La Plataforma Cívica Acción Contra el Odio (ACO), integrada por profesionales de la jurisprudencia, el periodismo, la literatura y la universidad, exige la dimisión de los responsables de la redacción, emisión y difusión en redes como noticia del comunicado de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) que afirmaba que seis periodistas del canal catarí Al Jazeera eran militantes de Hamás. “Los periodistas son parte del ala militar de Hamás que opera como vanguardia de la guerra de propaganda de Hamás contra Israel”, rezaba, junto con una bandera israelí, el titular de la cuenta oficial en X del medio público madrileño.

Por mucho que en la información se incluyese el desmentido de la cadena con sede en Catar, su redacción y su titular constituyen un claro ejemplo de parcialidad en un tema tan delicado como es la información en un conflicto bélico, y más teniendo en cuenta que las versiones –deficientemente– contrarias no son las de los contendientes, sino las de un ejército combatiente y un medio de comunicación. Esa parcialidad es fácilmente comprobable comparando la versión emitida por Telemadrid y las de otros medios, que recogen los distintos puntos de vista, pero dentro de un contexto que añade información. En concreto, aportan experiencias pasadas en las que las IDF han falsificado datos para justificar a posteriori las muertes de informadores de distintas nacionalidades, calificándolos de “terroristas”, lo que ha provocado quejas de medios como The New York Times.

Telemadrid contribuye a poner una diana sobre el pecho de seis informadores

La “noticia” es más impresentable cuando, en las mismas horas y en distintos lugares, han sido asesinados por fuerzas israelíes tres periodistas que estaban, ellos y sus lugares de trabajo, perfectamente identificados como pertenecientes a la prensa. Pese a lo reducido de su ámbito de difusión, Telemadrid lo que hace es contribuir a poner una diana sobre el pecho de seis informadores, cooperando, de ese modo, con el genocidio perpetrado por el ejército israelí.

Por todo ello, exigimos la dimisión o cese inmediato del responsable o responsables de ese atentado a todos los códigos deontológicos profesionales, cuánto más en un medio público, y una explicación oficial de cómo ha sucedido y qué medidas se adoptarán para evitar que se repita.