Habilidoso con el balón, bueno en el uno contra uno, rápido de movimientos, con un buen golpeo tanto para tirar a portería como para lanzar las jugadas a balón parado… Ese es el perfil de Yannick Carrasco, el último fichaje presentado por el Atlético de Madrid que viene a poner la guinda a una línea atacante en la que este año se presume una gran competencia entre sus integrantes. Por cantidad y calidad, se puede decir que es la temporada desde que llegara Simeone al equipo en la que más variantes en la parcela ofensiva va a tener el técnico a su disposición. Pocos equipos de la Liga podrán presumir del arsenal con el que va a contar el equipo rojiblanco para perforar las porterías contrarias.

Nacido hace 21 años en la localidad belga de Ixelles, de padre portugués y madre española, Yannick, que prefiere ser conocido por el apellido de su madre ya que su padre los abandonó cuando era muy pequeño, comenzó a jugar a los seis años pasando por varios clubes modestos cercanos a su residencia, hasta que a los 12 años el Genk se fijó en él. Ese fue un momento clave en su vida ya que suponía hacer una apuesta decisiva por el fútbol. La decisión no fue fácil porque le obligaba a dejar su casa siendo tan joven y tener que irse a 100 kilómetros con una familia de acogida, pero su sueño de triunfar en el mundo del fútbol pesó más en la balanza. Por cierto, el nuevo jugador atlético compartió vivienda y sueños de futuro con otro gran futbolista actual, Kevin de Bruyne.

Su progresión hizo que pronto fuera convocado para jugar en las selecciones inferiores de su país. En un partido sub 16 entre Luxemburgo y Bélgica llamó la atención del ojeador del Mónaco, Stephane Pauwels, que a base de mucho empeño consiguió que fuera una semana al Principado a realizar una prueba. Los responsables del cuadro monegasco vieron en él a un chico con unas cualidades poco habituales, por lo que no tuvieron ninguna duda en ficharle. Era 2010 y Carrasco tenía apenas 16 años. El salto era aún más grande que el que había dado cuando se fue de casa por primera vez. Pero como declara ahora recordando aquel momento: “Ya estaba acostumbrado a vivir lejos de casa y quería salir fuera de Bélgica para evolucionar. El tren sólo pasa una vez y hay que cogerlo”. Poco después ganaba ya con su nuevo equipo la Copa Gambardella, el prestigioso torneo juvenil francés de clubes.

Carrasco ha ido quemando etapas en su carrera de la misma forma en la que se desenvuelve sobre el campo: a toda velocidad. Por eso no es de extrañar que tan sólo dos temporadas después de llegar a Mónaco, con apenas 18 años, debutara ya con el primer equipo, que entonces militaba en la segunda división gala. Su debut no pudo ser más afortunado. Consiguió el primer gol del conjunto entrenado por Ranieri en la temporada 2012-13 con un gran lanzamiento de falta. Esa campaña acabaría marcando seis goles y ayudando a que el cuadro monegasco volviera a la máxima categoría.

La pléyade de fichajes realizados por el dueño del club, el multimillonario ruso Dmitry Rybolovlev (James, Kondogbia, Moutinho, Falcao…), en el verano de 2013, le restó protagonismo en el siguiente curso, en el que sólo participó en 18 partidos de Liga, marcando tres tantos. Pero la pasada temporada fue la de su explosión definitiva. Jugó 52 encuentros entre todas las competiciones y anotó ocho goles, entre ellos, el que certificó la victoria del Mónaco en el campo del Arsenal en la Liga de Campeones. Su nombre empezó a sonar para grandes equipos europeos pero, en esta ocasión, el Atleti fue el más rápido.

No es de extrañar que Simeone haya dado el visto bueno a su contratación porque Yannick resulta ideal para el juego a la contra que tanto emplea el Cholo en muchos partidos de la temporada. Su llegada parece un nuevo intento, después de que no cuajaran las opciones de Cebolla Rodríguez y Alessio Cerci, por tener en la plantilla un jugador que desborde por fuera, alguien que aporte algo distinto al resto de los jugadores de ataque. Una de las características de Carrasco es que es muy difícil quitarle el balón. Es llamativo el control que tiene sobre él. Posee tal cantidad de recursos técnicos que es capaz de zafarse de varios defensores en un espacio muy reducido de terreno. Utiliza muchas veces la famosa “ruleta” pero más como una solución que como un adorno. Tiene desborde tanto por derecha como por izquierda del defensor. Es de esos jugadores que entra por la vista a los aficionados por su catálogo de recortes, regates, amagos…

Aún es muy joven y debe mejorar varios conceptos. Por ejemplo, su definición ante el portero. Se le han visto jugadas en las que después de irse de hasta seis contrarios no ha conseguido acabar la acción en gol por no definir bien. Y debe aprovechar su potencial en beneficio del equipo. No ser tan dueño del balón, saber cuándo debe hacer un regate menos y dar un pase antes para que la jugada termine de forma positiva. En el aspecto defensivo no es que sea un experto, pero si encima a los defensas en la salida del balón del rival y no tiene problema en apoyar a sus compañeros cuando toca replegarse. En cualquier caso, no nos extrañaría nada que el técnico rojiblanco le utilizara como una opción para salir en los segundos tiempos, con el fin de aprovechar su velocidad y desborde cuando los rivales están más cansados y los partidos más rotos.

A Simeone se le presenta esta campaña que empieza a dar sus primeros pasos un problema que, como se suele decir, ya quisieran muchos entrenadores. El técnico va a tener que hilar muy fino para poder dar minutos a todos los jugadores con los que va a contar en el ataque. Pasemos revista. Dos nueves: Jackson Martínez y Fernando Torres; dos segundas puntas: Griezmann y Vietto; y dos jugadores de desborde por banda que también pueden cumplir la función anterior: Correa y Carrasco. Seis jugadores que se convierten en siete si consideramos a Raúl García, uno de los favoritos del Cholo en temporadas precedentes, como otro hombre de ataque.

¿Tener esta cantidad de variantes supondrá que el técnico cambie el sistema este año a, por ejemplo, un 4-3-3? ¿O elegirá un 4-2-3-1 con Jackson como punta de lanza y una línea por detrás con marcado perfil ofensivo con, por ejemplo, Griezmann, Vietto y Carrasco o Correa? ¿Se atreverá a tanto el Cholo?