollo de la ley del Sí es Sí para poder acompañar de cerca a ese 90% de mujeres que no se atreven a denunciar ante la policía lo que han sufrido. El muro de Instagram no es de las mujeres. Es del magnate ultraconservador que se compró la plataforma. Y cualquier día, si se le antoja, la puede cerrar. 

En cuanto a las organizaciones políticas que piden disculpas, pero no aplican mecanismos democráticos para elegir ni despedir a sus cargos, y no han activado siquiera los protocolos antiabusos que exige la ley, quizá sería bueno que al menos se quiten durante un tiempo la coletilla de “partido feminista de izquierdas”.

Dejar de fingir lo que uno no es o no quiere ser realmente podría ser un buen principio para tratar de recuperar la credibilidad perdida; eso, si se quiere cambiar algo de verdad y dejar de jugar al feminismo blanco, intermitente y de clase media, cómodo para los amigos de Pedro y totalmente ineficaz para miles de mujeres, especialmente las racializadas y las más vulnerables.  

 

Salud y libertad.

Los testimonios que afirman que Íñigo Errejón, cofundador de Podemos, de Más Madrid y de Más País, además de exdiputado y exportavoz de Sumar en el Congreso, llevaba años manipulando, maltratando y vejando a mujeres, suponen un amargo colofón a una década frenética, en la que las fuerzas políticas a la izquierda...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Miguel Mora

es director de CTXT. Fue corresponsal de El País en Lisboa, Roma y París. En 2011 fue galardonado con el premio Francisco Cerecedo y con el Livio Zanetti al mejor corresponsal extranjero en Italia. En 2010, obtuvo el premio del Parlamento Europeo al mejor reportaje sobre la integración de las minorías. Es autor de los libros 'La voz de los flamencos' (Siruela 2008) y 'El mejor año de nuestras vidas' (Ediciones B).

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

11 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. cutus

    Pero estos tres últimos son en mi opinión, los peores. Nos han vendido a las mujeres y a nuestra lucha, a todo el feminismo. No sé lo que les han dado a cambio pero la traición es evidente. No me extraña, los derechos de las mujeres son siempre los primeros que caen: antes de las guerras, durante las guerras y después de las guerras. Los amigos de Sánchez estarán contentos, menuda batalla que han ganado, han conseguido convertir el ministerio de Igualdad en una agencia de "contentación" para los cincuentones. Por lo que se ve, Irene Montero les ponía muy nerviosos y Díaz ha entregado su cabeza, y los cuerpos de todas las mujeres en bandeja de plata. Oye, con una soltura de cuerpo, como quien se lava las manos. Alguien le tiene que preguntar a Sánchez como andan sus amigos. De putas, seguro.

    Hace 22 días

  2. cutus

    Errejón, Díaz, Carmena. Como antes fueron López Garrido, Almeida, Llamazares, Aguilar, Sartorius, Antonio Gutiérrez, Semprún, Solé Tura, Curiel, y otros cuyo nombre no recuerdo ahora. Todos con la misma intención: debilitar a la izquierda siguiendo el dictado de sus dueños que les compraron, pero bien. Es una de las tácticas del capital, el entrismo en nuestras organizaciones. Yo no sabía como tu amiga que este desgraciado iba a dar la nota política, aunque lo intuí cuando supe que estaba montando su propio chiringuito, emulando a Rosa Díaz. Y de su desempeño con las mujeres, si bien no lo sabía, tampoco me sorprendió, porque hace muchos años una mujer que lo conocía bien me dijo que era un cerdo asqueroso en sus relaciones con las mujeres. Pensé que era un capullo, y luego no volví a oír más y se me olvidó. Las estrategias de la derecha contra nosotrxs son variadas. Lamentablemente todas les dan resultado. Parece que somos fáciles de corromper. En finssss, devastada.

    Hace 22 días

  3. guille-felis

    Sumar, com a cagalló per sequía.

    Hace 22 días

  4. antonio-gonzalez-alvarez

    Si un simple reel de Instagram contiene más verdad y periodismo que decenas de artículos de “análisis”, ¿me puede explicar qué sentido tiene seguir pagando una suscripción? ¿Es este el tipo de ética y periodismo del que hablan? Ustedes, teniendo conocimiento de lo que ahora sabemos sobre Errejón, decidieron ocultarlo. ¿No merecíamos saber que el ideólogo y fundador de Más Madrid enfrentaba serios problemas de adicción (¿acaso no era, según ustedes, un “secreto a voces”)? Pero no solo lo encubrieron, sino que además respaldaron su opción política de manera activa en todas las citas electorales. No se engañe, no es la izquierda(la que quiere cambiar algo, esa que no suma rayas) la que está en la morgue.

    Hace 22 días

  5. pipe49

    Ah, y la maldad de Pablo Iglesias, secretario general del PCUS, es un golpe bajo, aunque parezca muy ocurrente.

    Hace 23 días

  6. pipe49

    Estimado Boss, supongo que como encendido fan de Springsteen le gustará el título, Mora. Negar que el affaire Errejón tiene una onda expansiva que afecta a todas las izquierdas sería negar la evidencia: ganancia de pescadores y todo eso, pero el enfoque que tiene su artículo de amalgama, de meter a todas en el mismo saco, creo que no beneficia en nada a la tesis o causa que sé usted quiere defender. Hoy por encima de toda la ganga flota Podemos, el tiempo coloca a cada una en su sitio y todo eso, y minimizar este hecho, hace tanto daño como el asunto Errejón hace a todas las izquierdas. Me gustaría que usted, gran baranda de Ctxt, no remara, inconscientemente, en el sentido equivocado.

    Hace 23 días

  7. imanol-arroyo

    Se agradece un poco de autocrítica entre tanto periodismo autoexculpante. Da vergüenza ajena ver a periodistas decir con orgullo "esto se sabía hace unos años", alardeando de tener información privilegiada y no tomar cartas en el asunto. Más Moras y menos Palomeras

    Hace 23 días

  8. Jaime Quintans Garcia

    Estaba esperando este articulo, pero " como estamos orgullosos de llegar tarde a las noticias"...esperaba ... y ahí está: " crónica apresurada " y que otra cosa , es sino el periodismo. ¡¡ Espero que lo hayas contado ..casi todo. ( al texto ) "rebobinamos. Todos vimos aquello" TOCAR EL CULO. TODOS CALLAMOSY LO DEJAMOS CORRER. El culo esa es la cuestión o simplemente =LA DECENCIA. Me subo a la parra y explico: Después de tanta sabiduría vertida en explicar que es EL CAPITALISNO, convengamos que simplemente el Capitalismo es una Grandísima INDECENCIA. Punto. La cuestión es que el autor de " el Capital" ( la gran indecencia ) no estaba en condiciones de proponer el antídoto : la decencia. Don Carlos el mayor contacto que tuvo con la clase obrera fue tocarle el culo a su criada. ... y en esa linea seguimos. nuestros lideres a la cabeza...y en el culo. entre lo obsceno y lo indecente y mirando para otro lado. Esa antigualla olvidada por todo eso autodenominado izquierdas: la lucha de clases, la conciencia de clase es antes que nada un gesto épico de DECENCIA, y esta crónica apresurada es un relato de INDECENCIAS cómplices, por activa y por pasiva. Vamos, un programa electoral. el culo. Decencia es antes que nada respeto: a uno mismo, y a los demás, es solidaridad otra antigualla. Los otros ya no son un infierno, La Utopía son los Otros

    Hace 24 días

  9. usarytirar19

    Que el PPSOE que mantiene a la monarquía y que todo aquel que pueda, haga, lo posible por tumbar a Podemos es natural, pero siempre me ha sorprendido esa izquierda que no ha sabido valorar quien por primera vez en la historia dobló el brazo al stablishment y puso una ministra de trabajo, quién desde hace dos siglos ha roto la alternancia entre conservadores y liberales, quién ha frenado la desafección que genera en los electores de izquierdas que sus votos se regalen a la derecha en forma de PSOE.... , pos eso, tus enemigos te definen

    Hace 24 días

  10. jose-lazaro-bercianos

    Gracias, Miguel! Y coincido con el comentario anterior que aún queda quien puede seguir adelante. Ione e Irene, por supuesto, y también gente de las mareas, los comunes, algunos en IU, seguro que tb en Más lo que sea. Los que se hayan quemado, que se echen a un lado. El resto, que siga construyendo. Y que se cuente con Bildu, ERC y otros grupos que defienden un mundo mejor para los más. Se han conseguido cosas y se pueden conseguir más. Lo que nos han hecho y lo que nos hemos hecho, nos debe servir de aprendizaje y de estímulo para continuar trabajando. Un abrazo!

    Hace 25 días

  11. cresporrera

    No solo queda el feminismo queda PODEMOS, ya que entre todos como reconoces la jodisteis, podéis intentar arreglarlo ahora. Derogación ley mordaza, vivienda social, rotura de relaciones con Israel, etc., quien lo esta defendiendo en solitario si no es PODEMOS, pues a reconocerlo y a apoyar.

    Hace 25 días

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí