1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

  308. Número 308 · Mayo 2024

  309. Número 309 · Junio 2024

  310. Número 310 · Julio 2024

  311. Número 311 · Agosto 2024

  312. Número 312 · Septiembre 2024

  313. Número 313 · Octubre 2024

Ayúdanos a perseguir a quienes persiguen a las minorías. Total Donantes 1745 Conseguido 88610€ Objetivo 140000€

Hemeroteca Ctxt

Tambores de guerra (híbrida) en la UE

Un insólito lenguaje bélico se está apoderando de documentos, personalidades y grupos políticos europeos

Soledad Gallego-Díaz 21/10/2015

<p>Putin y Merkel.</p>

Putin y Merkel.

Luis Grañena

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

La Unión Europea abrió el debate sobre la necesidad de disponer de capacidades militares, coordinadas pero independientes de la OTAN, desde prácticamente el día de su creación. Pero esos debates se mantuvieron durante décadas en términos fundamentalmente teóricos. Ya no. Desde hace meses, documentos, personalidades y grupos de la Unión Europea mantienen un insólito lenguaje bélico, más relacionado con la amenaza de una guerra real que con el análisis imaginario de especulaciones académicas.

Detrás de todo este nuevo e inquietante lenguaje no existe una amenaza etérea, sino la identificación progresiva de enemigos, como el Estado Islámico, desde luego, pero, por encima de todo y de manera sorprendentemente directa, Rusia. La estrategia a seguir incluye la creación inmediata de un Cuartel General de Operaciones dentro de la UE, y el reforzamiento de “capacidades operativas”, es decir, unidades europeas de combate. “Vamos a la creación de un Ejército europeo mucho más rápido de lo que la gente cree”, anunció hace pocos días Joseph Daul, presidente del Partido Popular Europeo, una organización que reúne en este momento nada menos que a 10 jefes de Estado o de Gobierno de la UE y a otros seis de países europeos no miembros.

La importancia, y la urgencia, que se atribuye a la creación de esas “capacidades” dentro de la UE han quedado de manifiesto esta misma semana en el documento final del Congreso del Partido Popular Europeo (EPP, por sus siglas inglesas), reunido en Madrid (21-22 octubre). Aunque el Congreso haya llamado la atención por su puntual y oportunista apoyo a Mariano Rajoy, a pocas semanas de las elecciones, en el corazón de la reunión no estaba la situación política española, sino la aprobación de una estrategia bien definida, destinada claramente a “contener a la Rusia de Putin”. Esa estrategia contiene elementos militares (como la rápida creación del mencionado Cuartel General de la UE), pero también medidas como la reactivación de la candidatura de Turquía a la ampliación, o, al menos, la aprobación de un estatus claramente privilegiado, un proyecto que estaba casi aparcado y que ha encontrado un nuevo impulso con la visita del primer ministro turco a Berlín y las sorprendentes declaraciones de Angela Merkel, comprometiéndose a reabrir la negociación.

El documento del EPP deja claro que esa nueva política hacia Ankara no está justificada en la crisis de los refugiados, como se ha querido presentar, sino mucho más en el hecho evidente de que Turquía es considerado un país esencial en cualquier enfrentamiento con Rusia, y que se desea incorporarlo, no ya a la OTAN, de la que es miembro desde hace décadas, sino a esa nueva estructura de defensa exclusivamente europea. Igualmente interesante es el apasionado llamamiento que hace el EPP para que se abandone la llamada “fatiga de la ampliación” y se incorpore rápidamente a la UE a países de los Balcanes que llevan años llamando a la puerta y que ahora adquieren nueva relevancia cara a esa nueva estrategia y ese nuevo lenguaje.

“Vamos a la creación de un Ejército europeo”, anunció hace pocos días Joseph Daul, presidente del Partido Popular Europeo

El inquietante lenguaje bélico no se aprecia únicamente en las filas del Partido Popular Europeo, donde podría ser atribuido a la presencia de muchos partidos de países del norte y centro de Europa, muy cercanos a Rusia y muy inquietos por lo que ha ocurrido, y sigue ocurriendo, en Ucrania. Hace pocos meses, el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, se mostró inusualmente transparente: la Unión Europea necesita “un Ejército propio que oponer a Rusia”, declaró, para inmediatamente puntualizar que ese Ejército enviaría una señal a todo el mundo de que nunca habrá guerra entre países europeos y de que es capaz de asumir sus propias responsabilidades. Interrogado por el periodista, volvió al inicio: “Un Ejército europeo enviaría una clara señal a Rusia de que somos serios a la hora de defender nuestros valores”.

La posibilidad de poner en pie un verdadero Ejército europeo, con la capacidad de desplegarse rápidamente en las fronteras exteriores de la Unión Europea, no es un escenario realista, según la mayoría de los analistas. Esa posibilidad, que se planteó en los años 50 como Comunidad Europea de Defensa, quedó derrotada en el Parlamento francés, y muy difícilmente encontrará eco en el Reino Unido que, como Francia, dispone hoy de su propio armamento nuclear. Sin embargo, la idea de disponer de “capacidades militares” fuera de la OTAN, pero en coordinación con la Alianza Atlántica, no es nueva. Lo que es nuevo es que se esté planteando en relación con Rusia, un apartado que siempre ha estado confiado en las manos de Estados Unidos.

¿Qué es lo que ha producido este cambio de lenguaje?: el fin de la Guerra Fría y la aparición de lo que ahora se denomina “guerra híbrida”, uno de cuyos mayores ejemplos lo dio Ucrania. La primera definición de guerra híbrida la hizo el norteamericano Frank G. Hoffman: “Cualquier adversario que de manera simultánea y flexible emplea una mezcla de armas convencionales, tácticas irregulares, terrorismo y comportamiento criminal en el espacio de batalla”. Es decir, una mezcla de guerra convencional, uso de unidades paramilitares, fuerzas no identificadas, guerra irregular y hechos como el derribo de un avión de línea regular, mezclado con guerra de comunicación, guerra de sanciones, guerrilla urbana y ciberdefensa o ciberataque, según el caso.

La idea de disponer de “capacidades militares” fuera de la OTAN no es nueva

En la gestación de la crisis de Ucrania no fue ajena la propia UE, que dejó en manos de “técnicos ignorantes de las más elementales nociones de historia” (según la dura critica formulada en su día en un informe de la Cámara de los Lores) la negociación de los acuerdos con Kiev, sin tener en cuenta la formidable desconfianza de Putin y del aparato militar ruso. El resultado de señales equivocadas por todas partes dio lugar a un conflicto aún sin resolver, que incluyó la anexión unilateral de Crimea, y que es percibido como muy grave por los europeos de países próximos a Rusia y casi ignorado por los europeos del sur, mucho más inquietos por el desarrollo de los acontecimientos en Oriente Próximo, Siria e Irak.

En cualquier caso, “guerra híbrida” se ha convertido en una fórmula que se oye en muchos pasillos, no de la OTAN sino de la Unión Europea y que se asocia cada día más a un escenario de conflicto UE-Rusia que se califica de probable.

El pasado mes de junio, cuando la crisis griega atraía todas las miradas, la Comisión Europea puso en circulación una “Nota Estratégica” de 12 folios, firmada por el exministro francés Michel Barnier, que actualmente es asesor especial de Juncker para Defensa Europea y Política de Seguridad. La nota pasó casi desapercibida y comenzaba así: “Si la amenaza de una guerra era impensable en Europa hasta hace poco, no hace falta mucha imaginación para pensar ahora en una (….) Una confrontación militar no es ya una reliquia del pasado, sino un grave riesgo para el futuro. (…) El resto del mundo se está armando hasta los dientes, mientras que los presupuestos de Defensa europeos siguen bajando”.

La queja por la progresiva disminución de los presupuestos de Defensa, como consecuencia de la crisis, es recurrente en la OTAN, pero pocas veces ha ocupado un papel tan relevante en el discurso de la Unión Europea. El Tratado de Lisboa (2007), que introdujo, por primera vez, una cláusula de defensa mutua entre los países miembros, puso en pie la llamada Estructura Permanente de Cooperación (PESCO, en sus siglas inglesas), cuyo balance no ha sido satisfactorio, a la vista de sus propios informes. La Nota Estratégica de Barnier defiende la creación del Cuartel General Operacional Europeo en Bruselas y le atribuye capacidad de reacción en operaciones que requieran “una respuesta cívico-militar”, todo ello evitando duplicidades con la OTAN, pero independiente de ella.

La UE se plantea también revisar la operatividad del llamado “battlegroup”, la unidad de intervención rápida que se creó en junio de 2007, cuyos 1.500 miembros no han entrado nunca en acción, y que depende directamente del Consejo Europeo, es decir, de los jefes de Gobierno y Estado de los 28 países miembros.

La UE cuenta en esta ocasión con un buen respaldo de la OTAN, que aprecia sus propias dificultades para intervenir en “guerra híbridas” y confía en que la UE puede llegar a ser más eficaz a la hora de afrontar lo que se califica de “desestabilización interna”, uno de los elementos de esa peculiar guerra. “A diferencia de lo que ocurre en la guerra convencional”, explica el experto eslovaco Peter Pindják en una revista de la Alianza Atlántica, “el centro de gravedad de la guerra híbrida es un sector determinado de la población. El enemigo trata de influir en los estrategas políticos más destacados y en los principales responsables de la toma de decisiones, combinando el uso de la presión con operaciones subversivas”. Es decir, el centro de gravedad de esas batallas es un escenario “civil”, con políticos y medios de comunicación como protagonistas, combinado con las acciones de fuerzas militares irregulares o sin identificar, algo sobre lo que la OTAN se supone que actúa muy difícilmente. Una vez más, lo que la Unión Europea tiene en mente es el escenario de Ucrania y a un enemigo perfectamente perfilado: Rusia.

“La sociedad occidental”, asegura el documento estudiado por el Partido Popular Europeo en Madrid, “está siendo amenazada de manera inaudita (…). La agresión rusa (en Ucrania) ha puesto en peligro la seguridad y el orden jurídico y político en Europa”. “Hace falta una disuasión más decidida y eficaz”, “es exasperante ver que ninguna organización está preparada para el nuevo tipo de amenaza político-militar de Rusia”, “se necesita urgentemente una disuasión creíble contra las guerras híbridas”.

El tono no deja de subir, de cara a la elaboración de la nueva Estrategia de Política de Defensa y Seguridad que está previsto aprobar el próximo verano, para sustituir la de 2003, obsoleta. La revisión se va a efectuar en un momento especialmente delicado, con el lenguaje bélico presente hasta extremos insólitos. En la Unión Europea suenan tambores de guerra híbrida.

La Unión Europea abrió el debate sobre la necesidad de disponer de capacidades militares, coordinadas pero independientes de la OTAN, desde prácticamente el día de su creación. Pero esos debates se mantuvieron durante décadas en términos fundamentalmente teóricos. Ya no. Desde hace meses, documentos,...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes iniciar sesión aquí o suscribirte aquí

Autor >

Soledad Gallego-Díaz

Madrileña, hija de andaluz y de cubana. Ejerce el periodismo desde los 18 años, casi siempre como informadora, cronista política y corresponsal. La mayor parte de su carrera la hizo en El País. Cree que el suyo es un gran oficio; basta algo de humildad y decencia.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

7 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Marcoafrika

    Lo mas sensato de un artículo bastante explicativo, desde el inevitable "relato único occidental" es el párrafo: "En la gestación de la crisis de Ucrania no fue ajena la propia UE, que dejó en manos de técnicos ignorantes de las más elementales nociones de historia (según la dura critica formulada en su día en un informe de la Cámara de los Lores)". Por lo demás me gustaría entender esa obsesión guerrera contra un país, Rusia, que ha sido nuestro aliado económico, que es clave en las relaciones comerciales con otros países asiáticos y que , no lo olvidemos, es Europa al menos hasta los Urales. A eso deberíamos sumar que nos libró del nazismo durante la segunda guerra mundial y que posibilitó, entre otras conquistas importantes, el desarrollo de un estado de bienestar en los países escandinavos al no interferir con estos (algo que quizás debiera haber intentado) en su saqueo a otros países "no alineados" que ahora denominamos países en vías de desarrollo. Es cierto que la URSS ya no existe y tiene poco sentido añorar su capacidad de equilibrar la balanza frente a la agresividad imperialista de los EEUU, la misma que contribuyó a su desaparición y la de otros estados soberanos del planeta, la misma que no cesa en poner en peligro a toda la humanidad con su voraz apetito y su falso catecismo "democrático", predicando un liberalismo y un libre comercio que ellos no se aplican, por supuesto, siendo uno de los estados más proteccionistas del planeta y aplicando a rajatabla lo de : "lo mío es mío y lo de los demás...también". Aprendamos historia si queremos sobrevivir.

    Hace 1 año 7 meses

  2. enrbalmaseda

    !RUSIA ES CULPABLE!, rebuznaban los franquistas en nombre de la libertad (la de ellos, claro está). Nada nuevo, salvo que ahora se han sumado a esa guerra muchos que se autoproclaman demócratas defensores de los valores "occidentales".

    Hace 1 año 7 meses

  3. La Imbecilidad Humana

    Espero que no seamos tan gilip0llas de seguir la política yanqui contra Rusia y ver un enemigo donde no lo hay. EEUU nos empuja sistemáticamente a un conflicto Europa-Rusia que podríamos pagar muy caro.

    Hace 8 años 11 meses

  4. Jose María

    Vamos, que nunca hemos perdido la esperanza de ocupar las estepas. Parece un buén plan, la mejor defensa es un buen ataque...

    Hace 8 años 11 meses

  5. sefi

    Espero que no seamos tan estupidos como para crear otra guerra mundial.

    Hace 8 años 11 meses

  6. Nicole Muchnik

    ¡Que grande periodista eres, Soledad!

    Hace 8 años 11 meses

  7. luc sebastian

    Volvemos al "Gran juego". Rusia busca su imperio y choca contra el "Lebensraum" de Frau Merkel. Y nosotros perdiendo exportaciones (coches, naranjas, ...)a cuenta de un conflicto ajeno.

    Hace 8 años 11 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí