Manipulación
Periodistas tutelados por el poder político
Trabajadores y extrabajadores de RTVE lamentan que el debate a cuatro se realizara en una cadena privada y esperan acontecimientos tras el 20-D
M. Lozano 16/12/2015
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Acceden a hablar, con la condición de que no aparezcan sus nombres, ni el programa para el que trabajan o trabajaron dentro de la cadena pública. Hace unas semanas hubo una campaña, #DefiendeRTVE, que captó la modesta atención de algunos medios y se extendió por las redes sociales. Sin embargo, nada ha cambiado. El mismo miedo a hablar, a decir lo que ya es un secreto a voces: que RTVE no es un medio libre.
“Deberíamos ser un medio independiente, pero no lo somos. Los medios públicos están vinculados al poder”, sentencia una periodista de TVE. “¿Quién es ese?”; “Esa chica es nueva” o “esa no estaba antes”, serán algunas de las frases más repetidas después del 20-D. Allí, elecciones es igual a preocupación, a “cambio”, pero no para bien. Todo se vuelve patas arriba: “Las elecciones se viven con cierto nerviosismo; está más que asumido que si continúa el mismo gobierno introducirá cambios en los puestos directivos para dar la idea de que llegan aires nuevos. Y si hay un nuevo gobierno, también, porque querrán renovar lo que se haya hecho hasta ahora”, añade otro compañero de ‘La Española’.
Aunque muchos ya no lo recuerden, lo cierto es que no siempre fue así, hubo un tiempo en el que TVE brillaba. Lo ganaba todo: los mejores profesionales, audiencias, premios. “Se recuerda con añoranza la libertad e independencia, las audiencias y los premios profesionales que recibía la cadena en la anterior etapa, la de Fran Llorente.” La periodista, nostálgica, hace referencia al anterior Gobierno. Y de todo, a nada. La cadena pública ha perdido un 30% de audiencia durante estos últimos años, y ocupa el tercer puesto en informativos, por detrás de sus históricos competidores, Antena 3 y Telecinco.
El culmen de ese declive llegó el lunes 7 de diciembre. El único debate a cuatro que incluía las dos nuevas formaciones que optan a La Moncloa junto con PP y PSOE (Podemos y Ciudadanos) se celebró –ironías de la vida– en un grupo de comunicación privado: Atresmedia. Resultado: elogios, halagos y más de 9 millones de espectadores. Dato histórico y nueva forma de hacer información política televisada que nos acerca esta vez para bien a nuestros vecinos europeos, donde el debate abierto entre los candidatos es, desde hace tiempo, innegociable.
Y, mientras tanto, en ese universo paralelo que todos financiamos, Bertín juega a dos bandas: ora prepara batidos de proteínas con Sánchez, ora juega al futbolín con Mariano. Rara vez se habla en este formato de política, medidas y, menos aún, de “cambio”. Así, al mismo tiempo que un cantante de rancheras, imagen del gazpacho 100% español, se codea con los políticos, los trabajadores de TVE intentan hacer aquello que en las facultades llamaban 'periodismo libre' y que suena más a fábula que a realidad:
"A mí me dio mucha envidia ver un debate en Atresmedia que ha sido el más visto del año. Un debate que se debería haber hecho en TVE, la televisión pública, con las 4 fuerzas que pueden optar a La Moncloa. Eso no se ha hecho. No se ha hecho una entrevista con Ana Blanco en los mismos términos ni condiciones. La gente lo que quiere es escuchar un debate abierto, moderno y a eso en España no estamos acostumbrados”.
Ellos –sí, ellos, los trabajadores– tienen muy claro cómo debería ser TVE; para qué se creó y cómo se debería enfocar: “Queremos ser competitivos haciendo nuestro trabajo, que es ser una televisión de servicio público”.
Y ahora, ¿qué? Quizás es demasiado tarde. Aunque a nuestros candidatos se les llena la boca de tantas promesas electorales y de tanto exigir independencia informativa para los medios, los trabajadores de TVE tienen poca –o más bien ninguna– esperanza de que algo cambie después de las elecciones: “Esperanza de que los medios públicos actúen libremente, pues poca. Serán libres cuando la sociedad lo sea, y eso no sé si llegará pronto”.
Las “purgas” de RTVE
Y, mientras tanto, las televisiones privadas empiezan a ser conscientes de que hay otra forma de hacer las cosas, y de que romper el guión en la información política es necesario. De hecho, hace años que era necesario. Aún con el sabor en los labios del debate más visto del año y la sensación de haber hecho bien las cosas, los periodistas de Atresmedia han asumido el peso de la información política –televisada– del país: “A mí, como ciudadano más que como periodista, me encantaría que la primera opción de los partidos fuera la televisión pública. Pero hoy por hoy son las privadas”, comenta Ángel Negro, uno de los redactores de Nacional de Antena 3.
Sin embargo, todo triunfo conlleva responsabilidades. Y las suyas les hacen asumir un gran riesgo: “Nosotros necesitamos a los políticos para dar información y ellos a nosotros como medios para exponerse. En ese equilibrio siempre hay que tener en cuenta que ellos son una parte interesada y nosotros no, nosotros solo queremos dar la información de la forma más precisa posible”, explica Jon Ariztimuño, periodista encargado también de la sección de Nacional en Antena 3.
La tarea se ha complicado con el surgimiento de dos nuevas fuerzas (Podemos y Ciudadanos) que luchan por el poder y nos sitúan en las elecciones más impredecibles de la democracia: “Al ser dos partidos nuevos no tenemos un antecedente al que recurrir. Con el PP o el PSOE se pueden ver sus contradicciones. Pero con los nuevos es más difícil explicar lo que piensan sin caer en la publicidad, ya que no tienen experiencia salvo en las municipales y en las europeas” comenta Ángel.
“En 15 días de campaña puede pasar de todo, que un candidato cometa un fallo, una mala declaración. Puede haber un historial de encuestas pero hay que ponerlas más en observación que nunca porque los márgenes de error son muy amplios y el trasvase de votos no se sabe cómo va a ser", explica Jon.
A escasos días para el 20-D, los trabajadores de la cadena privada viven con expectación y emoción la campaña y ejercen, en muchas ocasiones, de “confidentes” de sus compañeros de TVE: “Conozco a gente que ha trabajado y que trabaja en RTVE que ha sido purgada. No despedidos sino que, llegado el momento, no renovaba. Todos me dicen que es difícil trabajar en un ambiente así, porque estás entre la espada y la pared constantemente y tu criterio profesional siempre queda supeditado al criterio político del que está arriba. Es complicado trabajar en un medio en el que no te dan libertad para trabajar y eso debe cambiar. La gente que conozco pide que se cambie, y gente de todos los colores políticos”.
Acceden a hablar, con la condición de que no aparezcan sus nombres, ni el programa para el que trabajan o trabajaron dentro de la cadena pública. Hace unas semanas hubo una campaña, #DefiendeRTVE, que captó la modesta atención de algunos medios y se extendió por las redes sociales. Sin embargo, nada ha cambiado....
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