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Querida comunidad contextataria,
Cuando esta carta sea lanzada a vuestros correos, faltará muy poco para el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. En este mundo turbulento en que vivimos, lo único seguro es que se vienen nuevas sacudidas, ¡a agarrarse fuerte!
No se si habéis visto el último mensaje de Joe Biden al despedirse, denunciando el peligro de que una nueva oligarquía pueda gobernar Estados Unidos. Sería una buena denuncia, si no fuera Biden el actual presidente. Cuánto cinismo. Parece que ya no recuerda que durante su gobierno los millonarios estuvieron de fiesta, ayudados en no pocas ocasiones por las “paguitas” del Estado. Los números hablan solos: el sector con fortunas de más de 30 millones de dólares creció un 7,5% el último año, alcanzando a 100.000 personas. En 2024, las 25 personas más ricas de Estados Unidos aumentaron su patrimonio en una media del 30%, sumando nada menos que 471.000 millones de dólares a su patrimonio anterior. Siguen al frente Elon Musk, Mark Zuckerberg, Jensen Huang, Jeff Bezos y Bill Gates. Los milmillonarios de los emporios tecnológicos y de la IA que ahora parecen competir por ganarse un lugar en el oscuro corazón de Trump.
¿Una nueva plutocracia? Eso parece. Pero en Estados Unidos siempre gobernaron las 400 familias más ricas, esto no es novedad. Lo distintivo es la crisis de la democracia liberal que en su momento se vendió como la más ejemplar del universo. Ahora el rey está desnudo.
Lo cierto es que la Internacional reaccionaria celebra. Todos corriendo a cobijarse bajo el ala trumpista. Allí estarán Giorgia Meloni, Santiago Abascal, Nayib Bukele, Javier Milei y muchos otros. En cambio, Pedro Sánchez y Úrsula Von der Leyen lo mirarán esta vez por televisión. En los últimos días, Sánchez recorre despachos en una cruzada retórica contra la extrema derecha: “No vamos a renunciar a nuestros valores. Los vamos a defender y promover con más determinación. Alzaremos la voz en pro de los derechos humanos y el derecho internacional. Redoblaremos nuestro compromiso con la democracia liberal, transparente e íntegra. Y nos opondremos al autoritarismo, al imperialismo o a la xenofobia venga de donde venga”, ha dicho el presidente español.
Cuánta hipocresía. Los valores europeos. Psss.
“Basta actualmente que dos franceses se encuentren para que haya entre ellos un cadáver” escribía Jean-Paul Sartre en 1961 en el prólogo a Los condenados de la tierra de Frantz Fanon. Se refería a los crímenes coloniales en Argelia. A las matanzas sistemáticas, a la deshumanización de los colonizados por la alta cultura de la metrópoli. Podríamos seguir hoy ese hilo y decir que basta actualmente que dos europeos se encuentren para que haya entre ellos miles de cadáveres. ¿Muy duro?
Las fronteras españolas se han transformado en las más mortíferas de Europa. 30 muertos al día y más de 10.400 en el último año. Mientras escribimos estas líneas, una patera a la deriva arrastra los sueños rotos de hombres y mujeres que se aferran unos a otros para resistir el oleaje. ¿Llegarán a tierra firme? Y una vez allí, ¿qué encontrarán?
Pero hay que hacerse otras preguntas. ¿Por qué vienen? ¿Por qué arriesgan la vida por un futuro tan incierto? El “autoritarismo”, el “imperialismo” y la “xenofobia” de los que habla tan suelto Pedro Sánchez son la “marca Europa” en el continente africano o en América Latina. Políticas imperialistas de saqueo y expolio de los pueblos y los bienes comunes naturales (minería, pesca, bosques, etc.), endeudamiento y ajustes. Y cuando las poblaciones quedan sometidas a la miseria, a las hambrunas o la guerra, se producen migraciones forzadas y desplazamientos masivos.
Los cadáveres a la cuenta de Europa son muchos más. Estos días, se anuncia la llegada de una “tregua” en Palestina. Evidentemente esto genera expectativas y alivio en una población diezmada. Pero las perspectivas son muy inciertas. Hasta ahora, hemos presenciado 470 días de bombardeos. Más de 46.000 asesinados, de los cuales al menos 13.500 son niños y niñas. Y se calcula que más de 10.000 personas yacen bajo los escombros en ciudades destruidas. Este genocidio que marcará a varias generaciones, financiado con dólares y euros, hubiera sido imposible sin el apoyo y la complicidad de las potencias imperialistas.
Valores europeos. Lo escribo y quisiera quemar las palabras. Valores europeos.
El poeta Aimé Cesaire decía que “cada vez que en Vietnam se corta una cabeza y se revienta un ojo, y en Francia se acepta, que cada vez que se viola a una niña, y en Francia se acepta” ocurre un proceso de barbarización del colonizador. “Se está produciendo una regresión universal, se está instalando una gangrena, se está extendiendo un foco infeccioso”. Lo que encontramos es “el veneno instilado en las venas de Europa y el progreso lento pero seguro del ensalvajamiento del continente”.
Volviendo a nuestro presente turbulento. El veneno de la extrema derecha ya estaba inoculado en las venas de Europa por el colonialismo y el imperialismo. Cada vez que un gobierno “progresista” vendió armas a Israel, cada vez que un gobierno “democrático” apoyó guerras como en Medio Oriente, cada vez que levantaron vallas y concertinas, sembraban ese odio racial que hoy cosechan los Trump, Meloni y Abascal. El problema no es solo que nos quieran vender el “mal menor” frente a un “mal mayor”. El problema es que le abren el camino a un mal cada vez más criminal y destructivo.
Termino esta carta y os digo que, aun así, a contracorriente, soy optimista. Optimista porque este año miles y miles se levantaron en todo el mundo para apoyar al pueblo palestino. Para decir basta de genocidio y basta de colonialismo. Para apuntar la mirada a la complicidad de los sacrosantos valores europeos, para empezar a pensar en la necesidad de un nuevo internacionalismo, de clase y desde abajo. Optimista porque frente a sus guerras, a sus crímenes y sus planes de ajuste surgen nuevas resistencias. Y nada indica que no podamos, más pronto que tarde, pasar a la ofensiva.
En unos días tomaré un avión para Argentina, cruzando el océano. Escribiré pronto en CTXT sobre ese laboratorio de luchas y resistencias contra Milei. Quizás haya algo que resuene también por estas tierras y nos ayude a prepararnos mejor.
¡Felices 10 años a toda la comunidad CTXT! ¡Vamos por muchos más, pensando juntas!
Querida comunidad contextataria,
Cuando esta carta sea lanzada a vuestros correos, faltará muy poco para el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca. En este mundo turbulento en que vivimos, lo único seguro es que se vienen nuevas sacudidas, ¡a agarrarse fuerte!
Autora >
Josefina L. Martínez
Periodista. Autora de 'No somos esclavas' (2021)
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