Jazz
Clifford Brown, como Sonny Rollins, habría cumplido 85 años
Ayax Merino 25/11/2015
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Sí, en efecto, tal cual. Clifford Brown y Sonny Rollins son de la misma quinta, pues ambos nacieron en 1930. Así que Brown, Brownie para los amigos, también habría cumplido ochenta y cinco años el pasado treinta de octubre. Habría, sí, habría. Pero no los ha cumplido. Clifford lleva bajo tierra pudriéndose varias décadas. Vino la muerte a llamar a su puerta y se lo llevó de este mundo.
Era un chaval de veinticinco años tan sólo. Pero la muerte no perdona, la muerte no distingue entre carneros y corderos. Esta vida que tenemos es un milagro, un don, así que imitemos a Clifford y exprimamos cada segundo que nos regala, pues cada segundo puede ser el último. Ya se sabe, carpe diem.
Vivió poco y vivió rápido, su vida se pasó aprisa como sueño. Maravilloso trompetista, lo mucho que dijo lo dijo en tan sólo unos pocos, escasos, años.
Ya a los dieciocho andaba con su trompeta a cuestas por Filadelfia, tocando cuando y donde podía y le dejaban. Y a los veinte un accidente de coche a punto estuvo de acabar con él. Y aunque salvó la vida quedó tan maltrecho que se tuvo que tirar un año largo encerrado en su casa, recluido, en el dique seco, recuperándose poco a poco, sin poder tocar la trompeta. Tal vez fuese una advertencia, una señal, una premonición, quién sabe. Pero no la oyó. Nadie las oye, porque nadie las escucha.
Ya a los dieciocho andaba con su trompeta a cuestas por Filadelfia, tocando cuando y donde podía y le dejaban
Recobrado, pues, se lanzó de nuevo al mundo y sus halagos, a la vorágine, al bullicio. A seguir tocando su trompeta. Con unos, con otros. Con Lou Donaldson, Con Tadd Dameron. Con el gran Lionel Hampton se fue de gira por Europa.
Y a su vuelta anduvo con Art Blakey una temporada. Y poco después, en 1954, se encontró con otro magnífico batería, el sin par Max Roach. Debieron de hacer buenas migas porque decidieron fundar un quinteto, el quinteto de Clifford Brown y Max Roach, claro, como es obvio. Al comienzo el saxo tenor fue Harold Land, pero algo más tarde fue reemplazado por un coloso llamado Sonny Rollins, con lo que el quinteto quedó definitivamente constituido: Clifford Brown (trompeta), Sonny Rollins (saxo tenor), Richie Powell (piano), George Borrow (bajo) y Max Roach (batería).
Son estos, a mi parecer, los mejores momentos de un deslumbrante trompetista que, aun siendo muy joven, había alcanzado ya una sorprendente madurez. Su sonido bello, bellísimo, acaricia los oídos. Trepidante en sus solos, vertiginoso, fulgurante; luz que ilumina con su llama la oscuridad antes de consumirse. Como si tuviese prisa. Tal vez la tuviese. Quizás presintiera su pronto final.
El coche se salió en una cuneta, allá por tierras de Pennsylvania. Y los tres duermen desde entonces el sueño eterno
Salieron de tocar. Clifford y Richie Powell, el pianista del quinteto y hermano de ese otro soberbio pianista, el ínclito y nunca bastante alabado Bud Powell. Carretera y manta. Rumbo a Chicago, a seguir tocando, a volver a tocar, siempre tocando, vida errante, hoy aquí y mañana allí. El 26 de junio de 1956 era. Los dos músicos, agotados, decidieron aprovechar el camino para descansar un rato y, quizás, descabezar un sueño. Y Nancy, la mujer de Richie, cogió el volante. Tres jóvenes en la flor de la vida. Un trompetista de veinticinco años, un pianista de veinticuatro y una muchacha de diecinueve. El coche se salió en una cuneta, allá por tierras de Pennsylvania. Y los tres duermen desde entonces el sueño eterno.
Clifford no está ya aquí, hace mucho que dejó de estar. Y aunque la vida perdió, dejonos harto consuelo su memoria. Se fue para siempre, sí, pero al menos nos queda su legado: su maravillosa música.
Sí, en efecto, tal cual. Clifford Brown y Sonny Rollins son de la misma quinta, pues ambos nacieron en 1930. Así que Brown, Brownie para los amigos, también habría cumplido ochenta y cinco años el pasado treinta de octubre. Habría, sí, habría. Pero no los ha cumplido. Clifford lleva bajo...
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