ALBERTO SABIO ALCUTÉN / HISTORIADOR
“Maurín entendió las alianzas obreras como un mecanismo de defensa frente a la derecha fascistizada”
Esther Peñas 7/01/2025
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No se entendería la historia moderna de España sin la figura de Joaquín Maurín (1896-1973), dirigente de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), la Federación Comunista Catalano-Balear, el Bloque Obrero y Campesino (BOC) y del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Tuvo que exiliarse a Estados Unidos, donde fundó una agencia de prensa. Fue perseguido tanto por estalinistas como por fascistas, acusado de agente de Franco, de la CIA, de traidor a la causa. El historiador Alberto Sabio Alcutén (Monzón, 1966) acaba de publicar una meticulosa biografía sobre el político, Excomunistas. De la Revolución a la Guerra Fría cultural: Joaquín Maurín (Galaxia Gutenberg), en la que nos muestra un hombre íntegro y un militante apasionado.
Maurín fue un hombre incómodo para fascistas y estalinistas. ¿Dónde radicaba su heterodoxia, su iconoclastia?
Maurín se posicionó siempre contra los totalitarismos de distinto signo. Siempre mantuvo una raíz socialista, aunque con el tiempo cambiaran algo las ramas y las hojas. Al principio fue un comunista heterodoxo, más partidario del sindicalismo que de extrapolar miméticamente el modelo bolchevique a España; más tarde acabó identificándose con la socialdemocracia de Willy Brandt.
Maurín buscó articular una mayor unidad sindical en España e intentó canalizar las energías de los obreros cenetistas hacia la construcción de un partido
Como persona, ¿qué rasgos concurren en él?
Estamos ante un personaje más reflexivo que dogmático. Se formó con los textos sagrados del marxismo, pero intentó no quedarse estancado en ellos, sino aplicarlos a la concreta realidad española en materia de salarios y derechos de los trabajadores. Y eso lo hizo a partir de un buen conocimiento de la historia contemporánea de España. Supo aunar su acción con la reflexión teórica y con la perspectiva internacional.
¿Cuáles fueron los principales ejes de su ideología, aquellos a los que no renunció nunca?
Siempre buscó articular una mayor unidad sindical en España e intentó canalizar las energías de los obreros cenetistas hacia la construcción de un partido para poder realizar transformaciones sociales por vía parlamentaria. Hasta que le dejaron.
¿Hay diferencias sustanciales entre el Bloque Obrero y Campesino y el POUM?
El BOC nació en 1930, cuando la Federación Comunista Catalano-Balear se escindió del PCE. Entonces las palabras “obrero” y “campesino”, con la esperanza de la reforma agraria, eran unos buenos reclamos electorales. El POUM es posterior (1935), con Maurín como secretario general, Andreu Nin como principal colaborador y sin concesión alguna al trotskismo. El nombre del partido reflejaba sus objetivos: unificación y marxista, no comunista, pues a juicio de Maurín este vocablo estaba entonces envilecido por el estalinismo.
Desde el Congreso, Maurín criticó la excesiva condescendencia de la República ante los extremismos de ultraderecha en los primeros meses de 1936
Tras la Revolución de octubre de 1934, se convenció aún más del papel de las Alianzas Obreras. ¿Cuáles fueron las principales actuaciones de Maurín durante los momentos previos a la Guerra Civil?
Maurín entendió también las alianzas obreras como un mecanismo de defensa frente a la derecha fascistizada. De hecho, se creó el POUM tras valorar los acontecimientos de Asturias en 1934 y lo que estaba sucediendo en la Alemania nazi, sobre todo la división del movimiento obrero que tanto había menguado la resistencia a Hitler. Maurín fue elegido diputado por Barcelona en las elecciones de febrero de 1936, en las candidaturas del Frente Popular. Desde el Congreso de los Diputados, criticó la excesiva condescendencia de la República ante los extremismos de ultraderecha en los primeros meses de 1936. A su juicio, la República fue blanda frente a los enemigos que querían “comérsela”, como diría Azaña en sus memorias.
Fue condenado a treinta años de prisión…
Maurín estuvo en las cárceles franquistas desde 1936 hasta 1946. Antes, durante la dictadura de Primo de Rivera, lo encerraron dos años en el Castillo de Montjuic, en la misma celda que había ocupado Ferrer i Guardia. El Consejo de Guerra se celebró en Barcelona en 1944. Intercedieron a su favor familiares suyos, sobre todo Ramón Iglesias, quien luego fuese obispo de La Seo de Urgell y copríncipe de Andorra. Pero Maurín se benefició sobre todo del viraje producido durante la Segunda Guerra Mundial en favor de los aliados. Como consecuencia de ello, el anterior fervor depurador franquista dejó paso a cierto cálculo político.
¿Por qué la figura de Andreu Nin, tan pareja en muchas cuestiones a la de Maurín, ha alcanzado mayor prestigio y predicamento?
Frente al mito de Andreu Nin, asesinado en plena Guerra Civil a manos estalinistas, la memoria de Maurín queda mucho más difuminada o se convierte directamente en un maldito, en un traidor a la causa. Contribuir a que su memoria no esté tan difuminada es uno de los objetivos de este libro.
¿Podríamos decir que sus posturas ideológicas se dulcificaron tras su exilio norteamericano?
En 1947 llegó Maurín a los Estados Unidos. Ya nunca más pudo regresar a España. Vivió siempre en Nueva York hasta su muerte, en 1973, y desarrolló una cosmovisión del mundo acorde con los intereses estadounidenses. Desde allí se zambulló en la Guerra Fría cultural a través del Congreso por la Libertad de la Cultura, la revista Cuadernos y su propia agencia de prensa que, eso sí, mantuvo su independencia económica y no fue financiada por la CIA.
Diez años en las cárceles franquistas no eran el mejor aval en los Estados Unidos del macartismo
Fundó algunas cabeceras, como el semanario La Batalla y la agencia ‘ALA’, a la que usted alude, ya exiliado. ¿Qué peso tenía para Maurín la educación por un lado y la libertad de prensa, la necesidad de que el pueblo estuviera informado, por otro?
Maurín era también maestro y se sentía muy concernido por la pedagogía de masas, por que la gente tomase conciencia social a través de la lectura de prensa. Era partidario de una educación y de una prensa laicas, pero no anticlericales.
¿Por qué abandonó la política al llegar a Estados Unidos y fundó la American Literary Agency, por decepción, miedo, hastío..?
Nunca abandonó del todo la política, aunque es cierto que en Estados Unidos se ganó la vida con la agencia de prensa. Diez años en las cárceles franquistas no eran el mejor aval en los Estados Unidos del macartismo. Creó una agencia que llegó a trabajar con casi un centenar de periódicos latinoamericanos y estadounidenses en español. Logró agrupar a un gran elenco de escritores: Miguel Ángel Asturias, Arturo Uslar Pietri, Gómez de la Serna, Alfonso Reyes, Vasconcelos, Salvador de Madariaga, hasta Neruda.
¿Qué relación mantuvo con otros exiliados, como Sender?
Ramón J. Sender fue uno de los primeros puntales de la agencia de Maurín. No le quiso cobrar hasta que la agencia se consolidase. Maurín fue una de las primeras personas en leer el manuscrito de Réquiem por un campesino español y le propuso como prologuista a Germán Arciniegas. Uno de los protagonistas de Crónica del alba, la magna obra de Sender, está inspirado en Maurín.
De las muchas personalidades sombrías que se le achacan a Maurín (edecán de Franco, de la CIA…), ¿qué hay de cierto?
Pues muy poco… Para algunos testimonios interesados de la época, fue siempre agente de alguien: durante la guerra lo habría sido de Franco, y más tarde de la CIA. La documentación consultada en Stanford (California) y Miami nos ayuda a demostrar que estas acusaciones eran infamias.
¿Sería un europeísta convencido, Maurín, de estar vivo?
Sería un europeísta, de eso no cabe duda. Aunque se asustaría de algunos líderes europeos. Y sería también un federalista. Propugnó un discurso temprano sobre la reconciliación en España. Fue, en definitiva, uno de los grandes líderes sociales de las primeras décadas del siglo XX en España.
No se entendería la historia moderna de España sin la figura de Joaquín Maurín (1896-1973), dirigente de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), la Federación Comunista Catalano-Balear, el Bloque Obrero y Campesino (BOC) y del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM). Tuvo que exiliarse a Estados...
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