Termómetro electoral
Andalucía: the kids are alright
Fray Poll* 23/03/2015
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1. Todos ganaron. No. No me refiero a los partidos. Hablo de los sondeos. Este servidor estaba algo acojonado. Los andaluces, finalmente, votaron como se esperaba. Negocio salvado.
2. El balance es positivo. En 2012 el error no bajó de los 10 puntos (salvo en la del CIS). De momento, queda suspendida la flagelación colectiva. Pero cuidado con darse demasiadas palmaditas en la espalda. El año es largo y las oportunidades de meter la pata, numerosas. Errare humanum est.
3. Eso sí, hay que poner más cuidado en el cálculo de escaños. Se mezclan dos ingredientes peligrosos: sondeos con muestras pequeñas y una importante reorganización territorial del voto. Una buena estimación se afea mucho con una asignación de escaños desenfocada.
4. Detengámonos un momento. Comparemos el relevo Griñán->Susana con el Gallardón->Botella y el Aguirre->González. Pues eso.
5. Detalle demoscópico. Cuando en abril de 2012 preguntabas “¿a quién votó usted en las autonómicas (que se acaban de celebrar)?”, más o menos un 30% te decía que al PSOE. Casi tres años después, en febrero de 2015, cuando hacías la misma pregunta, ese porcentaje se había incrementado. Es decir, el PSOE de Griñán tenía más votantes en 2015 de los que tenía en los sondeos de 2012. ¿Un milagro? Más bien un augurio. Otra prueba palpable del “efecto Susana”.
6. El mismo fenómeno, de signo contrario, con el PP: “- ¿Recuerda haber votado al PP de Andalucía en 2012? Sí hombre, al Javier Arenas. -¿Yo? ¡Qué va! ¡Me confunde usted con otro!”
7. Otro detalle. El PSOE pasa del 39,6% al 35,4%. Con un 10% menos de apoyo mantiene los 47 asientos. Se lleva el último escaño en cinco provincias y el penúltimo en las otras tres. ¿Golpe de suerte? ¿Casualidad? Nada que ver. El sistema electoral andaluz, con su reparto en ocho escenarios diferentes y su prorrateo favorable a las provincias rurales, está detrás. Podríamos etiquetar lo sucedido como “efecto ganador solitario”. El PSOE es la única fuerza que asoma la cabecita, triunfante. Con un resultado más igualado, el reparto habría sido bien distinto.
8. Don’t blame Mr. D'Hondt. O por lo menos, no demasiado. Con la fórmula Sainte-Lagüe los resultados habrían sido: PSOE 44, PP 31, Podemos 16, Ciudadanos 11 e IU 7.
9. Ojo. En unas elecciones generales podría pasar algo parecido. El sistema electoral premiaría al “ganador solitario”. Y bastante. En cambio, si hubiese un triple o cuádruple empate, tendríamos algo del llamado “efecto conservador” (ese que beneficia al PP) y poco más.
Glosa final. Casi una semana sin titulares sobre Venezuela ¿Cuánto durará esta racha? No sé ustedes, pero a mí me ha puesto de mejor humor. Oremos.
1. Todos ganaron. No. No me refiero a los partidos. Hablo de los sondeos. Este servidor estaba algo acojonado. Los andaluces, finalmente, votaron como se esperaba. Negocio salvado.
2. El balance es positivo. En 2012 el error no bajó de los 10 puntos (salvo en la del CIS)....
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