Si al final de la pasada temporada hubiéramos hecho una encuesta entre los aficionados atléticos sobre qué puestos eran prioritarios reforzar en el equipo, estoy seguro de que una gran mayoría habría dicho que el doble pivote del centro del campo. Sin embargo, cerrado el plazo para poder fichar en verano, ninguna de las incorporaciones que ha hecho el club para esta temporada son para ese lugar. O para ser más exactos, sí ha hecho una, la del argentino Matías Kranevitter, pero con el hándicap de que no llegará al Calderón hasta final de año debido a que su actual club, River Plate, quiere contar con él para el Mundial de Clubes que disputa en diciembre.

Teniendo en cuenta la salida de Mario Suárez, nos encontramos con que para ocupar una de las zonas más importantes del esquema táctico del Atleti, las únicas alternativas son Gabi y Tiago además de las ayudas puntuales que puedan hacer Saúl y el recuperado Thomas. No parece que ninguno de estos dos últimos, a pesar de sus prometedoras condiciones, vaya a disputar la titularidad a dos futbolistas de la experiencia y de la jerarquía del capitán y del portugués. Queda la alternativa anunciada por el propio Simeone durante este verano de situar a Koke en esa posición, pero es una posibilidad que por el momento apenas ha utilizado, quizá porque sabe de la importante aportación que hace el canterano en su actual demarcación de interior.

Con lo cual, hasta que termine el presente año y llegue Kranevitter, al que muchos consideran el nuevo Mascherano, lo más previsible es que Gabi y Tiago vayan a tener que jugar la mayoría de los minutos de todos los partidos. Y más teniendo en cuenta que en este primer tramo de la temporada, el Atleti tiene que medirse con los equipos más fuertes de la Liga y luchar en la fase de grupos de la Champions por un objetivo tan importante como lograr la clasificación para octavos. No aparecen en el horizonte más cercano momentos en los que el Cholo pueda dar descanso a los dos pivotes en los que lleva confiando desde que aterrizó en Madrid hace casi cuatro años, con las puntuales apariciones de Mario.

Más allá de discutir sobre las prestaciones de unos y otros y de las preferencias particulares, parece haber consenso en que ambos han empezado la temporada ofreciendo un buen rendimiento. Tiago mantiene una línea regular desde hace tiempo y Gabi, tras acusar un bajón la pasada campaña --en el que seguro que tuvo algo que ver su presunta implicación en el amaño del partido Levante-Zaragoza cuando jugaba en el equipo maño-- da la impresión de estar recuperando el nivel de hace dos años. Él mismo reconocía en una entrevista en COPE, tras el acabar el partido de Sevilla: “Es verdad que el año pasado fue irregular para mí pero ahora me encuentro mejor físicamente, sobre todo más centrado de cabeza”. ¿Cuál es el problema, entonces?

Pues que Gabi tiene 32 años y Tiago 34, lo que les convierte en, posiblemente, la pareja de mediocentros titulares de más edad del fútbol español. Y eso nos lleva a preguntarnos ¿tendrán gasolina para aguantar la carga de minutos que se les viene encima? De hecho, ya han jugado completos los dos primeros encuentros oficiales de la campaña. Hasta ahora, se han disputado con una diferencia de siete días pero tras el parón por los compromisos de las selecciones comienza la Liga de Campeones, lo que aumentará la exigencia física al haber compromisos cada tres o cuatro días. Hasta final de año, contando Liga y competición europea hay previstos 21 partidos, más, en el caso de Tiago los de su selección porque el luso también está siendo un habitual con su país en los últimos tiempos, aunque no haya entrado en la última lista para los amistosos ante Francia y Albania, lo que le va a permitir descansar estas dos semanas.

Ambos jugadores son desde hace años pilares fundamentales en el engranaje rojiblanco. Forman el primer muro defensivo y son los encargados de iniciar el juego. Están siendo un sostén del equipo en una de las épocas más gloriosas de su historia. Por eso, sería un problema serio que alguno sufriera un problema físico o ambos un bajón por la acumulación de partidos porque el equipo lo acusaría. Es evidente que existe una descompensación entre las alternativas que ofrece la plantilla en ese lugar en comparación al ataque, donde el alto número de futbolistas ha hecho que alguno de ellos no ha podido debutar aún en Liga, como Vietto, o la defensa, donde parece haber recambios de plenas garantías.

Es verdad que en el sistema del Cholo, los interiores, como Koke y Oliver, juegan más bien por dentro que como jugadores de banda, de hecho pocas veces llegan a la línea de fondo, función reservada fundamentalmente para los laterales. Eso hace que en fases de los encuentros, sobre todo a la hora de atacar, se junten los cuatro haciendo que cada uno de ellos tenga que ocupar menos espacio y recorrer menos metros, lo que atenúa los esfuerzos, pero con un calendario tan cargado va a ser fundamental el descanso y la recuperación de dos jugadores de esa veteranía. De hecho, ya ha habido algún entrenamiento en el que Tiago ha hecho un trabajo distinto al resto para prevenir. En ese sentido, el trabajo del Profe Ortega se antoja fundamental para intentar evitar las temidas lesiones musculares.

Cierto es que el club estudió la opción de traer a Motta pero su actual equipo, el PSG parisino, se negó en rotundo a facilitarle una salida. Y que en los últimos días de mercado, quizá siendo conscientes de las carencias de las que estamos hablando, se intentó convencer, sin suerte, a los dirigentes de River para que Kranevitter no volviera a Buenos Aires. La realidad es que el doble pivote se ha quedado sin ese refuerzo de categoría que muchos veían muy necesario, bien para mejorar lo que ya había o para tener más opciones. La apuesta es arriesgada. Una lesión de alguno de los dos obligaría a Simeone a dar mucha responsabilidad, por ejemplo, a Saúl, en una apuesta de incierto resultado, o a situar por fin ahí a Koke, lo que abriría un abanico de posibilidades: Saúl en banda, titularidad para Carrasco, situar a Griezmann en el carril y jugar con dos puntas… Quizá demasiados cambios en el esquema del equipo.

Dentro de cuatro meses la situación se verá de distinta manera. Hasta entonces, crucen los dedos y confíen en que a Gabi y Tiago no les suceda nada. Seguro que Simeone ya lo hace.