Jazz
25 años ya sin Desiderio el Largo
Ayax Merino 20/05/2015
En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
Sí, así es, en 1990 falleció Desiderio, el gran Dexter Gordon el Largo. Allá por abril, en Filadelfia, a los 67 años. Un tío largo, ya lo creo, más largo que un día sin pan, alto como él solo. Un saxo tenor grande, muy grande. Cuando venía por aquí a España a tocar lo primero que soltaba en ese su mal chapurreado español aprendido en Los Ángeles, la ciudad que le vio nacer, era eso de “Hola, soy Desiderio”. Dexter, Desiderio, alto, grande.
Un niño alto y grande muy pícaro y travieso con una luminosa sonrisa que parecía siempre estar a punto de cometer una trastada. Y se arrancaba a tocar y la trastada estaba ya hecha. Y muy bien hecha.
De Los Ángeles a Nueva York y de Nueva York a Los Ángeles. Tocando con Lionel Hampton, con Dizzy Gillespie, con Billy Eckstine y yo qué sé con quién más.
Y luego las drogas, las puñeteras drogas. Y la bebida. Años oscuros de este magnífico saxofonista, el tenor bop por excelencia, el maestro que inspiró a todos los que vinieron tras él, Coltrane incluido. Oscuros años de este hombre de aspecto afable, dulce. Y tras la larga agonía de años de muerte, la resurrección, de nuevo la luz, Desiderio, Dexter, volvió a la vida.
Y después Copenhague ¿Por qué Dinamarca? Misterios ¿Qué se le ha perdido a un músico de jazz estadounidense en Copenhague? No tengo ni la más remota idea. Pero es el caso que no fue el único, ni mucho menos. Una nutrida colonia de tales músicos se creó por aquellos helados pagos. El estupendo pianista Kenny Drew, por ejemplo. O el mismísimo Ben Webster. Será que les gustaba el frío. O tal vez los canales. O el trato cortés y educado de esa gente del norte. No lo sé. El hecho es que Desiderio se afincó en Copenhague y vivió allí muchos años antes de volver a su país natal.
Y entonces Bertrand Tavernier y Alrededor de la medianoche. ¡Dios y cómo interpretó Dexter Round Midnigth, el tema de Monk que da título a la película! La bellísima París. Un músico de jazz alcoholizado, hecho añicos, hundido. La vida de Bud Powell. Y la de Dexter. Actor y personaje a un tiempo y a la vez. Si casi le dan el óscar los mendas de Jólibud.
Por la pantalla se pasea un tipo alto y desmadejado, pausado, de hablar lento, gestos morosos, aspecto desganado, casi abúlico, a veces como ido. Dexter haciendo de Dexter. ¡Un tipo que sin beber una gota tiene el cuerpo macerado en licor! Sí, sí, de verdad. Dexter tenía un índice de alcohol en la sangre fuera de lo normal, desorbitado, estratosférico. Sobrio y todo. Y eso que no solía estarlo. Sobrio digo. Que le gustaba bajarse para el coleto unas cuantas copas. No entiendo cómo se las arreglaba para dar un paso más, para respirar otra vez, para vivir, para seguir viviendo. Siempre me dejó perplejo este hombre.
Pero en esas Desiderio, el gran Dexter Gordon el Largo, llega al club, se sube al escenario, agarra su saxo, se lo lleva a la boca y empieza a desgranar una nota tras otra. Y todo cobra sentido, todo se ordena, todo se entiende. Es una gozosa epifanía.
¡Chist! ¡Silencio! El maestro está tocando. Cállense y escuchen, por favor.
Sí, así es, en 1990 falleció Desiderio, el gran Dexter Gordon el Largo. Allá por abril, en Filadelfia, a los 67 años. Un tío largo, ya lo creo, más largo que un día sin pan, alto como él solo. Un saxo tenor grande, muy grande. Cuando venía por aquí a España a tocar lo primero que soltaba en ese su mal...
Autor >
Ayax Merino
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí