A la extrema derecha solo le importan aquellas víctimas que le sirvan para alentar sus fantasías filofascistas, solo aquellos cadáveres que puedan manosear y convertir en una justificación para su odio. Eso ya lo sabíamos. Ahora, la tragedia que ha sufrido el País Valencià está demostrando que su falta de escrúpulos va más allá: son capaces de inventar cifras de víctimas mortales que no existen, y hacerlo además en un contexto de desesperación por conocer el paradero de seres queridos que siguen desaparecidos o incomunicados. Es lo que ha ocurrido en Bonaire.

En la noche del pasado sábado 2 de noviembre, la web de desinformación OkDiario publicaba el siguiente titular: “La UME busca cadáveres en el parking de un centro comercial de Valencia en el que había 700 personas”. En el cuerpo de la noticia se insiste en esa cifra sin aportar ninguna pista sobre su procedencia, y también se afirma que “muchas personas se dirigieron hacia el parking” cuando sonaron las alarmas. La fuente, unos supuestos “testigos” de los que no se ofrece ninguna información. 

Al día siguiente, Bertrand Ndongo lleva la fake news un paso más allá al afirmar en Twitter que “700 tickets del aparcamiento subterráneo aún no han salido del mismo”. El parking del centro comercial de Bonaire es gratuito, no hay tickets ni barreras para entrar ni salir de él. La mentira se desmonta en pocos minutos y llega la rectificación, que no es más que otro ejercicio de desinformación: no son tickets sino un lector de matrículas, o quizá sensores que marcan cuántas plazas hay ocupadas. Sus respuestas torpes en Twitter evidencian que no tiene ni idea de lo que hay o no hay en Bonaire, aunque no dejan de asegurar que el aparcamiento contaba con algún dispositivo de identificación de los vehículos. No hay fuentes, pero la verdad no importa.

El propio Ndongo ya había publicado el bulo en otra web de desinformación ultra, Periodista Digital, con el titular “EXCLUSIVA: el Gobierno ya sabe que 700 tickets del parking de Bonaire no salieron”. Ante lo escandaloso de la mentira, el artículo fue borrado, aunque la mecha de la desinformación ya ardía descontrolada.

El título de un vídeo subido a YouTube el 2 de noviembre por otro portal de extrema derecha, EsdiarioCV, marca la intensidad de la ofensiva reaccionaria que se había puesto en marcha: “Buzos de la UME encuentran incontables muertos en Bonaire”. Mientras se escribe esto, casi tres días después de la publicación del vídeo, no hay una sola víctima confirmada en dicho centro comercial y ese contenido sigue perfectamente disponible en YouTube.

Profesionales de la agitación ultra

La actividad de estos pseudomedios de comunicación tiene una relevancia fundamental en el proceso de putrefacción de la conversación pública en España, puesto que disfrazan de información lo que no son más que discursos enmarcados en estrategias de agitación con evidentes objetivos filofascistas. Se ve con claridad en este caso del parking de Bonaire. 

La actividad de estos pseudomedios de comunicación tiene una relevancia fundamental en el proceso de putrefacción de la conversación pública en España

Pandemia Digital ha podido establecer un rastreo de los perfiles que han difundido el bulo de los cientos de cadáveres o los 700 tickets con unas 100.000 menciones en X, curiosamente solo a partir del día 2, aunque el parking llevaba inundado desde el día 29 de octubre. Al tiempo que esa cifra empezaba a correr tras el artículo de OkDiario, Iker Jiménez se destapó como una de las figuras más destacadas en esta ofensiva desinformadora. La madrugada del sábado 2 al domingo 3 de noviembre, apenas horas después del inicio del bulo, Jiménez ya hablaba de “tragedia inimaginable” y sembraba las sospechas conspiranoicas de siempre: “La gente tiene derecho a saber”. Un poco más tarde, afirmó que la cifra de muertos oficial era “una ignominia” y que en el aparcamiento de Bonaire había “muchos cuerpos, muchos cuerpos. Muchos”.

Ese mismo domingo, Cuatro emite un programa especial de ‘Horizonte’, presentado por el propio Jiménez, en el que hace un alegato que desvela perfectamente el funcionamiento del entramado del bulo. Lo que él hace, afirma, “no es prensa”, sino “servicio público”, porque ha formado una “estructura” –“una familia” de personas que “se consideran milenarios”– que va “desde el barrendero hasta el general” y le aporta información. Lo explica para justificar el origen de sus propias afirmaciones, como por ejemplo aquella de la “tragedia inimaginable” en Bonaire.

Es decir, su fuente son los propios adeptos que ha ido consiguiendo a lo largo de décadas en los que se ha convertido en la cara visible del pensamiento conspiranoico en España. Así se entienden mucho mejor las cosas.

Como prueba de la cantidad ingente de cadáveres que, según aseguraban, albergaba el aparcamiento se utilizó una imagen de un bombero secándose el sudor. Tanto Iker Jiménez como otros perfiles ultras mintieron diciendo que este bombero salía del interior del parking con un gesto de horror por lo que allí había visto, pero la realidad es que en ese momento nadie había inspeccionado aún el interior.

Uno de los momentos importantes de este programa especial en Cuatro fue la conexión en directo con Rubén Gisbert desde Valencia. Antes de entrar en antena, este otro agitador ultra fue pillado arrodillándose en el barro para aparecer en televisión con más manchas en la ropa. En su intervención, reprodujo el bulo de los 700 tickets y aseguró que “se rumorea” entre “las fuerzas y cuerpos de seguridad” que allí había “enterrada una tragedia”. El programa fue líder de su franja horaria y tuvo 6.299.000 espectadores únicos. 

Gisbert reprodujo el bulo de los 700 tickets y aseguró que “se rumorea” entre “las fuerzas y cuerpos de seguridad” que allí había “enterrada una tragedia”

Lo cierto es que hay pruebas de que Gisbert contaba con información que, como mínimo, ponía en duda lo que posteriormente contó en televisión. En una emisión en directo en sus redes sociales el domingo 3 de noviembre, se encontró con Bertrand Ndongo en las inmediaciones de Bonaire. La conversación es surrealista. Empieza con Gisbert asegurando que hay cientos de víctimas, y Ndongo le corrige porque según personal de la UME, con los que acaba de hablar, no hay forma de saber cuántas víctimas hay en el parking, y termina con la conclusión de ambos de que seguro que hay cadáveres y ocultación de información por parte de las autoridades. Cuando Gisbert vuelve a estar solo ante la cámara, afirma, de forma errática, que “una persona, no voy a decir quién ni de qué unidad” le ha informado de “que muy probablemente aquí haya cientos de personas (...) Por eso lo he dicho, me han dado esa información. Que sean decenas en vez de centenas… Eso… Eso… Creo que es lo de menos”. En su siguiente aparición antes de volver a entrar en directo en Cuatro, esta vez publicadas en stories de su cuenta de Instagram, la huida hacia adelante se multiplica: “Datos oficiales, no dan cifras, pero datos oficiales: hay 700 tickets de entrada pero no de salida. 700 vehículos, con familias, con gente, con niños, que entraron pero no salieron (...) 700 muertos en un punto, eso no hay cristo que lo tape”.

Otras plataformas de desinformación como HerQles, con vínculos neonazis y relacionada con el ataque a Pedro Sánchez, reproducen esta dinámica del bulo en la que absolutamente cualquier afirmación es tratada como información veraz, con la alineación ideológica como único criterio. En sus redes sociales, HerQles difundió dos audios anónimos en la madrugada del domingo, cuando la primera inspección del parking ya había concluido sin encontrar ninguna víctima, en los que se habla de “hasta ochocientas personas fallecidas” en Bonaire.

Antes incluso de que se hiciera la primera inspección, David Santos aseguraba en su cuenta de X que ya habían sacado 86 cadáveres, un bulo con más de 11.000 retuits y millones de visualizaciones. La cuenta @antiprogre lo aumentaba a 268 víctimas.

En la misma línea narrativa, Capitán Bitcoin y Javier Negre compartían el testimonio de un creador de contenido en Tiktok con guiños neonazis asegurando que un amigo buzo le había dicho que hay miles de muertos y todos están horrorizados porque es un auténtico cementerio, la realidad una vez más es que ningún buzo había inspeccionado el interior del parking.

El cénit de esta dinámica se alcanzó durante una retransmisión en directo de The Grefg, uno de los mayores creadores de contenido en castellano del mundo, al que siguen millones de jóvenes. David Cánovas –así se llama– se unió a esta campaña de desinformación leyendo un comentario que dejó un usuario anónimo en su chat en directo. En él, contaba que un amigo suyo, “guardia civil” y “uno de los buzos que bajaron al parking de Bonaire”, había visto cadáveres en los coches y “estimaba que en la primera planta había más de mil muertos”. De hecho, el mensaje era mucho más explícito y con un tinte morboso que pone los pelos de punta. Tras leerlo, advierte de que “es un comentario que podría poner cualquiera y quizás está exagerado, o no”, y pregunta a su audiencia si creen que los medios y las cifras oficiales están ocultando la cantidad real de víctimas.